Todos aquellos detractores o enemigos de MIGUEL ETCHECOLATZ, de 92 años de edad, y múltiples enfermedades que se moviliza en silla de ruedas, podrán denostarlo y seguramente regodearse por el martirio al que ha sido sometido este hombre-policía a lo largo de 24 años en prisión. Pero nadie, absolutamente nadie, podrá decir que lo vio flaquear, callar o arrodillarse ante tanto cobarde abuso judicial y político, al que ha sido sometido, en tiempos de “democracia”. Eso lo ha convertido en un prisionero emblemático por excelencia, lo cual ha sido aprovechado por otros uniformados, que mediante el silencio han procurado pasar desapercibidos. Hoy ETCHECOLATZ, tiene plena consciencia que su final está muy cercano y por ello hace instantes termina de pronunciar sus últimas palabras, ante quienes dicen representar a “la memoria, la verdad y la justicia”. Como siempre sus manifestaciones, son contundentes y de plena convicción, ya que quienes lo condenan, NO SABEN POR QUÉ MATAN, PERO ÉL, SÍ SABE POR LO QUE MUERE.
“El mayor crimen está ahora, no en los que matan, sino en los que no matan, pero dejan matar”
José Ortega y Gasset (1883-1955)
PALABRA POR PALABRA, LO EXPRESADO HOY POR MIGUÉL ETCHECOLATZ
Señores Jueces del Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata
Doctores:
ESMORIS Alejandro
JARAZO Nelson
VEGA Pablo
Juicio Oral y Público de la Causa: FLP 373/2013.-
Fecha: noviembre 18, 2020 Hora: 10.00.-
PALABRAS FINALES
Señoras y Señores:
Hoy, no es un día como los otros, porque la vida, el avance científico, Dios o el destino me dio la suerte que a los 92 años me encuentre, una vez más, frente a ustedes, los representantes de la Justicia.
No sé si tendremos la ocasión de volver ya que creo que dentro de poco me voy a encontrar con los CAIDOS POR LA PATRIA.
PrisioneroEnArgentina.com
Es porque si me excedo a volcar opiniones, veo en este juicio la válvula que me permite vaciar, de mi interior, la negativa carga ante esta grosera vulneración de los derechos objetivos.
Es así que mis primeras palabras sobre estos juicios, mal llamados de “lesa humanidad”, constituyen un pensamiento público que hoy voy a compartir con ustedes.
Llevo más de 24 años en prisión y cuando obtuve el beneficio de la prisión domiciliaria, los agentes de la persecución hicieron lo imposible para que vuelva a la cárcel y lo obtuvieron con la anuencia de la justicia y complicidad del gobierno cuidadosos de no violar los “derechos humanos” de los atacantes, guardando silencio
Es un plan sistemático de venganza que como objetivo consistía venganza, conveniencia política y beneficios materiales para algunos y agrego: es sistemático porque se da en todo el país y es articulado por el PE (Poder Ejecutivo) Nacional que lo planificó y lo impulsa; el Poder Judicial que es quien lo ejecuta y parte de la prensa que lo apoya
Es a través de Uds., los representantes de la justicia, que me dirijo a los que están ausentes, los que están detrás de las cámaras que trasmiten este juicio, a aquellos ciudadanos de bien que no tienen voz que guardan silencio por temor o simplemente que no quieren tomar posición por eventuales represalias.
“Si nosotros hubiéramos ganado, los fusilamientos hubieran sido como en España o por lo menos por qué no como Stalin” (palabras de Luis Labraña, ex cuadro Montonero).
Ustedes señores Jueces, serian fusilados por ser integrantes de la burguesía y yo por ser policía.
Ustedes se han caracterizado por adaptarse a los tiempos como modo de supervivencia.
Como puede apreciarse todo este mamarracho jurídico que se armó para este pretendido juicio, no resiste el menor análisis.
¿Dónde quedó la igualdad ante la ley que pregona nuestra sabia Constitución Nacional cuando son juzgados solamente una parte y la otra goza de inmunidades y de innumerables privilegios a pesar de haber cometido aberrantes crímenes?
