El IEEBA ha resuelto la publicación de los Prólogos de la serie de libros publicados por nuestro presidente -Grl H. J. Auel- a través de las Editoriales de las Universidades Maimónides y Católica de la Plata y del Interamerican Institute of Democracy -EE.UU.- bajo el título común “POLÍTICA Y ESTRATEGIA INTERNACIONAL CONTEMPORÁNEA”, que abarcan -en el tiempo- desde la iniciación de la Guerra Fría -1947- hasta la Grave Crisis Financiera Internacional -2008-, por entender que dichos Prólogos sintetizan la evolución de la situación Internacional, Regional y Nacional -argentina- que explican los acontecimientos que vivimos en la grave y crítica actualidad. CABA, Octubre de 2021.
Dr. Jorge Corrado -Director IEEBA
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE LA PLATA
IPIPEC
POLÍTICA INTERNACIONAL CONTEMPORÁNEA
Y
ESTRATEGIA INTERNACIONAL CONTEMPORÁNEA
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PRÓLOGO A LA EDICIÓN 2007
La presente “Edición 2007” da continuidad, en un solo tomo, a nuestros dos libros titulados “Política Internacional Contemporánea” y “Estrategia Contemporánea Sudamericana”, editados por el “Centro FICCH” de la Universidad Maimonides, en el año 2006.
Esta edición, que abarca desde el año 2003 al 2006, actualiza y complementa a la anterior -que cubrió el período 1947/2002- y por esa razón, la consideramos “básica”. La próxima publicación corresponderá a la actualización 2007-2009. La “Edición 2006” será la base de consulta permanente para el seguimiento de la situación internacional, regional y nacional, a tratar por las ediciones posteriores.
Las actualizaciones periódicas se hacen hoy necesarias por el alto dinamismo que presentan las situaciones Políticas y Estratégicas Internacionales Contemporáneas, en un marco global que ha adquirido un alto ritmo de evolución en los últimos años y un gran número de hechos trascendentes que configuran, cada vez con mayor intensidad, los rasgos de un difuso y complejo “nuevo orden internacional” (NOI), en particular desde el abrupto final de la posguerra fría, el 11S01.
Insistimos en tener siempre presentes los conceptos desarrollados en la edición inicial, a modo de sólido cimiento “contemporáneo”. Sobre esa base continuaremos construyendo nuestros análisis sociopolíticos y estratégicos, afectados profundamente por esta “primera globalización planetaria” desde 1991 y referenciando siempre los acontecimientos internacionales a nuestra compleja situación regional iberoamericana y nacional argentina.
Hemos considerado como punto de partida de las Ediciones 2006 a la iniciación de la Guerra Fría, en 1947, con la “declaración Truman”. La emergencia en el escenario mundial de las Repúblicas Imperiales, la presencia de nuevos organismos internacionales y de los arsenales QBN, impusieron un cambio notable en el mapa político-estratégico mundial.
La “Pax Británica” había llegado a su fin y Europa, luego de sus dos sangrientas guerras civiles, (1914/1918 y 1939/1945) cedía su posición hegemónica, como rectora de Occidente, iniciaba su reconstrucción con el Plan Marshall ofrecido por EE. UU. y continuaba su decadencia cultural, acelerada por la percepción social, en las décadas subsiguientes, de constituirse en el espacio de la futura batalla nuclear de la confrontación E-O.
El Meridiano de Greenwich cedía paso a dos nuevos ejes hemisféricos, que pasaban por Washington y Moscú. Sin embargo, cierta inercia académica nos retiene con la visión geográfica de la “Proyección Mercator”, ampliamente superada hoy por los hechos políticos y estratégicos acontecidos.
Toda una biblioteca político-estratégica pasaba a ser historia, luego de los lanzamientos nucleares en Japón y se presentaban nuevas y numerosas teorías y algunas doctrinas, para enfrentar a una situación internacional muy diferente. Dichas doctrinas han quedado descriptas en los módulos iniciales de nuestra Edición 2006 y su conocimiento es básico para interpretar al acelerado proceso actual, cualitativamente innovador.
La bipolaridad ideológica-militar E-O dio lugar a una nueva y extraña guerra mundial –la “guerra fría”, iniciada en 1947 con la “Doctrina Truman”- y tuvo un inesperado final en 1989/1991, con la implosión de uno de sus dos actores imperiales: la URSS. La libertad y el capitalismo se habían impuesto al comunismo. EE.UU. quedaba como única superpotencia mundial y los hemisferios E-O, confrontados hasta entonces en una pugna inmovilizada por la disuasión nuclear, daban paso a la “Pax Americana Planetaria” o “Pax Global”, en el ámbito de una gran confusión conceptual, entre intelectuales y analistas.
La guerra fría se había desarrollado durante cuarenta y tres años caracterizados por una estratificación política-estratégica, bipolar y maniquea, bajo el palio de la “pax delterror nuclear” que controló al Hemisferio Norte y arrasó al Hemisferio Sur, con diferenciadas “guerras civiles revolucionarias” caracterizadas por matices particulares, en cada país e instrumentadas por el terrorismo-revolucionario doméstico, bajo conducción estratégica externa, unificada e internacionalizada. Las superpotencias se enfrentaban, en el Hemisferio Sur, en guerras “no convencionales” de baja intensidad
A partir de 1991 y hasta el 2001, se desarrolló una breve y confusa “posguerra fría” de diez años de duración y hoy, en el 2007, nos encontramos en el transcurso de una nueva etapa de la política internacional contemporánea, teñida por la “guerra mundial contraterrorista”, en su quinto año de existencia.
Esta inesperada “guerra contra el terror global”, como lo estableció Bouthoul en su monumental tratado (1), corresponde al ingreso de la humanidad a una “globalización planetaria” acelerada y a una nueva y simultánea etapa de civilización, la “delconocimiento”, que se iniciara a fines de la GM II.
Ambas reconocen como catalizador central al ordenador, instrumento imprescindible entonces para conducir la enorme logística de los aliados en la “Operación Overlord” y actualmente eje de la tecnología de la información, de las comunicaciones, de la administración y también de las amenazas y riesgos estratégicos “globalizados”.Hay una nueva forma de producir y una nueva forma de hacer la guerra.
Está presente desde aquel momento (1945) la PC, impulsando aceleradamente al “tiempo ritmo” en la investigación y desarrollo. Su consecuencia ha sido la progresiva y continuada Revolución Científico-Tecnológica, con una decisiva influencia en los procesos sociales, políticos y económicos, en el marco de esta situación inédita e insoslayable.
Los cambios cualitativos y el creciente ritmo de los acontecimientos internacionales, han sido descriptos y fundamentados en la edición anterior. Ahora, en la presente, daremos continuidad al seguimiento de los actos y hechos político-estratégicos internacionales y domésticos trascendentes, que se suceden cada vez con mayor frecuencia, variando la fisonomía de las interrelaciones, las interdependencias, las alianzas y los bloques.
Para dar una imagen contundente que facilite la rápida comprensión de la fluida y cambiante situación política descripta, hemos encontrado, en el primer párrafo de un artículo de Laura Etcharren –“El componente trágico enla modernidad”- (2) una gráfica síntesis que deseamos transcribir en este prólogo, para iluminar el camino a recorrer en el libro. Dice L. Etcharren:
“El concepto de tragedia no sólo se manifiesta en el arte, sino también en la vida política, ya que con el advenimiento de la modernidad las garantías trascendentales del hombre desapareceny lapolítica comienza a reflejar de manera más aguda su componente trágico”.
Señalábamos con anterioridad que la crisis-decadencia que nos envuelve tiene efectos fácilmente comprobables a través de los sentidos. Están en la superficie situacional. Sus causas, en cambio, están en la profundidad antropológica de las culturas,que diferencian a lospueblos fuertes, confiables yexpansivos, de aquellos otros, los relativizados,débiles, no creíbles y contractivos.
Allí, en el seno de los pueblos débiles, surge la “tragedia política” de quienes han debilitado sus valores y deciden mal, como bien lo señalara Maquiavelo en el Renacimiento. La corrupción moral de la sociedad quiebra a la ética política y ésta produce la desconfianza interna, entre el mandante y el mandatario y la desconfianza externa, entre los actores del sistema internacional y esos estados débiles, no creíbles, sin visión de futuro, sin aliados ni adscripciones.
