La moneda ese oscuro objeto del deseo que, siendo tan pequeño y en la actualidad de tan poco valor, domina a nivel mundial los mercados y el día a día de todas las personas. Por tanto, primero hay que situarse en el paso previo a la aparición de esta para comprender por qué el ser humano se vio obligado a crearla. Es una pieza de un metal resistente, con un un peso y unas dimensiones específicas (para que todas sean iguales). Solemos encontrarla de diversos tamaños dependiendo del valor que posea cada una. Dependiendo del país, este objeto tendrá un sello que la diferencie. En la actualidad el nombre también sirve para designar al billete.
Anteriormente a la aparición de la moneda, el trueque era el sistema utilizado por las diferentes sociedades para el intercambio de objetos, o la forma de pagar algunos servicios. El problema era que en muchas ocasiones los cambios eran muy injustos, pues el trabajo realizado por un artesano era compensado, por ejemplo, con algo de alimento que, además de ser perecedero en el tiempo, no igualaba en ocasiones el trabajo realizado por este. De esa manera se comenzaron a usar una serie de objetos realizados en metal como forma de pago y este podía llegar a tener diferentes formas. Un ejemplo de ello se encuetra en China donde por el año 1100 a.C. se han descubierto objetos en forma de cuchillos o hachas (de pequeñas dimensiones) que servían como forma de pago a unos servicios prestados o por el intercambio de algún producto. Pero con el tiempo, las diferentes sociedades se vieron en la obligación de crear un sistema algo más complejo para los intercambios, dado que el comercio comenzaba a ser realizado a gran escala, siendo insuficiente el modelo del trueque.
Las primeras monedas que aparecieron se sitúan en la zona de Lidia hacía el año 680 a.C. y en las representaciones aparece la figura del león, un elemento muy común en dicha zona, pues es un animal relacionado con la realeza y con el poder. Sabemos que son monedas y no sellos porque tienen un peso y unas dimensiones específicas, unos 4.75g y se encuentran realizadas en electrum (una aleación que se encuentra en la naturaleza y que está formada por oro y plata). Desde ese momento, podemos decir que, gracias al comercio a gran escala, las monedas comenzaron a ser necesarias en todos los lugares civilizados que había por aquel entonces, llegando hasta Persia por un lado y a Grecia por el otro. De esa manera comenzaremos a encontrar un sinfín de monedas con diferentes signos, dependiendo del lugar de donde procedieran.
La historia y evolución de la moneda continúa en Grecia donde encontraremos las primeras monedas con la composición más estable, las cuales pesaban entre los 65-67 g, siendo de plata. Esta podemos decir que sería la primera moneda universal, por ser la de mayor valor intrínseco, el dracma. El problema vino cuando las reservas de metales preciosos comenzaron a escasear, de esa manera, el Estado tuvo que crear el dinero fiduciario, es decir, sacar unas monedas cuyo valor era menor al que reflejaban, estando realizadas con otros metales, como por ejemplo eran el bronce o el cobre. Estas venían refrendadas por las reservas de oro y plata que el país tenía guardadas en el tesoro. Pero el inconveniente estaba en las transacciones fuera del Estado, es decir, un mercader proveniente de otro país, no aceptaba el dinero fiduciario, sino que se le debía pagar con metal precioso. De esa manera, las monedas de oro y plata quedaban para los pagos hacia otros países.
Tras la caída de Roma en el año 476, todas las provincias romanas pasaron a conformar una serie de reinos bárbaros que con el tiempo darían lugar a las naciones europeas actuales. Durante el intervalo conocido como la Alta Edad Media, la moneda prácticamente dejo de existir pues los mercados se vinieron abajo, sobre todo los que unían Roma con el norte europeo, quedando un pequeño vestigio en la zona del mediterráneo, el cual mantuvo ese comercio, pero a menor escala.