Explíquenme, por favor, cual es la razón de privárseme de los derechos Constitucionales que me asisten.
Hasta tanto no reciba de parte de los señores jueces una aclaración a lo expresado, mantendré sosteniendo que la justicia cómplice del poder corrupto, está sufriendo las consecuencias de su propio veneno.
El actual y anterior conjunto de los mayores magistrados han sido y son cómplices de haber destruido la República.
¿Qué hay detrás de estas situaciones señores jueces?
Señores jueces, con cierta irreverencia que me permite la edad y con la autoridad moral de haber combatido con honor hasta el castigo de haber sido exonerado del grado de Comisario General por defender a la Patria agredida, es que voy a ustedes Jueces Federales para reprocharles sin otro ánimo que la búsqueda de vuestra rectitud perdida en una significativa cantidad de ustedes.
En nuestra Patria la sedición no está vencida, continúa trabajando de forma solapada; hemos ganado algunas batallas, pero no definitivamente la guerra.
Si los jueces no tienen valor para la verdad, es imposible que lo tengan para la justicia.
Sepan que no está sentado ante ustedes un delincuente.
No oculto orgullo de haber combatido en defensa de nuestra Constitución y de nuestra Patria.
Gozo de la Estabilidad que me da la fuerza del Espíritu Santo y los sacramentos de mi Iglesia.
Ustedes no saben por qué me matan, pero yo sí sé por lo que muero.
Soy consciente que mis calificativos son severos, pero al analizar episodios en estos juicios, los justifico plenamente.
Durante muchos años he soportado, en silencio la ilegalidad de sus procedimientos.
Felizmente se escuchan algunas prestigiosas voces que reaccionan. En definitiva, lo que se pide es que la justicia se cumpla para todos.
PrisioneroEnArgentina.com
Yo estoy aquí, frente a ustedes, en calidad de imputado por una decisión política travestida de jurídica.
Señores, quiero ser juzgado por un juzgado popular que sí represente a la sociedad porque los que están presentes en este tribunal NO.
Estoy frente a una justicia representada por los miembros de este Tribunal, los Fiscales, secretarios, personal judicial, que no garantizan principios fundamentales del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos como la IMPARCIALIDAD, LA OBJETIVIDAD Y LA INDEPENDENCIA. Lo dijo el presidente de la CSJN (Corte Suprema de Justicia de la Nación) en el discurso del inicio del año judicial 2019: “… desde hace tiempo, la política está presente en las resoluciones judiciales” y lo volvió a recordad el actual presidente de la Nación en su campaña electoral: “… toda resolución judicial en Argentina… sobre todo en el foro Federal, es una decisión política”.
Estoy frente a querellantes mercantilistas, negacionistas que buscan rehacer la historia argentina con revisionismo parcial y político, que visceralmente solo los mueve la venganza, el odio, que carecen de legitimidad de representación, de interés legítimo como querellantes que solo argumentan defender los derechos humanos “in abstracta” y violan, a terceros, lo que dicen defender.
¿Quién defiende los míos? ¿O soy un ser humano sin derechos humanos, es decir un SUB-HUMANO?
Tengo derecho a que se conozca la verdad, el gobierno tiene el derecho a la verdad, la ley tiene el derecho a conocer la verdad, la sociedad – especialmente la juventud – tiene la obligación de conocer la verdad.
No puede haber justicia sin legalidad no puede haber República sin justicia.
La querella de la secretaría de DD.HH. de la Nación es, no solo inoperante, sino ilegal.
Yo no estoy acusado de cometer delitos contra la seguridad de la Nación, los poderes públicos, la administración pública, el orden constitucional. Si de esto me quieren acusar, estamos, señores jueces, frente a un delito político absoluto y en consecuencia debo ser tratado como prisionero político.
Ustedes decidirán.
Estoy frente a una justicia, querellantes y otros acusadores que buscan juzgar el pasado con la certeza del presente; que hablan del “terrorismo del Estado”, cuando utilizan un terrorismo judicial, mediático, político, pero lo más grave es que esas personas no defienden los principios del estado de Derecho, las obligaciones positivas para todos sin discriminación.
