Diego Maradona murió. Lo sabe el planeta entero. Hubo un tiempo en que cuando alguien en algún lugar preguntaba por la nacionalidad del turista y este respondía, “soy argentino”, se escuchaba desde Hong Kong a Nueva York, desde Cape Town hasta Tokio, ¡MARADONA!
Al “Diego” hay que separarlo en dos, el deportista y el hombre. El futbolista fue un mago de la pelota, un genio, alguien excepcional y probablemente insustituible. Al hombre lo juzgará Dios. Pero ese amor, ese entendimiento entre Diego y la pelota, serán imposibles de repetir.
Fue carismático, nunca negaba una foto, una firma. Se hizo querer y siempre estuvo cerca de la gente. En su vida personal se vio rodeado de personas que lo usaron y él se dejó usar. El resultado fue caótico.
El mundo supo de la muerte de Maradona y el mundo le dedicó títulos en los diarios, en las redes y cartas de presidentes, artistas, personajes importantes que se apesadumbraron con la noticia.
Acá los hinchas de River y de Boca se abrazaron, todas las camisetas de todos los equipos fueron una, la de la selección nacional y con el Nº 10. Los milagros del Diego. Los estadios de futbol del país le rindieron homenaje. Villa Fiorito, su inicio, fue un lugar sagrado para los hinchas.
Todo eso estuvo bien. El pueblo quiere al Diego y lo quiere despedir. Mientras le hacían la autopsia, afuera una batucada en su honor. Porque para los hinchas, el Diego sigue vivo. Y eso está bien. Había que velarlo en un estadio, el de Argentino Juniors o el de Boca, sus casas.
Y eso hubiera estado bien. Era un deportista, la cancha era su lugar. Además, hay una pandemia, los estadios están al aire libre. Se calculaba que irían a despedirlo un millón de personas. Hay un virus que no permite que la gente se amontone. Se ordenó el distanciamiento social, DISPO.
Pero el gobierno no podía perderse la oportunidad de generar otra cortina de humo, cuestión que ese pueblo que adora al Diego no pensara en la miseria, la falta de clases, de trabajo, de comida. Y el gobierno se metió. Ofreció la Casa Rosada para el velatorio. Ni a Perón lo velaron ahí.
A pesar del sentido común de la familia, Claudia Villafañe y Dalma y Gianina, aceptaron. Era muy difícil no aceptar tamaño ofrecimiento. Más los 3 días de duelo nacional. Pregunta: ¿Leloir, Favaloro, Borges y tantos otros, tuvieron algo de todo eso?
Si Alberto Ángel Fernández, hincha de Argentino Juniors, quería rendirle homenaje al dios del fútbol argentino, hubiese ido como ciudadano de a pie al estadio elegido para velarlo, hubiese hecho la cola, con barbijo y alcohol en gel en las manos, y hubiese dado ejemplo de republicanismo.
Pero el gobierno que no pudo a pesar del consejo de infectólogos lidiar contra el covid-19 a lo largo de 8 meses, organizó en un medio día un velorio por donde pasaría un millón de personas en plena pandemia. ¡Increíble! Era obvio que iba a salir mal. Fue caótico, invadieron la Rosada.
La gente se amontonó, muchos olvidaron los barbijos, la hora de cierre impuesta por la familia eran las 16, la estiraron media hora, la gente no llegaba a entrar. La Nación le pidió ayuda a CABA. La Metropolitana impidió el paso hacia la 9 de julio cuestión de no saturar la avenida y no presionar sobre la Plaza de Mayo y la Rosada. Violentos atacaron, la policía reprimió. Hubo 10 detenidos. Se evitaron males mayores.
Por supuesto que el gobierno nacional le echó las culpas a la ciudad. Pero el caos dentro de La Rosada, el posible rebrote del coronavirus, la mala estrategia del movimiento de personas, fueron obra del ministerio de seguridad nacional. Pero es más fácil echarle la culpa a la ciudad.