Este concepto se complica cuando los actores transculturizados operan desde un estado republicano ausente, con aparentes instituciones en manos de una dirigencia que se autodenomina “progresista”, carente de identidad firme, motivada por un supino idealismo voluntarista, prejuicioso e ideologizado y, además no exento, necesariamente, de un alto nivel de corrupción.
Desde esa posición falaz, estos dirigentes han resuelto quitar toda disuasión frente al delito, ya fuere ésta la originada por la presencia de la fuerza legal y legítima del estado, del sector sano de la sociedad y/o de la normal y natural aplicación estricta de la ley. El estadio de inseguridad e indefensión consecuente es natural efecto de esa inicua destrucción institucional-estatal y de la consecuente anomia social generalizada, ambas provocadas por claras señales de renunciamiento en el ejercicio del poder público y por el establecimiento de una débil cultura, que convoca al delito común y a la agresión estratégica, como lo previera Hobbes. Quedan así desarmadoslos espíritusy los brazos de los ciudadanos.
Etcharren-Hobbes (2), agregan al respecto:
Un estado de guerra subsistirá, dado que los hombres se pelean porque son sujetosdeseantes,se pelean por naturalezay es aquí precisamente donde aparece elcarácter trágico (porque nada puede impedir el peor desenlace) y sólo se puede salir del Estado de Naturalezamediante lafirma del pacto; de lo contrario,al no estar garantizada la obediencia, lo peor puede suceder, encualquier momento”.
Y, ese “pacto” y esa “obediencia no garantizada”, que cita Hobbes y parafrasea Echarren:
¿A quiénes y a qué se refieren, cuando proyectamos estos conceptos al actual ámbito político-estratégico internacional y al propio?
Sin duda que en el primer caso -el internacional- se refiere al Imperio vigente, que es el que ganó la últimaguerra mundial, -toda vez que éstas son siempre guerras imperiales o de poder, que determinan quién manda, qué valores y qué modelo social estarán vigentes en la posguerra, bajo su natural contralor hegemónico-. Y ello ocurre en un ambiente internacional escasamente normado, sin gendarme, con débiles, extemporáneos e ineficientes organismos para la preservación de la Paz, donde rige el poder relativo e interactivo de los actores que, luego de la guerra fría han proliferado y abarcan al planeta entero, incluyendo al espacio exterior y a las profundidades abisales.
Por supuesto, en tiempos de Hobbes no existían la ONU, la OEA, la OTAN ni tantos otros pactos hobbesianos hoy vigentes y en su mayoría disfuncionales a la circunstancia internacional 2007, como quedó demostrado en la edición anterior, cuando se trataron los conflictos y las guerras del siglo XXI, siglo que desde el punto de vista estratégico se inició con la posguerra fría (1991/2001).
Por todo ello es que hay quienes afirman que el “estado de naturaleza” está de regreso.
Cuando “el pacto” no se cumple, “lo peor puede ocurrir en cualquier momento”.Y en los 2000 “lo peor”ya ha ocurrido y sigue ocurriendo. Estamos en presencia de las guerras asimétricas, de cuarta generación, en red o de la tercera especie, en las que el Estado está atado a las normas legales, pero los agresores terroristas pueden accionarlibremente,protegidos y justificados por esesector social transculturizado, que no enfrenta desafíos ni riesgos y legitima, de mil maneras diferentes, al criminal-agresor, interno o externo.
En el segundo caso, -referido al ámbito interno-, es el propio estado el que ha defeccionado -desde la posguerra fría- de su responsabilidad primaria y principal razón de ser. Ha renunciadoa asegurar la paz interior y exterior. Nuestro país es un caso paradigmático en el que el desborde del crimen y de la indefensión alcanzan niveles desconocidos en el pasado. Las causales de este segundo caso son las mismas que las enumeradas en el primero.
Llegamos así, con el enrarecido ambiente descrito, al 11S01. Irrumpe sorpresivamente el macro-terrorismo-privado –operando en red con el crimen organizado internacional-privado, empleando inesperados procedimientos imponderables y demostraciones de profundos odios y fanatismos que no aceptan disuasión ni alternativa alguna a la guerra y que explota, en nuestra región, la corrupción estructural de los Estados. PrisioneroEnArgentina.com
He allí presente la “nefasta trinidad”, que ya es la impronta de la primera década del siglo XXI, en Ibero América:
Macro-terrorismo,
crimen organizado internacional y
corrupción generalizada.
Ante semejantes desafíos, la antigua Alianza Occidental-Atlantista encabezada por EE.UU., aparece dividida, con amplios sectores debilitados en su cultura identitaria, que no están en condiciones espirituales ni materiales para acompañar a los liderazgos de la Nueva Alianza Ad-Hoc, la Coalición que opera en Afganistán e Irak, en la difícil estrategia que dirige a la accióncontraterrorista. Apela –eseOccidente Blando y relativizado que opera desde las propias retaguardias occidentales y desde su endeblés cultural-, a la retórica hueca, cuando no al doble o triple discurso, proyectando siempre sus responsabilidades “al otro”.
He ahí “la tragedia” actual del dividido y hoy superado “Occidente Atlantista”.
Esas grietas y debilidades crecientes que la ¿ex? Alianza Occidental ostenta a comienzos del siglo XXI, constituyen la mayor fortaleza del actual “enemigo sin rostro”, que la ha agredido desde una rígida y dogmática posición extremo conceptual, que unifica religión con poder político revolucionario, planteando la difícil, difusa, ambigua y peligrosa situación política-estratégica internacional en curso.
Dentro este marco, Ibero América -Chile en menor medida-, vive su propia “tragedia”, inmersa en graves y diferenciadas crisis-decadencias y procesos sociopolíticos y económicos transicionales perversos, desconociendo en los hechos la circunstancia estratégica imperial, que fuera emitida por el G7, inmediatamente después del 11S01, con los siguientes objetivos:
seguridad estratégica,
democracia,
economía de mercado y
derechos civiles, en ese orden de prioridades.
Desde el punto de vista geográfico-relativo, el Cono Sur, -ese “extremo Occidente – Sur”-, revista de hecho en el Área de Seguridad Estratégica del Cdo. Sur de EE.UU. y en el Área Geopolítica Interoceánica, en aparente reconfiguración hacia la “Nueva Alianza Inter-Oceánica” (NAIO) (3), en el largo plazo.
A pesar de ello, la mayoría de los actuales dirigentes iberoamericanos, en ejercicio del poder, se adscriben a alguna de las dos izquierdas, hoy en pugna:
la emergente de la Internacional Socialista, -actualmente más cercana a Gramsci-Lucaks que de Lenín-Trotzky- origen de la “Europa laica, tolerante y relativista”, la Europa del “soft-power” y del “estado de bienestar”, que en evidente retroceso cultural-nihilista pone en riesgo a todo Occidente. Esta “vieja izquierda socialdemócrata” ha ingresado en conflicto electoral en nuestra región, en la posguerra fría, con
la “nueva izquierda revolucionaria Siglo XXI”, conducida por el eje La Habana-Caracas-La Paz, que tiene sus órganos de conducción y movilización de superficie en los Foros de San Pablo y de Porto Alegre y que retiene, en su multicolor interior, elementos estalinistas, trotzkistas, maoístas y narcoterroristas.
La amplia y profunda actitud del “anti-norteamericanismo” iberoamericano, es de raíz ideológica. En las derechas liberales, es de antiguo cuño británico y en las izquierdas neo-marxistas, con la cobertura actual del “progresismo posmoderno”, es de origen marxista, ya sea trotskista, anarco-leninista o socialdemócrata.
Esta adscripción de gran parte los dirigentes iberoamericanos, en particular de quienes han alcanzado en los últimos años los gobiernos por vía electoral, nos coloca a contramano “de la orientación imperial vigente en la posguerra fría” y agrava las crisis sociopolíticas, la inestabilidad de los regímenes republicanos, la gobernabilidad de los débiles sistemas políticos y la sustentabilidad del crecimiento económico-financiero. Crece la incertidumbre, la inseguridad, la miseria y la desesperanza. Crece el riesgo de las guerras civiles, las de la “Tercera Especie”, como subsidiarias de la guerra mundial en desarrollo.
