Cuando visitamos un shopping (mall), muchas veces pasamos largo tiempo admirando los productos que las vidrieras presentan. Son cosas que muchas veces nos gustaría recibir de regalo. ¡A todos nos gusta recibir regalos! ¿Y de dar regalos, también nos gusta?
Quizá pensemos: “Me gustaría dar muchos regalos, pero…no tengo condiciones financieras para comprar y dar regalos”. En verdad, el mejor regalo que podemos dar no necesita dinero. ¡No está a la venta en tienda alguna! ¡No es visto en ninguna vidriera de un shopping! Es nuestro corazón, envuelto con mucho amor para aquél que merece todos nuestros regalos, y siempre presto a perdonar nuestros errores. Cuando damos ese presente, la otra parte se pone muy feliz y nosotros nos ponemos felices también. Así nos abrazamos y sentimos el confort de las manos.
No gastamos nuestro dinero y recibimos el afecto y la promesa de que nada nos faltará y de que todas nuestras necesidades afectivas serán satisfechas. Damos el mejor regalo que podríamos dar y recibimos un regalo aún mayor: el goce y el regocijo de tener la certeza de vivir para siempre con nuestro amor.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires) recibe un Abrazo,
y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que
prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y
mucha Prosperidad.
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Por CLAUDIO VALERIO
LOS REGALOS
Cuando visitamos un shopping (mall), muchas veces pasamos largo tiempo admirando los productos que las vidrieras presentan. Son cosas que muchas veces nos gustaría recibir de regalo. ¡A todos nos gusta recibir regalos! ¿Y de dar regalos, también nos gusta?
Quizá pensemos: “Me gustaría dar muchos regalos, pero…no tengo condiciones financieras para comprar y dar regalos”. En verdad, el mejor regalo que podemos dar no necesita dinero. ¡No está a la venta en tienda alguna! ¡No es visto en ninguna vidriera de un shopping! Es nuestro corazón, envuelto con mucho amor para aquél que merece todos nuestros regalos, y siempre presto a perdonar nuestros errores. Cuando damos ese presente, la otra parte se pone muy feliz y nosotros nos ponemos felices también. Así nos abrazamos y sentimos el confort de las manos.
No gastamos nuestro dinero y recibimos el afecto y la promesa de que nada nos faltará y de que todas nuestras necesidades afectivas serán satisfechas. Damos el mejor regalo que podríamos dar y recibimos un regalo aún mayor: el goce y el regocijo de tener la certeza de vivir para siempre con nuestro amor.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires) recibe un Abrazo,
y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita que
prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y
mucha Prosperidad.
Claudio Valerio
®. Valerius
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 24, 2020