¿Por qué Victoria Villarruel salió fortalecida tras las «críticas» y el artículo de Página 12?

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Por David Rey

Claramente, Victoria Villarruel ya se ha asegurado el lugar de la candidata a vicepresidente más relevante. Como bien indicó su compañero de La Libertad Avanza y candidato a presidente, Javier Milei, es la única para ese puesto que no ha sido colocada de modo “decorativo”, algo que queda refrendado si consideramos que sobre ella recayó la responsabilidad respecto de lo que dijo el primero. A Milei un periodista de izquierda le hizo una pregunta que indirectamente era para Villarruel, y el candidato respondió como lo haría el 99% de los argentinos, es decir, sin conocimiento.

Más concretamente le preguntaron “qué iba a hacer con los militares condenados por delitos de lesa humanidad, si los iba a indultar”, y Milei respondió que “si cometieron delitos, tenían que cumplir la pena”. Esto generó de inmediato la reacción de buena parte del mundillo militar argentino y afín, aunque no tanto para cuestionarlo a él como a Villarruel, una abogada de amplia trayectoria en lo que atañe a la defensa y reivindicación nada menos que de las víctimas del terrorismo en Argentina (preside el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas, CELTyV), algo que, a su vez, ocasiona escozor en todos aquellos sectores -políticos, mediáticos- encargados de haber ensalzado, estos últimos 40 años, justamente a los asesinos de esas mismas víctimas.

Villarruel

Victoria Villarruel representa ella sola una denuncia viviente que da vuelta las cosas –que destroza el relato- sin necesidad de que ella diga una sola palabra al respecto, más allá de que digan lo que digan quienes la rodean. Aunque ella misma haya sido la que dijera lo que dijo Milei, aunque sea cierto que piense como Milei, su profunda relación con las víctimas de los asesinos de las organizaciones armadas, esto solo, ya confirma que los militares victoriosos combatieron contra terroristas (y no «jóvenes idealistas») y que, por ende, están mal enjuiciados, mal condenados y mal apresados. Esto es lo que, lamentablemente, no quisieron entender todas aquellas personas que “pusieron el grito en el cielo” porque Milei se desembarazó como lo hizo de la tara psicológica del periodista que lo entrevistó.

¿Por qué no quisieron entender?

Lo cierto es que Victoria es una mujer que, así como genera adhesiones inmediatamente (sumamente formada, inteligente, inapelable cuando expone, imbatible, por esto mismo) también provoca lo contrario, algo que incluso ha ocurrido dentro del mismo ambiente de la derecha o cercano a los círculos castrenses, de ahí, en parte, la inquina con que fue dura y vilmente atacada en redes sociales. Por otro lado, no menor resulta que buena parte de este sector ya fue captado por la candidata Patricia Bullrich, alguien que todavía no fue consultada con la misma pregunta que le hicieron a Milei (quizá porque, en este sentido, no represente un “peligro” para el establishment de lo políticamente correcto).

Entonces, aquella gente que le reprocha a Victoria que “haya abandonado” a los militares detenidos y se haya “abocado sólo a las víctimas” (como si esto no fuera ya notable) y aquella otra gente decidida a operar para Bullrich aprovecharon la ocasión que les sirvió un periodista de izquierda (que piensa que los militares son “genocidas” y que deberían pudrirse en prisión) para destilar todo el rencor contenido durante años, con tal intensidad que incluso Página 12 publicó una nota con el único objetivo de intentar “embarrar” a la diputada –aunque con argumentos tan insignificantes y soeces como que Victoria es hija y nieta de militares y que “le robó” un libro a un detenido para publicarlo ella (una estupidez desmentida en el mismo artículo de marras y que no aporta nada respecto de la opinión que tenga la mujer sobre los militares).

Victoria y los militares

Se sirvieron de un zurdo, les dieron letra a los zurdos y luego difundieron a doquier un artículo publicado en un diario zurdo, estos son los enemigos de Victoria Villarruel que dicen defender a los militares. Por si fuera poco, expusieron a un militar detenido que no puede defenderse, que está en una cárcel común desde hace una eternidad y que hace años no tiene contacto con la diputada. Todo para intentar “ensuciar” a Victoria. Luego vemos a esta misma gente hablando de “memoria completa”, de “unir” a los argentinos, de hacer las paces entre exmontoneros y militares, y no terminan por lograr otra cosa que generar y abrir una grieta entre nosotros mismos.

Así las cosas, se torna lógica la “distancia” con “los militares” que le reprochan a Villarruel. Si ni siquiera entienden que no fue ella la que dijo lo que Milei dijo, ¿cómo irían a entender que, dado el trabajo con las víctimas del terrorismo, llegó un punto que se habría tornado imprescindible priorizar una cosa por sobre la otra, es decir, apuntar al mismo norte pero yendo por otro lado, con otra estrategia (con tal nivel de éxito que, a pesar de lo tomado que está el sector político por el progresismo, llegó nada menos que a ser candidata a vicepresidente)?

