El juez Julián Ercolini procesó a la ex presidente Cristina Elisabet Fernández de Kirchner por asociación ilícita y administración fraudulenta agravada y ordenó un embargo por 10.000 millones de pesos.
También procesó al ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, al ex secretario de Obras Públicas José López y al detenido empresario Lázaro Báez, entre otros, según una resolución firmada hoy. Abel Fatala, ex subsecretario de esa misma área; Nelson Periotti, el titular de Vialidad Nacional; y otros responsables políticos y técnicos del gobierno kirchnerista tanto a nivel nacional como provincial, también involucrados.
La misma medida le cayó al primo de Néstor Kirchner, Carlos Santiago Kirchner, en la distribución de la obra pública que convirtió a Báez, presunto testaferro de la ex familia presidencial, en de mendigo a multimillonario.
El juez Julián Ercolini procesó a la ex presidente Cristina Elisabet Fernández de Kirchner por asociación ilícita y administración fraudulenta agravada y ordenó un embargo por 10.000 millones de pesos.
También procesó al ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, al ex secretario de Obras Públicas José López y al detenido empresario Lázaro Báez, entre otros, según una resolución firmada hoy. Abel Fatala, ex subsecretario de esa misma área; Nelson Periotti, el titular de Vialidad Nacional; y otros responsables políticos y técnicos del gobierno kirchnerista tanto a nivel nacional como provincial, también involucrados.
La misma medida le cayó al primo de Néstor Kirchner, Carlos Santiago Kirchner, en la distribución de la obra pública que convirtió a Báez, presunto testaferro de la ex familia presidencial, en de mendigo a multimillonario.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 27, 2016
Related Posts
EL SR. CARLOS ROZANSKI, EX JUEZ MILITANTE K: AHORA MIMETIZADO EN DEFENSOR DE LOS DDHH.
♦ Por Mario Sandoval. El artículo « Milei [...]
“TODOS PONEN”
♣ por Enrique Guillermo Avogadro. Finalmente, Donald Trump [...]
UN 24 CON UNA DESAGRADABLE SORPRESA LIBERTARIA
♦ Por Dr. Gonzalo P. Miño. Cuando pensábamos que [...]