El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha hecho saltar las alarmas entre los turistas que se dirigen a Turquía en busca de procedimientos de belleza menos costosos luego de detectar en el país casi 70 casos de botulismo en personas que se sometieron a inyecciones de bótox para adelgazar.
Las inyecciones intragástricas de la neurotoxina botulínica realizadas en una clínica privada de Estambul y en otra de la ciudad de Esmirna, entre el 22 de febrero y el 1 de marzo de este año, dejaron a 67 clientes con botulismo. Todos los casos de la enfermedad están vinculados con el procedimiento contra la obesidad con el uso del bótox al que se sometieron los afectados.
De los casos reportados, 12 se detectaron en ciudadanos de Alemania, uno de Austria, otro de Suiza y 53 de Turquía. Los síntomas variaron de leves a graves y varios pacientes tuvieron que ser hospitalizados. Algunos terminaron ingresados en unidades de cuidados intensivos y recibieron tratamiento con antitoxina botulínica.
Mientras el ECDC señala que no queda claro si el desarrollo del botulismo se debió a irregularidades en los procedimientos médicos o si fue por un problema con la sustancia administrada, las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades turcas no hallaron problema alguno con la neurotoxina botulínica como tal, utilizada en los tratamientos.
Si bien resultó que los productos de bótox eran originales y contaban con las autorizaciones de uso, las investigaciones revelaron que no estaban aprobados para el tratamiento de la obesidad mediante inyección intragástrica.
Las autoridades turcas abrieron los casos contra las partes involucradas, al tiempo que en ambas clínicas se suspendió el trabajo de los departamentos que se dedicaban a esos procedimientos. Del total de los casos de botulismo detectados, 60 se registraron en la clínica de Estambul y tres en la clínica de Esmirna.
Pese a tratarse únicamente de dos centros médicos donde se detectaron irregularidades asociadas con la aparición de la enfermedad, el ECDC recomendó “enérgicamente” a todos los ciudadanos europeos abstenerse de los tratamientos intragástricos con bótox en Turquía, “ya que actualmente se asocian con un riesgo significativo de desarrollar botulismo”.
El regulador europeo también aconsejó acudir al médico a quienes ya se sometieron a esos procedimientos contra la obesidad en Estambul o Esmirna últimamente, sobre todo si sienten debilidad y dificultades a la hora de respirar o tragar.
Los síntomas de botulismo incluyen la debilidad y fatiga, así como visión borrosa, párpados caídos, dificultad para tragar y sequedad de boca, cuando se trata de los efectos tóxicos por tratamientos cosméticos. Los tratamientos terapéuticos pueden provocar dificultades para respirar, lo que es indicativo de una sobredosis de toxina botulínica.
Los síntomas pueden ser muy graves y producir una parálisis. La recuperación completa puede durar semanas o meses. Mientras hay pocos datos sobre la mortalidad por botulismo tras intervenciones médicas, en el caso del botulismo de origen alimentario entre el 5 % y el 10 % de los casos son mortales.
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El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha hecho saltar las alarmas entre los turistas que se dirigen a Turquía en busca de procedimientos de belleza menos costosos luego de detectar en el país casi 70 casos de botulismo en personas que se sometieron a inyecciones de bótox para adelgazar.
Las inyecciones intragástricas de la neurotoxina botulínica realizadas en una clínica privada de Estambul y en otra de la ciudad de Esmirna, entre el 22 de febrero y el 1 de marzo de este año, dejaron a 67 clientes con botulismo. Todos los casos de la enfermedad están vinculados con el procedimiento contra la obesidad con el uso del bótox al que se sometieron los afectados.
De los casos reportados, 12 se detectaron en ciudadanos de Alemania, uno de Austria, otro de Suiza y 53 de Turquía. Los síntomas variaron de leves a graves y varios pacientes tuvieron que ser hospitalizados. Algunos terminaron ingresados en unidades de cuidados intensivos y recibieron tratamiento con antitoxina botulínica.
Mientras el ECDC señala que no queda claro si el desarrollo del botulismo se debió a irregularidades en los procedimientos médicos o si fue por un problema con la sustancia administrada, las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades turcas no hallaron problema alguno con la neurotoxina botulínica como tal, utilizada en los tratamientos.
Si bien resultó que los productos de bótox eran originales y contaban con las autorizaciones de uso, las investigaciones revelaron que no estaban aprobados para el tratamiento de la obesidad mediante inyección intragástrica.
Las autoridades turcas abrieron los casos contra las partes involucradas, al tiempo que en ambas clínicas se suspendió el trabajo de los departamentos que se dedicaban a esos procedimientos. Del total de los casos de botulismo detectados, 60 se registraron en la clínica de Estambul y tres en la clínica de Esmirna.
Pese a tratarse únicamente de dos centros médicos donde se detectaron irregularidades asociadas con la aparición de la enfermedad, el ECDC recomendó “enérgicamente” a todos los ciudadanos europeos abstenerse de los tratamientos intragástricos con bótox en Turquía, “ya que actualmente se asocian con un riesgo significativo de desarrollar botulismo”.
El regulador europeo también aconsejó acudir al médico a quienes ya se sometieron a esos procedimientos contra la obesidad en Estambul o Esmirna últimamente, sobre todo si sienten debilidad y dificultades a la hora de respirar o tragar.
Los síntomas de botulismo incluyen la debilidad y fatiga, así como visión borrosa, párpados caídos, dificultad para tragar y sequedad de boca, cuando se trata de los efectos tóxicos por tratamientos cosméticos. Los tratamientos terapéuticos pueden provocar dificultades para respirar, lo que es indicativo de una sobredosis de toxina botulínica.
Los síntomas pueden ser muy graves y producir una parálisis. La recuperación completa puede durar semanas o meses. Mientras hay pocos datos sobre la mortalidad por botulismo tras intervenciones médicas, en el caso del botulismo de origen alimentario entre el 5 % y el 10 % de los casos son mortales.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 18, 2023