Luego de haber pertenecido durante 31 años a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, una institución difícil con una jurisdicción aún más difícil, solicité mi retiro y me volví una persona introvertida. Algo muy común en muchos policías luego de tanto tiempo de lidiar con actos horrendos, cometidos por lo peor de una sociedad. Pasaron 2 décadas creyendo haber estado del lado de los buenos y cuando menos lo esperaba. me encontré involucrado en hechos de los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Así me vi obligado a tratar con gente a la que nunca hubiera querido conocer, en forma voluntaria. La gran diferencia se dio en que esta vez el imputado era yo y que muchos de los que representaban a la ley, más allá de jurar sobre una Biblia, solo eran burócratas radicalizados saturados por el odio y con título de “doctor”. Algunos con menos códigos y escrúpulos que muchos de los violentos “gratas” (1) con los que en el pasado había tenido que confrontar en la calle. Pese a ello, cada vez que fue necesario viajé a Bahía Blanca para declarar y conocer cara a cara a los actores de este drama. que se arrastra desde los años 60 y 70 del siglo pasado, cuando el país y Latinoamérica fue asolada por un terrorismo sanguinario, nunca antes visto. Así en la audiencia 9 del juicio denominado Mega Causa Zona 5 por primera y única vez, logré estar frente a frente con uno de los artífices de mi detención en noviembre del año 2014, quien resultó ser el hoy Fiscal General MIGUÉL PALAZZANI. Luego que yo expresara algunas consideraciones, el Juez ERNESTO SEBASTIÁN, llamó a un cuarto intermedio en el que me aproximé a los pupitres del leguleyo PALAZZANI y su equipo, con el fin de saludarlo y observarlo de cerca. Durante años infructuosamente había solicitado verlo a él y a su par JOSÉ NEBBIA para que me interrogaran. Increíblemente este sin un ápice de profesionalismo demostrando no actuar con “independencia y autonomía, bajo los principios de legalidad y objetividad”, como se definen a los fiscales, profirió un exabrupto y con los ojos desorbitados por el odio, raudamente se alejó del lugar. Ese accionar resultó ser una muestra fehaciente y palpable de la farsa que son estos juicios, en los que estamos entrampados en las manos de iracundos odiadores con títulos y el poder de funcionarios públicos, representantes de la “memoria, verdad y justicia”. Señor ciudadano, esta gente que hoy vinieron por nosotros y nos están matando a como dé lugar, mañana podrán ir por usted. Que la suerte lo acompañe.
(1) Gratas – Coloquial del Rio de la Plata y significa: ladrón, delincuente.
⚖️
Por Claudio Kussman.
Luego de haber pertenecido durante 31 años a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, una institución difícil con una jurisdicción aún más difícil, solicité mi retiro y me volví una persona introvertida. Algo muy común en muchos policías luego de tanto tiempo de lidiar con actos horrendos, cometidos por lo peor de una sociedad. Pasaron 2 décadas creyendo haber estado del lado de los buenos y cuando menos lo esperaba. me encontré involucrado en hechos de los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Así me vi obligado a tratar con gente a la que nunca hubiera querido conocer, en forma voluntaria. La gran diferencia se dio en que esta vez el imputado era yo y que muchos de los que representaban a la ley, más allá de jurar sobre una Biblia, solo eran burócratas radicalizados saturados por el odio y con título de “doctor”. Algunos con menos códigos y escrúpulos que muchos de los violentos “gratas” (1) con los que en el pasado había tenido que confrontar en la calle. Pese a ello, cada vez que fue necesario viajé a Bahía Blanca para declarar y conocer cara a cara a los actores de este drama. que se arrastra desde los años 60 y 70 del siglo pasado, cuando el país y Latinoamérica fue asolada por un terrorismo sanguinario, nunca antes visto. Así en la audiencia 9 del juicio denominado Mega Causa Zona 5 por primera y única vez, logré estar frente a frente con uno de los artífices de mi detención en noviembre del año 2014, quien resultó ser el hoy Fiscal General MIGUÉL PALAZZANI. Luego que yo expresara algunas consideraciones, el Juez ERNESTO SEBASTIÁN, llamó a un cuarto intermedio en el que me aproximé a los pupitres del leguleyo PALAZZANI y su equipo, con el fin de saludarlo y observarlo de cerca. Durante años infructuosamente había solicitado verlo a él y a su par JOSÉ NEBBIA para que me interrogaran. Increíblemente este sin un ápice de profesionalismo demostrando no actuar con “independencia y autonomía, bajo los principios de legalidad y objetividad”, como se definen a los fiscales, profirió un exabrupto y con los ojos desorbitados por el odio, raudamente se alejó del lugar. Ese accionar resultó ser una muestra fehaciente y palpable de la farsa que son estos juicios, en los que estamos entrampados en las manos de iracundos odiadores con títulos y el poder de funcionarios públicos, representantes de la “memoria, verdad y justicia”. Señor ciudadano, esta gente que hoy vinieron por nosotros y nos están matando a como dé lugar, mañana podrán ir por usted. Que la suerte lo acompañe.
(1) Gratas – Coloquial del Rio de la Plata y significa: ladrón, delincuente.
[ezcol_1half]Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Prov. Buenos Aires
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]“El odio es la cólera de los débiles”
Alphonse Daudet (1840-1897)
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 23, 2022