(Locución verbal – Pasar por una racha de muy mala suerte).
Ámbito: Chile-Argentina)
Ayer en la sección “política” del Diario CLARÍN salió una muy extensa nota, firmada por PABLO JAVIER BLANCO, titulada: “Guillermo Moreno y César Milani expanden su cadena de pancherías: abrieron un local en el centro – Política y salchicas” (leyó bien salchicas). Está engalanada con 5 hermosas fotos del nuevo comercio, de los productos que venden, y de sus pintorescos, afamados y libres propietarios. Cavilé unos instantes, luego no pude por menos que sonreír. Había llegado a la triste conclusión, que como otros muchos argentinos, también “ESTOY MEA.O POR LOS PERROS”. Entiéndase bien la sonrisa solo es porque me gustan mucho los perros. Creo que tienen la mágica virtud de hacernos aflorar lo más bueno y reconfortante de cada uno de nosotros, los que los queremos.
PRISIONERO Y CENSURADO
Por lo demás la nota me hizo pensar que:
Estoy ilegalmente prisionero, desde hace 22 meses, sin que un juez quiera dignarse a escucharme. A diferencia de estos dos insignes personajes: MORENO-MILANI, MILANI-MORENO, unidos hoy para deleitar a los argentinos con los exquisitos sabores de sus grandes salchichas, sin preocupación alguna gozan de la más absoluta de las libertades. Eso sí, luego de haber hecho y desecho en este país tan generoso todo lo que se les vino en gana. No entraré en detalles ya que ustedes conocen a través de los medios a los dos nobles empresarios.
El poderoso diario CLARIN, el día de la semana de mayor tirada, con este artículo, sin costo alguno les hace a su nuevo local una publicidad impagable, mientras que cuando yo solicitaba un espacio menor PAGO, a los fines de reclamar nada más que justicia, esta buena gente del cuarto poder me lo negó sistemáticamente, imagino que por ser un “represor”, sin ningún derecho.
Una de las cinco fotos de la crónica, muestra a un sonriente MORENO Y OTROS, junto al Papa argentino FRANCISCO. Entonces recordé lo que habíamos gastado con mi familia en tiempo y franqueo, dirigiendo 67 cartas certificadas al Vicario de Cristo, sin que este designara a algún colaborador para que nos contestara, alguna de ellas.
Con esta nota amplio aunque sea mínimamente la publicidad a estos 2 suertudos y concluyo, que a mí y a otros adultos mayores, nos deben haber “mojado” algún otro hermano menor mucho más grande que un simple perrito no?
“Si recoges un perro hambriento de la calle y lo haces próspero, no te morderá; esa es la principal diferencia entre un perro y un hombre”.
Mark Twain (1835-1910)
Claudio Kussman
PrisioneroEnArgentina.com
10/10/2016
Guillermo Moreno y César Milani expanden su cadena de pancherías: abrieron un local en el centro
Política y salchicas
Por Pablo Javier Blanco
Tío Tola, la empresa de los ex funcionarios K con el empresario Carlos Castelli, desde hace un mes vende sus productos en una paqueta zona de Capital.
Guillermo Moreno y César Milani, el Gobierno de Mauricio Macri les sienta bien. No políticamente, claro está; lo denostan cada vez que pueden. Pero sí en su rol de empresarios gastronómicos y dueños de la cadena de pancherías Tío Tola. A pocos meses de abrir un local en el Mercado de Maschwitz, los ex funcionarios K ampliaron su negocio y desembarcaron en la Ciudad de Buenos Aires con su primera panchería porteña.
En la parte coqueta del barrio de Retiro, sobre la calle Marcelo T. de Alvear, a pasos nada más del Palacio de Cancillería, Moreno y Milani, en sociedad con el empresario Carlos Castelli (fundador de Todo Moda y considerado en el país como el rey de la bijouterie), instalaron una diminuta panchería Tío Tola, casi idéntica a la que tienen en el Gran Buenos Aires, con un distintivo particular: sus precios económicos.
Apostando a su lema “la buena salchicha”, los ex funcionarios ofrecen panchos con salchichas alemanas a 30 pesos. Hay combos: unasalchicha alemana con gaseosa 45 pesos, la opción con un porrón de cerveza sale 50 pesos. Y para los más glotones, aquellos que con un superpancho no se conforman, tienen la promoción de dos salchichas alemanas con gaseosa o agua por 65 pesos, 70 si es con cerveza helada.
La inflación -el índice que hace estallar a Moreno cuando alguien pone en duda las mediciones de su época en el INDEC (meses atrás protagonizó un escándalo en TV con un economista al punto de casi llegar a las trompadas)- también llegó a los panchos del ex secretario de Comercio y del General retirado K. A mediados de junio, cuando Clarín visitó el Tío Tola de Maschwitz el combo pancho + geseosa estaba 35 pesos. En el nuevo local, que cumple un mes abierto, sale 45 pesos. Todo con una bolsita de lluvia de papas pay.