De lo que tienen que hacerse cargo y no pueden zafar, es de explicarle al padre de Solange que no pudo verla antes de morir, o a las hijas de Martín Garay que no pudieron despedirse de su padre. Y a todos aquellos familiares de los que murieron en total soledad, sin un beso, sin un cariño.
¿Cómo van a explicar que las familias no pueden juntarse para las fiestas, no más de 10 personas, después de lo que se vivió el 26/11? Sobre todo en tiempos de pandemia, las contradicciones del gobierno deben ser aclaradas. Maradona tuvo una vida caótica, pero fue Maradona.
Este desgobierno de los Fernández es igualmente caótico en sus políticas (salvo la vice que tiene agenda propia: impunidad para ella y sus hijos) y está muy lejos de la genialidad futbolística del Diego. El caos es parecido; los resultados en los trabajos que ejercieron y ejercen, difieren en demasía.
Malú Kikuchi (29/11/2020)
Diego Maradona murió. Lo sabe el planeta entero. Hubo un tiempo en que cuando alguien en algún lugar preguntaba por la nacionalidad del turista y este respondía, “soy argentino”, se escuchaba desde Hong Kong a Nueva York, desde Cape Town hasta Tokio, ¡MARADONA!
Al “Diego” hay que separarlo en dos, el deportista y el hombre. El futbolista fue un mago de la pelota, un genio, alguien excepcional y probablemente insustituible. Al hombre lo juzgará Dios. Pero ese amor, ese entendimiento entre Diego y la pelota, serán imposibles de repetir.
Fue carismático, nunca negaba una foto, una firma. Se hizo querer y siempre estuvo cerca de la gente. En su vida personal se vio rodeado de personas que lo usaron y él se dejó usar. El resultado fue caótico.
El mundo supo de la muerte de Maradona y el mundo le dedicó títulos en los diarios, en las redes y cartas de presidentes, artistas, personajes importantes que se apesadumbraron con la noticia.
Acá los hinchas de River y de Boca se abrazaron, todas las camisetas de todos los equipos fueron una, la de la selección nacional y con el Nº 10. Los milagros del Diego. Los estadios de futbol del país le rindieron homenaje. Villa Fiorito, su inicio, fue un lugar sagrado para los hinchas.
Todo eso estuvo bien. El pueblo quiere al Diego y lo quiere despedir. Mientras le hacían la autopsia, afuera una batucada en su honor. Porque para los hinchas, el Diego sigue vivo. Y eso está bien. Había que velarlo en un estadio, el de Argentino Juniors o el de Boca, sus casas.
Y eso hubiera estado bien. Era un deportista, la cancha era su lugar. Además, hay una pandemia, los estadios están al aire libre. Se calculaba que irían a despedirlo un millón de personas. Hay un virus que no permite que la gente se amontone. Se ordenó el distanciamiento social, DISPO.
Pero el gobierno no podía perderse la oportunidad de generar otra cortina de humo, cuestión que ese pueblo que adora al Diego no pensara en la miseria, la falta de clases, de trabajo, de comida. Y el gobierno se metió. Ofreció la Casa Rosada para el velatorio. Ni a Perón lo velaron ahí.
A pesar del sentido común de la familia, Claudia Villafañe y Dalma y Gianina, aceptaron. Era muy difícil no aceptar tamaño ofrecimiento. Más los 3 días de duelo nacional. Pregunta: ¿Leloir, Favaloro, Borges y tantos otros, tuvieron algo de todo eso?
Si Alberto Ángel Fernández, hincha de Argentino Juniors, quería rendirle homenaje al dios del fútbol argentino, hubiese ido como ciudadano de a pie al estadio elegido para velarlo, hubiese hecho la cola, con barbijo y alcohol en gel en las manos, y hubiese dado ejemplo de republicanismo.
Pero el gobierno que no pudo a pesar del consejo de infectólogos lidiar contra el covid-19 a lo largo de 8 meses, organizó en un medio día un velorio por donde pasaría un millón de personas en plena pandemia. ¡Increíble! Era obvio que iba a salir mal. Fue caótico, invadieron la Rosada.