PrisioneroEnArgentina.com
Estoy frente a Uds. Pero no están sentados a mi lado, frente a la justicia de los hombres del Poder Judicial, el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo, los numerosos medios de comunicación, los periodistas, empresarios, los partidos políticos, la Iglesia Católica, la sociedad, los actores y deportistas que compartieron y solicitaron la intervención del gobierno militar y que defendieron sus actos. Pero tampoco están sentados aquí, a mi lado, los combatientes armados de esa época, que atacaron las instituciones del Estado, que intentaron llegar al poder por las armas; esos “jóvenes idealistas” que no defendían el Estado de Derecho, la justicia y aún mucho menos los DD.HH.
El sentido de aquella lucha no hay que buscarlo en los errores emergentes sino como una necesidad moral, un deber, una exigencia ética para garantizar el bien común.
Señoras y señores, señores Jueces:
Hoy aquí, entre nosotros, están ausentes dos víctimas: LA VERDAD Y LA JUSTICIA.
En el camino final de mi vida estoy frente a la sociedad y a la historia de la Nación. Parafraseando a Emil Zola: “Yo acuso a esta Justicia que me juzga de ser cómplice de crímenes de lesa humanidad, de lesa justicia, de ser espíritu de maleficencia social de haber hecho en la prensa, en la educación y en la comunicad internacional una abominable campaña contra mi persona”
Yo me contento con haber sido honrado en mi vida privada y estoy seguro de haberlo sido en mi vida pública.
Sé que estas voces mías ofenderán a muchos, los que se indignan no ya en pensar por la Patria sino por lo no conseguido.
Su indignación y protesta son los mejores signos de su resentimiento.
En nombre de ello, es necesario un medio de acción de fuerte impacto para acelerar la explosión de la VERDAD Y LA JUSTICIA.
Señores Jueces aquí presentes: ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué representan? ¿Cuál es vuestra razón histórica de ser?
Con respeto, Uds. Deben convencerse que en la vida hay cambios y la veleta direcciona caprichosamente vientos de justicia.
VIVA LA REPÚBLICA, VIVA LA VERDAD Y LA JUSTICIA, VIVA LA ARGENTINA.
♦
LAS PALABRAS FINALES DEL HOMBRE-POLICÍA
Todos aquellos detractores o enemigos de MIGUEL ETCHECOLATZ, de 92 años de edad, y múltiples enfermedades que se moviliza en silla de ruedas, podrán denostarlo y seguramente regodearse por el martirio al que ha sido sometido este hombre-policía a lo largo de 24 años en prisión. Pero nadie, absolutamente nadie, podrá decir que lo vio flaquear, callar o arrodillarse ante tanto cobarde abuso judicial y político, al que ha sido sometido, en tiempos de “democracia”. Eso lo ha convertido en un prisionero emblemático por excelencia, lo cual ha sido aprovechado por otros uniformados, que mediante el silencio han procurado pasar desapercibidos. Hoy ETCHECOLATZ, tiene plena consciencia que su final está muy cercano y por ello hace instantes termina de pronunciar sus últimas palabras, ante quienes dicen representar a “la memoria, la verdad y la justicia”. Como siempre sus manifestaciones, son contundentes y de plena convicción, ya que quienes lo condenan, NO SABEN POR QUÉ MATAN, PERO ÉL, SÍ SABE POR LO QUE MUERE.
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
Noviembre 18, 2020
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
José Ortega y Gasset (1883-1955)
PALABRA POR PALABRA, LO EXPRESADO HOY POR MIGUÉL ETCHECOLATZ
Señores Jueces del Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata
Doctores:
ESMORIS Alejandro
JARAZO Nelson
VEGA Pablo
Juicio Oral y Público de la Causa: FLP 373/2013.-
Fecha: noviembre 18, 2020 Hora: 10.00.-
PALABRAS FINALES
Señoras y Señores:
Hoy, no es un día como los otros, porque la vida, el avance científico, Dios o el destino me dio la suerte que a los 92 años me encuentre, una vez más, frente a ustedes, los representantes de la Justicia.