Extemporáneamente se intenta llevarnos hacia utopías revolucionarias perimidas, subvencionadas hoy con dineros públicos, provenientes de los recursos energéticos y dirigidos a los estados con instituciones semi-licuadas. Se suma a ello el inestimable auxilio de la infoesfera, una prensa alquilada por el creciente precio del barril del petróleo crudo, del gas y de los enormes beneficios de los tráficos ilegales, potenciados por la actual globalización, actuando sobre una opinión pública sobreviviente e inerme, quebrando el principio de “no injerencia en los asuntos internos de los estados”, sin oposición alguna y con el declarado objetivo de expandir una “revolución inviable y extemporánea”.
Maquiavelo y Hobbes hacen síntesis en la Ibero América de nuestros días, cuando “los componentes trágicos”, corrupción y anomia social, tienen al propio Estado como patrocinador activo. Es necesario insistir, como nunca antes, en la naturaleza socio-política de la guerra.
Hay que reiterar que las guerras civiles –la peor especie de las guerras- solo cesan cuando finalizan las actitudes hostiles del agresor interno y que, además, sus formas evolucionan como lo hace el camaleón, a través del transcurrir del tiempo y en su desplazamiento por nuevos espacios inéditos, hoy sociales.
Estamos inconscientemente inmersos, en la Región, en las “Guerrasde la Tercera Especie”, teleológicamente insertas en las guerras de “Cuarta Generación”, “Guerras en Red” o “Asimétricas”, que conforman el conflicto mundial en desarrollo como “Guerra Global contra el Terror”, cuyos combates son más discontinuados que en el pasado, pero más dramáticos cuando la violencia sale a superficie. Nuestro complejo enemigo actual, les llama “guerras sociales”.
En la región estos combates se desarrollan dentro y sobre las sociedades iberoamericanas, sobrevivientes y desinformadas, sostenidas en ese estadio como caldo de cultivo de la “nueva guerra civil-revolucionaria” por quienes impulsan la extemporánea “Internacional Socialista Iberoamericana” y conducen irresponsablemente hacia la violencia sociopolítica, soslayando las enormes oportunidades que el mundo presenta a la región en el siglo XXI. PrisioneroEnArgentina.com
La Política y la Estrategia internacional Contemporáneas están teñidas por esta nueva e inédita guerra mundial que, al evadirse de los teatros de operaciones tradicionales, de la confrontación regular de los ejércitos profesionales y de las convenciones jurídicas civilizadas, pone en grave riesgo estratégico de destrucción QBN a la sociedad regional e internacional, a su libertad y a su sobrevivencia. Como se recordará, el Profesor Van Creveld ha desarrollado extensamente este tema.
La superación de estos graves riesgos está exigiendo el rescate urgente de:
la identidad occidental fundante, -que es el objetivo central del discurso de SS Benedicto XVI-,
de un futuro regional en unidad, en sinergia con los propios valores, y
de los Estados Institucionales, en todos sus niveles y en toda Ibero América. (4) y (5).
Esta Edición, como la que le antecede, está destinada a los estudiantes avanzados de Ciencia Política, Relaciones Internacionales y Estrategia Contemporánea. El autor los invita a realizar un gran esfuerzo intelectual para salir de la maraña de desinformación e ideologización comunicacional e ingresar, decididamente, al conocimiento de la Gran Política y de la Gran Estrategia en acto. Las élites políticas de países que viven transiciones positivas, algunos geográficamente muy próximos, ya lo han hecho y han salido de la noche de la decadencia.
Finalmente deseo agradecer al Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), al Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), al Real Instituto Elcano (RIE), al Instituto Universitario “Gutiérrez Mellado” de la UNED, a NOTIAR y a tantos otros colaboradores que han facilitado, con sus respectivas autorizaciones, hacer uso de sus investigaciones y publicaciones para realizar nuestra tarea con mayor facilidad. Una particular y afectuosa referencia debo dedicarle a los Investigadores y Colaboradores del Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), por su permanente apoyo y especialmente a mi querida familia, que soportan mis ausencias y respetan mi vocación, con paciencia y comprensión.
(1). Bouthoul G. “La Guerra”. Oikos-tau. 1971. Introducción.
(2). Etcharren L. “El componente trágico en la modernidad”.07 Mar 06. www.elojodigital.com.ar.
(3). Auel H. J. “El Océano Político”. 1999. Investigaciones. www.ieeba.org
Buela A. “El Estado es un instrumento del gobierno para la consecución del Bien Común General de la comunidad política que dicho gobierno rige”.politicaydesarrollo.com.ar
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PRESENTACIÓN DE LA EDICIÓN 2009
Éste volumen, el cuarto de mi autoría en los últimos cuatro años, continúa a una tríada que abarcó la Guerra Fría (1947/1989-91), la Posguerra Fría (1991/2001) y la Guerra Mundial en acto -hasta Dic 06-, conocida por el momento como “Guerra Contraterrorista Global” (2001/….).
La mencionada tríada está compuesta por los siguientes libros:
“Política Internacional Contemporánea”. Ed. Centro Ficch. 2006.
“Estrategia Contemporánea Sudamericana”. Ed. Centro Ficch. 2006.
“Política y Estrategia Internacional Contemporánea”. Ed. IPIPEC. 2007.
El presente cuarto volumen da continuidad al último -editado en el año 2007- y desarrolla la situación política-estratégica internacional y en particular a la “guerra mundial contra el terror global”, en el curso de su sexto y séptimo año (2007/2008). Nuestra prioridad en los análisis seguirá centrada en Ibero América y en nuestra querida Patria Argentina.
Deseamos rescatar en esta presentación algunos conceptos ya vertidos en las ediciones anteriores, que siguen absolutamente vigentes. Estos son nuestras plataformas de partida y seguimiento, para el ingreso a los acontecimientos en curso:
La presente guerra mundial es total y cualitativamente diferente a la última, la “Guerra Fría”. Pertenece a una nueva etapa de la civilización: la posindustrial.
Hemos pasado, sorpresivamente, en el 2001, de la Estrategia de la Disuasión a la Estrategia de la Acción.
Esta guerra mundial promete ser muy larga y difícil. Pondrá a prueba las reservas culturales de Occidente, para sostenerla a lo largo del tiempo. El enemigo pre-moderno, es consciente de ello.
Está en riesgo la sobrevivencia del Occidente Cristiano y dentro de él, en éste lejano Occidente Sur, la sobrevivencia inmediata del Estado Institucional.
El complejo enemigo “sin rostro y sin Estado”, cuenta en su inventario con las vulnerabilidades morales del Occidente Posmoderno, como un instrumento central de su variado arsenal estratégico. Lo hace desde fanatismos religiosos premodernos, dando lugar a las “Guerras de Cuarta y Quinta Generación” – guerra de ideas-.
Ibero América -y en particular nuestra Argentina- carece de una visión estratégica amplia y actualizada y somatiza las consecuencias no digeridas de las guerras propias, sostenidas en la reciente etapa de la guerra fría, cuando ya debería estar enfrentando las nuevas “Guerras de la Tercera Especie”, variante de las de “Cuarta y Quinta Generación” y privativa de nuestra región. Vamos en camino al “Estado Fallido” y ello nos impulsa a cambiar de rumbo.
Parte del sub-continente -en particular nuestro país- vive la compleja superposición de la explotación política y estratégica de la guerra civil revolucionaria -que ocupó tres décadas del siglo XX por vía judicial, solapada con las preliminares de las batallas de la presente guerra mundial, con las características particulares que ésta última asume en Ibero América -como guerra de la “tercera especie”-.
Esta complejidad conceptual está fuera del conocimiento -y consecuentemente del foco de atención- de nuestras dirigencias y en particular de las Instituciones Estatales responsables de la Seguridad Nacional -hoy en manos de nuestro enemigo durante la guerra fría: los terroristas revolucionarios domésticos-.
