CARLOS HIDALGO GARZÓN, MAYOR DEL EJÉRCITO ARGENTINO
En Argentina, los jueces, pomposamente juran sus cargos por “Dios y por la Patria”. Por su parte, los médicos, hacen un juramento hipocrático que recoge las obligaciones morales que tendrán para con sus pacientes, pero…siempre hay un, pero. Ante la llegada, en este siglo, de los bien o mal llamados juicios por delitos de lesa humanidad, todo saltó por los aires y esos juramentos pasaron a ser unas vulgares patrañas.
A través del video de la nota que publicáramos el día 3 del corriente mes: “La sorprendente evaluación del doctor Marcelo Rudelir, psiquiatra forense de la nación”, mostramos como ADRIANA TABOADA, con tan solo, un título de “licenciada” en psicología, le marcó al forense RUDELIR, los tiempos y lo que era inconveniente que yo expusiera en ese momento. El poder de esta señora está en el hecho que siendo miembro de la atemorizante Secretaria de Derechos Humanos de la Nación (para algunos), todo aquel funcionario que se le oponga, correría el riesgo de ser tachado de colaborador y gestor de los represores y genocidas de la dictadura. El apuntado, comenzaría a perder los privilegios de su función estatal y seria incluido en discriminatorias “listas negras”. Con el tiempo terminaría abandonando el cargo, como ya debieron hacer los togados que años atrás quisieron aplicar la “ley justa”, en este tipo de procesos. En ellos se impone “la política de estado”, según dijera el miembro de la Corte Suprema RICARDO LORENZETTI, equivalente a aquello de: “al enemigo ni justicia”.
A continuación, mostramos a la licenciada TABOADA en un video de 3 minutos, del año pasado, donde se ufana de su labor imponiéndose por sobre las pericias del Cuerpo Forense realizadas al mayor del Ejército Argentino CARLOS HIDALGO GARZÓN, al que habían declarado con incapacidad sobreviniente para ser juzgado. En el año 2015-2916 compartí con este soldado, la misma cárcel federal en Ezeiza donde todos vimos y palpamos su grave deterioro psiquiátrico permanente. Por ello, sin que él supiera, lo registré con una cámara espía en su celda donde permanecía días enteros sin salir de la misma, expresándose incoherentemente, a raíz de su estado y de la cantidad de psicofármacos que le suministraban. Todo este tipo de aberrantes acciones delictuales, están a la vista de los funcionarios miembros de los tres poderes, sin embargo, todos callan y miran para otro lado, demostrando que ante la sola mención de “Derechos Humanos” y “dictadura”, el país se llenó de hipócritas eunucos.
Por sobre ellos está ADRIANA TABOADA que, aparte de licenciada en psicología, también se considera juez y jurado. Por supuesto que no está sola, otros y otras como ella la acompañan y hacen lo que quieren, cuando quieren y como quieren. Eso sí la Justicia, bien gracias, se la debemos.
Ξ
Por Claudio Kussman.
CARLOS HIDALGO GARZÓN, MAYOR DEL EJÉRCITO ARGENTINO
En Argentina, los jueces, pomposamente juran sus cargos por “Dios y por la Patria”. Por su parte, los médicos, hacen un juramento hipocrático que recoge las obligaciones morales que tendrán para con sus pacientes, pero…siempre hay un, pero. Ante la llegada, en este siglo, de los bien o mal llamados juicios por delitos de lesa humanidad, todo saltó por los aires y esos juramentos pasaron a ser unas vulgares patrañas.
A través del video de la nota que publicáramos el día 3 del corriente mes: “La sorprendente evaluación del doctor Marcelo Rudelir, psiquiatra forense de la nación”, mostramos como ADRIANA TABOADA, con tan solo, un título de “licenciada” en psicología, le marcó al forense RUDELIR, los tiempos y lo que era inconveniente que yo expusiera en ese momento. El poder de esta señora está en el hecho que siendo miembro de la atemorizante Secretaria de Derechos Humanos de la Nación (para algunos), todo aquel funcionario que se le oponga, correría el riesgo de ser tachado de colaborador y gestor de los represores y genocidas de la dictadura. El apuntado, comenzaría a perder los privilegios de su función estatal y seria incluido en discriminatorias “listas negras”. Con el tiempo terminaría abandonando el cargo, como ya debieron hacer los togados que años atrás quisieron aplicar la “ley justa”, en este tipo de procesos. En ellos se impone “la política de estado”, según dijera el miembro de la Corte Suprema RICARDO LORENZETTI, equivalente a aquello de: “al enemigo ni justicia”.
A continuación, mostramos a la licenciada TABOADA en un video de 3 minutos, del año pasado, donde se ufana de su labor imponiéndose por sobre las pericias del Cuerpo Forense realizadas al mayor del Ejército Argentino CARLOS HIDALGO GARZÓN, al que habían declarado con incapacidad sobreviniente para ser juzgado. En el año 2015-2916 compartí con este soldado, la misma cárcel federal en Ezeiza donde todos vimos y palpamos su grave deterioro psiquiátrico permanente. Por ello, sin que él supiera, lo registré con una cámara espía en su celda donde permanecía días enteros sin salir de la misma, expresándose incoherentemente, a raíz de su estado y de la cantidad de psicofármacos que le suministraban. Todo este tipo de aberrantes acciones delictuales, están a la vista de los funcionarios miembros de los tres poderes, sin embargo, todos callan y miran para otro lado, demostrando que ante la sola mención de “Derechos Humanos” y “dictadura”, el país se llenó de hipócritas eunucos.
Por sobre ellos está ADRIANA TABOADA que, aparte de licenciada en psicología, también se considera juez y jurado. Por supuesto que no está sola, otros y otras como ella la acompañan y hacen lo que quieren, cuando quieren y como quieren. Eso sí la Justicia, bien gracias, se la debemos.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
“La venganza no es una pasión, es una enfermedad que carcome tu mente y envenena tu alma”
Raymond Reddington (James Spader, protagonista de la serie de la NBC, The Blacklist)
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 5, 2021