“Yo voy a votar contra la continuidad de los K, contra la continuidad de Massa y las responsabilidades de las vacunas de Covid, contra la corrupción. Y eso inexorablemente me lleva a votar la alternativa”, dijo Ricardo Hipólito López Murphy (1951, Adrogué, Argentina) sobre su posición de apoyar a la dupla Javier Milei y Victoria Villarruel en el balotaje del 19 de noviembre y sentenciar a Sergio Massa como un clon de la expresidente Cristina Elisabeth Fernández viuda de Kirchner.
López Murphy
“Massa es Cristina Kirchner, además la astucia de Cristina, uno acá tiene que reconocer las habilidades, son hábiles. Cristina se borra de la campaña y Massa aparece solo en el escenario. No lo asocias a Kiciloff Máximo o Cristina. Están ahí en el juicio, pero no”, añadió el dirigente.
Todo lleva apreguntar ¿Quién es Sergio Tomás Massa?
En el año 2002, con el arribo del peronista Eduardo Duhalde como presidente interino luego de la tremenda crisis del año 2001, Sergio Massa es nombrado al frente de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), organismo que maneja uno de los principales presupuestos del Estado. Estuvo en ese cargo hasta 2007, durante toda la presidencia de Néstor Kirchner, a pesar de que, en 2005, ya en las filas del kirchnerismo, había sido elegido diputado nacional por primera vez, pero renunció a asumir ese cargo para seguir dirigiendo la Anses.
En 2007 fue elegido intendente de Tigre, un partido del norte del Gran Buenos Aires, pero permanecería allí menos de 8 meses. Pidió licencia y en julio de 2008 asumió como jefe de Gabinete de la entonces presidenta Cristina Kirchner, tras la renuncia de Alberto Fernández, que había ocupado ese cargo desde la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia en 2003. Massa sería jefe de Gabinete poco menos de un año. En junio de 2009 integró, en el tercer puesto, la lista de diputados nacionales que encabezaba el ya expresidente Kirchner en la provincia de Buenos Aires. Massa era uno de los llamados candidatos “testimoniales”, aquellos que a pesar de ser electos no tenían intenciones de asumir el cargo pero tenían la capacidad de atraer votos, tal como pasó en su caso. Esa lista perdió ante la que lideraba el empresario Francisco de Narváez, y Massa a los pocos días renunció a la Jefatura de Gabinete y volvió a la intendencia de Tigre. En 2011, aún bajo el paraguas del kirchnerismo, sería reelegido como intendente con más del 70% de los votos.
Desde entonces las diferencias con el kirchnerismo se profundizaron hasta que en las elecciones de 2013 volvió a competir para diputado, pero esta vez por su propio espacio, el Frente Renovador, y le ganó al candidato de la entonces presidenta, Martín Insaurralde. Su ruptura con el kirchnerismo parecía no tener vuelta atrás y se tradujo en una candidatura presidencial en 2015 como opositor. Su postulación terminó partiendo el voto peronista y Mauricio Macri terminaría ganando esa elección presidencial en un balotaje ante el candidato oficialista, Daniel Scioli. “Cuando allá en el 2013 nos querían imponer el ‘Cristina eterna’ tuvimos el valor de frenarla. Si vuelve a aparecer, vamos a volver a frenarla”, afirmaba Massa, en campaña, en 2017.
MassaCristina Fernández
Pero dos años más tarde, en 2019, volvió a las filas del kirchnerismo de la mano de Alberto Fernández, el candidato para la presidencia que había elegido Fernández de Kirchner para la fórmula que ella integraba. Encabezó la lista para diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires y terminó siendo el presidente de la Cámara baja. Si bien en el pasado había afirmado que iba a “barrer con los ñoquis de La Cámpora” –que según él estaban “tomando el control del Estado”– en esta nueva etapa uno de sus principales aliados sería uno de los fundadores de esa agrupación política kirchnerista: Máximo Kirchner, hijo de la nueva vicepresidenta, quien fue elegido presidente de la bancada oficialista en Diputados.