La sociedad se encuentra aislada de su inédita circunstancia internacional, a través de una paradojal y superficial sobre información desinformadora.
Nuestro aislamiento -ya señalado- se da en un momento histórico de globalización planetaria, en la que los riegos estratégicos internacionalizados han dejado de ser propios y exclusivos, para ser comunes y compartidos por los vecinos regionales.
Las graves consecuencias de las guerras civiles revolucionarias locales, durante la guerra fría, nos han dejado Estados institucionalmente débiles y burocratizados, sistemas políticos disfuncionales, partidos políticos licuados y dirigencias confundidas. Este es el “caldo de cultivo regional” en el que se desarrolla socialmente la nueva guerra mundial y su apéndice regional: el bolivarismo.
Ante la situación descripta, las guerras en curso en el siglo XXI se dan sobre las sociedades y en el interior de los países. La extemporánea legislación de defensa de la Argentina impide prever y contener este tipo de agresiones. Sobrevivimos en “indefensión legal”, sin planeamiento estratégico y con las FF.AA. inactivadas por carencia de misiones centrales y de presupuesto, en el ámbito de una nueva y muy diferente guerra mundial, sin haber cerrado ni entendido a las inmediatas anteriores.
Consecuentemente, la Inseguridad Nacional –en sus dos ramas, estratégica y pública- se expresa y traduce en el miedo y en una gran ansiedad social, ante una fuerte incertidumbre nacional sobre nuestro futuro inmediato.
El aislamiento, la inseguridad, la incertidumbre, reflejan desconfianza y ausencia de credibilidad, de propios y extraños. La crisis-decadencia, -de carácter estructural-, se agrava y se la disfraza desde el poder público con estadísticas y discursos utópicos y falaces. La utopía y el mito encubren a la realidad circundante.
El resurgimiento reciente de los grandes países de Asia, además de transformar el mapa político-estratégico internacional hizo pasar -en corto plazo- a un mundo de 1.000 millones de consumidores, a 3.000 millones de consumidores. Fue y es una gran oportunidad que pasa frente a nosotros, sin que podamos aprovecharla. La visión de los dirigentes, en la mayoría de los países iberoamericanos es retrógrada, bajo la capa del “progresismo izquierdista ideologizado”. Una especie de guerra fría pareciera retornar a la región, bajo el nombre de “socialismo siglo XXI”. Una sigilosa revolución extemporánea envuelve al sub-continente.
Ibero América avanza hacia las “tiranías posmodernas”, por vías constitucionales o de hecho, bajo dirección regional localizada en el
“Foro de San Pablo” y el “Foro de Porto Alegre”.
El “bolivarismo” o “socialismo siglo XXI”, es el proceso que intenta llegar al partido único y a las FF.AA. internacionalizadas del partido único. El impulso ideológico se localiza en el Partido Comunista cubano y los medios para su expansión -a través de las elecciones presidenciales- en el precio alcanzado por el gas y el petróleo venezolano, boliviano y ecuatoriano, en simbiosis con el narcoterrorismo mafioso. Petro y narco dólares. La relación estratégica de Caracas con Teherán, Pyongyang y Moscú, arrastran a gran parte de Ibero América al ámbito de la guerra mundial presente, y la probada relación de Chávez con las FARC, expanden al narcoterrorismo hacia el todo continente,destruyendo al “cuasi Estado remanente”. El objetivo, en la región, es lograr “estados fallidos”, como santuarios del crimen organizado.
La “vieja” izquierda social-demócrata -que quebró nuestras tradiciones en los ‘80- se ve enfrentada electoralmente -aun con violencia-, por el nuevo “socialismo neo-estalinista”, incluso en donde la primera ha logrado sus mayores éxitos –Ej.: Chile, 11 Sep 07-.
En el marco político-estratégico mundial, los factores que rescatamos como persistentes y válidos y que además nos determinan, son:
Los imponderables riesgos que se hicieron hechos centrales en el nuevo panorama posguerra fría, desde el 11S, y que se confirmaron luego en Londres, Madrid y Asia, indican que la nueva agresión es radicalmente distinta a las anteriores, que puede originarse en entes no estatales de naturaleza difusa y que sus consecuencias son extremadamente letales. Un futuro ataque nuclear, químico o bacteriológico es posible y probable. Vivimos en “sociedades de riesgo”.
La sencilla bipolaridad simétrica, ya no existe. La reemplazó una multipolaridad asimétrica. Todo el entorno “apolar” debe ser observado. En él, hay que diferenciar:
° Emergencias de gran velocidad: China e India, de inmensas dimensiones, que empiezan a jugar internacionalmente en el campo político, estratégico y económico. Rusia -¿ahora cerca de Occidente?- preparándose para un nuevo rol regional y/o mundial, fundada en sus reservas energéticas.
° Ocasos de baja velocidad: La Europa laica, moralmente relativizada, tolerante, desarmada, individualista, pacifista y nihilista, aspira solo al poder blando y, consecuentemente, se aparta de las culturas fuertes. Dejó de ser el núcleo cultural de Occidente y el espacio estratégico principal. No sabe cómo plantear su competitividad comercial en la nueva globalización, que le exige eliminar el “estado de bienestar”. La inercia del “bienestar” le impide captar la naturaleza de las nuevas guerras (terrorismo, insurgencia, sabotajes, guerrillas…). Se ha apartado demasiado de Marte y permanece, enternecida, en Venus. Está ausente frente a las grandes decisiones. El ingreso a una nueva etapa de la civilización –la del “conocimiento”- se traduce en una nueva forma de producir y en una nueva forma de hacer la guerra. Ello exige reformas estructurales en el Estado y en las organizaciones productivas. Algunos actores internacionales las resisten, vigorosamente, por diferentes razones. Repasemos algunos aspectos principales, ya considerados y a retener:
EL RITMO DE LOS CAMBIOS.
En las FF.AA.: a partir de 1999 –Cumbre en Washington de la OTAN- empezó a hablarse de la “Revolución de los Asuntos Militares” (RAM), pero es desde el 11S01, con un escenario estratégico totalmente diferente, cuando se exigen inmediatas transformaciones conceptuales y orgánicas para enfrentar una multitud de nuevas misiones, en distintos ambientes y circunstancias. A esta necesaria innovación se la llamó “Respuesta Integral” (RI), que se sumó a la RAM. Esta dinámica de cambios sigue abierta y ha quedado demostrada con el ingreso del Grl Petraeus en la conducción del CG en Bagdad y luego en el Cdo Central de los EEUU en el Gran Asia.
La RI es emergente de la necesaria intensificación de una innovadora Gran Estrategia para enfrentar los nuevos y variados conflictos. Ello indica que sería altamente positivo llegar a incardinar el “Poder Duro” –militar- de EE.UU. con el “Poder Blando” –político y económico- de Europa, pero para ello debe existir una actitud abierta y una definida voluntad política. ¿Podrán acercarse Marte y Venus? Existen leves indicios positivos, pero aun no se llegó al optimismo.
Las FF.AA. argentinas, luego de un breve lapso de reacción en 1984, ingresaron a un proceso continuo de deterioro acelerado e inédito, paralelo al que se observa en el resto de las Instituciones del Estado Nacional, sin que aparezcan los más leves indicios de recuperación.
REVALORIZACIÓN DE LOS FACTORES DE PODER.
La energía ha cobrado una importancia estratégica renovada, ya sea para el desarrollo económico, la estabilidad geopolítica y/o para el medio ambiente.
Desde el año 2006 los precios de la energía ingresaron a un ascenso contínuo. A diferencia del alza de 1973, esta vez no se debe a una contracción de la oferta, sino en una expansión de la demanda –China e India- y a la inestabilidad de los mercados -Irán 1978 e Irak 2003-. Era probable que el precio del barril se estabilizara por debajo de los 80 u$s, en los primeros meses de 2009, pero la crisis financiera internacional los ha regresado a la banda de los 40 u$s.