De esa manera, el comercio terrestre se siguió realizando pero a pequeña escala (entre aldeas) y la forma de pago paso de nuevo prácticamente al trueque. No sería hasta la Plena Edad Media, cuando las monedas comenzaron de nuevo a surgir, debido sobre todo al hallazgo de nuevas minas, las cuales proporcionaron a Europa un nuevo ingreso de metal precioso. Sería en este momento cuando las ciudades abandonadas por los romanos comenzaron de nuevo a ser habitadas creándose algunas exnovo y reorganizando las antiguas. Fue en ese momento cuando se produciría la mejora en el sistema de mercados, creándose varias líneas que unían toda Europa. Estando estas entrelazadas por el sistema de ferias.
Con el tiempo, la red de mercados fue haciéndose cada vez más grande y con el descubrimiento de América y la posterior colonización, el sistema mercantil conoció su mayor avance en siglos. Sería en este momento cuando apareciera de nuevo una moneda universal que dominaría todo el mundo durante siglos, esta era el real de a ocho, instaurado por Felipe II, esta moneda tenía un gran valor intrínseco debido al valor de los metales con las que estaba hecha y servía para pagar las deudas que tenía el Imperio por Europa y a los soldados que tenía luchando por todo el camino español. El problema estaba en la gran cantidad de delincuentes que había apostados en las diferentes redes comerciales, por los que los mercaderes no estaban seguros de poder mover sus mercancías de un lugar a otro sin la seguridad de no perderlas por el camino.
De esa manera, y gracias a la aparición de los bancos, se comenzaron a usar otros sistemas de pago, como fue el papel moneda, que podemos relacionar con los antepasados de los cheques. En pocas palabras, una persona podía llevar consigo una gran cantidad de dinero sin llevarlo. No sería hasta finales del Siglo XVIII cuando comenzaremos a ver lo que conocemos hoy como billetes, siendo los primeros en utilizarlos los americanos. Parece ser que esta forma de dinero fiduciario apareció por un problema de pagos en tiempos de guerra ya que se necesitaba pagar a los soldados, de esa manera en vez de dar pagarés, los bancos comenzaron a crear los denominados greenback, los cuales eran unos billetes los cuales estaban marcados con ciertos tipos de valores. Tras la guerra, los bancos centrales vieron una gran idea esta forma de pagos y fue institucionalizada.
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Por Jill MacLean.
La moneda ese oscuro objeto del deseo que, siendo tan pequeño y en la actualidad de tan poco valor, domina a nivel mundial los mercados y el día a día de todas las personas. Por tanto, primero hay que situarse en el paso previo a la aparición de esta para comprender por qué el ser humano se vio obligado a crearla. Es una pieza de un metal resistente, con un un peso y unas dimensiones específicas (para que todas sean iguales). Solemos encontrarla de diversos tamaños dependiendo del valor que posea cada una. Dependiendo del país, este objeto tendrá un sello que la diferencie. En la actualidad el nombre también sirve para designar al billete.
Anteriormente a la aparición de la moneda, el trueque era el sistema utilizado por las diferentes sociedades para el intercambio de objetos, o la forma de pagar algunos servicios. El problema era que en muchas ocasiones los cambios eran muy injustos, pues el trabajo realizado por un artesano era compensado, por ejemplo, con algo de alimento que, además de ser perecedero en el tiempo, no igualaba en ocasiones el trabajo realizado por este. De esa manera se comenzaron a usar una serie de objetos realizados en metal como forma de pago y este podía llegar a tener diferentes formas. Un ejemplo de ello se encuetra en China donde por el año 1100 a.C. se han descubierto objetos en forma de cuchillos o hachas (de pequeñas dimensiones) que servían como forma de pago a unos servicios prestados o por el intercambio de algún producto. Pero con el tiempo, las diferentes sociedades se vieron en la obligación de crear un sistema algo más complejo para los intercambios, dado que el comercio comenzaba a ser realizado a gran escala, siendo insuficiente el modelo del trueque.
Las primeras monedas que aparecieron se sitúan en la zona de Lidia hacía el año 680 a.C. y en las representaciones aparece la figura del león, un elemento muy común en dicha zona, pues es un animal relacionado con la realeza y con el poder. Sabemos que son monedas y no sellos porque tienen un peso y unas dimensiones específicas, unos 4.75g y se encuentran realizadas en electrum (una aleación que se encuentra en la naturaleza y que está formada por oro y plata). Desde ese momento, podemos decir que, gracias al comercio a gran escala, las monedas comenzaron a ser necesarias en todos los lugares civilizados que había por aquel entonces, llegando hasta Persia por un lado y a Grecia por el otro. De esa manera comenzaremos a encontrar un sinfín de monedas con diferentes signos, dependiendo del lugar de donde procedieran.
