Venus divinidad romana. Diosa de la hermosura, madre del amor. Tutela de la naturaleza, del año, y la primavera. Protectora de los elementos florecientes. Del renacer primaveral. Unido a Marte prometías al combate y al trabajo los frutos de la victoria y de la tierra. Romanos y sabinos te eran devotos. Después de batallar entre sí, se purificaron y levantaron tu imagen. Gran dispensadora de la felicidad dichosa. Venus romana. Afrodita de los griegos. Distinción del amor puro e intelectual. Del amor a lo bello representado por la Venus Urania y la Venus celeste. Venus feliz. Venus victoriosa. Venus madre. Los paganos te dedicaron monumentos y santuarios y fuiste inspiradora de artistas renacentistas. No obstante ninguna de tus imágenes se asemeja a la estatua mutilada del Milo y las islas Ciclada. Como el campesino desarraigando, que de un árbol cayó y dentro un túnel te hallaron por apreció a tu belleza te compró. Francia te adquirió y lucho por cuenta de su nación.
Armados tus trozos, sin tus brazos, con tus imperfecciones eres la Venus de Milo. Eres el prototipo de belleza escultural por la nobleza de tu actitud, por tu rostro sereno e impasible, por tu grave apostura de diosa, por el mármol lleno de vida, por el matiz de ternura que se advierte en tu mirada tranquila. Ya Rodin te dijo “a lo que hay en ti de divino, es el amor infinito de tu autor por la naturaleza”. Extraño ser, divina diosa emergida del mar, regálame el alma que permite amar. Tócame con tu mano fría de mármol y tierra. Llévame a tu reino sin aire y sin cielo. Explícame lo que es el amor. Enséñame a amar… Primavera eterna.
Venus divinidad romana. Diosa de la hermosura, madre del amor. Tutela de la naturaleza, del año, y la primavera. Protectora de los elementos florecientes. Del renacer primaveral. Unido a Marte prometías al combate y al trabajo los frutos de la victoria y de la tierra. Romanos y sabinos te eran devotos. Después de batallar entre sí, se purificaron y levantaron tu imagen. Gran dispensadora de la felicidad dichosa. Venus romana. Afrodita de los griegos. Distinción del amor puro e intelectual. Del amor a lo bello representado por la Venus Urania y la Venus celeste. Venus feliz. Venus victoriosa. Venus madre. Los paganos te dedicaron monumentos y santuarios y fuiste inspiradora de artistas renacentistas. No obstante ninguna de tus imágenes se asemeja a la estatua mutilada del Milo y las islas Ciclada. Como el campesino desarraigando, que de un árbol cayó y dentro un túnel te hallaron por apreció a tu belleza te compró. Francia te adquirió y lucho por cuenta de su nación.
Armados tus trozos, sin tus brazos, con tus imperfecciones eres la Venus de Milo. Eres el prototipo de belleza escultural por la nobleza de tu actitud, por tu rostro sereno e impasible, por tu grave apostura de diosa, por el mármol lleno de vida, por el matiz de ternura que se advierte en tu mirada tranquila. Ya Rodin te dijo “a lo que hay en ti de divino, es el amor infinito de tu autor por la naturaleza”. Extraño ser, divina diosa emergida del mar, regálame el alma que permite amar. Tócame con tu mano fría de mármol y tierra. Llévame a tu reino sin aire y sin cielo. Explícame lo que es el amor. Enséñame a amar… Primavera eterna.
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 21, 2018
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