Las reformas impulsadas por el Gobierno de Luis Lacalle Pou atravesaron con éxito el referéndum obligatorio del último domingo en Uruguay, imponiéndose el ‘No’ a la derogación de 135 artículos que habían sido recurridos por la oposición, aunque la victoria oficialista se obtuvo por escaso margen. Con el 100 % de los votos escrutados, la Corte Electoral determinó que la diferencia fue de tan solo unas 22.500 papeletas: 1.065.001 fueron para el ‘Sí’ a la derogación, mientras que 1.087.557 personas respaldaron los cambios de Lacalle Pou. Hubo casi 29.000 votos en blanco y cerca de 82.000 anulados, cifras que cobran relevancia debido a la gran paridad en el conteo final. Así, de los más de 2,6 millones de ciudadanos habilitados para participar de la consulta popular, se emitieron unos 2,3 millones de sufragios, en una jornada democrática sin contratiempos.
La nueva legislación, conocida como Ley de Urgente Consideración (LUC), plantea reformas de seguridad pública, educación, equilibrio fiscal y relaciones laborales, entre otros puntos. Tras largos debates en la Asamblea General e incluso modificaciones en algunas partes del texto, la oposición, encabezada por el Frente Amplio (FA), impugnó muchos artículos, hasta lograr que fuesen sometidos a un plebiscito. Así, los puntos cuestionados por el progresismo uruguayo incluyeron varias áreas. En materia de seguridad, la ciudadanía fue llamada a votar sobre el aumento de penas para delitos graves, la creación de figuras delictivas por actos contra la Policía o por evasión de cárcel y un plan de incremento de potestades para las fuerzas de seguridad. En el plano educativo, causó controversias la propuesta para quitar representantes de sindicatos de docentes en conducción de escuelas y liceos, siendo incluida en el referéndum.
Sobre la cuestión habitacional, la oposición también impugnó el nuevo régimen de alquileres sin garantía propuesto por el oficialismo, que supondrá desalojos más rápidos. En cuanto a las relaciones laborales, el FA rechazaba la prohibición de tomar empresas durante ocupaciones y garantizar ingreso a planta a propietarios y empleados no huelguistas, junto a la prohibición de piquetes. Esto también fue votado en la consulta popular.
En materia de derechos civiles, el referéndum hacía referencia al nuevo sistema de adopción de niños en plazos breves. Por último, otro de los temas destacados fue la portabilidad numérica, que permite a los usuarios de telefonía móvil cambiar de empresas, sosteniendo su mismo número de contacto. Igualmente, más allá de las reformas concretas, la consulta popular también sirvió para evaluar la administración del Gobierno actual.
Antes de la votación, Lacalle Pou destacaba que la ley “tiene varios artículos, muchos de los cuales en el Parlamento se modificaron, se votaron por todos los partidos políticos”. Y agregaba: “Quedan estos 135 artículos que hoy [domingo] la ciudadanía, en un instrumento de democracia directa, tiene que decidir si quedan vigentes como el resto de la LUC o no”.
Una vez que se dio a conocer el resultado final, expresó: “Se puede establecer claramente que no se ha llegado a los votos necesarios para la derogación de los 135 artículos de la LUC”. También indicó: “Estamos convencidos del rumbo que estamos llevando y como toda obra humana, es perfectible”. En un tono dialoguista, señaló: “Ninguno de los que estamos acá se cree dueño de la verdad, pero sí estamos convencidos de un proyecto. La gente va a juzgar, mientras tanto nosotros tenemos un mandato para cumplir”. Y concluyó: “También soy un convencido de que no hay dos Uruguay. Quizá puede haber dos visiones políticas distintas”.
El Frente Amplio, que antes del arribo de la centroderecha a la Presidencia gobernó 15 años ininterrumpidos, destacó que la mitad del electorado no se identifica con el actual modelo político del país. Esto, después de que en 2021 lanzaran una campaña de firmas para que el referéndum tuviese lugar. Para muchos analistas locales, la paridad reflejada en el resultado muestra una mejora en la popularidad del FA, comparado con las elecciones de 2019.
“No sé cómo lo explicarán, con todo el poder, con la conferencia de prensa, con todos los medios, con toda la estructura a su favor, les hicimos un partido parejo y con 15 minutos más seguro se lo ganamos”, dijo el presidente del Frente, Fernando Pereira, lanzando una metáfora futbolera. “Los uruguayos demostramos que la mitad estamos de este lado. ¿Qué gobernante no escucharía a una mitad?”, subrayó. “Es algo pocas veces visto, contra todos los pronósticos y las encuestas. A esta hora no pueden decir que ganó el ‘No’, porque no hay nada más poderoso que un pueblo luchando, transformando”, finalizó.
José ‘Pepe’ Mujica, el dirigente de 87 años que gobernó Uruguay entre 2010 y 2015 bajo la bandera del FA, opinó antes de votar que “no hay ningún triunfo ni ninguna derrota, es un paso cívico y de madurez que da el país”. El expresidente incluso valorizó la participación ciudadana y destacó que los avances tecnológicos servirán para desarrollar ese aspecto: “Todavía somos un poco bárbaros, pero la democracia se va a ir afinando, porque en la construcción de una sociedad digital existen todas las condiciones para consultar a la gente e incorporarla a las decisiones”.