Su último salto fue una apuesta arriesgada, pero que –de resultar exitosa– podría catapultarlo a la presidencia: fue nombrado ministro de Economía en agosto de 2022. El objetivo era tratar de llevar calma ante la crisis política y económica que enfrentaba el gobierno, con el peso devaluándose y la inflación creciendo tras la salida de Martín Guzmán de esa cartera y del breve paso de Silvina Batakis. En un solo ministerio Massa concentró lo que hasta ese momento habían sido tres carteras: Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca, fusión que le valió el apodo de “superministro” por parte de los medios de comunicación. Tiene a su cargo varios temas centrales de la Argentina actual: el control de la inflación y de la soja, la principal exportación del país y la relación con el Fondo Monetario Internacional. En la práctica parece haberse quedado, junto a la vicepresidenta, con el manejo de gobierno frente a un Alberto Fernández cada vez más opacado y a veces lejos del centro de las decisiones importantes.
[…] tío Tom. La novela vendió 300.000 copias en tres meses y fue tan leída que cuando el presidente Abraham Lincoln se reunió con Stowe en Marzo de 1862, supuestamente dijo: “Así que esta es la pequeña dama […]
Jorge Jesús Quiróz
5 years ago
Imposibe que esto suceda aca…. no tenemos vuelta atras
G. WILLIAM HOFFERMANN
5 years ago
roots of corporate fascism…Big business and Federal enforcement is a mighty machine indeed…nothing has changed since the late 1800s.
raíces del fascismo corporativo … Las grandes empresas y la aplicación de la ley federal es una poderosa máquina de hecho … nada ha cambiado desde finales de 1800.
Gator Man
5 years ago
Another reconstruction is really what the left is after today folks. It will be in the name of racism and progressivism.
Otra reconstrucción es realmente lo que es la izquierda después de la gente de hoy. Será en nombre del racismo y el progresismo.
Ricardo Ruiz Vega
5 years ago
bis (pues no estoy seguro de haber operado correctamente los botones y signos de este programa informàtico. Disculpen)
e enviado al grupo de discusiòn Prisionero en Argentina el siguiente comentario:
¡Muy oportuna esta nota!
Aquì, no hemos salido de una guerra civil pero, es peor: desde la primera parte del Siglo XIX estamos divididos. Entonces fue entre Unitarios y Federales. Los primeros tachaban de bàrbaros a los segundos; los segundos vivaban a La Santa Federaciòn y pedìan la muerte de los Salvajes Unitarios. No detallarè que pasò en el medio pero siempre estuvimos divididos los argentinos. No digo que se pretenda que todo el mundo piense igual, cosa imposible y contraproducente en un paìs que pretende ser democràtico.
Si me acuerdo que, despuès del golpe cìvico militar autodenominado Revoluciòn Libertadora (algunos le llaman fusiladora por los fusilamientos del Gral. Valle y otros), en un primer momento, cuando Lonardi presidìa el gobierno de facto, se lanzò “NI VENCIDOS, NI VENCEDORES”. Creo que, por parte de Lonardi, fue sincero. No asì, de parte de Rojas y cìa., es decir los denominados Gorilas. Hasta hoy seguimos encajados en esas clasificaciones y el paìs, ¡bien, gracias! Se han regado, numerosas grietas, todas para dividir aùn màs a los argentinos y, ¡lo han logrado!. Eso de parte de cualquier bando: antiperonistas y peronistas. Pareciere que nos gusta vivir divididos (como Saavedristas y Morenistas). Serà difìcil lograr asì una Naciòn donde todos nos sintamos Argentinos y podamos seguir siendo peronistas, radicales, liberales, etc.pero, RESPETÀNDONOS. Reconociendo que nuestros derechos terminan donde empiezan los de otro/s argentino/s.
¿Vendrà ahora el MInisterio de la Venganza? Espero que no pues, no beneficiarà a ninguno de los bandos y el paìs se perjudicarà, evitando que comencemos a transitar CON TODO el siglo XXI. Muchos otros paìses seguiràn adelantàndonos en todos o en algunos de los temas importantes y actuales. Nosotros, como imbèciles -que somos- seguiremos peleàndonos. ¡Cuidado! pueden haber interesados en que nos peleemos. Es un paìs demasiado rico para que no haya interesados en usufructuar, sin nuestro permiso las maravillas de un territorio que Dios nos dio y no sabemos explotarlo para nosotros. Atte. Ricardo Ruiz Vega – Mendoza
Patricio
5 years ago
El mejor Presidente que tuvo EE. UU. junto a J. F. Kennedy a mi modesto saber y entender. Esos por acá no han nacido todavía, al igual que Adenauer en Alemania.