La gente se amontonó, muchos olvidaron los barbijos, la hora de cierre impuesta por la familia eran las 16, la estiraron media hora, la gente no llegaba a entrar. La Nación le pidió ayuda a CABA. La Metropolitana impidió el paso hacia la 9 de julio cuestión de no saturar la avenida y no presionar sobre la Plaza de Mayo y la Rosada. Violentos atacaron, la policía reprimió. Hubo 10 detenidos. Se evitaron males mayores.
Por supuesto que el gobierno nacional le echó las culpas a la ciudad. Pero el caos dentro de La Rosada, el posible rebrote del coronavirus, la mala estrategia del movimiento de personas, fueron obra del ministerio de seguridad nacional. Pero es más fácil echarle la culpa a la ciudad.
De lo que tienen que hacerse cargo y no pueden zafar, es de explicarle al padre de Solange que no pudo verla antes de morir, o a las hijas de Martín Garay que no pudieron despedirse de su padre. Y a todos aquellos familiares de los que murieron en total soledad, sin un beso, sin un cariño.
¿Cómo van a explicar que las familias no pueden juntarse para las fiestas, no más de 10 personas, después de lo que se vivió el 26/11? Sobre todo en tiempos de pandemia, las contradicciones del gobierno deben ser aclaradas. Maradona tuvo una vida caótica, pero fue Maradona.
Este desgobierno de los Fernández es igualmente caótico en sus políticas (salvo la vice que tiene agenda propia: impunidad para ella y sus hijos) y está muy lejos de la genialidad futbolística del Diego. El caos es parecido; los resultados en los trabajos que ejercieron y ejercen, difieren en demasía.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 29, 2020
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Flojelli
9 months ago
Vino y se fue
Anna
9 months ago
I get paid over 200$ per hour working from home with 2 kids at home. I never thought I’d be able to do it but my best friend earns over 10k a month doing this and she convinced me to try. The potential with this is endless. Heres what I’ve been doing..
AND GOOD LUCK.:)HERE====)> http://Www.Join.Payathome9.Com
la curva del planeta
9 months ago
Estos se hacen los caretas y todos sabemos q en la televisión corre de todooooo vamos gente dejen de hacerse los bolud. A lo importante! Le pegaba a la mujer y quizás también participó en actos de corrupción eso es lo q importa. Lodel chupi y el porro es una enfermedad
La Familia Alban
9 months ago
Lo mas patetico es Petinatto e el sillon de Rivadavia diciendo que lo ama y por eso lo va a matar y Alberso haciendose el langa
Te ama la cuenta bancaria gil!!!!
Milena Arteta
9 months ago
Cuanto prejuicios sobre las personas q viven en casas precarias. Un golpeador puede estar en cualquier espectro social
Es que los villeros al menos tienen dignidad asi sean chorros.
Alberto es la basura de la tierra
Juan y el.........................
9 months ago
Es un culebron
Cuestionar es bueno
9 months ago
Yo se que de afuera es facil decrlo, pero si Alberto la maltrataba físicamente, psicológicamente y encima era un adicto a las drogas y al alcohol, que hacía ésta mujer con un tipo así? Y porqué engendrò un hijo con él?
Meteorita
9 months ago
Que bien la pasaba Alberso en la cuarentena.
Encerrado pero “contento”
Aventurera
9 months ago
Alberto Angel Fernandez, un tipo con pantalones………… bien bajos.
Marianela Baamonde
9 months ago
No lo duda nadie las pelotudeces que hablaba , no era de un ser normal , nada hacia sentido , el tipo vivia en una nube de pedos.se le dan vuelta los ojos y la lengua que se le traba y repite lo mismo de cuando habla y nosotros votamos a semejante esperpento. La culpa la tiene la loca de Toloza que lo propuso para presi , para ridiculizarlo al pobre enfermo y quedar ella como una lumbrera.
