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 Por CARLOS ESPAÑADERO

                 LA CONSTRUCCIÓN DEL EJERCITO REVOLUCIONARIO REGULAR

                LA EJECUCIÓN DE LA ESTRATEGIA BÉLICA

  Luego del V congreso la conducción del PRT – ERP va a intensificar sus acciones armadas, al extremo que al poco tiempo pasó a liderar a los grupos terroristas afines, donde Montoneros se debilitaba como consecuencia de la acción de la fuerzas gubernamentales, que lograba condenar a los intervinientes en el secuestro y asesinato del general Aramburu.

   A la vez, las FAR si bien desarrollaba operaciones importantes que revelaban una conducción eficiente de su líder, Carlos Olmedo, su estrategia foquista a pesar de su “entrismo” en el peronismo, no lograba en la población una repercusión semejante al ERP.

  Por otro lado tanto las FAL como las FAP, desgastadas por su prematura gestación y su ortodoxo “foquismo” les imponía espaciar sus operaciones y reducirlas en su magnitud. Sin embargo mientras FAL se agotaba en la pretensión de constituir, llegado el momento, el “aparato militar” de las revolución, y tuvo serias desviaciones hacia operativos financieros que no podía explotar políticamente, las FAP que ya desde su génesis se desarrolló dentro de la resistencia peronista, lograba a través del movimiento cierta repercusión política, más cuando sus fundadores y conductores eran reconocidos como nacidos en el mismo. Aun así el “nacimiento de la alternativa independiente” produjo una escisión que prácticamente la fue arrastrando a ser vagón de cola o decididamente a integrarse a los otros grupos terroristas.

     En este cuadro de situación en 1972, la ofensiva armada del PRT le permitía tener la primacía sobre sus pares, y esto acrecentaba sus posibilidades de incremento de sus efectivos, más cuando la severa uniformidad de pensamiento dentro del PRT, podía diluirse cuando como ERP, buscaba combatientes dispuestos a luchar contra el gobierno, aunque pensaran distinto.

    Es a partir de ese año, que la conducción “erpiana” materializa la organización del ERP, comenzando por pelotones independientes y con embriones de las compañías urbanas, que en oportunidad de operativos eran reforzadas desde otras jurisdicciones. Es así que a principios de 1973, la compañía “Decididos de Córdoba” ataca al B. Com 141 en Córdoba y a fines del mismo año, el pelotón José Luis Castrogiovani ataca el Comando de Sanidad.

   Pero estas operaciones constituyeron mojones que marcaban el camino hacia la organización del ejército revolucionario regular.[1] Y en esto, Santucho, conductor político del PRT, identificaba como un objetivo supremo para lograr el pasaje de la estrategia defensiva a la ofensiva estratégica.

El 13 de febrero de 1974, el PRT-ERP, en editoriales de sus órganos de propaganda, anuncia la formación de la Junta Coordinadora Revolucionaria (JCR) integrada por los Tupamaros de  Uruguay, el ELN (Ejército de Liberación Nacional) de Bolivia, el MIR (Movimiento de la Izquierda Revolucionaria) de Chile y el PRT-ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) de la Argentina.

   En 1974, la conducción del PRT, constituye la compañía “Héroes de Trelew” con jurisdicción en la provincia de Buenos Aires y ejecuta su operativo contra la unidad blindada de Azul.

  El 01 de mayo de 1974, la Compañía de Monte “Ramón Rosa Jimenez” inicia sus actividades con una formación e izamiento de la bandera del PRT-ERP, en el monte tucumano y las palabras alusivas estuvieron a cargo del “capitán” Antonio del Carmen Fernández (NG) Negro, su primer jefe, en ese momento integrante del Estado Mayor Central (EMC)

   El 30 de mayo de 1974, el PRT-ERP pone en evidencia su esfuerzo principal, y su decisión de precipitar el avance hacia la construcción del ejército revolucionario regular, instalando un campamento en el Ingenio Fronterita (Tucumán) con la presencia de su comandante Mario Roberto Santucho (NG) Carlos, y su Estado Mayor compuesto por el “capitán” Antonio del Carmen Fernández (NG) Negro, el “teniente” Roberto Coppo (NG) Bartolo, el “teniente”, Eduardo Pedro Palas (NG) Manolo, Salvador Falcón (NG) Luís y Roberto Negrín (NG) Roberto.   Posteriormente efectivos de la Br. I. 5, impide el intento de crear una Zona Liberada en Acheral para obtener status internacional de fuerza regular beligerante. Estrella Roja, publicó que la organización ya estába en condiciones de pasar a disputar áreas geográficas al enemigo y garantizar la perdurabilidad de zonas liberadas.

