A esta temprana hora, la mitad de los gobernadores ya ha comprometido su presencia en la cita que estableció el Presidente para la firma del acuerdo con el decálogo de medidas que propuso en su discurso ante el H° Aguantadero, y algunos de ellos son peronistas.
Los que aún faltan deberán soportar, hasta doblegarse, los latigazos financieros que el Ejecutivo nacional está dispuesto a prodigarles sin temor a las consecuencias políticas.
Javier Milei ha llamado a los mandatarios provinciales a una reunión previa para firmar un pre-acuerdo que implicará el compromiso de aprobar el DNU y la “ley ómnibus” a cambio de recibir los recursos federales que necesitan como el aire que respiran; del resultado de ese encuentro surgirá la predicción del futuro mediato con cierta certeza.
Porque, convengamos, no basta el ejercicio de autoridad que pueda hacer el Presidente para que los grandes inversores internacionales vengan tranquilos a un país que ha batido todos los records mundiales en materia de defaults, de cepos cambiarios, de corrupción y, sobre todo, en cambios de rumbo políticos. El caso YPF es paradigmático.
De allí la necesidad imperiosa de un nuevo acuerdo nacional, convertido en leyes (aún cuando nuestro Congreso también tiene máculas graves, como la derogación de las de “obediencia debida” y “punto final”, o la “re-interpretación” de la de 2×1 para excluir de sus beneficios sólo a los presos políticos) y, probablemente, de la aceptación de prórrogas de jurisdicción que permitan que los contratos sean juzgados por tribunales extranjeros, fuera del alcance de los gobiernos de turno.
Pero, como dije en la nota y confirmaron esta misma semana Guillermo Olivetto y la Universidad di Tella, centro mis esperanzas en la mayoritaria confianza en el Gobierno, aunque deberemos estar atentos, en especial Patricia Bullrich, para hacer frente a cualquier nuevo intento golpista que los afectados por el cambio pretendan protagonizar en la calle.
Para eso, se han hecho presentes instigadores cubanos y venezolanos pagados por los criminales regímenes condenados ahora por la Argentina, y que se suman a los integrantes de Sendero Luminoso y del Primeiro Comando Capital que ya se encontraban aquí para proteger los negocios del narco.
Vivimos tiempos más que interesantes aunque dolorosos, pero está visto y comprobado que la enfermedad que nos afecta no admite paliativos ni demoras, y que sólo nos curaremos aplicando una cirugía mayor, siempre riesgosa.
Hasta el sábado, cuando espero que el agua que hirvió anoche por los dichos de Milei haya bajado y se haya enfriado un poco.
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A esta temprana hora, la mitad de los gobernadores ya ha comprometido su presencia en la cita que estableció el Presidente para la firma del acuerdo con el decálogo de medidas que propuso en su discurso ante el H° Aguantadero, y algunos de ellos son peronistas.
Los que aún faltan deberán soportar, hasta doblegarse, los latigazos financieros que el Ejecutivo nacional está dispuesto a prodigarles sin temor a las consecuencias políticas.
Javier Milei ha llamado a los mandatarios provinciales a una reunión previa para firmar un pre-acuerdo que implicará el compromiso de aprobar el DNU y la “ley ómnibus” a cambio de recibir los recursos federales que necesitan como el aire que respiran; del resultado de ese encuentro surgirá la predicción del futuro mediato con cierta certeza.
Porque, convengamos, no basta el ejercicio de autoridad que pueda hacer el Presidente para que los grandes inversores internacionales vengan tranquilos a un país que ha batido todos los records mundiales en materia de defaults, de cepos
cambiarios, de corrupción y, sobre todo, en cambios de rumbo políticos. El caso YPF es paradigmático.
De allí la necesidad imperiosa de un nuevo acuerdo nacional, convertido en leyes (aún cuando nuestro Congreso también tiene máculas graves, como la derogación de las de “obediencia debida” y “punto final”, o la “re-interpretación” de la de 2×1 para excluir de sus beneficios sólo a los presos políticos) y, probablemente, de la aceptación de prórrogas de jurisdicción que permitan que los contratos sean juzgados por tribunales extranjeros, fuera del alcance de los gobiernos de turno.
Pero, como dije en la nota y confirmaron esta misma semana Guillermo Olivetto y la Universidad di Tella, centro mis esperanzas en la mayoritaria confianza en el Gobierno, aunque deberemos estar atentos, en especial Patricia Bullrich, para hacer frente a cualquier nuevo intento golpista que los afectados por el cambio pretendan protagonizar en la calle.
Para eso, se han hecho presentes instigadores cubanos y venezolanos pagados por los criminales regímenes condenados ahora por la Argentina, y que se suman a los integrantes de Sendero Luminoso y del Primeiro Comando Capital que ya se encontraban aquí para proteger los negocios del narco.
Vivimos tiempos más que interesantes aunque dolorosos, pero está visto y comprobado que la enfermedad que nos afecta no admite paliativos ni demoras, y que sólo nos curaremos aplicando una cirugía mayor, siempre riesgosa.
Hasta el sábado, cuando espero que el agua que hirvió anoche por los dichos de Milei haya bajado y se haya enfriado un poco.
Un abrazo grande.
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
Tel. (+5411) ò (011) 4807 4401
Cel. en Argentina (+54911) o (15) 4473 4003
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Marzo 3, 2024