Luego del debate de candidatos a Vicepresidentes de la Nación, en el cual, dicho sea de paso, la candidata libertaria literalmente “lo palizó” al candidato oficialista, recrudecieron los ataques de los medios de comunicación oficialistas, los grupos de derechos humanos y de izquierda, intentando instalar un miedo que solo existe en su frondosa y trastornada imaginación.
Las arremetidas no solo se dan en las redes sociales, sino que ahora han salido a vociferar en trenes y subtes, lo que demuestra cabalmente que están realmente aterrados, de que en las próximas elecciones triunfe el peluca liberal.
Y es que, en la concepción totalitaria que ellos tienen de la política, se creen los “dueños de la verdad”, “los únicos representantes del pueblo” y no aceptan de ninguna forma que otro pensamiento que no sea el de ellos pueda llegar al poder. Ese pánico que sienten es solo de ellos y no de la gente; a la cual hoy le importa un rábano lo que pasó en la década del 70. Solo piensan en el futuro del país, en tener un trabajo digno, una economía estable, seguridad en las calles y que los chorros estén presos, sobre todo los corruptos. Nada más.
Este pavor que sienten e intentan contagiar al ciudadano común, es en realidad el medio que tienen de perder el poder y de tener que salir a laburar en serio. Como se dice en el juego de las tabas, que les caiga culo, a partir del próximo Domingo.
Insisten una y otra vez que de ganar el peluca liberal se instalará en la Argentina el plan económico de Martínez de Hoz y de Videla. La verdad, nadie sabe a ciencia cierta de donde sale tamaña estupidez. Basta con repasar las medidas económicas adoptadas por el entonces Ministro de Economía Martínez de Hoz para ver que de liberal no tuvo ni el apodo. Fue una política estatista y dirigista como nunca se vio, dada la visión económica nacionalista que tenía la Junta Militar por entonces. Se controló el tipo de cambio, no se privatizó una sola empresa estatal, se aumentó el gasto público, ni se redujo impuestos. Más aun, esa política fue muy criticada por los máximos representantes del liberalismo argentino en esa época Álvaro Alsogaray y Alberto Benegas Lynch (padre). Que tiene entonces de parecido a lo que propone el peluca liberal? NADA. Basta escuchar las propuestas económicas del libertario para advertir que nada tienen que ver con las políticas puestas en marcha por Martínez de Hoz en los 70.
Al mismo tiempo, denuncian que no quieren revivir los mismos sucesos ocurridos en el proceso militar, los que se repetirán si gana el peluca liberal. Por favor!. No existe ninguna posibilidad que en Argentina se repita algo tan siquiera similar. Lo ocurrido en los años 70 fue una circunstancia totalmente excepcional, donde organizaciones terroristas atacaron al Estado Argentino y este se defendió utilizando a las fuerzas Policiales, de Seguridad y Armadas para combatirlas, tal como hace hoy Israel con Hamas. Jamás se atacó al pueblo argentino, se combatió a los terroristas, por ello no hubo un genocidio. Todo ese macabro discurso solo busca esconder que nuestras fuerzas Policiales, de Seguridad y Armadas evitaron que Argentina sea una especie de franja de Gaza actual y convalidar así los arbitrarios y circenses juicios a los que son sometidos sus integrantes, solo por haber defendido al ciudadano de ese horror. Sobre el particular, un abogado querellante dijo hace unos días en la Comisión de DDHH de la Cámara de Diputados de la Nación, en el marco de la discusión de una ley contra el llamado negacionismo: “…que en 20 años solo se ha juzgado al 40% de los genocidas, aún quedan 50 años más de juicios”.
MileiAlsogaray
Rematan diciendo que está en peligro la democracia. ¡Dejen de mentir! NO está en riesgo la democracia. Los únicos que ponen en riesgo el régimen democrático son ellos, que cuando pierden el poder comienzan a blandir las banderas de la “democracia burguesa” o “democracia opresiva capitalista” para así auto habilitarse a “luchar por una verdadera democracia del pueblo” que solo la puede asegurar un proyecto socialista o de izquierda. Este argumento fue el que utilizaron las organizaciones terroristas de Montoneros y ERP para atacar al entonces gobierno democrático y popular del General Perón. Ahora, esta idéntica, exacta y calcada premisa lo camuflan bajo la idea de un gobierno nacional y popular. Ellos ponen en peligro la democracia y no tengan dudas que se preparan para retomar la “lucha del pueblo” en caso de ganar el peluca liberal, lucha de la cual luego se victimizarán y denunciaran “represión ilegal”, igual que hicieron con lo que paso en la Argentina en los años 70 o como el ya célebre grotesco del caso Maldonado.
Mienten como respiran.
RossiVillarruel
Todo este discurso fácil e ideologizado que esgrimen estos grupos, solo busca no perder el curro del que vienen disfrutando hace ya dos décadas, permitiendo que los gobiernos de turno sigan empobreciendo a su pueblo, mientras ellos viven en la opulencia, dando lujos dignos de jefes árabes; exterminando, encarcelando y acallando a todo aquel que no piense como ellos.
En realidad, el verdadero mensaje de ellos es: “roban, pero juzgan”. Por solo ese espurio interés apoyan a los candidatos oficiales, aun a sabiendas que el país se convertirá en una gran villa miseria, si ellos ganan.
O el próximo Domingo 19 cambiamos o todo será mucho peor. No votar, votar en blanco o impugnar el voto es votar al oficialismo y ello no es más ni menos que la verdadera extinción de la Nación Argentina.