El 13 de abril de 1975, inicia sus actividades la compañía “Combate de San Lorenzo” con el intento de robar el batallón de arsenales 121, Fray Luis Beltrán. Esta compañía actuará en la provincia de Sante Fe.

El 26 y 27 de julio de 1975 se realizó un Plenario del Comité Central del PRT, que se denominó Vietnam Liberado (en homenaje a la reciente toma de Saigón por el Vietcong).

En ese Plenario, se decidió formar el Batallón urbano José de San Martín y al cierre se eligieron los treinta nuevos miembros del Comité Central. Allí se eligió a Juan Eliseo Ledesma (NG) Pedro, como nuevo miembro del Buró Político en reemplazo de Enrique Gorriarán Merlo y es nombrado jefe del Estado Mayor Central del ERP otorgándose el grado de “comandante”, lo que lo convertía en el número dos en la jerarquía militar de la organización.

EL ESTADO DE LA LUCHA

   El PRT ERP  durante todo este lapso, desarrolló operaciones que apuntaban a construir una infraestructura logística, básica, diferencia fundamental entre un grupo guerrillero y un ejército convencional.

   El ERP en cada ataque a un cuartel, estableció como objetivo militar principal el robo de armamento, municiones y material de guerra. Pero el logro de este objetivo impuso la necesidad de contar con lugares de guarda de lo apropiado, que debían ser encubiertos a la búsqueda gubernamental.

A su vez, el Ejército detectó las vulnerabilidades que este crecimiento originaba, no solo por la necesidad de depósitos donde guardar los elementos robados, sino por el reclutamiento creciente de efectivos, que dio pie a que las distintas unidades de inteligencia intensificaran sus esfuerzos para lograr infiltraciones en el ERP.

Es necesario que se aclare este tema de las infiltraciones.

  LAS CARACTERÍSTICAS Y DIFERENCIAS ENTRE EL ESPIONAJE Y LA INFILTRACIÓN

  Desde que el flagelo de la guerra existe,  el tema del espionaje ha existido, al punto que no hay grupo social en operaciones bélicas en el mundo, como por ejemplo una nación, que no posea una estructura, con el nombre que se quiera poner que dentro de mismo no contemple la ejecución de operaciones de espionaje y como contrapartida las de contraespionaje. Y esto se realiza tanto en tiempo de paz como de guerra en forma estrictamente secreta.

¿Por qué secreta? Porque el espionaje trata de obtener información de un enemigo (real o potencial) sin que éste se entere que se ha logrado conocer lo que quiere hacer y fundamentalmente lo que piensa que puede hacer. ¡Por qué? Porque si se sabe esto, puede cambiar lo que pensaba hacer, y dejarnos nuevamente en la oscuridad de lo que va hacer. O puede suponiendo que pensamos esto, hacerlo a pesar de todo. Esta idea de conocer lo que va  a hacer, hace que lo fundamental de la operación de espionaje es que el enemigo no sepa que sabemos. Por este motivo, el robo de un secreto no es el objetivo. Este es no robarlo para que no se dé cuenta que nosotros lo hemos conocido.

Por otra parte, si se logra “hacer pie con un espía” este se mantiene mientras no sea detectado. Cuando se logra esto, una operación de espionaje puede durar la vida entera del espía sea en tiempo de paz o de guerra.

 El “perfeccionamiento” del mundo produjo el espía mercenario, es decir aquel que es de “profesión” espía a cambio de dinero, status, o lo que fuera. El problema es que como se vende, puede espiar hoy para nuestro enemigo y mañana espiarnos a nosotros, o lo mejor para él espiarnos a ambos y cobrar por partida doble. 

  Uno de los problemas de la estructura que trabaja con la manipulación de espías, es controlar que no traicionen. Y esto es para todos. Y una solución (no la única) puede ser tener muchos espías ubicados sobre el mismo objetivo pero que no se conozcan. Esto permite cruzar la información y conocer lo que hace otro espía que para el informante es desconocido como tal. Claro que es una red muy costosa y secreta. No sigo más dado que sobre esto se podría escribir una biblioteca, que por otra parte existe, aunque con muchos que se asemejan al “burro flautista”

El progreso científico a permitido percibir que en la reunión de información existen nuevos y muy valiosos medios de reunión de información, que hasta son más seguros y económicos. Esto ha reducido el empleo de los espías que se va empleando solo en aquellas cuestiones que no se pueden obtener con los demás medios. Claro que lo que queda para obtener generalmente es lo más “secreto” y que impone sortear obstáculos cada vez más difíciles que los transforman en violaciones a la nación “agredida”

 En los casos  convencionales, es decir en los conflictos entre naciones, el espionaje impone realizarlo generalmente en territorio del país que debe ser espiado, y por lo tanto sometido al “Derecho” del mismo. Y normalmente por autodefensa en ellos, detectar un espía conlleva una penalidad severa, dado que no es protegido por ningún convenio internacional.  