“Daremos empleo en un contexto en el que todos despiden”, dice Moreno.
El pequeño local, con capacidad total para unas 15 personas paradas, tiene una decoración minimalista, apenas tres barras con servilleteros y un pack de condimentos de primera marca (mayonesa, mostaza, mostaza con miel, ketchup y salsa barbacoa) y es atendido por dos amables empleadas que usan guantes, cofias y delantales con la leyenda Tío Tola. En sus paredes no hay símbolos partidarios ni nada que remita a la militancia peronista de dos de sus tres accionistas, sino todo lo contrario: apenas afiches con promociones, una pizarra con precios y ya.
Además de comer en el local uno puede pedir para llevar y ahí la panchería de los ex funcionarios suma otro plus: cajas de cartón con la leyenda de la marca ideales para moverse en el centro porteño, con apuros, para llegar a la oficina.
Guillermo Moreno creó Tío Tola SA. en febrero de este año con César Milani y Carlos Castelli como socios. El objeto social de la firma fue “la explotación integral de bares, restaurantes, parrillas, pizzerías, confiterías y casas de comida”. Se registró por 99 años y su capital inicial fue de 100.000 pesos, según se publicó en el Boletín Oficial.
Moreno compartió con Castelli giras comerciales y hasta lo acompañó en un viaje a ver al Papa Francisco, cuando el economista K estaba como encargado de negocios de la embajada argentina en Roma.
Guillermo Moreno, César Milani y el empresario Carlos Alberto Castell (haciendo la V peronista), dueño de las marcas Todo Moda e Isadora, se asociaron para desarrollar una cadena de pancherías en todo el país.
Ese no fue el único emprendimiento gastronómico del entorno del ferretero peronista. Pablo Cerioli, su número dos durante su gestión en Comercio Interior, formó dos compañías más dedicadas al rubro junto con Castelli:Tío Pepín SRL, dedicada a la “comercialización y distribución de todo tipo de productos de panificación y alimenticios”, con un capital de 100.000 mil pesos, y Rana Verde SA, mismo capital inicial, cuyo objeto es “la explotación integral de bares y restaurantes, parrillas, pizzerías, confiterías y casas de comida”.
Ambas empresas comparten domicilio legal con Tío Tola SA, alma materde las pancherías de Moreno y Milani, en Santo Domingo 2848, Capital Federal.
Cerioli es socio de Guillermo Moreno en la firma inmobiliariaInversiones Ausland SA, empresa presidida por Marta Cascales, esposa de Moreno, en la que participan otros ex funcionarios K, de su riñón. Según registros comerciales consultados por Clarín, es además empleado en relación de dependencia de Tío Tola SA.
Así, a pesar de los indicadores económicos negativos que resalta en cada una de sus apariciones, Moreno apuesta a invertir enpancherías con su socio César Milani, el ex General K, sobre quien llueven complicaciones judiciales.
Sin ir más lejos, esta semana el militar deberá presentarse a declaración indagatoria ante el juez federal Daniel Rafecas, en una causa por presunto enriquecimiento ilícito. Mientras tanto, se aboca a su actividad comercial con Tío Tola y a su militancia, siempre al lado de Guillermo Moreno, que lo afilió al PJ.
“Yo estoy dedicado a iniciar una actividad comercial y a encontrar un espacio político donde pueda desarrollarme o seguir prestándole el servicio a mi Patria“, se defendió semanas atrás Milani. “Tengo una vida transparente: estoy en mi casa, en mi trabajo, con amigos políticos y de la vida. No tengo contactos con ningún servicio de inteligencia”, agregó.
Por CLAUDIO KUSSMAN.
MEA.O POR LOS PERROS
(Locución verbal – Pasar por una racha de muy mala suerte).
Ámbito: Chile-Argentina)
Ayer en la sección “política” del Diario CLARÍN salió una muy extensa nota, firmada por PABLO JAVIER BLANCO, titulada: “Guillermo Moreno y César Milani expanden su cadena de pancherías: abrieron un local en el centro – Política y salchicas” (leyó bien salchicas). Está engalanada con 5 hermosas fotos del nuevo comercio, de los productos que venden, y de sus pintorescos, afamados y libres propietarios. Cavilé unos instantes, luego no pude por menos que sonreír. Había llegado a la triste conclusión, que como otros muchos argentinos, también “ESTOY MEA.O POR LOS PERROS”. Entiéndase bien la sonrisa solo es porque me gustan mucho los perros. Creo que tienen la mágica virtud de hacernos aflorar lo más bueno y reconfortante de cada uno de nosotros, los que los queremos.
PRISIONERO Y CENSURADO
Por lo demás la nota me hizo pensar que:
El poderoso diario CLARIN, el día de la semana de mayor tirada, con este artículo, sin costo alguno les hace a su nuevo local una publicidad impagable, mientras que cuando yo solicitaba un espacio menor PAGO, a los fines de reclamar nada más que justicia, esta buena gente del cuarto poder me lo negó sistemáticamente, imagino que por ser un “represor”, sin ningún derecho.