Ricardo Ruiz Vega
5 years ago
¡Muy oportuna esta nota!
Aquì, no hemos salido de una guerra civil pero, es peor: desde la primera parte del Siglo XIX estamos divididos. Entonces fue entre Unitarios y Federales. Los primeros tachaban de bàrbaros a los segundos; los segundos vivaban a La Santa Federaciòn y pedìan la muerte de los Salvajes Unitarios. No detallarè que pasò en el medio pero siempre estuvimos divididos los argentinos. No digo que se pretenda que todo el mundo piense igual, cosa imposible y contraproducente en un paìs que pretende ser democràtico.
Si me acuerdo que, despuès del golpe cìvico militar autodenominado Revoluciòn Libertadora (algunos le llaman fusiladora por los fusilamientos del Gral. Valle y otros), en un primer momento, cuando Lonardi presidìa el gobierno de facto, se lanzò “NI VENCIDOS, NI VENCEDORES”. Creo que, por parte de Lonardi, fue sincero. No asì, de parte de Rojas y cìa., es decir los denominados Gorilas. Hasta hoy seguimos encajados en esas clasificaciones y el paìs, ¡bien, gracias! Se han regado, numerosas grietas, todas para dividir aùn màs a los argentinos y, ¡lo han logrado!. Eso de parte de cualquier bando: antiperonistas y peronistas. Pareciere que nos gusta vivir divididos (como Saavedristas y Morenistas). Serà difìcil lograr asì una Naciòn donde todos nos sintamos Argentinos y podamos seguir siendo peronistas, radicales, liberales, etc.pero, RESPETÀNDONOS. Reconociendo que nuestros derechos terminan donde empiezan los de otro/s argentino/s.
¿Vendrà ahora el MInisterio de la Venganza? Espero que no pues, no beneficiarà a ninguno de los bandos y el paìs se perjudicarà, evitando que comencemos a transitar CON TODO el siglo XXI. Muchos otros paìses seguiràn adelantàndonos en todos o en algunos de los temas importantes y actuales. Nosotros, como imbèciles -que somos- seguiremos peleàndonos. ¡Cuidado! pueden haber interesados en que nos peleemos. Es un paìs demasiado rico para que no haya interesados en usufructuar, sin nuestro permiso las maravillas de un territorio que Dios nos dio y no sabemos explotarlo para nosotros. Atte. Ricardo Ruiz Vega – Mendoza
Respetable Ruiz Vega, la división en nosotros debe ser algo genético. De la niñez recuerdo que en mi casa sin que yo entendiera nada, al ser antiperonistas siempre me decian “no repitas en la calle lo que hablamos acá”, por supuesto yo no prestaba atención a lo que decian. Cuando comencé el Colegio Nacional en el “Vicente Lopez” nuestras todavia infantiles discuciones versaban sobre Rosas y Sarmiento y luego se agregó una controversia sobre “la laica y la libre” a raíz de la cual no entrando al nacional, dejamos de asistir a clases. Por supuesto enseguida vino la policía y a garrotazos “solucionó” el entredicho. Cordialmente CLAUDIO KUSSMAN
Asì es, debemos ser de “clase” (como se decìa cuando habìa incorporaciòn al servicio militar) parecida o cercana. Yo soy de 1944 y, tambièn en mi casa, a principios de la dècada de 1950 -ya tenìa 6 años o màs- mis padres, no peronistas, nos decìan a mi hermano -un año menor) y a mi que si nos preguntaban si èramos peronistas, contestàramos afirmativamente. Las discusiones sobre Rosas (el tirano) y Sarmiento eran clàsicas. Gracias a que empezaron a surgir nuevos historiadores “revisionistas” estos temas se me fueron aclarando. Fue, si mal no recuerdo, durante el gobierno de Frondizi la discusiòn sobre enseñanza “laica”, “libre” y “religiosa”. Ganò la “libre” y asì comenzaron a crearse las universidades privadas en Argentina (Vg. Belgrano, del Museo Social Argentino, Catòlica, etc. en Bs.As.; en Mendoza: U. de Mendoza, Maza, Aconcagua; las primeras, Luego siguieron otras. Despuès de ello vinieron “la noche de los làpices”, “la noche de los bastones largos”, etc. ¿Habremos aprendido algo? Espero que sì, aunque a veces no lo parezca pues sino, no tenemos futuro como paìs. Saludos. Ricardo
All Mixed Gov
5 years ago
They got rid of the institution of slavery but didn’t get rid of the mindset that made it possible and sustained it. It’s like extinguishing a fire but leaving the source still smoldering.
