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Los cárteles de la droga en México han ido evolucionando con el paso de los años, buscando la manera de fortalecerse y depender cada vez menos de sus socios comerciales, con los que tienen décadas de haber creado lazos.

Es por ello que comenzaron a cultivar hoja de coca para desplazar a los traficantes colombianos, según reveló el semanario Zeta Tijuana, el cual señala que, pese a que Colombia es el mayor productor de cocaína a nivel mundial, la ambición es algo que no tiene límites y la competencia llegó.

Informes del gabinete de Seguridad del Gobierno de México indican que el cultivo de la hoja de coca es una actividad que ha incrementado desde hace cuatro años. Esto obedece a que los grupos criminales buscan quedarse con la mayor parte de las ganancias del trasiego de estupefacientes.

Según datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), desde el primer día de diciembre de 2018 al corte del 10 de julio de 2023, los soldados han erradicado en el país 180 plantíos de hoja de coca en una superficie de más de 59.2 hectáreas en los estados de Guerrero, Michoacán y Chiapas.

En Guerrero, donde se ha localizado hasta el 90% de estos plantíos, los militares llegaron a encontrar plantas de hasta dos metros de altura.

El cultivo de hoja de coca es propio de algunos países de América del Sur, como Bolivia, Colombia, Ecuador, Chile, Perú y algunas zonas del noroeste de Argentina. Pero el avance del narco ha hecho que se siembre en México, Honduras y Guatemala.

El semanario Zeta indica que, junto con la presencia de la planta, las autoridades de esas naciones han localizado laboratorios para elaboración de cocaína.

Si bien el cultivo de la hoja de coca es apenas experimental y nada en comparación a las cantidades de cocaína procesada, a las autoridades mexicanas les preocupa que los cárteles tengan sofisticados laboratorios para procesar.

Néstor Rosania, periodista de conflictos armados, profesional en Derecho e investigador en temas de seguridad y defensa, dijo a Zeta que “Cuando uno habla de narcotráfico, realmente el nombre correcto es drogas ilícitas, y esto es porque se trata de una cadena que tiene seis eslabones que son el cultivo; segundo, el procesamiento químico; tercero, transporte del narcótico; cuarto, la venta en calle, que es el microtráfico; quinto, el consumo, y sexto, el lavado de activos”.

El experto asegura que Colombia sigue siendo el abastecedor de cocaína de varios países, pero al perder el control del mercado de la droga, otros cárteles, principalmente mexicanos, han buscado tomarlo y descentralizar el negocio.

“El gran éxito de los cárteles era tener todo el monopolio, desde el cultivo hasta el lavado de activos y tener todo armado; hoy lo que hemos visto es que hasta en el procesamiento químico, que antes lo hacían en un solo espacio, ahora lo están haciendo en dos; hay una primera parte, que es la pasta base, y después sale el clorhidrato de cocaína”.