MONTONEROS AYER. MAPUCHES HOY, CUANDO EL TERRORISMO SE RECICLA.

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“Quién olvida su historia está condenado a repetirla”

Frase del poeta y filósofo español George Santayana. Figura en la   entrada del bloque número 4 del campo de Auschwitz I.

 

  Por Dr. Gonzalo P. Miño.

Nuevamente volvió a ser información central de todos los medios de comunicación, los graves hechos que protagonizan un grupo autoproclamado como un pueblo originario, que se auto perciben como mapuches y se hacen llamar Resistencia Ancestral Mapuche (RAM).

Su objetivo sería, porque no está muy claro cuál realmente es, reivindicar como propias, tierras en la Patagonia argentina, en especial en las provincias de Chubut, Río Negro y Neuquén. Como medido para lograr dicho fin, utilizan la violencia, el miedo, las amenazas, la tortura, la agresión a las personas e incendios de instituciones o edificios emblemáticos del lugar, hasta ahora. Hace pocos días incendiaron el Club Andino Piltriquitrón en la localidad del Bolsón.

Todo esto no pasaría de ser una simple cuestión policial, si no fuera porque este grupo no reconoce la soberanía argentina, es decir, no acata nuestra Constitución Nacional, ignora y desprecia nuestros símbolos patrios, no está dispuesto a someterse a la ley del país,  desconoce las autoridades políticas (democráticamente electas) como las autoridades judiciales (designadas constitucionalmente); en otras palabras intentan crear una zona liberada,  que no es más ni menos que un Estado “libre” dentro del propio Estado argentino.

Claramente, estamos en presencia de un grupo que pone en riesgo la paz social de los argentinos, por lo que acá o en cualquier parte del mundo, a ello se lo llama TERRORISMO.

Más aún, según confiables fuentes de la inteligencia chilena, donde allí también causan estragos, están o fueron adiestrados militarmente por ex integrantes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).

Por ello causa profunda preocupación en el sur argentino no solo las amenazas de muerte que recibió la gobernadora de Rio Negro, por parte de este grupo sino también la renuncia de la fiscal federal de Bariloche que investiga las múltiples causas de usurpación, cortes de ruta y ataques que llevan adelante este: “cansada de la falta de apoyo de sus pares (Justicia) como del propio Estado Nacional en su labor”, confiaron fuentes cercanas a la misma.

El accionar de este grupo, recuerda mucho a las organizaciones terroristas que asolaron el país en los años 70, como fueron Montoneros o el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), quienes quisieron instalar en nuestro país una dictadura al estilo cubano, pues descreían del sistema democrático, al que consideraban “un arma de la burguesía”. Asesinatos, robos, atentados, secuestros extorsivos con torturas, la búsqueda de una “zona liberada” (habían elegido la provincia de Tucumán), desconocimiento de las autoridades constitucionalmente elegidas y de la ley vigente en aquellos años, junto al desprecio de nuestros símbolos patrios, fueron los medios que emplearon. Llamativamente igual que ahora.

Lamentablemente esta realidad y parte de la historia, es desconocida por la gran mayoría de nuestros jóvenes y de la llamada generación intermedia, quienes desde la asunción del gobierno kirchneristas y mantenido por el gobierno macrista, fueron “bombardeados” con inventados relatos que los pintan como simples jóvenes idealistas que solo querían un mundo más justo.

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  A todo ello, se debe añadirle que este grupo cuenta con apoyo implícito del gobierno de turno (lo denuncia la misma Gobernadora de Rio Negro), que no solo NO le aplica la ley como a cualquier ciudadano, sino que lo alienta en su ilícito accionar, sea a través del INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) que dicho sea de paso depende de la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación o del Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, o con la negativa del Ministerio de Seguridad de la Nación que hace grandes esfuerzos dialecticos para evitar la condena a estos grupos y para justificar la falta de prevención a sus ataques mediante la disuasión por parte del envío de fuerzas federales ante el evidente sobrepaso de las fuerzas policiales, o la insólita actitud de nuestro Embajador en Chile que solicitó la libertad condicional de Jones Huala, líder de este grupo (un flogger devenido en revolucionario). Sin dejar de mencionar el exótico acto llevado a cabo en el Ministerio de Economía de la Nación, en donde al Salón Rojo de dicho Ministerio se le puso el nombre de Salón Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, mientras en el país se dispara la inflación y no pueden controlar el dólar. Un detalle, todos estos funcionarios: o tienen pasado en Montoneros o simpatizan con este grupo terrorista.

En este contexto no podemos dejar pasar por alto que Argentina se abstuvo de votar, recientemente, una resolución de la OEA (Organización de los Estados Americanos) que exige la liberación de los presos políticos en Nicaragua, país que soporta un régimen autoritario al estilo venezolano. Toda una declaración de principios.

Si algo faltaba a este dislate, es el contundente apoyo de la Presidente de las Abuelas de Plaza de Mayo a este grupo. Fin del cuento.

Con acierto, el actual Auditor General de la Nación, Miguel Ángel Pichetto expresó que estos grupos “están siendo asesorados por ex líderes de la agrupación Montoneros” y concretamente apuntó contra Cirilo Perdía. Hay que tener memoria y recordar que Perdía fue comandante de la Organización Montoneros y llegó a ser miembro de su conducción nacional en el tercer lugar de mando. Hace aproximadamente un año, en una nota periodística digo: “Si ganábamos nosotros, no terminábamos así como estamos hoy”. Hasta el mismo sheriff bonaerense encargado de su seguridad, dice que esto es terrorismo.

Desde el gobierno por un lado y sus aliados por otro, intentan “correr el foco de la discusión” recurriendo a pueriles argumentos como comparar la actual situación con la campaña al desierto de Roca (al cual consideran un genocida) o repetir la mentada historia de la desaparición de Santiago Maldonado, cuando toda la sociedad sabe que simplemente se “ahogó”, por el harto conocido informe de 55 peritos forenses (entre oficiales y privados) que coincidieron que el cuerpo de Maldonado “no fue arrastrado ni manipulado ni presenta lesiones contusas, cortantes o penetrantes”. Mas ridículo aún, cuando sostienen -hasta impostando bronca- que quienes verdaderamente quieren quebrar la paz social son los empresarios que no bajan los precios, la oposición que no quiere dialogar y los grandes capitales que suben el precio del dólar y no “unos pacíficos mapuches que reclaman sus derechos”.

Entonces, resulta mas que atinado sostener que ayer fueron los Montoneros y hoy son los Mapuches, en lengua de buen romance, que el terrorismo se recicla para volver a actuar en nuestro país y con el apoyo del poder de turno.

Hoy cobra suma relevancia hoy aquella frase del poeta y filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana: “Quién olvida su historia está condenado a repetirla” De nosotros depende hacer de este un momento histórico para nuestro país, es nuestro deber informar, educar, alentar el pensamiento crítico, hacer conocer la historia (la verdadera), para así evitar tener que pasar nuevamente por situaciones dolorosas como la de nuestro pasado reciente.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 25, 2021


 

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