Se deshicieron de la institución de la esclavitud, pero no eliminaron la mentalidad que lo hizo posible y lo sostuvo. Es como apagar un incendio pero dejar que la fuente siga ardiendo.
♣
“Massa es Cristina Kirchner, además la astucia de Cristina, uno acá tiene que reconocer las habilidades, son hábiles. Cristina se borra de la campaña y Massa aparece solo en el escenario. No lo asocias a Kiciloff Máximo o Cristina. Están ahí en el juicio, pero no”, añadió el dirigente.
Todo lleva apreguntar ¿Quién es Sergio Tomás Massa?
En el año 2002, con el arribo del peronista Eduardo Duhalde como presidente interino luego de la tremenda crisis del año 2001, Sergio Massa es nombrado al frente de la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), organismo que maneja uno de los principales presupuestos del Estado. Estuvo en ese cargo hasta 2007, durante toda la presidencia de Néstor Kirchner, a pesar de que, en 2005, ya en las filas del kirchnerismo, había sido elegido diputado nacional por primera vez, pero renunció a asumir ese cargo para seguir dirigiendo la Anses.
En 2007 fue elegido intendente de Tigre, un partido del norte del Gran Buenos Aires, pero permanecería allí menos de 8 meses. Pidió licencia y en julio de 2008 asumió como jefe de Gabinete de la entonces presidenta Cristina Kirchner, tras la renuncia de Alberto Fernández, que había ocupado ese cargo desde la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia en 2003. Massa sería jefe de Gabinete poco menos de un año. En junio de 2009 integró, en el tercer puesto, la lista de diputados nacionales que encabezaba el ya expresidente Kirchner en la provincia de Buenos Aires. Massa era uno de los llamados candidatos “testimoniales”, aquellos que a pesar de ser electos no tenían intenciones de asumir el cargo pero tenían la capacidad de atraer votos, tal como pasó en su caso. Esa lista perdió ante la que lideraba el empresario Francisco de Narváez, y Massa a los pocos días renunció a la Jefatura de Gabinete y volvió a la intendencia de Tigre. En 2011, aún bajo el paraguas del kirchnerismo, sería reelegido como intendente con más del 70% de los votos.
Desde entonces las diferencias con el kirchnerismo se profundizaron hasta que en las elecciones de 2013 volvió a competir para diputado, pero esta vez por su propio espacio, el Frente Renovador, y le ganó al candidato de la entonces presidenta, Martín Insaurralde. Su ruptura con el kirchnerismo parecía no tener vuelta atrás y se tradujo en una candidatura presidencial en 2015 como opositor. Su postulación terminó partiendo el voto peronista y Mauricio Macri terminaría ganando esa elección presidencial en un balotaje ante el candidato oficialista, Daniel Scioli. “Cuando allá en el 2013 nos querían imponer el ‘Cristina eterna’ tuvimos el valor de frenarla. Si vuelve a aparecer, vamos a volver a frenarla”, afirmaba Massa, en campaña, en 2017.
Pero dos años más tarde, en 2019, volvió a las filas del kirchnerismo de la mano de Alberto Fernández, el candidato para la presidencia que había elegido Fernández de Kirchner para la fórmula que ella integraba. Encabezó la lista para diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires y terminó siendo el presidente de la Cámara baja. Si bien en el pasado había afirmado que iba a “barrer con los ñoquis de La Cámpora” –que según él estaban “tomando el control del Estado”– en esta nueva etapa uno de sus principales aliados sería uno de los fundadores de esa agrupación política kirchnerista: Máximo Kirchner, hijo de la nueva vicepresidenta, quien fue elegido presidente de la bancada oficialista en Diputados.