    Pero con respecto a esta actividad, un nuevo problema ha surgido en el caso de las guerras internas. Quien debe ejecutar la tarea de espía, como en el caso anterior, emerge como consecuencia del afán de saber del otro, que, si bien puede ser enemigo, es un connacional, y la tarea de los contendientes se desarrollan en el mismo territorio, que a la vez es propio. Esto produce sustanciales diferencias que dejo a la deducción del lector, y sin existir un protocolo que lo establezca se ha coincidido en diferenciarlo del espionaje denominándolo infiltración.

Para peor, en Argentina y en muchos países ese afán de conocer sobre el otro, es desarrollado por diversas estructuras, que también gracias al avance tecnológico han multiplicado la eficacia de la reunión de información más cuando la realiza el gobierno y en su propio territorio. Aun así existen claros que se cumplen con personas que son del ámbito a conocer, y que por lo que fuera colaboran con información.

  Esto llevado al campo del delito, hace que la policía trate de contar con “colaboradores”, y frecuentemente estos surgen de los mismos delincuentes que para lograr alguna consideración especial, proporcionan información sin por ello renegar de sus labores delictivas en continua negociación con su contacto policial. A estos se lo llama “buchones” y técnicamente son traidores con relación a sus pares “laborales”.  

Los grupos terroristas argentinos, entendieron como los delincuentes, que todos los infiltrados dentro de sus organizaciones eran “buchones” es decir traidores, pero con la típica dualidad marxista, que sus informantes eran héroes de la guerra que realizaban.

Para ordenar estas ideas, a la luz de estas escuetas explicaciones que apuntan a describir las situaciones que se desarrollaban en esta guerra, donde los combatientes de un lado operaban como “amateurs” y los del lado gubernamental lo hacían con una mezcla informe de “profesionales” y “amateurs”.

  En esta particular situación, el área del Ejército para la tarea de reclutamiento y conducción de infiltrados, altamente compleja y difícil, se ejecutó dentro del área de inteligencia, y logró en esta trágica guerra infiltraciones de personas que estaban muy convencidas en luchar contra el terrorismo, y que para ello, renunciaban a su forma de vida para lograr funcionar dentro de una banda terrorista. Esto no los hacia “traidores” dado que eran enemigos del terrorismo desde antes de incorporarse a la banda y como asumían los particulares modos de operar de estos, hasta se encontraban en permanente riesgo de caer en manos de fuerzas gubernamentales que lo tomarían como terroristas.

En oportunidad de Monte Chingolo, el PRT – ERP estaba infiltrado por más de 3 personas que se desconocían entre sí, y existían numerosas infiltraciones en Buenos Aires, Tucumán, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y otros lugares que resultaban desconocidos para incluso los integrantes del área de inteligencia.

  A su vez, el PRT – ERP aprovecho la existencia del Servicio Militar Obligatorio, para utilizar como infiltrados a soldados conscriptos que eran militantes o combatientes o simpatizantes de su banda. Prácticamente no hubo ataque a una unidad militar donde carecieran de por lo menos un infiltrado que prestara servicio en la misma.

 Dicho esto, creo oportuno entrar en el operativo del ERP, ejecutado para atacar al batallón de Arsenales 601, Domingo Viejobueno.

 ATAQUE AL BATALLÓN DE ARSENALES 601 “ DOMINGO VIEJO

   ENCUADRAMIENTO POLÍTICO DEL HECHO

    El gobierno constitucional continuaba perdiendo espacio político y, se especulaba con la posibilidad de un pronto golpe de estado.

   El PRT – ERP contaba en esos momentos con 4 compañías “urbanas” y una “compañía de monte”, así como también con pelotones independientes urbanos. El Estado Mayor Central se encontraba funcionando desde hacía algo más de un año. En ese momento el jefe del mismo era el “comandante” Juan Eliseo Ledesma (NG) Pedro, que había participado en la planificación de casi todos los operativos efectuados contra unidades militares.

                Dentro de esta organización se producían dos hechos contradictorios:

  1. Por efecto de la corrupción imperante, de la injusticia social, de la irresponsabilidad de los representantes y de los diversos factores de poder, las frustraciones de la población eran manifiestas. El PRT – ERP aprovechaba esto, continuando exitosamente la incorporación de simpatizantes, colaboradores e incluso combatientes.

    La “proletarización” había dado resultados en cuanto a ganar un reducido espacio donde antes no podía tener ninguno. Esto también incrementaba los efectivos.