No sé si tendremos la ocasión de volver ya que creo que dentro de poco me voy a encontrar con los CAIDOS POR LA PATRIA.
PrisioneroEnArgentina.com
Es porque si me excedo a volcar opiniones, veo en este juicio la válvula que me permite vaciar, de mi interior, la negativa carga ante esta grosera vulneración de los derechos objetivos.
Es así que mis primeras palabras sobre estos juicios, mal llamados de “lesa humanidad”, constituyen un pensamiento público que hoy voy a compartir con ustedes.
Llevo más de 24 años en prisión y cuando obtuve el beneficio de la prisión domiciliaria, los agentes de la persecución hicieron lo imposible para que vuelva a la cárcel y lo obtuvieron con la anuencia de la justicia y complicidad del gobierno cuidadosos de no violar los “derechos humanos” de los atacantes, guardando silencio
Es un plan sistemático de venganza que como objetivo consistía venganza, conveniencia política y beneficios materiales para algunos y agrego: es
sistemático porque se da en todo el país y es articulado por el PE (Poder Ejecutivo) Nacional que lo planificó y lo impulsa; el Poder Judicial que es quien lo ejecuta y parte de la prensa que lo apoya
Es a través de Uds., los representantes de la justicia, que me dirijo a los que están ausentes, los que están detrás de las cámaras que trasmiten este juicio, a aquellos ciudadanos de bien que no tienen voz que guardan silencio por temor o simplemente que no quieren tomar posición por eventuales represalias.
“Si nosotros hubiéramos ganado, los fusilamientos hubieran sido como en España o por lo menos por qué no como Stalin” (palabras de Luis Labraña, ex cuadro Montonero).
Ustedes señores Jueces, serian fusilados por ser integrantes de la burguesía y yo por ser policía.
Ustedes se han caracterizado por adaptarse a los tiempos como modo de supervivencia.
Como puede apreciarse todo este mamarracho jurídico que se armó para este pretendido juicio, no resiste el menor análisis.
¿Dónde quedó la igualdad ante la ley que pregona nuestra sabia Constitución Nacional cuando son juzgados solamente una parte y la otra goza de inmunidades y de innumerables privilegios a pesar de haber cometido aberrantes crímenes?
Explíquenme, por favor, cual es la razón de privárseme de los derechos Constitucionales que me asisten.
Hasta tanto no reciba de parte de los señores jueces una aclaración a lo expresado, mantendré sosteniendo que la justicia cómplice del poder corrupto, está sufriendo las consecuencias de su propio veneno.
El actual y anterior conjunto de los mayores magistrados han sido y son cómplices de haber destruido la República.
¿Qué hay detrás de estas situaciones señores jueces?
Señores jueces, con cierta irreverencia que me permite la edad y con la autoridad moral de haber combatido con honor hasta el castigo de haber sido exonerado del grado de Comisario General por defender a la Patria agredida, es que voy a ustedes Jueces Federales para reprocharles sin otro ánimo que la búsqueda de vuestra rectitud perdida en una significativa cantidad de ustedes.
En nuestra Patria la sedición no está vencida, continúa trabajando de forma solapada; hemos ganado algunas batallas, pero no definitivamente la guerra.
Si los jueces no tienen valor para la verdad, es imposible que lo tengan para la justicia.
Sepan que no está sentado ante ustedes un delincuente.
No oculto orgullo de haber combatido en defensa de nuestra Constitución y de nuestra Patria.
Gozo de la Estabilidad que me da la fuerza del Espíritu Santo y los sacramentos de mi Iglesia.
Ustedes no saben por qué me matan, pero yo sí sé por lo que muero.
Soy consciente que mis calificativos son severos, pero al analizar episodios en estos juicios, los justifico plenamente.
Durante muchos años he soportado, en silencio la ilegalidad de sus procedimientos.
Felizmente se escuchan algunas prestigiosas voces que reaccionan. En definitiva, lo que se pide es que la justicia se cumpla para todos.
PrisioneroEnArgentina.com
Yo estoy aquí, frente a ustedes, en calidad de imputado por una decisión política travestida de jurídica.