La historia y evolución de la moneda continúa en Grecia donde encontraremos las primeras monedas con la composición más estable, las cuales pesaban entre los 65-67 g, siendo de plata. Esta podemos decir que sería la primera moneda universal, por ser la de mayor valor intrínseco, el dracma. El problema vino cuando las reservas de metales preciosos comenzaron a escasear, de esa manera, el Estado tuvo que crear el dinero fiduciario, es decir, sacar unas monedas cuyo valor era menor al que reflejaban, estando realizadas con otros metales, como por ejemplo eran el bronce o el cobre. Estas venían refrendadas por las reservas de oro y plata que el país tenía guardadas en el tesoro. Pero el inconveniente estaba en las transacciones fuera del Estado, es decir, un mercader proveniente de otro país, no aceptaba el dinero fiduciario, sino que se le debía pagar con metal precioso. De esa manera, las monedas de oro y plata quedaban para los pagos hacia otros países.
Tras la caída de Roma en el año 476, todas las provincias romanas pasaron a conformar una serie de reinos bárbaros que con el tiempo darían lugar a las naciones europeas actuales. Durante el intervalo conocido como la Alta Edad Media, la moneda prácticamente dejo de existir pues los mercados se vinieron abajo, sobre todo los que unían Roma con el norte europeo, quedando un pequeño vestigio en la zona del mediterráneo, el cual mantuvo ese comercio, pero a menor escala.
De esa manera, el comercio terrestre se siguió realizando pero a pequeña escala (entre aldeas) y la forma de pago paso de nuevo prácticamente al trueque. No sería hasta la Plena Edad Media, cuando las monedas comenzaron de nuevo a surgir, debido sobre todo al hallazgo de nuevas minas, las cuales proporcionaron a Europa un nuevo ingreso de metal precioso. Sería en este momento cuando las ciudades abandonadas por los romanos comenzaron de nuevo a ser habitadas creándose algunas exnovo y reorganizando las antiguas. Fue en ese momento cuando se produciría la mejora en el sistema de mercados, creándose varias líneas que unían toda Europa. Estando estas entrelazadas por el sistema de ferias.
Con el tiempo, la red de mercados fue haciéndose cada vez más grande y con el descubrimiento de América y la posterior colonización, el sistema mercantil conoció su mayor avance en siglos. Sería en este momento cuando apareciera de nuevo una moneda universal que dominaría todo el mundo durante siglos, esta era el real de a ocho, instaurado por Felipe II, esta moneda tenía un gran valor intrínseco debido al valor de los metales con las que estaba hecha y servía para pagar las deudas que tenía el Imperio por Europa y a los soldados que tenía luchando por todo el camino español. El problema estaba en la gran cantidad de delincuentes que había apostados en las diferentes redes comerciales, por los que los mercaderes no estaban seguros de poder mover sus mercancías de un lugar a otro sin la seguridad de no perderlas por el camino.
De esa manera, y gracias a la aparición de los bancos, se comenzaron a usar otros sistemas de pago, como fue el papel moneda, que podemos relacionar con los antepasados de los cheques. En pocas palabras, una persona podía llevar consigo una gran cantidad de dinero sin llevarlo. No sería hasta finales del Siglo XVIII cuando comenzaremos a ver lo que conocemos hoy como billetes, siendo los primeros en utilizarlos los americanos. Parece ser que esta forma de dinero fiduciario apareció por un problema de pagos en tiempos de guerra ya que se necesitaba pagar a los soldados, de esa manera en vez de dar pagarés, los bancos comenzaron a crear los denominados greenback, los cuales eran unos billetes los cuales estaban marcados con ciertos tipos de valores. Tras la guerra, los bancos centrales vieron una gran idea esta forma de pagos y fue institucionalizada.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 1, 2022