En fin, la verdad sea dicha y la verdad es que alguna gente “de este lado” encontró la vergonzosa posibilidad de disfrazar el reproche que siente por no apoyar a la única persona como nosotros en el escaparate político como de no querer observar lo afortunados que somos por tenerla a ella en ese lugar. En lugar de exigirse algún razonamiento para entender y subsanar la situación, aprovecharon esta “debilidad” para pegarle a Victoria, sin importar lo que representa para las víctimas del terrorismo ni mucho menos para buena parte de los militares detenidos y sus familiares que, como seres pensantes, entienden perfectamente lo significativo que sería una vicepresidente como ella. Lo más importante fue pegarle, avergonzarla, tratar de humillarla, ridiculizarla y ridiculizar a los que le van a votar. La verdad es que si así defienden a los militares -más allá de todo el encomiable acompañamiento- se explica perfectamente por qué todavía están como están.

Desde ya, no son «tooodo» el sector militar que dicen representar… sino una partecita que se arroga tener una opinión más allá de sí mismos, pasando por arriba la opinión, justamente, de los que sí apoyan a Victoria dentro de las mismas fuerzas. ¿Realmente se piensan que pueden opinar por todos…?

¿Qué habría que haber hecho ante los dichos de Milei?

Villarruel y Milei

Pues lo mismo que habrían hecho si la que dijera eso fuera Bullrich, ¿no? O Macri, o Vidal… o cualquiera de estos personajes que ya los secuestraron prometiéndoles el oro y el moro y que terminaron por hacer obligatoria la cifra de los 30 mil desaparecidos en la provincia de Buenos Aires. Tendrían que haber entendido que si Milei hubiera respondido acorde a nuestros deseos ya tendría que haber declinado su candidatura debido al huracán de presión mediática que hubiera originado. Tendrían que haber sido lo suficientemente inteligentes de saltear la etiqueta, revisar el contenido a trasluz y aceptar que un político debe ofrecer respuestas políticas; Milei dijo: “Si cometieron delitos, tienen que cumplir la pena” (Si los cometieron. Si no los cometieron, como efectivamente ocurrió, pues deberían estar en libertad). Algo no menor sería preguntarnos lo siguiente: ¿Por qué solamente a los candidatos de la Libertad Avanza le hacen estas preguntas? Pues porque a los demás ni siquiera necesitan hacérselas.

¿Qué restaría hacer?

Aprender. Mientras que Villarruel está obligada, por su lugar como funcionaria y referente, a realizar un esfuerzo de grandeza interior para digerir todos estos bofetazos bajos que recibió (algo que ningún mortal común y corriente podría hacer), el resto debería mirarse a sí mismo y aprender lo poco y nada que, a pesar de tanto bullicio, significa a nivel electoral. Pues mucho menos significamos si estamos divididos y peleados a muerte, y armando toda una novela mexicana con cuestiones que no le importan a nadie. Realmente las personas que han ofendido a Victoria deberían regalarnos el ejemplo de pedirle perdón, como Dios manda, y manifestarle su apoyo (sin que esto signifique subscribir a su plataforma política, claro).

Tenemos que aprender que nunca habrá un candidato a nuestra medida, más aún cuando nosotros hemos sido siempre tan recelosos entre nosotros mismos al extremo de ningunearnos todo el tiempo e, incluso, hasta de cancelarnos. Tenemos que aprender que no importa “quién” está allá arriba o al lado, si nos gusta o no, lo que importa es el “qué”, el “para qué”. En definitiva, ni Milei ni Victoria son más importantes que nuestro “qué”, nuestra causa, nuestro compromiso con la misma. A ese “qué” nosotros lo tenemos que poner siempre delante porque el día de mañana es lo que nos va a autorizar a acompañar, exigir o reprochar las medidas que se tomen al respecto. ¿Cuánto más cerca estaríamos de ese “qué” si Victoria fuera nuestra vice, y cuánto más lejos si fuera Rossi, por ejemplo?

Victoria, en suma, sale absolutamente fortalecida de esta novela mexicana… porque no ha sido más que un chismorroteo de almas flácidas en Twitter al que no le dio mayor importancia (ni la distrajo de sus obligaciones), porque su nombre tuvo publicidad gratuita, porque muchos que no la conocían ahora la conocen, porque todo ser pensante ahora la apoya un poco más, porque ahora conocemos mejor a los que, ante este atropello, se quedaron callados y porque Página 12 le regaló un resumen biográfico que la enaltece en lugar de bajarla a pesar de haber apelado al irreverente y cobarde chusmerío twittero. Porque ahora ella sabe que está más acompañada que antes. Porque ahora hay razones para que la cuiden más todavía. Porque le queda en claro, un poco mejor, cómo es el lugar de dónde viene. Y porque ahora tiene más claro todavía hacia dónde tiene que ir.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Julio 31, 2023


 

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