Mi papá, Pedro Joaquín Pasteris, estuvo más de seis años preso, acusado de delitos de lo que dicen “lesa humanidad”, por haber servido a la patria como agente de policía. El 31 de agosto de 2012 fue llevado a la cárcel de Villa Urquiza. Luego de ser juzgado en el juicio Arsenales, Jefatura de Policía, fue injustamente sentenciado a 10 años de prisión. Luego siguió privado de su libertad, cumpliendo arresto domiciliario y clamando por su libertad y asegurando entre lágrimas que era inocente. Hoy como hija tengo la necesidad de limpiar públicamente el nombre y el honor de mi padre. Su salud se deterioró a pasos agigantados. Vivió en su modesto y humilde departamento de Tafí Viejo junto a mi madre; con su mochila de oxígeno por un EPOC importante y severo, cáncer de próstata y varias dolencias que se agravaron con el encierro y la imposibilidad de moverse. Él sólo anhelaba poder salir a caminar en la plaza cercana porque sus piernas estaban atrofiadas, cosa que los defensores pidieron una y otra vez y así quedó mi viejito, que medía casi 1,90 de altura y había sido del seleccionado de basquet, postrado en una cama. Él lloraba y rezaba, asegurando su inocencia… Mi padre fue una excelente persona… sólo trabajó por el bienestar de su familia como agente de la policía. ¡Oh Dios! ¡Qué casualidad! El 31 de agosto de 2018 la Cámara de Casación Penal de la Nación anuló el fallo del Tribunal Penal Federal de Tucumán, absolviendo a mi padre y a otras seis personas de esta causa a la que estos jueces habían condenado. Él no llegó a tener su libertad, la que tanto anhelaba, ya que el 18 de septiembre falleció en una clínica, con 78 años y hecho trizas. Quiero preguntar ¿quién o quiénes son responsables de este deterioro que mi padre sufrió al estar privado de su libertad en las condiciones en que estuvo? Mi viejito murió preso y humillado; murió esperando su libertad. ¡Había sido absuelto! Hoy, a un mes de su muerte, rindo homenaje a mi padre, que con su dignidad ha cumplido con su deber y nos enseñó los valores cristianos. Te amo papá… Eres mi héroe.
Por PATRICIA PASTERIS.
Mi papá, Pedro Joaquín Pasteris, estuvo más de seis años preso, acusado de delitos de lo que dicen “lesa humanidad”, por haber servido a la patria como agente de policía. El 31 de agosto de 2012 fue llevado a la cárcel de Villa Urquiza. Luego de ser juzgado en el juicio Arsenales, Jefatura de Policía, fue injustamente sentenciado a 10 años de prisión. Luego siguió privado de su libertad, cumpliendo arresto domiciliario y clamando por su libertad y asegurando entre lágrimas que era inocente. Hoy como hija tengo la necesidad de limpiar públicamente el nombre y el honor de mi padre. Su salud se deterioró a pasos agigantados. Vivió en su modesto y humilde departamento de Tafí Viejo junto a mi madre; con su mochila de oxígeno por un EPOC importante y severo, cáncer de próstata y varias dolencias que se agravaron con el encierro y la imposibilidad de moverse. Él sólo anhelaba poder salir a caminar en la plaza cercana porque sus piernas estaban atrofiadas, cosa que los defensores pidieron una y otra vez y así quedó mi viejito, que medía casi 1,90 de altura y había sido del seleccionado de basquet, postrado en una cama. Él lloraba y rezaba, asegurando su inocencia… Mi padre fue una excelente persona… sólo trabajó por el bienestar de su familia como agente de la policía. ¡Oh Dios! ¡Qué casualidad! El 31 de agosto de 2018 la Cámara de Casación Penal de la Nación anuló el fallo del Tribunal Penal Federal de Tucumán, absolviendo a mi padre y a otras seis personas de esta causa a la que estos jueces habían condenado. Él no llegó a tener su libertad, la que tanto anhelaba, ya que el 18 de septiembre falleció en una clínica, con 78 años y hecho trizas. Quiero preguntar ¿quién o quiénes son responsables de este deterioro que mi padre sufrió al estar privado de su libertad en las condiciones en que estuvo? Mi viejito murió preso y humillado; murió esperando su libertad. ¡Había sido absuelto! Hoy, a un mes de su muerte, rindo homenaje a mi padre, que con su dignidad ha cumplido con su deber y nos enseñó los valores cristianos. Te amo papá… Eres mi héroe.
Patricia Pasteris
patopasteris22@gmail.com
Envío y colaboración: DRA. ANDREA PALOMAS ALARCÓN
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 18, 2018
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