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Diego Maradona murió. Lo sabe el planeta entero. Hubo un tiempo en que cuando alguien en algún lugar preguntaba por la nacionalidad del turista y este respondía, “soy argentino”, se escuchaba desde Hong Kong a Nueva York, desde Cape Town hasta Tokio, ¡MARADONA!
Al “Diego” hay que separarlo en dos, el deportista y el hombre. El futbolista fue un mago de la pelota, un genio, alguien excepcional y probablemente insustituible. Al hombre lo juzgará Dios. Pero ese amor, ese entendimiento entre Diego y la pelota, serán imposibles de repetir.
El mundo supo de la muerte de Maradona y el mundo le dedicó títulos en los diarios, en las redes y cartas de presidentes, artistas, personajes importantes que se apesadumbraron con la noticia.
Acá los hinchas de River y de Boca se abrazaron, todas las camisetas de todos los equipos fueron una, la de la selección nacional y con el Nº 10. Los milagros del Diego. Los estadios de futbol del país le rindieron homenaje. Villa Fiorito, su inicio, fue un lugar sagrado para los hinchas.
Todo eso estuvo bien. El pueblo quiere al Diego y lo quiere despedir. Mientras le hacían la autopsia, afuera una batucada en su honor. Porque para los hinchas, el Diego sigue vivo. Y eso está bien. Había que velarlo en un estadio, el de Argentino Juniors o el de Boca, sus casas.
Y eso hubiera estado bien. Era un deportista, la cancha era su lugar. Además, hay una pandemia, los estadios están al aire libre. Se calculaba que irían a despedirlo un millón de personas. Hay un virus que no permite que la gente se amontone. Se ordenó el distanciamiento social, DISPO.
Pero el gobierno no podía perderse la oportunidad de generar otra cortina de humo, cuestión que ese pueblo que adora al Diego no pensara en la miseria, la falta de clases, de trabajo, de comida. Y el gobierno se metió. Ofreció la Casa Rosada para el velatorio. Ni a Perón lo velaron ahí.
A pesar del sentido común de la familia, Claudia Villafañe y Dalma y Gianina, aceptaron. Era muy difícil no aceptar tamaño ofrecimiento. Más los 3 días de duelo nacional. Pregunta: ¿Leloir, Favaloro, Borges y tantos otros, tuvieron algo de todo eso?
Si Alberto Ángel Fernández, hincha de Argentino Juniors, quería rendirle homenaje al dios del fútbol argentino, hubiese ido como ciudadano de a pie al estadio elegido para velarlo, hubiese hecho la cola, con barbijo y alcohol en gel en las manos, y hubiese dado ejemplo de republicanismo.
Pero el gobierno que no pudo a pesar del consejo de infectólogos lidiar contra el covid-19 a lo largo de 8 meses, organizó en un medio día un velorio por donde pasaría un millón de personas en plena pandemia. ¡Increíble! Era obvio que iba a salir mal. Fue caótico, invadieron la Rosada.
La gente se amontonó, muchos olvidaron los barbijos, la hora de cierre impuesta por la familia eran las 16, la estiraron media hora, la gente no llegaba a entrar. La Nación le pidió ayuda a CABA. La Metropolitana impidió el paso hacia la 9 de julio cuestión de no saturar la avenida y no presionar sobre la Plaza de Mayo y la Rosada. Violentos atacaron, la policía reprimió. Hubo 10 detenidos. Se evitaron males mayores.
Por supuesto que el gobierno nacional le echó las culpas a la ciudad. Pero el caos dentro de La Rosada, el posible rebrote del coronavirus, la mala estrategia del movimiento de personas, fueron obra del ministerio de seguridad nacional. Pero es más fácil echarle la culpa a la ciudad.
De lo que tienen que hacerse cargo y no pueden zafar, es de explicarle al padre de Solange que no pudo verla antes de morir, o a las hijas de Martín Garay que no pudieron despedirse de su padre. Y a todos aquellos familiares de los que murieron en total soledad, sin un beso, sin un cariño.