En Ibero América, la revolución “socialista siglo XXI”, totalmente extemporánea, desarrolla un “internacionalismo energético” con base en Caracas y La Paz. Es el absurdo y gratuito nexo de Ibero América con el complejo enemigo de Occidente en la Guerra Mundial Contraterrorista, con epicentro momentáneo en el “bajo vientre” euroasiático –y núcleo en Teherán-. ¿Está el socialismo siglo XXI traicionando al Occidente Cristiano?
Putín está utilizando el gas y el petróleo ruso para dominar a Ucrania, Bielorrusia y el Cáucaso, con fuertes repercusiones en la Maniobra políticamente sobre Japón y China a través del oleoducto transiberiano. Intenta -si bien con grandes dificultades- la conformación de un cartel del gas con Argelia, Qatar e Irán, que afectaría gravemente el curso regional de la guerra mundial contra el terrorismo, si tuviera éxito. Juega con Irán el rol del protectorproveedor y permanece en el G8. Ha desembarcado en Ibero América a través de Venezuela.
El creciente empleo de insumos provenientes de los hidrocarburos ha traído grandes preocupaciones en el “cambio climático”. Hay un intento coordinado de carácter internacional para crear políticas energéticas que enfrenten a su triple reto: económico, geopolítico y medioambiental.
Se han incluido en los estudios estratégicos los riesgos derivados del acelerado crecimiento industrial-tecnológico: escasez de recursos naturales –energéticos e hídricos- y el cambio climático.
La explosión de la burbuja financiera ha agravado la incertidumbre originada en la posguerra fría y la cataliza, replanteando a los complejos conflictos del siglo XXI.
LA “GRIETA” DE OCCIDENTE Y LA AMENAZA CENTRAL:
EL TERRORISMO GLOBAL.
La dudosa recuperación cultural, política y estratégica de Europa, es central para el futuro de nuestros países iberoamericanos que históricamente vienen reflejando su progresiva y profunda decadencia. Ante el rápido ascenso de nuevas potencias, el retroceso europeo se acentúa.
Luego de sus recientes guerras civiles, el Viejo Continente ingresó en una polémica que aun perdura: su intento de integración, ¿tiene como destino a la “Europa de los mercaderes” o solo el de evitar una “nueva guerra civil”?
Al cumplirse cincuenta años del “Tratado Fundacional”, esta duda subsiste:
° Por un lado están los partidarios de la “Unión Europea” (Constitución, competitividad, política exterior común, poder
militar de defensa común).
° Por el otro, quienes solo desean permanecer en el “bienestar”; con una población envejecida demográficamente, sin presencia de fuerzas ni capacidades estratégicas, con el mayor mercado de consumo del mundo -en términos de su capacidad adquisitivapero con un desarrollo económico y tecnológico declinante.
° Coexisten dos Europas: una con intenciones ideales de unidad, paz, fraternidad; con otra real, que aun no recupera su “ser”, que persiste en su declinación espiritual y material, que no resuelve sus problemas y que ha creado una peligrosa grieta en el Occidente Cristiano.
° Se ha resuelto la ampliación horizontal de la Unión Europea, pero no su profundización. La esperanza reciente está puesta en Merkel, Sarkozy, Berlusconi y Benedicto XVI, que han iniciado acciones enérgicas para la revitalización moral del “ser” europeo.
Sus resultados aun no se observan. Si el Viejo Continente sigue siendo “un enano militar”, Europa no es creíble. El papel jugado por Sarkozy en Rusia, luego de la “intervención” de Moscú en Georgia, así lo demuestra.
° La actual y grave amenaza internacional, es la de subvertir a la civilización occidental, para reemplazarla por otras, de carácter fundamentalista religioso, no disuadibles y con probables capacidades QBN.
LA “PRUEBA DE FUERZA” EN ACTO.
__________Es Occidente quien está involucrado en la guerra mundial en curso y no solo la “alianza ad-hoc” que actúa militarmente, liderada por EE.UU., en el Gran Medio Oriente –desde Marruecos a Afganistán- Entendamos que el terrorismo internacional, es global.
A diferencia de lo ocurrido en las últimas guerras mundiales, el triunfante “atlantismo” se ha resquebrajado. La grieta está en la UE y la actitud contractiva y tolerante se origina en su transculturación “se odia a sí misma”- El riesgo estratégico emergente es muy alto.
El Gran Medio Oriente suma, a los conflictos históricos localizados, su transformación en semillero del terrorismo global, fuente de
tensiones nucleares y de inestabilidad generalizada.
El conflicto del Sahara Occidental permanece estancado y agravado.
Argelia, a pesar del beneficio del precio de los hidrocarburos hasta mediados del 2008, vive la inestabilidad que le provoca el integrismo religioso, interno y externo.
En el antiguo conflicto palestino-israelí ha influenciado fuertemente el resultado de la invasión al Sur del Líbano, en el 2006. Hamás se ha impuesto a la OLP en Gaza y se han debilitado los gobiernos de Olmert y Abbas. Hamás –nuevo terrorismo globalizado- es apoyado por Siria, Irán y Rusia. Fatah –socialdemócrata- por EE.UU.
Aun no sabemos qué ocurrirá luego de la intervención en Gaza de las tropas israelíes a fines del 08.
En el Líbano, el Hizbolá aparece como vencedor de los israelíes, lo que le hace pretender el gobierno y el liderazgo dentro del mundo árabe fragmentado.
El epicentro de la “prueba de fuerza” ha estado localizado en Irak. Allí el complejo enemigo ha reunido a sus principales medios, que cobraron diariamente decenas de vidas irakíes, con la finalidad de derrotar estratégicamente a “Satán”, corporizado en los EE.UU. Se intenta homologar así la maniobra estratégica de aproximación indirecta que condujo al Grl Giap a la victoria, en la guerra de Vietnam. El objetivo perseguido estaba y está en la sociedad estadounidense y en sus dirigentes políticos. El “efecto psicológico de derrota” ya ha alcanzado a algunos sectores políticos “progresistas” y se hizo evidente en la campaña de las “primarias” estadounidenses y en las presidenciales.
Irán está íntimamente ligado al “epicentro de la guerra mundial” y no solo por su vecindad geográfica. Apoya a los chiítas iraquíes y al Hamás palestino. Presiona sobre Siria y sostiene al Hizbolá libanés.
Apoya a los armenios, que actúan sobre los turcos por influencia de Moscú, que les retribuye con tecnología nuclear y misilística. La preocupación principal de Occidente está en el programa de ADM de Teherán y en su amenaza permanente sobre la destrucción de Israel.
Si Irán alcanzara el status de potencia nuclear las tensiones se agravarían exponencialmente en el Gran Medio Oriente, alcanzando a los estados seculares de Turquía, Egipto, Arabia Saudita y Jordania. Esa es la razón del crédito de 30.000 millones de dólares que EE.UU. ha ofrecido recientemente a estos países, para reequipar a sus FF.AA.
No hay coincidencias estratégicas entre los persas -iraníes jomeinistas- y los árabes –salafistas/wahabistas-, pues ambos tienden a dominar y ocupar el antiguo “califato”. Las coincidencias y la cooperación táctica, son momentáneas y débiles. Su confrontación futura está asegurada en el caso un retiro eventual y extemporáneo de la coalición que opera en el Gran Medio Oriente.
Ante la continua expansión del conflicto palestino-israelí hacia el Gran Medio Oriente, ¿Europa seguirá debatiendo? ¿Occidente accionará en conjunto y en oportunidad ante la intención iraní de adquirir capacidades nucleares?
En Afganistán recrudece la insurgencia talibán y, consecuentemente, la desconfianza hacia Pakistán aumenta. La India somatiza la crisis regional, agravada después del ataque simultáneo sobre diez objetivos en Bombay, a fines del 08.
Rusia ha resucitado con el precio de los hidrocarburos. La desconfianza ancestral de los Urales frente a Europa y a EE.UU. vuelve de la mano de Putín y sus “nashis”. Chechenia, Georgia,
Ucrania y Asia Central, dan prueba de su ansiedad por recuperar “dominio” sobre ex-repúblicas soviéticas, Europa del Este y el Cáucaso. Chávez le ha abierto la puerta del Caribe e Ibero América, en línea con su antiimperialismo neoestalinista.
