“No nos van a amedrantar”. Eso declaró el gobernador de la provincia de Santa Fe, Maximiliano Nicolás Pullaro, después de que los narcos amenazaran a sus hijos y esposa, por lo que el político los tuvo que trasladar hacia otra ciudad para que no sufran las secuelas de los delincuentes.

Pullaro asumió el cargo como máximo mandatario en los primeros días de diciembre y su gestión comenzó con un serio aviso de los delincuentes al dejarle una nota tras una balacera en el centro de la ciudad de Rosario, lugar en el que nació la estrella del futbol mundial  Lionel Andrés Messi.

También cabe recordar que la familia de Antonela Roccuzzo, esposa del jugador argentino, ya había sido amenazada por estos narcos hace uns meses después de que atacaran uno de los supermercados de su propiedad.

“Lamentablemente ya estoy acostumbrado desde que comenzó mi gestión, pero quiero ratificar el rumbo de seguir peleando contra la delincuencia en la provincia de Santa Fe y en la ciudad de Rosario”, había explicado hace unos días Pullaro en una entrevista en la televisión argentina.

Rosario es, tal vez, la ciudad más violenta de Argentina, debido a la cantidad de grupos que se dedican a la distribución de drogas, por lo que la violencia es una de las causas que Pullaro quiere eliminar surante su gestión.

“Los primeros veinte días dejé a mi familia encerrada en un departamento pequeño, por lo cual no la pasaron bien, y ahora la saqué de la ciudad, porque no creo que tengan que andar con diez personas de custodia permanentemente porque esos recursos se los sacás a la calle. Yo me la aguanto porque sé en lo que me metí y en las acciones que llevamos adelante, pero no le vamos a permitir a los delincuentes que desde la cárcel hagan lo que quieran”, comentó el gobernador.