Su último salto fue una apuesta arriesgada, pero que –de resultar exitosa– podría catapultarlo a la presidencia: fue nombrado ministro de Economía en agosto de 2022. El objetivo era tratar de llevar calma ante la crisis política y económica que enfrentaba el gobierno, con el peso devaluándose y la inflación creciendo tras la salida de Martín Guzmán de esa cartera y del breve paso de Silvina Batakis. En un solo ministerio Massa concentró lo que hasta ese momento habían sido tres carteras: Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca, fusión que le valió el apodo de “superministro” por parte de los medios de comunicación. Tiene a su cargo varios temas centrales de la Argentina actual: el control de la inflación y de la soja, la principal exportación del país y la relación con el Fondo Monetario Internacional. En la práctica parece haberse quedado, junto a la vicepresidenta, con el manejo de gobierno frente a un Alberto Fernández cada vez más opacado y a veces lejos del centro de las decisiones importantes.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 7, 2023
[…] tío Tom. La novela vendió 300.000 copias en tres meses y fue tan leída que cuando el presidente Abraham Lincoln se reunió con Stowe en Marzo de 1862, supuestamente dijo: “Así que esta es la pequeña dama […]
Imposibe que esto suceda aca…. no tenemos vuelta atras
roots of corporate fascism…Big business and Federal enforcement is a mighty machine indeed…nothing has changed since the late 1800s.
raíces del fascismo corporativo … Las grandes empresas y la aplicación de la ley federal es una poderosa máquina de hecho … nada ha cambiado desde finales de 1800.
Another reconstruction is really what the left is after today folks. It will be in the name of racism and progressivism.
Otra reconstrucción es realmente lo que es la izquierda después de la gente de hoy. Será en nombre del racismo y el progresismo.
bis (pues no estoy seguro de haber operado correctamente los botones y signos de este programa informàtico. Disculpen)
e enviado al grupo de discusiòn Prisionero en Argentina el siguiente comentario:
¡Muy oportuna esta nota!
Aquì, no hemos salido de una guerra civil pero, es peor: desde la primera parte del Siglo XIX estamos divididos. Entonces fue entre Unitarios y Federales. Los primeros tachaban de bàrbaros a los segundos; los segundos vivaban a La Santa Federaciòn y pedìan la muerte de los Salvajes Unitarios. No detallarè que pasò en el medio pero siempre estuvimos divididos los argentinos. No digo que se pretenda que todo el mundo piense igual, cosa imposible y contraproducente en un paìs que pretende ser democràtico.
Si me acuerdo que, despuès del golpe cìvico militar autodenominado Revoluciòn Libertadora (algunos le llaman fusiladora por los fusilamientos del Gral. Valle y otros), en un primer momento, cuando Lonardi presidìa el gobierno de facto, se lanzò “NI VENCIDOS, NI VENCEDORES”. Creo que, por parte de Lonardi, fue sincero. No asì, de parte de Rojas y cìa., es decir los denominados Gorilas. Hasta hoy seguimos encajados en esas clasificaciones y el paìs, ¡bien, gracias! Se han regado, numerosas grietas, todas para dividir aùn màs a los argentinos y, ¡lo han logrado!. Eso de parte de cualquier bando: antiperonistas y peronistas. Pareciere que nos gusta vivir divididos (como Saavedristas y Morenistas). Serà difìcil lograr asì una Naciòn donde todos nos sintamos Argentinos y podamos seguir siendo peronistas, radicales, liberales, etc.pero, RESPETÀNDONOS. Reconociendo que nuestros derechos terminan donde empiezan los de otro/s argentino/s.
¿Vendrà ahora el MInisterio de la Venganza? Espero que no pues, no beneficiarà a ninguno de los bandos y el paìs se perjudicarà, evitando que comencemos a transitar CON TODO el siglo XXI. Muchos otros paìses seguiràn adelantàndonos en todos o en algunos de los temas importantes y actuales. Nosotros, como imbèciles -que somos- seguiremos peleàndonos. ¡Cuidado! pueden haber interesados en que nos peleemos. Es un paìs demasiado rico para que no haya interesados en usufructuar, sin nuestro permiso las maravillas de un territorio que Dios nos dio y no sabemos explotarlo para nosotros. Atte. Ricardo Ruiz Vega – Mendoza
El mejor Presidente que tuvo EE. UU. junto a J. F. Kennedy a mi modesto saber y entender. Esos por acá no han nacido todavía, al igual que Adenauer en Alemania.
¡Muy oportuna esta nota!
Aquì, no hemos salido de una guerra civil pero, es peor: desde la primera parte del Siglo XIX estamos divididos. Entonces fue entre Unitarios y Federales. Los primeros tachaban de bàrbaros a los segundos; los segundos vivaban a La Santa Federaciòn y pedìan la muerte de los Salvajes Unitarios. No detallarè que pasò en el medio pero siempre estuvimos divididos los argentinos. No digo que se pretenda que todo el mundo piense igual, cosa imposible y contraproducente en un paìs que pretende ser democràtico.