Estoy frente a una justicia representada por los miembros de este Tribunal, los Fiscales, secretarios, personal judicial, que no garantizan principios fundamentales del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos como la IMPARCIALIDAD, LA OBJETIVIDAD Y LA INDEPENDENCIA. Lo dijo el presidente de la CSJN (Corte Suprema de Justicia de la Nación) en el discurso del inicio del año judicial 2019: “… desde hace tiempo, la política está presente en las resoluciones judiciales” y lo volvió a recordad el actual presidente de la Nación en su campaña electoral: “… toda resolución judicial en Argentina… sobre todo en el foro Federal, es una decisión política”.
Estoy frente a querellantes mercantilistas, negacionistas que buscan rehacer la historia argentina con revisionismo parcial y político, que visceralmente solo los mueve la venganza, el odio, que carecen de legitimidad de representación, de interés legítimo como querellantes que solo argumentan defender los derechos humanos “in abstracta” y violan, a terceros, lo que dicen defender.
¿Quién defiende los míos? ¿O soy un ser humano sin derechos humanos, es decir un SUB-HUMANO?
Tengo derecho a que se conozca la verdad, el gobierno tiene el derecho a la verdad, la ley tiene el derecho a conocer la verdad, la sociedad – especialmente la juventud – tiene la obligación de conocer la verdad.
No puede haber justicia sin legalidad no puede haber República sin justicia.
La querella de la secretaría de DD.HH. de la Nación es, no solo inoperante, sino ilegal.
Yo no estoy acusado de cometer delitos contra la seguridad de la Nación, los poderes públicos, la administración pública, el orden constitucional. Si de esto me quieren acusar, estamos, señores jueces, frente a un delito político absoluto y en consecuencia debo ser tratado como prisionero político.
Ustedes decidirán.
Estoy frente a una justicia, querellantes y otros acusadores que buscan juzgar el pasado con la certeza del presente; que hablan del “terrorismo del Estado”, cuando utilizan un terrorismo judicial, mediático, político, pero lo más grave es que esas personas no defienden los principios del estado de Derecho, las obligaciones positivas para todos sin discriminación.
PrisioneroEnArgentina.com
Estoy frente a Uds. Pero no están sentados a mi lado, frente a la justicia de los hombres del Poder Judicial, el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo, los numerosos medios de comunicación, los periodistas, empresarios, los partidos políticos, la Iglesia Católica, la sociedad, los actores y deportistas que compartieron y solicitaron la intervención del gobierno militar y que defendieron sus actos. Pero tampoco están sentados aquí, a mi lado, los combatientes armados de esa época, que atacaron las instituciones del Estado, que intentaron llegar al poder por las armas; esos “jóvenes idealistas” que no defendían el Estado de Derecho, la justicia y aún mucho menos los DD.HH.
El sentido de aquella lucha no hay que buscarlo en los errores emergentes sino como una necesidad moral, un deber, una exigencia ética para garantizar el bien común.
Señoras y señores, señores Jueces:
Hoy aquí, entre nosotros, están ausentes dos víctimas: LA VERDAD Y LA JUSTICIA.
Yo me contento con haber sido honrado en mi vida privada y estoy seguro de haberlo sido en mi vida pública.
Sé que estas voces mías ofenderán a muchos, los que se indignan no ya en pensar por la Patria sino por lo no conseguido.
Su indignación y protesta son los mejores signos de su resentimiento.
En nombre de ello, es necesario un medio de acción de fuerte impacto para acelerar la explosión de la VERDAD Y LA JUSTICIA.
Señores Jueces aquí presentes: ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué representan? ¿Cuál es vuestra razón histórica de ser?
Con respeto, Uds. Deben convencerse que en la vida hay cambios y la veleta direcciona caprichosamente vientos de justicia.
VIVA LA REPÚBLICA, VIVA LA VERDAD Y LA JUSTICIA, VIVA LA ARGENTINA.
MIGUEL O. ETCHECOLATZ
Comisario Gral. Exonerado
Por defender a la Patria
Prisionero de Guerra
Unidad N° 34 del SP Federal
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 18, 2020