Caleb Wallace tenía 30 años al momento de fallecer y estaba esperando el nacimiento de su cuarta hija. Wallace tomó fama en Estados Unidos y gran parte del mundo después de que, el 4 de julio de 2020, organizó una protesta en la ciudad de San Angelo, Texas, para manifestarse en contra del uso de cubrebocas y las medidas de confinamiento como los cierres de negocios, en medio de la pandemia de COVID-19.
Fue cofundador del San Angelo Freedom Defenders Con este paso nació el grupo San Angelo Freedom Defenders, cuyo objetivo declarado en Facebook era “educar y capacitar a los ciudadanos para que tomen decisiones informadas sobre la política local, estatal y nacional y para alentarlos a participar activamente en su deber de asegurar los derechos otorgados por Dios y protegidos constitucionalmente”. En torno a su discurso se fortalecieron peligrosas “teorías de la conspiración” que rechazan la evidencia científica, alentando prácticas que, en los hechos, ponen en peligro la salud pública. Entre ellas, el rechazo a la eficiencia del cubrebocas como medida de protección contra la circulación del COVID-19 en el aire que se respira. Caleb Wallace tomó ivermectina y se negó a ir al hospital Y es que Caleb Wallace fue tan persistente en su oposición a las políticas públicas para enfrentar la pandemia que se negó a realizarse una prueba cuando comenzó a sentirse enfermo, el 26 de julio pasado. En un inicio, también se opuso a ir al hospital, dio a conocer su esposa. “No quería ver a un médico, porque no quería ser parte de las estadísticas de las pruebas de COVID-19”, declaró su esposa.
Además, se rehusó a utilizar algún medicamento recomendado en casos de COVID-19 y, en su lugar, decidió suministrarse vitamina C, pastillas de zinc e ivermectina, un antiparasitario utilizado en animales que recientemente fue contraindicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por sus efectos nocivos en humanos. El estado de salud de Wallace se deterioró rápidamente y fue ingresado en el hospital el 30 de julio, donde se diagnosticó que sufría una infección de COVID-19, de acuerdo con la historia del San Angelo Standard-Times. Permaneció inconsciente desde el 8 de agosto, hasta que perdió la vida el pasado sábado. Un día antes de darse a conocer la noticia de su fallecimiento, su esposa, quien trataba de recaudar fondos para hacer frente a los costos médicos, publicó: “A quienes le desean la muerte, lamento que sus puntos de vista y opiniones les causaran algún daño. He rezado para que él saliera de esto con una nueva visión y un mayor aprecio por la vida. No puedo decir más porque no puedo hablar con él”.
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Caleb Wallace tenía 30 años al momento de fallecer y estaba esperando el nacimiento de su cuarta hija. Wallace tomó fama en Estados Unidos y gran parte del mundo después de que, el 4 de julio de 2020, organizó una protesta en la ciudad de San Angelo, Texas, para manifestarse en contra del uso de cubrebocas y las medidas de confinamiento como los cierres de negocios, en medio de la pandemia de COVID-19.
Fue cofundador del San Angelo Freedom Defenders Con este paso nació el grupo San Angelo Freedom Defenders, cuyo objetivo declarado en Facebook era “educar y capacitar a los ciudadanos para que tomen decisiones informadas sobre la política local, estatal y nacional y para alentarlos a participar activamente en su deber de asegurar los derechos otorgados por Dios y protegidos constitucionalmente”. En torno a su discurso se fortalecieron peligrosas “teorías de la conspiración” que rechazan la evidencia científica, alentando prácticas que, en los hechos, ponen en peligro la salud pública. Entre ellas, el rechazo a la eficiencia del cubrebocas como medida de protección contra la circulación del COVID-19 en el aire que se respira. Caleb Wallace tomó ivermectina y se negó a ir al hospital Y es que Caleb Wallace fue tan persistente en su oposición a las políticas públicas para enfrentar la pandemia que se negó a realizarse una prueba cuando comenzó a sentirse enfermo, el 26 de julio pasado. En un inicio, también se opuso a ir al hospital, dio a conocer su esposa. “No quería ver a un médico, porque no quería ser parte de las estadísticas de las pruebas de COVID-19”, declaró su esposa.
Además, se rehusó a utilizar algún medicamento recomendado en casos de COVID-19 y, en su lugar, decidió suministrarse vitamina C, pastillas de zinc e ivermectina, un antiparasitario utilizado en animales que recientemente fue contraindicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por sus efectos nocivos en humanos. El estado de salud de Wallace se deterioró rápidamente y fue ingresado en el hospital el 30 de julio, donde se diagnosticó que sufría una infección de COVID-19, de acuerdo con la historia del San Angelo Standard-Times. Permaneció inconsciente desde el 8 de agosto, hasta que perdió la vida el pasado sábado. Un día antes de darse a conocer la noticia de su fallecimiento, su esposa, quien trataba de recaudar fondos para hacer frente a los costos médicos, publicó: “A quienes le desean la muerte, lamento que sus puntos de vista y opiniones les causaran algún daño. He rezado para que él saliera de esto con una nueva visión y un mayor aprecio por la vida. No puedo decir más porque no puedo hablar con él”.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 1, 2021