Si me acuerdo que, despuès del golpe cìvico militar autodenominado Revoluciòn Libertadora (algunos le llaman fusiladora por los fusilamientos del Gral. Valle y otros), en un primer momento, cuando Lonardi presidìa el gobierno de facto, se lanzò “NI VENCIDOS, NI VENCEDORES”. Creo que, por parte de Lonardi, fue sincero. No asì, de parte de Rojas y cìa., es decir los denominados Gorilas. Hasta hoy seguimos encajados en esas clasificaciones y el paìs, ¡bien, gracias! Se han regado, numerosas grietas, todas para dividir aùn màs a los argentinos y, ¡lo han logrado!. Eso de parte de cualquier bando: antiperonistas y peronistas. Pareciere que nos gusta vivir divididos (como Saavedristas y Morenistas). Serà difìcil lograr asì una Naciòn donde todos nos sintamos Argentinos y podamos seguir siendo peronistas, radicales, liberales, etc.pero, RESPETÀNDONOS. Reconociendo que nuestros derechos terminan donde empiezan los de otro/s argentino/s.
¿Vendrà ahora el MInisterio de la Venganza? Espero que no pues, no beneficiarà a ninguno de los bandos y el paìs se perjudicarà, evitando que comencemos a transitar CON TODO el siglo XXI. Muchos otros paìses seguiràn adelantàndonos en todos o en algunos de los temas importantes y actuales. Nosotros, como imbèciles -que somos- seguiremos peleàndonos. ¡Cuidado! pueden haber interesados en que nos peleemos. Es un paìs demasiado rico para que no haya interesados en usufructuar, sin nuestro permiso las maravillas de un territorio que Dios nos dio y no sabemos explotarlo para nosotros. Atte. Ricardo Ruiz Vega – Mendoza
Respetable Ruiz Vega, la división en nosotros debe ser algo genético. De la niñez recuerdo que en mi casa sin que yo entendiera nada, al ser antiperonistas siempre me decian “no repitas en la calle lo que hablamos acá”, por supuesto yo no prestaba atención a lo que decian. Cuando comencé el Colegio Nacional en el “Vicente Lopez” nuestras todavia infantiles discuciones versaban sobre Rosas y Sarmiento y luego se agregó una controversia sobre “la laica y la libre” a raíz de la cual no entrando al nacional, dejamos de asistir a clases. Por supuesto enseguida vino la policía y a garrotazos “solucionó” el entredicho. Cordialmente CLAUDIO KUSSMAN
Asì es, debemos ser de “clase” (como se decìa cuando habìa incorporaciòn al servicio militar) parecida o cercana. Yo soy de 1944 y, tambièn en mi casa, a principios de la dècada de 1950 -ya tenìa 6 años o màs- mis padres, no peronistas, nos decìan a mi hermano -un año menor) y a mi que si nos preguntaban si èramos peronistas, contestàramos afirmativamente. Las discusiones sobre Rosas (el tirano) y Sarmiento eran clàsicas. Gracias a que empezaron a surgir nuevos historiadores “revisionistas” estos temas se me fueron aclarando. Fue, si mal no recuerdo, durante el gobierno de Frondizi la discusiòn sobre enseñanza “laica”, “libre” y “religiosa”. Ganò la “libre” y asì comenzaron a crearse las universidades privadas en Argentina (Vg. Belgrano, del Museo Social Argentino, Catòlica, etc. en Bs.As.; en Mendoza: U. de Mendoza, Maza, Aconcagua; las primeras, Luego siguieron otras. Despuès de ello vinieron “la noche de los làpices”, “la noche de los bastones largos”, etc. ¿Habremos aprendido algo? Espero que sì, aunque a veces no lo parezca pues sino, no tenemos futuro como paìs. Saludos. Ricardo
They got rid of the institution of slavery but didn’t get rid of the mindset that made it possible and sustained it. It’s like extinguishing a fire but leaving the source still smoldering.
Se deshicieron de la institución de la esclavitud, pero no eliminaron la mentalidad que lo hizo posible y lo sostuvo. Es como apagar un incendio pero dejar que la fuente siga ardiendo.
Es cierto. Ricardo Ruiz Vega – Mendoza