Su verdadero nombre es Pablo Rivadulla Duró. Nació en la ciudad catalana de Lleida, hace 32 años. Comenzó a hacer rap en 2005, primero como Hasél, y después como Pablo Hasél.
La fama le llegó con la primera condena por enaltecimiento del terrorismo, en 2014. Un delito que como explica el magistrado Ignacio González Vega no existe en otros países que no han vivido, como España, décadas de terror, con grupos armados como ETA:
“Aquí, en España, existe una jurisprudencia a veces vacilante sobre cuándo estamos en presencia de un delito y cuándo no. Y, después, también hay que decir que la legislación es más amplia en materia de límites a la libertad de expresión que la de otros países. Y pongo por ejemplo, simplemente, el delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación de las víctimas, que no hay en los países de nuestro entorno”.
De ser conocido solo en la escena underground del rap pasó a acaparar titulares, a salir en la tele y a ser conocido por el gran público.
Estas son algunas de las rimas de sus canciones por las que fue condenado.
Hasél fue condenado a dos años de prisión. Los jueces consideraron que “no es admisible en el ámbito de la libertad de expresión incitar a la violencia, o realizar un discurso de odio”, “como es la alabanza o justificación de acciones terroristas y el deseo de nuevas actuaciones de los grupos terroristas”.
La condena fue suspendida, en 2019, ya que no tenía antecedentes penales.
En 2018 había sido condenado de nuevo por enaltecimiento del terrorismo, a dos años de cárcel, y a multas por injurias a la Corona e instituciones del Estado, aunque la sentencia aún no era firme. La pena fue rebajada a nueve meses, y ratificada, el pasado junio, por el Tribunal Supremo, con tres votos a favor y dos en contra.
Estos son algunos de los tuits por los que fue condenado. Además de una canción, publicada en YouTube.
Según el Tribunal Supremo español, “estas expresiones exceden el derecho a la libertad de expresión u opinión”.
Reincidente
La situación ahora es diferente y la pena no puede ser suspendida. Hasél es reincidente y acumula ya varias condenas, no solo por delitos de expresión.
En junio de 2020, el rapero fue sentenciado a seis meses de prisión por agredir a un periodista, física y verbalmente. Este mismo jueves, dos días después de su ingreso en prisión, mientras varias ciudades españolas ardían en protestas pidiendo su liberación, la Audiencia de Lleida confirmaba una pena de dos años y medio entre rejas por obstrucción a la justicia, amenazas e intento de agresión contra un testigo en un juicio. Ambas condenas no son todavía firmes.
Libertad de expresión y reforma del Código Penal
Su caso ha reabierto el debate sobre los límites de la libertad de expresión en España. El Gobierno de socialistas y Unidas Podemos ya ha anunciado una reforma del Código Penal.
La Audiencia Nacional advierte de que despenalizar el enaltecimiento del terrorismo supondría una “desprotección” para la sociedad y chocaría con el “abrumador” apoyo social a que ese tipo de actuaciones tenga un castigo.
Asociaciones de jueces y de víctimas del terrorismo también han mostrado su oposición.
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Su verdadero nombre es Pablo Rivadulla Duró. Nació en la ciudad catalana de Lleida, hace 32 años. Comenzó a hacer rap en 2005, primero como Hasél, y después como Pablo Hasél.
La fama le llegó con la primera condena por enaltecimiento del terrorismo, en 2014. Un delito que como explica el magistrado Ignacio González Vega no existe en otros países que no han vivido, como España, décadas de terror, con grupos armados como ETA:
“Aquí, en España, existe una jurisprudencia a veces vacilante sobre cuándo estamos en presencia de un delito y cuándo no. Y, después, también hay que decir que la legislación es más amplia en materia de límites a la libertad de expresión que la de otros países. Y pongo por ejemplo, simplemente, el delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación de las víctimas, que no hay en los países de nuestro entorno”.
De ser conocido solo en la escena underground del rap pasó a acaparar titulares, a salir en la tele y a ser conocido por el gran público.
Estas son algunas de las rimas de sus canciones por las que fue condenado.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Hasél fue condenado a dos años de prisión. Los jueces consideraron que “no es admisible en el ámbito de la libertad de expresión incitar a la violencia, o realizar un discurso de odio”, “como es la alabanza o justificación de acciones terroristas y el deseo de nuevas actuaciones de los grupos terroristas”.
La condena fue suspendida, en 2019, ya que no tenía antecedentes penales.
En 2018 había sido condenado de nuevo por enaltecimiento del terrorismo, a dos años de cárcel, y a multas por injurias a la Corona e instituciones del Estado, aunque la sentencia aún no era firme. La pena fue rebajada a nueve meses, y ratificada, el pasado junio, por el Tribunal Supremo, con tres votos a favor y dos en contra.
Estos son algunos de los tuits por los que fue condenado. Además de una canción, publicada en YouTube.
Según el Tribunal Supremo español, “estas expresiones exceden el derecho a la libertad de expresión u opinión”.
Reincidente
La situación ahora es diferente y la pena no puede ser suspendida. Hasél es reincidente y acumula ya varias condenas, no solo por delitos de expresión.
En junio de 2020, el rapero fue sentenciado a seis meses de prisión por agredir a un periodista, física y verbalmente. Este mismo jueves, dos días después de su ingreso en prisión, mientras varias ciudades españolas ardían en protestas pidiendo su liberación, la Audiencia de Lleida confirmaba una pena de dos años y medio entre rejas por obstrucción a la justicia, amenazas e intento de agresión contra un testigo en un juicio. Ambas condenas no son todavía firmes.
Libertad de expresión y reforma del Código Penal
Su caso ha reabierto el debate sobre los límites de la libertad de expresión en España. El Gobierno de socialistas y Unidas Podemos ya ha anunciado una reforma del Código Penal.
La Audiencia Nacional advierte de que despenalizar el enaltecimiento del terrorismo supondría una “desprotección” para la sociedad y chocaría con el “abrumador” apoyo social a que ese tipo de actuaciones tenga un castigo.
Asociaciones de jueces y de víctimas del terrorismo también han mostrado su oposición.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 24, 2021