La muy valiente y siempre activa doctora Andrea Palomas Alarcón hurgó en los periódicos de hoy, descubriendo impresiones de ciudadanos comunes ante la problemática nacional.
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Chocobar
Todo delincuente sabe, por su proceder, que corre riesgos: tener que huir, ser detenido, pelear, ser herido o morir. Cuando huye puede rendirse o afrontar el riesgo en cualquiera de sus etapas.
Al tratar de escaparse provoca la situación riesgosa, que le es imputable, así como sus consecuencias. Esta causalidad le es directamente atribuible por su accionar ilícito y su pretensión de fuga. Quien lo persigue trata, con los medios que tiene, de impedirlo.
Cuando lo consigue, el resultado puede ser abrupto, pero provocado por quien se puso en esa situación de riesgo a sabiendas. Esto debería justificar a Chocobar, quien actuó dentro de la esfera del riesgo que provocó y afrontó el delincuente, quien no se detuvo y resistió la detención.
Además, a quien dispara una bala azarosa, corriendo, no se le puede atribuir intención de matar. Hay instinto, no intencionalidad. Todo esto admite más desarrollos, pero estimo basta para exculpar a Chocobar.
Vi el reportaje del doctor Alconada Mon al periodista Uki Goñi en la página web, que me sorprendió porque la nacion nunca tuvo una visión sesgada de la guerra contra la subversión y sus consecuencias, e incluso ponderó la conocida postura equidistante de Graciela Fernández Meijide. Sin embargo, Goñi omitió decir que la guerra comenzó durante el gobierno constitucional peronista; comparó la actuación de las FF.AA. argentinas con el genocidio de judíos por Hitler, aunque fueron totalmente distintas (Hitler no tuvo motivo valedero alguno para asesinar seis millones de judíos por solo serlo; la represión argentina fue consecuencia directa de la violencia iniciada por la guerrilla, lo que Goñi también omitió). Omitir es mentir, desinformar a la audiencia.
Hubo excesos y murieron inocentes, pero de ambos bandos en pugna y no de uno solo, como pretendió Goñi. Omitió que en todas las guerras siempre hubo lamentables consecuencias (por ejemplo, Hiroshima y Nagasaki). Goñi mintió cuando dijo que hubo un solo marino muerto por la guerrilla: pasó por alto el asesinato del almirante Hermes Quijada y el asesinato por la espalda del suboficial de la ESMA que impidió que el guardiamarina César Urien saliera de la unidad a la que pertenecía con cinco camiones cargados de armas que robaba para Montoneros. Urien fue condenado por un consejo de guerra a prisión perpetua y amnistiado el 25 de mayo de 1973. Al asumir Néstor Kirchner como presidente, le devolvió el estado militar, lo ascendió, lo indemnizó y lo designó director del Astillero Naval de Río Santiago. Y Goñi omitió también el asesinato de la hija del almirante Lambruschini, entre otros. Lamento que se hayan posibilitado tantas mentiras directas por omisión.
Enrique Munilla
DNI 4.433.538
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Memoria y justicia
Respecto de la carta del señor Enzo Scaletta, quiero decirle que para superar las adversidades del pasado necesitaremos, como dijera en otra misiva reciente el general Juan M. Giuliano, una memoria sin ideología, una verdad completa y una justicia sin venganza.
Comparto la indignación que provocó la actitud del colegio que quiere dejar sin trabajo a la señora Cecilia Pando.
El país de la intolerancia, el escrache y la persecución no es el que queremos la mayoría de los argentinos.
Todo mi apoyo a la profesora Pando y mis deseos que el establecimiento recapacite y no deje sin trabajo a una persona que lo único que hizo, con enorme valentía, fue poner en evidencia el relato sesgado del gobierno anterior sobre una parte de nuestra historia.
“¡Morir por la patria, oh valientes; morir defendiendo su honor, es este el ideal más ardiente, de argentino que es todo valor!”
Sean estas estrofas de la “Canción del Infante Argentino”, y el juramento de seguir la bandera hasta perder la vida, mi más sincero y sentido homenaje a los caídos en Malvinas.
La muy valiente y siempre activa doctora Andrea Palomas Alarcón hurgó en los periódicos de hoy, descubriendo impresiones de ciudadanos comunes ante la problemática nacional.
Chocobar
Todo delincuente sabe, por su proceder, que corre riesgos: tener que huir, ser detenido, pelear, ser herido o morir. Cuando huye puede rendirse o afrontar el riesgo en cualquiera de sus etapas.