Con esta nota amplio aunque sea mínimamente la publicidad a estos 2 suertudos y concluyo, que a mí y a otros adultos mayores, nos deben haber “mojado” algún otro hermano menor mucho más grande que un simple perrito no?
Claudio Kussman
PrisioneroEnArgentina.com
10/10/2016
Guillermo Moreno y César Milani expanden su cadena de pancherías: abrieron un local en el centro
Política y salchicas
Por Pablo Javier Blanco
Tío Tola, la empresa de los ex funcionarios K con el empresario Carlos Castelli, desde hace un mes vende sus productos en una paqueta zona de Capital.
En la parte coqueta del barrio de Retiro, sobre la calle Marcelo T. de Alvear, a pasos nada más del Palacio de Cancillería, Moreno y Milani, en sociedad con el empresario Carlos Castelli (fundador de Todo Moda y considerado en el país como el rey de la bijouterie), instalaron una diminuta panchería Tío Tola, casi idéntica a la que tienen en el Gran Buenos Aires, con un distintivo particular: sus precios económicos.
Apostando a su lema “la buena salchicha”, los ex funcionarios ofrecen panchos con salchichas alemanas a 30 pesos. Hay combos: unasalchicha alemana con gaseosa 45 pesos, la opción con un porrón de cerveza sale 50 pesos. Y para los más glotones, aquellos que con un superpancho no se conforman, tienen la promoción de dos salchichas alemanas con gaseosa o agua por 65 pesos, 70 si es con cerveza helada.
“Daremos empleo en un contexto en el que todos despiden”, dice Moreno.
El pequeño local, con capacidad total para unas 15 personas paradas, tiene una decoración minimalista, apenas tres barras con servilleteros y un pack de condimentos de primera marca (mayonesa, mostaza, mostaza con miel, ketchup y salsa barbacoa) y es atendido por dos amables empleadas que usan guantes, cofias y delantales con la leyenda Tío Tola. En sus paredes no hay símbolos partidarios ni nada que remita a la militancia peronista de dos de sus tres accionistas, sino todo lo contrario: apenas afiches con promociones, una pizarra con precios y ya.
Además de comer en el local uno puede pedir para llevar y ahí la panchería de los ex funcionarios suma otro plus: cajas de cartón con la leyenda de la marca ideales para moverse en el centro porteño, con apuros, para llegar a la oficina.
Guillermo Moreno creó Tío Tola SA. en febrero de este año con César Milani y Carlos Castelli como socios. El objeto social de la firma fue “la explotación integral de bares, restaurantes, parrillas, pizzerías, confiterías y casas de comida”. Se registró por 99 años y su capital inicial fue de 100.000 pesos, según se publicó en el Boletín Oficial.
Moreno compartió con Castelli giras comerciales y hasta lo acompañó en un viaje a ver al Papa Francisco, cuando el economista K estaba como encargado de negocios de la embajada argentina en Roma.
Ese no fue el único emprendimiento gastronómico del entorno del ferretero peronista. Pablo Cerioli, su número dos durante su gestión en Comercio Interior, formó dos compañías más dedicadas al rubro junto con Castelli: Tío Pepín SRL, dedicada a la “comercialización y distribución de todo tipo de productos de panificación y alimenticios”, con un capital de 100.000 mil pesos, y Rana Verde SA, mismo capital inicial, cuyo objeto es “la explotación integral de bares y restaurantes, parrillas, pizzerías, confiterías y casas de comida”.
Ambas empresas comparten domicilio legal con Tío Tola SA, alma mater de las pancherías de Moreno y Milani, en Santo Domingo 2848, Capital Federal.
Cerioli es socio de Guillermo Moreno en la firma inmobiliariaInversiones Ausland SA, empresa presidida por Marta Cascales, esposa de Moreno, en la que participan otros ex funcionarios K,
de su riñón. Según registros comerciales consultados por Clarín, es además empleado en relación de dependencia de Tío Tola SA.
Así, a pesar de los indicadores económicos negativos que resalta en cada una de sus apariciones, Moreno apuesta a invertir en pancherías con su socio César Milani, el ex General K, sobre quien llueven complicaciones judiciales.
Sin ir más lejos, esta semana el militar deberá presentarse a declaración indagatoria ante el juez federal Daniel Rafecas, en una causa por presunto enriquecimiento ilícito. Mientras tanto, se aboca a su actividad comercial con Tío Tola y a su militancia, siempre al lado de Guillermo Moreno, que lo afilió al PJ.
“Yo estoy dedicado a iniciar una actividad comercial y a encontrar un espacio político donde pueda desarrollarme o seguir
prestándole el servicio a mi Patria“, se defendió semanas atrás Milani. “Tengo una vida transparente: estoy en mi casa, en mi trabajo, con amigos políticos y de la vida. No tengo contactos con ningún servicio de inteligencia”, agregó.