MOHAMED ALÍ SEINELDÍN (f), Coronel del Ejército Argentino nació en concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, el 12 de noviembre de 2033, falleciendo el 2 de septiembre de 2009 a los 75 años de edad, por una descompensación cardiaca. En 1957 egresó del Colegio Militar de la Nación, con el grado de Subteniente de Infantería y pocos años después se especializó como Comando. Participó en el Operativo Independencia, en la provincia de Tucumán, y se opuso al Golpe Militar de 1976 que derrocó a ISABEL MARTÍNEZ DE PERÓN. Nunca fue imputado por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Participó en la Guerra de Malvinas, donde con sus comandos tuvo una destacada actuación, siendo condecorado en 1984 por el Congreso de la Nación. El presidente RAUL ALFONSÍN, alentó los juicios a las Juntas Militares, que al finalizar continuaron con el personal subalterno, pese a que en 1986 logró que se aprobara la Ley de Punto Final. SEINELDIN y un grupo de Comandos a los que se denominó “Carapintadas” se opusieron a los mismos y así se sucedieron 4 alzamientos, en medio de los cuales ALFONSÍN mediante la Ley de Obediencia Debida, limitó esos juicios. En diciembre de 1988 SEINELDÍN desde Villa Martelli, encabeza la tercera sublevación. Detenido y procesado meses después, al asumir como presidente, CARLOS MENEM lo indultó a través del Decreto 1004/89. El 26 de marzo de 1990 el Teniente General MARTÍN BONET es designado titular del Ejército y de inmediato aplica 20 días de arresto a SEINELDIN, por criticar al generalato. El 3 de diciembre de ese mismo año se produce un amotinamiento en diferentes dependencias militares en el que se desconoce la autoridad de los Generales y sí la de SEINELDIN que, en situación de retiro, estaba cumpliendo arresto en San Martín de los Andes, por desconocer la autoridad de sus superiores.
BONET, contando entre otros, como hombre de confianza al discutido General MARTÍN BALZA, ordenó la represión de los sublevados durante la cual hubo 19 muertos y numerosos heridos. Finalizados los enfrentamientos, dado que para los amotinados la muerte entre hermanos de armas, les jugaba en contra, se consideró a SEINELDIN el líder e ideólogo de la revuelta. Haciéndose cargo como único responsable, un tribunal militar en 1990 lo condenó a cadena perpetua. Posteriormente el juicio fue revisado por la Cámara Federal de la Justicia Penal, la que confirmó el fallo. 14 militares más, también fueron sancionados con severas penas. En el año 2003, cuando habían transcurrido TRECE AÑOS, EDUARDO DUHALDE como presidente, indultó a SEINELDIN y al terrorista ENRIQUE GORRIARÁN MERLO, así 8 militares y 17 terroristas recuperaban su libertad. Hoy a este carismático militar, se lo invoca como ejemplo de valor e hidalguía, circulando en las redes escritos, anécdotas y videos que muestran sus pensamientos y su honorable conducta en diferentes momentos de su vida militar. No pocas de sus expresiones y prevenciones con el correr del tiempo se hicieron realidad, y son parte de esta trágica crisis moral y económica en la que estamos inmersos, sin que se avizore un futuro mejor para nosotros, y para quienes nos sucedan. Desde su muerte pasaron 14 años, citarlo ahora sirve solo como recuerdos de un pasado trágico que no debió existir. Rememorarlo no soluciona los graves problemas del presente, porque quizás, la oportunidad se perdió en el mismo momento en que este soldado de honor fue desoído y abandonado.
ALGUNOS PENSAMIENTOS DEL CORONEL MOHAMED ALÍ SEINELDÍN
“No hay esperanza donde la corrupción se instala. No habrá paz, donde haya un pueblo sometido y humillado. Y no hay porvenir, donde no este asegurado el futuro de la Patria “.
“Quienes son cómplices de la desocupación y la miseria de los trabajadores, están atentando contra el futuro de la Patria y promoviendo la desintegración Nacional ”.
“Luchar, luchar, luchar, ese es el precio por conquistar la Libertad y al mismo tiempo, los laureles de gloria, para quienes están dispuestos a vivir con dignidad “
“Tengo el orgullo de lucir este uniforme de preso con ustedes, porque prefiero morir en una cárcel podrido y no estar perfumado y bien vestido con el cartel de traidor a la Patria y al Ejército “.