  1. La acción contraterrorista había producido numerosas quejas, no solo de orden humano sino también material. Esto, si bien disminuía los efectivos, era aprovechado mediante eficientes operaciones psicológicas para fortalecer el espíritu de cuerpo de la banda.

   La diferencia entre aumentos y disminuciones, a juicio del PRT – ERP, le era favorable a tal extremo que consideraban oportuno crear un nuevo nivel de ”unidad urbana”: el batallón.

 Sin embargo este incremento de efectivos posibilitó el ingreso de elementos infiltrados por los servicios de inteligencia. Muchas de esas bajas se produjeron por la acción de estas infiltraciones.

    Las infiltraciones, juegan un papel sustancial, dado que permiten conocer con anticipación  los operativos proyectados así como la identidad y localización de muchos de los integrantes de la banda.

    En este caso permiten detectar evidencias, que posibilitó al Ejército, sospechar la existencia de un proyecto de ataque importantísimo, que impone realizar investigaciones y estudios de inteligencia cuyos resultados   hizo conocer el proyecto y parte de los preparativos para llevarlo a cabo.

SITUACIÓN EN EL ERP

    La constitución del batallón urbano pretendía ser una decisión trascendental en el proyecto hacia el ejército regular. Por otra parte, la operación buscaba obtener una cantidad importante de armamento, dado que las armas robadas en Villa María y en B. Ars. 121 fueron posteriormente detectadas y recuperadas por las fuerzas gubernamentales.

      El jefe del Estado Mayor Central del ERP (comandante (NG) Pedro) es designado Jefe del Batallón urbano denominado “Gral. San Martín”. Esto es indicativo de la importancia que se le asigna a la creación de esta unidad.

 Hacia fines de octubre Ledesma comenzó a planear con Santucho el ataque al cuartel militar de Monte Chingolo, como próximo objetivo de la guerrilla, para lo cual hicieron confeccionar una maqueta del mismo por uno de los arquitectos del partido, que fue utilizada por Ledesma a mediados de noviembre de 1975 para exponer ante el Estado Mayor del Batallón urbano José de San Martín las acciones a realizarse.

  Según el plan de Ledesma, el ERP debía aislar al cuartel militar por varias horas cortando, en principio, los 9 puentes sobre el Riachuelo para evitar que llegasen tropas de refuerzo; además estaba previsto un doble anillo de contención alrededor del cuartel. Y otros combatientes, ajenos al ataque principal, debían hostigar comisarías en el sur de la provincia de Buenos Aires para distraer las fuerzas policiales.

   El ataque en sí al batallón se proyectaba de la siguiente manera

[1]  Cuando escribo “ejército regular” me refiero a un ejército que se podría considerar clásico. Es el ejército apropiado para las guerras convencionales, y que se identificaban con la idea de ejército de la nación. Son los que poseen los países del mundo para defender sus respectivas soberanías y en todos los casos estructuras militares al servicio del gobierno de su nación. Muy distante son los grupos terroristas, sean estos partisanos que toman las armas y las usan según su voluntad. E incluso las fuerzas guerrilleras que si bien pueden ser producto del avance combativo de los partisanos  también pueden estar en el camino retrógrado de una fuerza militar que intenta debilitar a un enemigo con la esperanza de recuperar lo que su nación sigue siendo. En otras oportunidades sean partisanos o guerrillas son una fuerza de combate más dúctil que la estructura militar, generalmente conpuesta por personal del lugar, que desarrolla acciones  en territorios invadidos, con la intención de originar condiciones que permitan su recuperación.

A principios del mes de diciembre es capturado Ledesma (NG) Pedro junto con el Jefe de Inteligencia. Ambos conocían el plan del ataque proyectado. Santucho, decide continuar con el proyecto.

     Por lo tanto se mantiene las disposiciones para iniciar la concentración de los terroristas, que es la más numerosa, ya que se movilizan aproximadamente unos 180 terroristas.

       Sin embargo, si se considera la necesidad de otros integrantes de la banda para la guarda del armamento robado y otras actividades, se estima que para las exigencias que imponía el plan preparado eran de aproximadamente unos 250 terroristas.

    En la próxima nota, se señalará algunas de las alternativas que se produjeron durante los preparativos del ataque y los que se realizaron para responder al ataque. Posiblemente fueron los que en definitiva incidieron en el resultado de este operativo.

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Ver los titulares  de los diarios de hace 50 años cuando se imponía el terror y compararlos con los de hoy nos demuestran la  hipocresía de  2 argentinas diferentes.

En el presente, a quienes la sociedad argentina clamaba para su eliminación debido al baño de sangre que enlutaba al país, son homenajeados. Tanto por esa misma gente como así también por las autoridades gubernamentales de todos los colores políticos.

PrisioneroEnArgentina.com

Enero 28, 2020


 

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