La ONU continúa siendo un espacio de debate y nada más. Cabe preguntarnos a menudo, ¿qué valores se defienden allí? He realizado en esta Presentación un sintético inventario de los tres volúmenes que anteceden al presente, que cerramos en Diciembre
Además hemos citado algunos avances sobre los contenidos del presente volumen, que abarca al desarrollo situacional de 2007/2008. Antes de cerrarla, deseo agradecer profundamente a quienes me ayudaron en la tarea diaria, a lo largo de los dos últimos años. A mi mujer y a mis hijos, que con sus cuidados y afectos me han permitido sostener con facilidad una tarea de largo aliento. A mis fuentes de apoyo bibliográfico, en particular al IEEE, al GEES, al RIE, a NOTIAR y a mis amigos, los investigadores y colaboradores del IEEBA y del IPEC. Palabras de agradecimiento especiales debo dirigir a “The Interamerican Institute for Democracy”, de los EE.UU., que ha hecho posible a ésta edición 2009.
*Instituto de Polemología y Estrategia Contemporánea de la UCALP.
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El IEEBA ha resuelto la publicación de los Prólogos de la serie de libros publicados por nuestro presidente -Grl H. J. Auel- a través de las Editoriales de las Universidades Maimónides y Católica de la Plata y del Interamerican Institute of Democracy -EE.UU.- bajo el título común “POLÍTICA Y ESTRATEGIA INTERNACIONAL CONTEMPORÁNEA”, que abarcan -en el tiempo- desde la iniciación de la Guerra Fría -1947- hasta la Grave Crisis Financiera Internacional -2008-, por entender que dichos Prólogos sintetizan la evolución de la situación Internacional, Regional y Nacional -argentina- que explican los acontecimientos que vivimos en la grave y crítica actualidad. CABA, Octubre de 2021.
Dr. Jorge Corrado -Director IEEBA
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE LA PLATA
IPIPEC
POLÍTICA INTERNACIONAL CONTEMPORÁNEA
Y
ESTRATEGIA INTERNACIONAL CONTEMPORÁNEA
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PRÓLOGO A LA EDICIÓN 2007
La presente “Edición 2007” da continuidad, en un solo tomo, a nuestros dos libros titulados “Política Internacional Contemporánea” y “Estrategia Contemporánea Sudamericana”, editados por el “Centro FICCH” de la Universidad Maimonides, en el año 2006.
Esta edición, que abarca desde el año 2003 al 2006, actualiza y complementa a la anterior -que cubrió el período 1947/2002- y por esa razón, la consideramos “básica”. La próxima publicación corresponderá a la actualización 2007-2009. La “Edición 2006” será la base de consulta permanente para el seguimiento de la situación internacional, regional y nacional, a tratar por las ediciones posteriores.
Las actualizaciones periódicas se hacen hoy necesarias por el alto dinamismo que presentan las situaciones Políticas y Estratégicas Internacionales Contemporáneas, en un marco global que ha adquirido un alto ritmo de evolución en los últimos años y un gran número de hechos trascendentes que configuran, cada vez con mayor intensidad, los rasgos de un difuso y complejo “nuevo orden internacional” (NOI), en particular desde el abrupto final de la posguerra fría, el 11S01.
Insistimos en tener siempre presentes los conceptos desarrollados en la edición inicial, a modo de sólido cimiento “contemporáneo”. Sobre esa base continuaremos construyendo nuestros análisis sociopolíticos y estratégicos, afectados profundamente por esta “primera globalización planetaria” desde 1991 y referenciando siempre los acontecimientos internacionales a nuestra compleja situación regional iberoamericana y nacional argentina.
Hemos considerado como punto de partida de las Ediciones 2006 a la iniciación de la Guerra Fría, en 1947, con la “declaración Truman”. La emergencia en el escenario mundial de las Repúblicas Imperiales, la presencia de nuevos organismos internacionales y de los arsenales QBN, impusieron un cambio notable en el mapa político-estratégico mundial.
La “Pax Británica” había llegado a su fin y Europa, luego de sus dos sangrientas guerras civiles, (1914/1918 y 1939/1945) cedía su posición hegemónica, como rectora de Occidente, iniciaba su reconstrucción con el Plan Marshall ofrecido por EE. UU. y continuaba su decadencia cultural, acelerada por la percepción social, en las décadas subsiguientes, de constituirse en el espacio de la futura batalla nuclear de la confrontación E-O.
El Meridiano de Greenwich cedía paso a dos nuevos ejes hemisféricos, que pasaban por Washington y Moscú. Sin embargo, cierta inercia académica nos retiene con la visión geográfica de la “Proyección Mercator”, ampliamente superada hoy por los hechos políticos y estratégicos acontecidos.
Toda una biblioteca político-estratégica pasaba a ser historia, luego de los lanzamientos nucleares en Japón y se presentaban nuevas y numerosas teorías y algunas doctrinas, para enfrentar a una situación internacional muy diferente. Dichas doctrinas han quedado descriptas en los módulos iniciales de nuestra Edición 2006 y su conocimiento es básico para interpretar al acelerado proceso actual, cualitativamente innovador.
La bipolaridad ideológica-militar E-O dio lugar a una nueva y extraña guerra mundial –la “guerra fría”, iniciada en 1947 con la “Doctrina Truman”- y tuvo un inesperado final en 1989/1991, con la implosión de uno de sus dos actores imperiales: la URSS. La libertad y el capitalismo se habían impuesto al comunismo. EE.UU. quedaba como única superpotencia mundial y los hemisferios E-O, confrontados hasta entonces en una pugna inmovilizada por la disuasión nuclear, daban paso a la “Pax Americana Planetaria” o “Pax Global”, en el ámbito de una gran confusión conceptual, entre intelectuales y analistas.
La guerra fría se había desarrollado durante cuarenta y tres años caracterizados por una estratificación política-estratégica, bipolar y maniquea, bajo el palio de la “pax del terror nuclear” que controló al Hemisferio Norte y arrasó al Hemisferio Sur, con diferenciadas “guerras civiles revolucionarias” caracterizadas por matices particulares, en cada país e instrumentadas por el terrorismo-revolucionario doméstico, bajo conducción estratégica externa, unificada e internacionalizada. Las superpotencias se enfrentaban, en el Hemisferio Sur, en guerras “no convencionales” de baja intensidad
A partir de 1991 y hasta el 2001, se desarrolló una breve y confusa “posguerra fría” de diez años de duración y hoy, en el 2007, nos encontramos en el transcurso de una nueva etapa de la política internacional contemporánea, teñida por la “guerra mundial contraterrorista”, en su quinto año de existencia.
Esta inesperada “guerra contra el terror global”, como lo estableció Bouthoul en su monumental tratado (1), corresponde al ingreso de la humanidad a una “globalización planetaria” acelerada y a una nueva y simultánea etapa de civilización, la “del conocimiento”, que se iniciara a fines de la GM II.
Ambas reconocen como catalizador central al ordenador, instrumento imprescindible entonces para conducir la enorme logística de los aliados en la “Operación Overlord” y actualmente eje de la tecnología de la información, de las comunicaciones, de la administración y también de las amenazas y riesgos estratégicos “globalizados”. Hay una nueva forma de producir y una nueva forma de hacer la guerra.
Está presente desde aquel momento (1945) la PC, impulsando aceleradamente al “tiempo ritmo” en la investigación y desarrollo. Su consecuencia ha sido la progresiva y continuada Revolución Científico-Tecnológica, con una decisiva influencia en los procesos sociales, políticos y económicos, en el marco de esta situación inédita e insoslayable.
Los cambios cualitativos y el creciente ritmo de los acontecimientos internacionales, han sido descriptos y fundamentados en la edición anterior. Ahora, en la presente, daremos continuidad al seguimiento de los actos y hechos político-estratégicos internacionales y domésticos trascendentes, que se suceden cada vez con mayor frecuencia, variando la fisonomía de las interrelaciones, las interdependencias, las alianzas y los bloques.