“Soy constitucionalista, no lo dude, pero la que hoy tenemos es consecuencia de esto. Yo me opuse al golpe de 1976 y por eso fui preso. Prefiero un gobierno civil malo que uno militar bueno. En 1976, hubo una maniobra internacional para dividir a las Fuerzas Armadas metiéndolas en la lucha contra la subversión. El Ejército aconsejó a Perón acerca de que ése era un tema para las fuerzas de seguridad, pero la subversión había recibido mucho dinero para ensuciarnos y los mandos ambiciosos del Ejército fueron utilizados, cayeron en la trampa”.
“A mí me educaron para dar testimonio de sacrificio. Este paso por la Tierra no es un lugar de descanso. He dado mi testimonio para recuperar a las Fuerzas Armadas. Para rebelarme tuve que romper la disciplina y eso me costó muchísimo, pero si no lo hubiera hecho habría sido un cobarde”.
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Por Claudio Kussman.
MOHAMED ALÍ SEINELDÍN (f), Coronel del Ejército Argentino nació en concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, el 12 de noviembre de 2033, falleciendo el 2 de septiembre de 2009 a los 75 años de edad, por una descompensación cardiaca. En 1957 egresó del Colegio Militar de la Nación, con el grado de Subteniente de Infantería y pocos años después se especializó como Comando. Participó en el Operativo Independencia, en la provincia de Tucumán, y se opuso al Golpe Militar de 1976 que derrocó a ISABEL MARTÍNEZ DE PERÓN. Nunca fue imputado por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Participó en la Guerra de Malvinas, donde con sus comandos tuvo una destacada actuación, siendo condecorado en 1984 por el Congreso de la Nación. El presidente RAUL ALFONSÍN, alentó los juicios a las Juntas Militares, que al finalizar continuaron con el personal subalterno, pese a que en 1986 logró que se aprobara la Ley de Punto Final. SEINELDIN y un grupo de Comandos a los que se denominó “Carapintadas” se opusieron a los mismos y así se sucedieron 4 alzamientos, en medio de los cuales ALFONSÍN mediante la Ley de Obediencia Debida, limitó esos juicios. En diciembre de 1988 SEINELDÍN desde Villa Martelli, encabeza la tercera sublevación. Detenido y procesado meses después, al asumir como presidente, CARLOS MENEM lo indultó a través del Decreto 1004/89. El 26 de marzo de 1990 el Teniente General MARTÍN BONET es designado titular del Ejército y de inmediato aplica 20 días de arresto a SEINELDIN, por criticar al generalato. El 3 de diciembre de ese mismo año se produce un amotinamiento en diferentes dependencias militares en el que se desconoce la autoridad de los Generales y sí la de SEINELDIN que, en situación de retiro, estaba cumpliendo arresto en San Martín de los Andes, por desconocer la autoridad de sus superiores.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]BONET, contando entre otros, como hombre de confianza al discutido General MARTÍN BALZA, ordenó la represión de los sublevados durante la cual hubo 19 muertos y numerosos heridos. Finalizados los enfrentamientos, dado que para los amotinados la muerte entre hermanos de armas, les jugaba en contra, se consideró a SEINELDIN el líder e ideólogo de la revuelta. Haciéndose cargo como único responsable, un tribunal militar en 1990 lo condenó a cadena perpetua. Posteriormente el juicio fue revisado por la Cámara Federal de la Justicia Penal, la que confirmó el fallo. 14 militares más, también fueron sancionados con severas penas. En el año 2003, cuando habían transcurrido TRECE AÑOS, EDUARDO DUHALDE como presidente, indultó a SEINELDIN y al terrorista ENRIQUE GORRIARÁN MERLO, así 8 militares y 17 terroristas recuperaban su libertad. Hoy a este carismático militar, se lo invoca como ejemplo de valor e hidalguía, circulando en las redes escritos, anécdotas y videos que muestran sus pensamientos y su honorable conducta en diferentes momentos de su vida militar. No pocas de sus expresiones y prevenciones con el correr del tiempo se hicieron realidad, y son parte de esta trágica crisis moral y económica en la que estamos inmersos, sin que se avizore un futuro mejor para nosotros, y para quienes nos sucedan. Desde su muerte pasaron 14 años, citarlo ahora sirve solo como recuerdos de un pasado trágico que no debió existir. Rememorarlo no soluciona los graves problemas del presente, porque quizás, la oportunidad se perdió en el mismo momento en que este soldado de honor fue desoído y abandonado.
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Prov. Buenos Aires
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
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Mayo 21, 2023