Un último esfuerzo por el amor de Dios. No hay alternativa. Como dicen las hinchadas en el futbol: “pongan huevos… que el Domingo cueste lo cueste… el Domingo hay que ganar”.
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Luego del debate de candidatos a Vicepresidentes de la Nación, en el cual, dicho sea de paso, la candidata libertaria literalmente “lo palizó” al candidato oficialista, recrudecieron los ataques de los medios de comunicación oficialistas, los grupos de derechos humanos y de izquierda, intentando instalar un miedo que solo existe en su frondosa y trastornada imaginación.
Las arremetidas no solo se dan en las redes sociales, sino que ahora han salido a vociferar en trenes y subtes, lo que demuestra cabalmente que están realmente aterrados, de que en las próximas elecciones triunfe el peluca liberal.
Y es que, en la concepción totalitaria que ellos tienen de la política, se creen los “dueños de la verdad”, “los únicos representantes del pueblo” y no aceptan de ninguna forma que otro pensamiento que no sea el de ellos pueda llegar al poder. Ese pánico que sienten es solo de ellos y no de la gente; a la cual hoy le importa un rábano lo que pasó en la década del 70. Solo piensan en el futuro del país, en tener un trabajo digno, una economía estable, seguridad en las calles y que los chorros estén presos, sobre todo los corruptos. Nada más.
Insisten una y otra vez que de ganar el peluca liberal se instalará en la Argentina el plan económico de Martínez de Hoz y de Videla. La verdad, nadie sabe a ciencia cierta de donde sale tamaña estupidez. Basta con repasar las medidas económicas adoptadas por el entonces Ministro de Economía Martínez de Hoz para ver que de liberal no tuvo ni el apodo. Fue una política estatista y dirigista como nunca se vio, dada la visión económica nacionalista que tenía la Junta Militar por entonces. Se controló el tipo de cambio, no se privatizó una sola empresa estatal, se aumentó el gasto público, ni se redujo impuestos. Más aun, esa política fue muy criticada por los máximos representantes del liberalismo argentino en esa época Álvaro Alsogaray y Alberto Benegas Lynch (padre). Que tiene entonces de parecido a lo que propone el peluca liberal? NADA. Basta escuchar las propuestas económicas del libertario para advertir que nada tienen que ver con las políticas puestas en marcha por Martínez de Hoz en los 70.
Al mismo tiempo, denuncian que no quieren revivir los mismos sucesos ocurridos en el proceso militar, los que se repetirán si gana el peluca liberal. Por favor!. No existe ninguna posibilidad que en Argentina se repita algo tan siquiera similar. Lo ocurrido en los años 70 fue una circunstancia totalmente excepcional, donde organizaciones terroristas atacaron al Estado Argentino y este se defendió utilizando a las fuerzas Policiales, de Seguridad y Armadas para combatirlas, tal como hace hoy Israel con Hamas. Jamás se atacó al pueblo argentino, se combatió a los terroristas, por ello no hubo un genocidio. Todo ese macabro discurso solo busca esconder que nuestras fuerzas Policiales, de Seguridad y Armadas evitaron que Argentina sea una especie de franja de Gaza actual y convalidar así los arbitrarios y circenses juicios a los que son sometidos sus integrantes, solo por haber defendido al ciudadano de ese horror. Sobre el particular, un abogado querellante dijo hace unos días en la Comisión de DDHH de la Cámara de Diputados de la Nación, en el marco de la discusión de una ley contra el llamado negacionismo: “…que en 20 años solo se ha juzgado al 40% de los genocidas, aún quedan 50 años más de juicios”.
Rematan diciendo que está en peligro la democracia. ¡Dejen de mentir! NO está en riesgo la democracia. Los únicos que ponen en riesgo el régimen democrático son ellos, que cuando pierden el poder comienzan a blandir las banderas de la “democracia burguesa” o “democracia opresiva capitalista” para así auto habilitarse a “luchar por una verdadera democracia del pueblo” que solo la puede asegurar un proyecto socialista o de izquierda. Este argumento fue el que utilizaron las organizaciones terroristas de Montoneros y ERP para atacar al entonces gobierno democrático y popular del General Perón. Ahora, esta idéntica, exacta y calcada premisa lo camuflan bajo la idea de un gobierno nacional y popular. Ellos ponen en peligro la democracia y no tengan dudas que se preparan para retomar la “lucha del pueblo” en caso de ganar el peluca liberal, lucha de la cual luego se victimizarán y denunciaran “represión ilegal”, igual que hicieron con lo que paso en la Argentina en los años 70 o como el ya célebre grotesco del caso Maldonado.
Mienten como respiran.
Todo este discurso fácil e ideologizado que esgrimen estos grupos, solo busca no perder el curro del que vienen disfrutando hace ya dos décadas, permitiendo que los gobiernos de turno sigan empobreciendo a su pueblo, mientras ellos viven en la opulencia, dando lujos dignos de jefes árabes; exterminando, encarcelando y acallando a todo aquel que no piense como ellos.
En realidad, el verdadero mensaje de ellos es: “roban, pero juzgan”. Por solo ese espurio interés apoyan a los candidatos oficiales, aun a sabiendas que el país se convertirá en una gran villa miseria, si ellos ganan.
O el próximo Domingo 19 cambiamos o todo será mucho peor. No votar, votar en blanco o impugnar el voto es votar al oficialismo y ello no es más ni menos que la verdadera extinción de la Nación Argentina.
Un último esfuerzo por el amor de Dios. No hay alternativa. Como dicen las hinchadas en el futbol: “pongan huevos… que el Domingo cueste lo cueste… el Domingo hay que ganar”.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 12, 2023