Al tratar de escaparse provoca la situación riesgosa, que le es imputable, así como sus consecuencias. Esta causalidad le es directamente atribuible por su accionar ilícito y su pretensión de fuga. Quien lo persigue trata, con los medios que tiene, de impedirlo.
Cuando lo consigue, el resultado puede ser abrupto, pero provocado por quien se puso en esa situación de riesgo a sabiendas. Esto debería justificar a Chocobar, quien actuó dentro de la esfera del riesgo que provocó y afrontó el delincuente, quien no se detuvo y resistió la detención.
Además, a quien dispara una bala azarosa, corriendo, no se le puede atribuir intención de matar. Hay instinto, no intencionalidad. Todo esto admite más desarrollos, pero estimo basta para exculpar a Chocobar.
Ricardo Flomenbaum
DNI 4.198.607
[/ezcol_1fifth] [ezcol_1fifth]Omisiones de Goñi
Vi el reportaje del doctor Alconada Mon al periodista Uki Goñi en la página web, que me sorprendió porque la nacion nunca tuvo una visión sesgada de la guerra contra la subversión y sus consecuencias, e incluso ponderó la conocida postura equidistante de Graciela Fernández Meijide. Sin embargo, Goñi omitió decir que la guerra comenzó durante el gobierno constitucional peronista; comparó la actuación de las FF.AA. argentinas con el genocidio de judíos por Hitler, aunque fueron totalmente distintas (Hitler no tuvo motivo valedero alguno para asesinar seis millones de judíos por solo serlo; la represión argentina fue consecuencia directa de la violencia iniciada por la guerrilla, lo que Goñi también omitió). Omitir es mentir, desinformar a la audiencia.
Hubo excesos y murieron inocentes, pero de ambos bandos en pugna y no de uno solo, como pretendió Goñi. Omitió que en todas las guerras siempre hubo lamentables consecuencias (por ejemplo, Hiroshima y Nagasaki). Goñi mintió cuando dijo que hubo un solo marino muerto por la guerrilla: pasó por alto el asesinato del almirante Hermes Quijada y el asesinato por la espalda del suboficial de la ESMA que impidió que el guardiamarina César Urien saliera de la unidad a la que pertenecía con cinco camiones cargados de armas que robaba para Montoneros. Urien fue condenado por un consejo de guerra a prisión perpetua y amnistiado el 25 de mayo de 1973. Al asumir Néstor Kirchner como presidente, le devolvió el estado militar, lo ascendió, lo indemnizó y lo designó director del Astillero Naval de Río Santiago. Y Goñi omitió también el asesinato de la hija del almirante Lambruschini, entre otros. Lamento que se hayan posibilitado tantas mentiras directas por omisión.
Enrique Munilla
DNI 4.433.538
[/ezcol_1fifth] [ezcol_1fifth]Memoria y justicia
Respecto de la carta del señor Enzo Scaletta, quiero decirle que para superar las adversidades del pasado necesitaremos, como dijera en otra misiva reciente el general Juan M. Giuliano, una memoria sin ideología, una verdad completa y una justicia sin venganza.
Guillermo Dagnino
guillecer11@gmail.com
[/ezcol_1fifth] [ezcol_1fifth]Intolerancia
Comparto la indignación que provocó la actitud del colegio que quiere dejar sin trabajo a la señora Cecilia Pando.
El país de la intolerancia, el escrache y la persecución no es el que queremos la mayoría de los argentinos.
Todo mi apoyo a la profesora Pando y mis deseos que el establecimiento recapacite y no deje sin trabajo a una persona que lo único que hizo, con enorme valentía, fue poner en evidencia el relato sesgado del gobierno anterior sobre una parte de nuestra historia.
María Rodríguez
maria.marge.rod@gmail.com
[/ezcol_1fifth] [ezcol_1fifth_end]Caídos en Malvinas
“¡Morir por la patria, oh valientes; morir defendiendo su honor, es este el ideal más ardiente, de argentino que es todo valor!”
Sean estas estrofas de la “Canción del Infante Argentino”, y el juramento de seguir la bandera hasta perder la vida, mi más sincero y sentido homenaje a los caídos en Malvinas.
Jorge Alberto Funes
Soldado clase 1948
DNI 5.077.354
[/ezcol_1fifth_end]PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 29, 2018
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