Jorge Mario Bergoglio, más conocido como el Papa Francisco, afirmó este semana que el sexo extramatrimonial no representa el mayor de los pecados. Preguntado por periodistas por qué aceptó la dimisión del arzobispo de París, el monseñor Michel Aupetit, que presentó su renuncia por tener un comportamiento “ambiguo” con una mujer en 2012, el Papa subrayó que no lo hizo porque el arzobispo fuera un pecador, sino porque “fue puesto en el altar de la hipocresía”. “¿Quién lo condenó? La opinión publica”, dijo Francisco en el avión papal durante el vuelo de regreso a Italia desde Grecia.
“Es un pecado, pero no es un pecado grave. Los pecados de la carne no son los más graves”, afirmó. “Aupetit es un pecador como yo, como el apóstol Pedro, el obispo sobre el que Jesús fundó la Iglesia y que lo había negado. ¿Por qué la sociedad de aquel entonces aceptó a un obispo pecador?”, se preguntó el Santo Padre.
Según Francisco, entonces la gente estaba acostumbrada a que todos se sintieran “pecadores y humildes”. “Vemos que nuestra Iglesia no está acostumbrada a decir que un obispo es un pecador, estamos acostumbrados a decir que es un santo”, opinó.
El Sumo Pontífice señaló que los pecados más graves eran el odio y el orgullo, mientras que el arzobispo se había convertido en víctima de la “injusticia”
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Jorge Mario Bergoglio, más conocido como el Papa Francisco, afirmó este semana que el sexo extramatrimonial no representa el mayor de los pecados. Preguntado por periodistas por qué aceptó la dimisión del arzobispo de París, el monseñor Michel Aupetit, que presentó su renuncia por tener un comportamiento “ambiguo” con una mujer en 2012, el Papa subrayó que no lo hizo porque el arzobispo fuera un pecador, sino porque “fue puesto en el altar de la hipocresía”. “¿Quién lo condenó? La opinión publica”, dijo Francisco en el avión papal durante el vuelo de regreso a Italia desde Grecia.
“Es un pecado, pero no es un pecado grave. Los pecados de la carne no son los más graves”, afirmó. “Aupetit es un pecador como yo, como el apóstol Pedro, el obispo sobre el que Jesús fundó la Iglesia y que lo había negado. ¿Por qué la sociedad de aquel entonces aceptó a un obispo pecador?”, se preguntó el Santo Padre.
Según Francisco, entonces la gente estaba acostumbrada a que todos se sintieran “pecadores y humildes”. “Vemos que nuestra Iglesia no está acostumbrada a decir que un obispo es un pecador, estamos acostumbrados a decir que es un santo”, opinó.
El Sumo Pontífice señaló que los pecados más graves eran el odio y el orgullo, mientras que el arzobispo se había convertido en víctima de la “injusticia”
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 11, 2021