¿Cómo van a explicar que las familias no pueden juntarse para las fiestas, no más de 10 personas, después de lo que se vivió el 26/11? Sobre todo en tiempos de pandemia, las contradicciones del gobierno deben ser aclaradas. Maradona tuvo una vida caótica, pero fue Maradona.
Este desgobierno de los Fernández es igualmente caótico en sus políticas (salvo la vice que tiene agenda propia: impunidad para ella y sus hijos) y está muy lejos de la genialidad futbolística del Diego. El caos es parecido; los resultados en los trabajos que ejercieron y ejercen, difieren en demasía.
Malú Kikuchi (29/11/2020)
Diego Maradona murió. Lo sabe el planeta entero. Hubo un tiempo en que cuando alguien en algún lugar preguntaba por la nacionalidad del turista y este respondía, “soy argentino”, se escuchaba desde Hong Kong a Nueva York, desde Cape Town hasta Tokio, ¡MARADONA!
Al “Diego” hay que separarlo en dos, el deportista y el hombre. El futbolista fue un mago de la pelota, un genio, alguien excepcional y
probablemente insustituible. Al hombre lo juzgará Dios. Pero ese amor, ese entendimiento entre Diego y la pelota, serán imposibles de repetir.
Fue carismático, nunca negaba una foto, una firma. Se hizo querer y siempre estuvo cerca de la gente. En su vida personal se vio rodeado de personas que lo usaron y él se dejó usar. El resultado fue caótico.
El mundo supo de la muerte de Maradona y el mundo le dedicó títulos en los diarios, en las redes y cartas de presidentes, artistas, personajes importantes que se apesadumbraron con la noticia.
Acá los hinchas de River y de Boca se abrazaron, todas las camisetas de todos los equipos fueron una, la de la selección nacional y con el Nº 10. Los milagros del Diego. Los estadios de futbol del país le rindieron homenaje. Villa Fiorito, su inicio, fue un lugar sagrado para los hinchas.
Todo eso estuvo bien. El pueblo quiere al Diego y lo quiere despedir. Mientras le hacían la autopsia, afuera una batucada en su honor. Porque para los hinchas, el Diego sigue vivo. Y eso está bien. Había que velarlo en un estadio, el de Argentino Juniors o el de Boca, sus casas.
Y eso hubiera estado bien. Era un deportista, la cancha era su lugar. Además, hay una pandemia, los estadios están al aire libre. Se calculaba que irían a despedirlo un millón de personas. Hay un virus que no permite que la gente se amontone. Se ordenó el distanciamiento social, DISPO.
Pero el gobierno no podía perderse la oportunidad de generar otra cortina de humo, cuestión que ese pueblo que adora al Diego no pensara en la miseria, la falta de clases, de trabajo, de comida. Y el gobierno se metió. Ofreció la Casa Rosada para el velatorio. Ni a Perón lo velaron ahí.
A pesar del sentido común de la familia, Claudia Villafañe y Dalma y Gianina, aceptaron. Era muy difícil no aceptar tamaño ofrecimiento. Más los 3 días de duelo nacional. Pregunta: ¿Leloir, Favaloro, Borges y tantos otros, tuvieron algo de todo eso?
Si Alberto Ángel Fernández, hincha de Argentino Juniors, quería rendirle homenaje al dios del fútbol argentino, hubiese ido como ciudadano de a pie al estadio elegido para velarlo, hubiese hecho la cola, con barbijo y alcohol en gel en las manos, y hubiese dado ejemplo de republicanismo.
Pero el gobierno que no pudo a pesar del consejo de infectólogos lidiar contra el covid-19 a lo largo de 8 meses, organizó en un medio día un velorio por donde pasaría un millón de personas en plena pandemia. ¡Increíble! Era obvio que iba a salir mal. Fue caótico, invadieron la Rosada.
