Nahuel Gallo, secuestro y traición

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Por Mauricio Ortín.

El 8 de diciembre de 2024, en San Antonio de Táchira, en la frontera de Venezuela con Colombia, el cabo primero de la gendarmería nacional argentina Nahuel Gallo fue secuestrado al apenas pisar suelo venezolano.

De Colombia a la prisión, no tuvo oportunidad ni de usar su teléfono móvil. Mucho menos de producir acción material o intelectual alguna que lesionara a a los intereses de Venezuela o su gobierno.

Gallo

El argumento -llamémoslo así- que el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, hizo público para justificar la detención de Nahuel Gallo es que éste gana 500 dólares y tiene muchos viajes al exterior.

Ante semejante respuesta, lo primero que le viene a uno es la siguiente: ¿Pero qué tendrá que ver el tocino con la velocidad?

Concluir que una persona es un espía por su salario mensual y porque viaja por el mundo es un disparate delirante.

El hecho incontrovertible de que el gendarme tiene a su pareja y su hijo en Venezuela, a quienes no veía desde hace siete meses, fue “contradicho” por el mismo Cabello con sospechas y afirmaciones tiradas de los pelos; tales, como: ¡A qué venía a Venezuela! Que lo de la novia era “una fachada”; que “si usted se quiere casar, véngase para Venezuela” y que “les dolió porque venía a cumplir una misión”, que Patricia Bullrich “es una fascista”.

¿Pero es que, todavía, hay personas que toman por veraces declaraciones de un energúmeno, asesino, corrupto, narcotraficante, liberticida, antisemita, dictador, fabulador y matón de cuarta como este sujeto? Pues sí, y no son pocos. Es increíble que, a pesar de los ocho millones de emigrados, los miles de asesinados, del escandaloso fraude perpetrado en las elecciones pasadas, de constituir un gobierno de narcotraficantes y de haber sumido en la miseria a todo un pueblo haya todavía defensores de semejante dictadura.

DOBLE VARA

Diosdado Cabello

Es verdad que en Argentina y en gran parte del mundo no constituye un delito el adherir y manifestar apoyo a un régimen criminal; siempre que éste sea de izquierda, claro está. Hablar bien de los nazis, en cambio, está prohibido (¡y bien prohibido!). Para la izquierda, nazis son los liberales y los sionistas.

Ahora bien, las cosas pasan de castaño a oscuro cuando las afirmaciones tienen consecuencias en la humanidad de Nahuel Gallo.

Es el caso, en mi opinión, de los dichos Víctor Hugo Morales y de Santiago Cúneo, blanqueadores oficiales u oficiosos del régimen criminal venezolano.

El primero tergiversa y falsea las declaraciones de la vicepresidente, Victoria Villarruel, al adjudicarle el reconocimiento de que Nahuel Gallo estaba en una misión de espionaje.

Entre otras cosas,dice: “¿Qué hace ahora la Argentina frente a los países a los que pidió ayuda para rescatar a Gallo? Colombia y Brasil deben haber creído al principio la versión del secuestro de Gallo. Ahora se enteran de que Gallo estaba nomás en una misión. (…) Una mentira trae la otra'”.

También, a pesar de una sentencia de un tribunal que dice lo contrario, se mete con la honorabilidad de una institución de la Nación y de una ministra al afirmar: “La Gendarmería argentina, en manos de Bullrich, fue capaz de la más grande mentira-invención que se conozca cuando armó el suicidio de Nisman como un crimen.

Y concluye: “… lo que pasó con Gallo, fue que se puso a jugar a ser Bond, Patricia Bond y le salió el agente 86”.

En términos paralelos se manifestó, Santiago Cúneo, en un reportaje en un canal de YouTube.

Villarruel

Según este: “…Sí, en estas últimas horas se habla y se habló horas y horas sobre el agente de inteligencia detenido en Venezuela, al cual quieren hacer pasar por un humilde gendarme que se fue de vacaciones a ver a la mujer y el absurdo de tener una Argentina confrontando con la hermana República bolivariana de Venezuela.” (…) Todo esto surge de la locura psiquiátrica del gobierno argentino de creer que puede mandar un boludo con mochila a hacer inteligencia a Venezuela, que los venezolanos son todos boludos y va a pasar”.

Pues bien, ahora el régimen criminal venezolano tiene mejores argumentos que los delirantes del infame Diosdado Cabello, para torturar, desaparecer, asesinar o usar de rehén a Nahuel Gallo.

Se los han suministrado en bandeja Víctor Hugo Morales y Santiago Cúneo, quienes, objetivamente, están trabajando para los secuestradores.

Como bien dice la ministra, el secuestro del gendarme podría configurarse como un casus belli contra la Argentina. En tal caso, el colaboracionismo de Morales y Cúneo con la narcodictadura debiera tener consecuencias.

Sumarse a la campaña de mentiras de Diosdado Cabello para desaparecer a un argentino no debiera salir gratis.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 26, 2024


 

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