Sobre la política exterior del país, durante el gobierno de Mauricio Macri, podemos decir que al comando de Susana Malcorra estuvo muy bien planificada. Orientada sin ningún tipo de ideologismo, se llevó a cabo inteligentemente teniendo en cuenta los aspectos más importantes a tener en cuenta. Entre ellos, la reinserción en el mundo de Argentina, desde una visión “mundialista” producto de la experiencia de aquella como Jefa de Gabinete del Secretario General de las Naciones Unidas. Esas relaciones deben ser fundamentalmente pragmáticas, con preponderancia de lo comercial. Hay que relacionarse con todos los países. Mas comercio y menos política, es lo conveniente para un país como el nuestro, con una crisis económica, financiera y de todo orden. En la actualidad lejos de tener buenas relaciones con el resto de los mandatarios, esta se sostiene con los compinches del Foro de San Pablo, que nada pueden aportar a la desastrosas finanzas autóctonas. Debemos destacar que la economía interna de Argentina, no acompaño los enormes esfuerzos realizados por Susana Malcorra y el Embajador Jorge Faurie.
Pero a ciencia cierta se manejaron como se manejan las políticas exteriores de los principales países del mundo. Si pocas inversiones vinieron, menos vendrán en el futuro con este gobierno. A pocos meses de asumir el cargo de Canciller FELIPE SOLÁ, quien ni siguiera habla ingles básico, marca la gran diferencia con Susana Malcorra. Mientras el presidente del Uruguay expresa que en Venezuela hay una dictadura, el Alberto Fernández, no pone en duda la legitimidad de Maduro, pero al mismo tiempo pide que haya elecciones libres y condena la situación de los derechos humanos. ¿Y con Nicaragua? Es otra dictadura con la que nuestro presidente mantiene buenas relaciones diplomáticas. ¿Y Cuba acaso que es? Es el refugio de Cristina y de su propia hija. La política exterior actual está bajo la impronta de “ideologismos de izquierda”, pensamiento que no debería ser determinante de actos inoportunos y llenarnos de mayores fracasos. Comercialmente significan por decirlo de alguna manera nada importante para nuestra economía. Felipe Sola anuncio hace menos de un mes que Argentina tiene oportunidades comerciales en sesenta países bueno sería que reconociera que eso fue parte de la apertura de Argentina durante la gestión de Malcorra. Experiencia y mundo. Dos condiciones básicas para ser Canciller, que por supuesto no las tiene Don Felipe. Lo que todos los argentinos debemos saber es que Macri le abrió las puertas a la Argentina hacia el exterior. Sería hora de aprovechar todo lo que se hizo y seguir trabajando en esa dirección.
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Por FRANCISCO BÉNARD
FELIPE SOLÁ, EL CANCILLER QUE NO HABLA INGLÉS
Sobre la política exterior del país, durante el gobierno de Mauricio Macri, podemos decir que al comando de Susana Malcorra estuvo muy bien planificada. Orientada sin ningún tipo de ideologismo, se llevó a cabo inteligentemente teniendo en cuenta los aspectos más importantes a tener en cuenta. Entre ellos, la reinserción en el mundo de Argentina, desde una visión “mundialista” producto de la experiencia de aquella como Jefa de Gabinete del Secretario General de las Naciones Unidas. Esas relaciones deben ser fundamentalmente pragmáticas, con preponderancia de lo comercial. Hay que relacionarse con todos los países. Mas comercio y menos política, es lo conveniente para un país como el nuestro, con una crisis económica, financiera y de todo orden. En la actualidad lejos de tener buenas relaciones con el resto de los mandatarios, esta se sostiene con los compinches del Foro de San Pablo, que nada pueden aportar a la desastrosas finanzas autóctonas. Debemos destacar que la economía interna de Argentina, no acompaño los enormes esfuerzos realizados por Susana Malcorra y el Embajador Jorge Faurie.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Pero a ciencia cierta se manejaron como se manejan las políticas exteriores de los principales países del mundo. Si pocas inversiones vinieron, menos vendrán en el futuro con este gobierno. A pocos meses de asumir el cargo de Canciller FELIPE SOLÁ, quien ni siguiera habla ingles básico, marca la gran diferencia con Susana Malcorra. Mientras el presidente del Uruguay expresa que en Venezuela hay una dictadura, el Alberto Fernández, no pone en duda la legitimidad de Maduro, pero al mismo tiempo pide que haya elecciones libres y condena la situación de los derechos humanos. ¿Y con Nicaragua? Es otra dictadura con la que nuestro presidente mantiene buenas relaciones diplomáticas. ¿Y Cuba acaso que es? Es el refugio de Cristina y de su propia hija. La política exterior actual está bajo la impronta de “ideologismos de izquierda”, pensamiento que no debería ser determinante de actos inoportunos y llenarnos de mayores fracasos. Comercialmente significan por decirlo de alguna manera nada importante para nuestra economía. Felipe Sola anuncio hace menos de un mes que Argentina tiene oportunidades comerciales en sesenta países bueno sería que reconociera que eso fue parte de la apertura de Argentina durante la gestión de Malcorra. Experiencia y mundo. Dos condiciones básicas para ser Canciller, que por supuesto no las tiene Don Felipe. Lo que todos los argentinos debemos saber es que Macri le abrió las puertas a la Argentina hacia el exterior. Sería hora de aprovechar todo lo que se hizo y seguir trabajando en esa dirección.
Francisco Benard
Abogado
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 7, 2020