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Las reformas impulsadas por el Gobierno de Luis Lacalle Pou atravesaron con éxito el referéndum obligatorio del último domingo en Uruguay, imponiéndose el ‘No’ a la derogación de 135 artículos que habían sido recurridos por la oposición, aunque la victoria oficialista se obtuvo por escaso margen. Con el 100 % de los votos escrutados, la Corte Electoral determinó que la diferencia fue de tan solo unas 22.500 papeletas: 1.065.001 fueron para el ‘Sí’ a la derogación, mientras que 1.087.557 personas respaldaron los cambios de Lacalle Pou. Hubo casi 29.000 votos en blanco y cerca de 82.000 anulados, cifras que cobran relevancia debido a la gran paridad en el conteo final. Así, de los más de 2,6 millones de ciudadanos habilitados para participar de la consulta popular, se emitieron unos 2,3 millones de sufragios, en una jornada democrática sin contratiempos.
La nueva legislación, conocida como Ley de Urgente Consideración (LUC), plantea reformas de seguridad pública, educación, equilibrio fiscal y relaciones laborales, entre otros puntos. Tras largos debates en la Asamblea General e incluso modificaciones en algunas partes del texto, la oposición, encabezada por el Frente Amplio (FA), impugnó muchos artículos, hasta lograr que fuesen sometidos a un plebiscito. Así, los puntos cuestionados por el progresismo uruguayo incluyeron varias áreas. En materia de seguridad, la ciudadanía fue llamada a votar sobre el aumento de penas para delitos graves, la creación de figuras delictivas por actos contra la Policía o por evasión de cárcel y un plan de incremento de potestades para las fuerzas de seguridad. En el plano educativo, causó controversias la propuesta para quitar representantes de sindicatos de docentes en conducción de escuelas y liceos, siendo incluida en el referéndum.
Sobre la cuestión habitacional, la oposición también impugnó el nuevo régimen de alquileres sin garantía propuesto por el oficialismo, que supondrá desalojos más rápidos. En cuanto a las relaciones laborales, el FA rechazaba la prohibición de tomar empresas durante ocupaciones y garantizar ingreso a planta a propietarios y empleados no huelguistas, junto a la prohibición de piquetes. Esto también fue votado en la consulta popular.
En materia de derechos civiles, el referéndum hacía referencia al nuevo sistema de adopción de niños en plazos breves. Por último, otro de los temas destacados fue la portabilidad numérica, que permite a los usuarios de telefonía móvil cambiar de empresas, sosteniendo su mismo número de contacto. Igualmente, más allá de las reformas concretas, la consulta popular también sirvió para evaluar la administración del Gobierno actual.
Antes de la votación, Lacalle Pou destacaba que la ley “tiene varios artículos, muchos de los cuales en el Parlamento se modificaron, se votaron por todos los partidos políticos”. Y agregaba: “Quedan estos 135 artículos que hoy [domingo] la ciudadanía, en un instrumento de democracia directa, tiene que decidir si quedan vigentes como el resto de la LUC o no”.
Una vez que se dio a conocer el resultado final, expresó: “Se puede establecer claramente que no se ha llegado a los votos necesarios para la derogación de los 135 artículos de la LUC”. También indicó: “Estamos convencidos del rumbo que estamos llevando y como toda obra humana, es perfectible”. En un tono dialoguista, señaló: “Ninguno de los que estamos acá se cree dueño de la verdad, pero sí estamos convencidos de un proyecto. La gente va a juzgar, mientras tanto nosotros tenemos un mandato para cumplir”. Y concluyó: “También soy un convencido de que no hay dos Uruguay. Quizá puede haber dos visiones políticas distintas”.
El Frente Amplio, que antes del arribo de la centroderecha a la Presidencia gobernó 15 años ininterrumpidos, destacó que la mitad del electorado no se identifica con el actual modelo político del país. Esto, después de que en 2021 lanzaran una campaña de firmas para que el referéndum tuviese lugar. Para muchos analistas locales, la paridad reflejada en el resultado muestra una mejora en la popularidad del FA, comparado con las elecciones de 2019.
“No sé cómo lo explicarán, con todo el poder, con la conferencia de prensa, con todos los medios, con toda la estructura a su favor, les hicimos un partido parejo y con 15 minutos más seguro se lo ganamos”, dijo el presidente del Frente, Fernando Pereira, lanzando una metáfora futbolera. “Los uruguayos demostramos que la mitad estamos de este lado. ¿Qué gobernante no escucharía a una mitad?”, subrayó. “Es algo pocas veces visto, contra todos los pronósticos y las encuestas. A esta hora no pueden decir que ganó el ‘No’, porque no hay nada más poderoso que un pueblo luchando, transformando”, finalizó.
José ‘Pepe’ Mujica, el dirigente de 87 años que gobernó Uruguay entre 2010 y 2015 bajo la bandera del FA, opinó antes de votar que “no hay ningún triunfo ni ninguna derrota, es un paso cívico y de madurez que da el país”. El expresidente incluso valorizó la participación ciudadana y destacó que los avances tecnológicos servirán para desarrollar ese aspecto: “Todavía somos un poco bárbaros, pero la democracia se va a ir afinando, porque en la construcción de una sociedad digital existen todas las condiciones para consultar a la gente e incorporarla a las decisiones”.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 29, 2022