Para dar una imagen contundente que facilite la rápida comprensión de la fluida y cambiante situación política descripta, hemos encontrado, en el primer párrafo de un artículo de Laura Etcharren –“El componente trágico en la modernidad”- (2) una gráfica síntesis que deseamos transcribir en este prólogo, para iluminar el camino a recorrer en el libro. Dice L. Etcharren:
“El concepto de tragedia no sólo se manifiesta en el arte, sino también en la vida política, ya que con el advenimiento de la modernidad las garantías trascendentales del hombre desaparecen y la política comienza a reflejar de manera más aguda su componente trágico”.
Señalábamos con anterioridad que la crisis-decadencia que nos envuelve tiene efectos fácilmente comprobables a través de los sentidos. Están en la superficie situacional. Sus causas, en cambio, están en la profundidad antropológica de las culturas, que diferencian a los pueblos fuertes, confiables y expansivos, de aquellos otros, los relativizados, débiles, no creíbles y contractivos.
Allí, en el seno de los pueblos débiles, surge la “tragedia política” de quienes han debilitado sus valores y deciden mal, como bien lo señalara Maquiavelo en el Renacimiento. La corrupción moral de la sociedad quiebra a la ética política y ésta produce la desconfianza interna, entre el mandante y el mandatario y la desconfianza externa, entre los actores del sistema internacional y esos estados débiles, no creíbles, sin visión de futuro, sin aliados ni adscripciones.
Este concepto se complica cuando los actores transculturizados operan desde un estado republicano ausente, con aparentes instituciones en manos de una dirigencia que se autodenomina “progresista”, carente de identidad firme, motivada por un supino idealismo voluntarista, prejuicioso e ideologizado y, además no exento, necesariamente, de un alto nivel de corrupción.
Desde esa posición falaz, estos dirigentes han resuelto quitar toda disuasión frente al delito, ya fuere ésta la originada por la presencia de la fuerza legal y legítima del estado, del sector sano de la sociedad y/o de la normal y natural aplicación estricta de la ley. El estadio de inseguridad e indefensión consecuente es natural efecto de esa inicua destrucción institucional-estatal y de la consecuente anomia social generalizada, ambas provocadas por claras señales de renunciamiento en el ejercicio del poder público y por el establecimiento de una débil cultura, que convoca al delito común y a la agresión estratégica, como lo previera Hobbes. Quedan así desarmados los espíritus y los brazos de los ciudadanos.
Etcharren-Hobbes (2), agregan al respecto:
Un estado de guerra subsistirá, dado que los hombres se pelean porque son sujetos deseantes, se pelean por naturaleza y es aquí precisamente donde aparece el carácter trágico (porque nada puede impedir el peor desenlace) y sólo se puede salir del Estado de Naturaleza mediante la firma del pacto; de lo contrario, al no estar garantizada la obediencia, lo peor puede suceder, en cualquier momento”.
Y, ese “pacto” y esa “obediencia no garantizada”, que cita Hobbes y parafrasea Echarren:
¿A quiénes y a qué se refieren, cuando proyectamos estos conceptos al actual ámbito político-estratégico internacional y al propio?
Por supuesto, en tiempos de Hobbes no existían la ONU, la OEA, la OTAN ni tantos otros pactos hobbesianos hoy vigentes y en su mayoría disfuncionales a la circunstancia internacional 2007, como quedó demostrado en la edición anterior, cuando se trataron los conflictos y las guerras del siglo XXI, siglo que desde el punto de vista estratégico se inició con la posguerra fría (1991/2001).
Por todo ello es que hay quienes afirman que el “estado de naturaleza” está de regreso.
Cuando “el pacto” no se cumple, “lo peor puede ocurrir en cualquier momento”. Y en los 2000 “lo peor” ya ha ocurrido y sigue ocurriendo. Estamos en presencia de las guerras asimétricas, de cuarta generación, en red o de la tercera especie, en las que el Estado está atado a las normas legales, pero los agresores terroristas pueden accionar libremente, protegidos y justificados por ese sector social transculturizado, que no enfrenta desafíos ni riesgos y legitima, de mil maneras diferentes, al criminal-agresor, interno o externo.
Llegamos así, con el enrarecido ambiente descrito, al 11S01. Irrumpe sorpresivamente el macro-terrorismo-privado –operando en red con el crimen organizado internacional-privado, empleando inesperados procedimientos imponderables y demostraciones de profundos odios y fanatismos que no aceptan disuasión ni alternativa alguna a la guerra y que explota, en nuestra región, la corrupción estructural de los Estados. PrisioneroEnArgentina.com
He allí presente la “nefasta trinidad”, que ya es la impronta de la primera década del siglo XXI, en Ibero América:
Ante semejantes desafíos, la antigua Alianza Occidental-Atlantista encabezada por EE.UU., aparece dividida, con amplios sectores debilitados en su cultura identitaria, que no están en condiciones espirituales ni materiales para acompañar a los liderazgos de la Nueva Alianza Ad-Hoc, la Coalición que opera en Afganistán e Irak, en la difícil estrategia que dirige a la acción contraterrorista. Apela –ese Occidente Blando y relativizado que opera desde las propias retaguardias occidentales y desde su endeblés cultural-, a la retórica hueca, cuando no al doble o triple discurso, proyectando siempre sus responsabilidades “al otro”.
He ahí “la tragedia” actual del dividido y hoy superado “Occidente Atlantista”.
Esas grietas y debilidades crecientes que la ¿ex? Alianza Occidental ostenta a comienzos del siglo XXI, constituyen la mayor fortaleza del actual “enemigo sin rostro”, que la ha agredido desde una rígida y dogmática posición extremo conceptual, que unifica religión con poder político revolucionario, planteando la difícil, difusa, ambigua y peligrosa situación política-estratégica internacional en curso.
Dentro este marco, Ibero América -Chile en menor medida-, vive su propia “tragedia”, inmersa en graves y diferenciadas crisis-decadencias y procesos sociopolíticos y económicos transicionales perversos, desconociendo en los hechos la circunstancia estratégica imperial, que fuera emitida por el G7, inmediatamente después del 11S01, con los siguientes objetivos:
Desde el punto de vista geográfico-relativo, el Cono Sur, -ese “extremo Occidente – Sur”-, revista de hecho en el Área de Seguridad Estratégica del Cdo. Sur de EE.UU. y en el Área Geopolítica Interoceánica, en aparente reconfiguración hacia la “Nueva Alianza Inter-Oceánica” (NAIO) (3), en el largo plazo.
A pesar de ello, la mayoría de los actuales dirigentes iberoamericanos, en ejercicio del poder, se adscriben a alguna de las dos izquierdas, hoy en pugna:
La amplia y profunda actitud del “anti-norteamericanismo” iberoamericano, es de raíz ideológica. En las derechas liberales, es de antiguo cuño británico y en las izquierdas neo-marxistas, con la cobertura actual del “progresismo posmoderno”, es de origen marxista, ya sea trotskista, anarco-leninista o socialdemócrata.
Esta adscripción de gran parte los dirigentes iberoamericanos, en particular de quienes han alcanzado en los últimos años los gobiernos por vía electoral, nos coloca a contramano “de la orientación imperial vigente en la posguerra fría” y agrava las crisis sociopolíticas, la inestabilidad de los regímenes republicanos, la gobernabilidad de los débiles sistemas políticos y la sustentabilidad del crecimiento económico-financiero. Crece la incertidumbre, la inseguridad, la miseria y la desesperanza. Crece el riesgo de las guerras civiles, las de la “Tercera Especie”, como subsidiarias de la guerra mundial en desarrollo.
Extemporáneamente se intenta llevarnos hacia utopías revolucionarias perimidas, subvencionadas hoy con dineros públicos, provenientes de los recursos energéticos y dirigidos a los estados con instituciones semi-licuadas. Se suma a ello el inestimable auxilio de la infoesfera, una prensa alquilada por el creciente precio del barril del petróleo crudo, del gas y de los enormes beneficios de los tráficos ilegales, potenciados por la actual globalización, actuando sobre una opinión pública sobreviviente e inerme, quebrando el principio de “no injerencia en los asuntos internos de los estados”, sin oposición alguna y con el declarado objetivo de expandir una “revolución inviable y extemporánea”.