[ezcol_1third]La gente se amontonó, muchos olvidaron los barbijos, la hora de cierre impuesta por la familia eran las 16, la estiraron media hora, la gente no llegaba a entrar. La Nación le pidió ayuda a CABA. La Metropolitana impidió el paso hacia la 9 de julio cuestión de no saturar la avenida y no presionar sobre la Plaza de Mayo y la Rosada. Violentos atacaron, la policía reprimió. Hubo 10 detenidos. Se evitaron males mayores.
Por supuesto que el gobierno nacional le echó las culpas a la ciudad. Pero el caos dentro de La Rosada, el posible rebrote del coronavirus, la mala estrategia del movimiento de personas, fueron obra del ministerio de seguridad nacional. Pero es más fácil echarle la culpa a la ciudad.
De lo que tienen que hacerse cargo y no pueden zafar, es de explicarle al padre de Solange que no pudo verla antes de morir, o a las hijas de Martín Garay que no pudieron despedirse de su padre. Y a todos aquellos familiares de los que murieron en total soledad, sin un beso, sin un cariño.
¿Cómo van a explicar que las familias no pueden juntarse para las fiestas, no más de 10 personas, después de lo que se vivió el 26/11? Sobre todo en tiempos de pandemia, las contradicciones del gobierno deben ser aclaradas. Maradona tuvo una vida caótica, pero fue Maradona.
Este desgobierno de los Fernández es igualmente caótico en sus políticas (salvo la vice que tiene agenda propia: impunidad para ella y sus hijos) y está muy lejos de la genialidad futbolística del Diego. El caos es parecido; los resultados en los trabajos que ejercieron y ejercen, difieren en demasía.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 29, 2020
Vino y se fue
I get paid over 200$ per hour working from home with 2 kids at home. I never thought I’d be able to do it but my best friend earns over 10k a month doing this and she convinced me to try. The potential with this is endless. Heres what I’ve been doing..
AND GOOD LUCK.:)HERE====)> http://Www.Join.Payathome9.Com
Estos se hacen los caretas y todos sabemos q en la televisión corre de todooooo vamos gente dejen de hacerse los bolud. A lo importante! Le pegaba a la mujer y quizás también participó en actos de corrupción eso es lo q importa. Lodel chupi y el porro es una enfermedad
Lo mas patetico es Petinatto e el sillon de Rivadavia diciendo que lo ama y por eso lo va a matar y Alberso haciendose el langa
Te ama la cuenta bancaria gil!!!!
Cuanto prejuicios sobre las personas q viven en casas precarias. Un golpeador puede estar en cualquier espectro social
Es que los villeros al menos tienen dignidad asi sean chorros.
Alberto es la basura de la tierra
Es un culebron
Yo se que de afuera es facil decrlo, pero si Alberto la maltrataba físicamente, psicológicamente y encima era un adicto a las drogas y al alcohol, que hacía ésta mujer con un tipo así? Y porqué engendrò un hijo con él?
Que bien la pasaba Alberso en la cuarentena.
Encerrado pero “contento”
Alberto Angel Fernandez, un tipo con pantalones………… bien bajos.
No lo duda nadie las pelotudeces que hablaba , no era de un ser normal , nada hacia sentido , el tipo vivia en una nube de pedos.se le dan vuelta los ojos y la lengua que se le traba y repite lo mismo de cuando habla y nosotros votamos a semejante esperpento. La culpa la tiene la loca de Toloza que lo propuso para presi , para ridiculizarlo al pobre enfermo y quedar ella como una lumbrera.
El sore se chupaba todo con nuestra guita
la mitad.
La otra mitad se la llevaba a Espana
Un tipo q esta manejando un país tiene q estar en sus cabales, con razón el país se fue en picada a la mierda
Y… el señor Ojeras…
Nada me extrana
No quiero ofender pero su ineficacia es el reflejo de una persona adicta.
Pero la amaso, incopetente y todo.
No le hechemos la culpa al porro
El tipo era es y sera una basura.
falta saber que AF también le daba a la coca y torta completa
este macabro personaje es marihuanero y chorrabo
Nosotros garpabamos al dealer a a la licoreria.
El alcoholismo no es joda