Maquiavelo y Hobbes hacen síntesis en la Ibero América de nuestros días, cuando “los componentes trágicos”, corrupción y anomia social, tienen al propio Estado como patrocinador activo. Es necesario insistir, como nunca antes, en la naturaleza socio-política de la guerra.
Hay que reiterar que las guerras civiles –la peor especie de las guerras- solo cesan cuando finalizan las actitudes hostiles del agresor interno y que, además, sus formas evolucionan como lo hace el camaleón, a través del transcurrir del tiempo y en su desplazamiento por nuevos espacios inéditos, hoy sociales.
Estamos inconscientemente inmersos, en la Región, en las “Guerras de la Tercera Especie”, teleológicamente insertas en las guerras de “Cuarta Generación”, “Guerras en Red” o “Asimétricas”, que conforman el conflicto mundial en desarrollo como “Guerra Global contra el Terror”, cuyos combates son más discontinuados que en el pasado, pero más dramáticos cuando la violencia sale a superficie. Nuestro complejo enemigo actual, les llama “guerras sociales”.
En la región estos combates se desarrollan dentro y sobre las sociedades iberoamericanas, sobrevivientes y desinformadas, sostenidas en ese estadio como caldo de cultivo de la “nueva guerra civil-revolucionaria” por quienes impulsan la extemporánea “Internacional Socialista Iberoamericana” y conducen irresponsablemente hacia la violencia sociopolítica, soslayando las enormes oportunidades que el mundo presenta a la región en el siglo XXI. PrisioneroEnArgentina.com
La Política y la Estrategia internacional Contemporáneas están teñidas por esta nueva e inédita guerra mundial que, al evadirse de los teatros de operaciones tradicionales, de la confrontación regular de los ejércitos profesionales y de las convenciones jurídicas civilizadas, pone en grave riesgo estratégico de destrucción QBN a la sociedad regional e internacional, a su libertad y a su sobrevivencia. Como se recordará, el Profesor Van Creveld ha desarrollado extensamente este tema.
La superación de estos graves riesgos está exigiendo el rescate urgente de:
Esta Edición, como la que le antecede, está destinada a los estudiantes avanzados de Ciencia Política, Relaciones Internacionales y Estrategia Contemporánea. El autor los invita a realizar un gran esfuerzo intelectual para salir de la maraña de desinformación e ideologización comunicacional e ingresar, decididamente, al conocimiento de la Gran Política y de la Gran Estrategia en acto. Las élites políticas de países que viven transiciones positivas, algunos geográficamente muy próximos, ya lo han hecho y han salido de la noche de la decadencia.
Finalmente deseo agradecer al Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), al Grupo de Estudios Estratégicos (GEES), al Real Instituto Elcano (RIE), al Instituto Universitario “Gutiérrez Mellado” de la UNED, a NOTIAR y a tantos otros colaboradores que han facilitado, con sus respectivas autorizaciones, hacer uso de sus investigaciones y publicaciones para realizar nuestra tarea con mayor facilidad. Una particular y afectuosa referencia debo dedicarle a los Investigadores y Colaboradores del Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), por su permanente apoyo y especialmente a mi querida familia, que soportan mis ausencias y respetan mi vocación, con paciencia y comprensión.
(1). Bouthoul G. “La Guerra”. Oikos-tau. 1971. Introducción.
(2). Etcharren L. “El componente trágico en la modernidad”.07 Mar 06. www.elojodigital.com.ar.
(3). Auel H. J. “El Océano Político”. 1999. Investigaciones. www.ieeba.org
PRESENTACIÓN DE LA EDICIÓN 2009
Éste volumen, el cuarto de mi autoría en los últimos cuatro años, continúa a una tríada que abarcó la Guerra Fría (1947/1989-91), la Posguerra Fría (1991/2001) y la Guerra Mundial en acto -hasta Dic 06-, conocida por el momento como “Guerra Contraterrorista Global” (2001/….).
La mencionada tríada está compuesta por los siguientes libros:
El presente cuarto volumen da continuidad al último -editado en el año 2007- y desarrolla la situación política-estratégica internacional y en particular a la “guerra mundial contra el terror global”, en el curso de su sexto y séptimo año (2007/2008). Nuestra prioridad en los análisis seguirá centrada en Ibero América y en nuestra querida Patria Argentina.
Deseamos rescatar en esta presentación algunos conceptos ya vertidos en las ediciones anteriores, que siguen absolutamente vigentes. Estos son nuestras plataformas de partida y seguimiento, para el ingreso a los acontecimientos en curso:
“Foro de San Pablo” y el “Foro de Porto Alegre”.
En el marco político-estratégico mundial, los factores que rescatamos como persistentes y válidos y que además nos determinan, son:
° Emergencias de gran velocidad: China e India, de inmensas dimensiones, que empiezan a jugar internacionalmente en el campo político, estratégico y económico. Rusia -¿ahora cerca de Occidente?- preparándose para un nuevo rol regional y/o mundial, fundada en sus reservas energéticas.
° Ocasos de baja velocidad: La Europa laica, moralmente relativizada, tolerante, desarmada, individualista, pacifista y nihilista, aspira solo al poder blando y, consecuentemente, se aparta de las culturas fuertes. Dejó de ser el núcleo cultural de Occidente y el espacio estratégico principal. No sabe cómo plantear su competitividad comercial en la nueva globalización, que le exige eliminar el “estado de bienestar”. La inercia del “bienestar” le impide captar la naturaleza de las nuevas guerras (terrorismo, insurgencia, sabotajes, guerrillas…). Se ha apartado demasiado de Marte y permanece, enternecida, en Venus. Está ausente frente a las grandes decisiones. El ingreso a una nueva etapa de la civilización –la del “conocimiento”- se traduce en una nueva forma de producir y en una nueva forma de hacer la guerra. Ello exige reformas estructurales en el Estado y en las organizaciones productivas. Algunos actores internacionales las resisten, vigorosamente, por diferentes razones. Repasemos algunos aspectos principales, ya considerados y a retener:
EL TERRORISMO GLOBAL.
° Por un lado están los partidarios de la “Unión Europea” (Constitución, competitividad, política exterior común, poder
militar de defensa común).
° Por el otro, quienes solo desean permanecer en el “bienestar”; con una población envejecida demográficamente, sin presencia de fuerzas ni capacidades estratégicas, con el mayor mercado de consumo del mundo -en términos de su capacidad adquisitivapero con un desarrollo económico y tecnológico declinante.
° Coexisten dos Europas: una con intenciones ideales de unidad, paz, fraternidad; con otra real, que aun no recupera su “ser”, que persiste en su declinación espiritual y material, que no resuelve sus problemas y que ha creado una peligrosa grieta en el Occidente Cristiano.
° Se ha resuelto la ampliación horizontal de la Unión Europea, pero no su profundización. La esperanza reciente está puesta en Merkel, Sarkozy, Berlusconi y Benedicto XVI, que han iniciado acciones enérgicas para la revitalización moral del “ser” europeo.
Sus resultados aun no se observan. Si el Viejo Continente sigue siendo “un enano militar”, Europa no es creíble. El papel jugado por Sarkozy en Rusia, luego de la “intervención” de Moscú en Georgia, así lo demuestra.
° La actual y grave amenaza internacional, es la de subvertir a la civilización occidental, para reemplazarla por otras, de carácter fundamentalista religioso, no disuadibles y con probables capacidades QBN.
tensiones nucleares y de inestabilidad generalizada.
Aun no sabemos qué ocurrirá luego de la intervención en Gaza de las tropas israelíes a fines del 08.
Apoya a los armenios, que actúan sobre los turcos por influencia de Moscú, que les retribuye con tecnología nuclear y misilística. La preocupación principal de Occidente está en el programa de ADM de Teherán y en su amenaza permanente sobre la destrucción de Israel.
Ucrania y Asia Central, dan prueba de su ansiedad por recuperar “dominio” sobre ex-repúblicas soviéticas, Europa del Este y el Cáucaso. Chávez le ha abierto la puerta del Caribe e Ibero América, en línea con su antiimperialismo neoestalinista.
*Instituto de Polemología y Estrategia Contemporánea de la UCALP.
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Octubre 22, 2021