A 46 años de la desaparición del Comisario General Alberto Villar y su señora esposa Doña Elsa Marina Pérez, asesinados alevosamente por terroristas de la organización montoneros, en el momento que partían del Tigre en una embarcación de paseo; cabe recordarlo como uno de los cuatro Jefes de Policía mártires de la lucha contra la delincuencia subversiva. Los otros tres fueron el Coronel Ramón Lorenzo Falcón, el general Angel Cardozo y a poco de dejar la Jefatura el general Jorge Cáceres Monié y su esposa Beatriz Sassiain.
Es muy difícil que en el futuro vuelva a aparecer otra figura que iguale o supere a Villar. Sus ancestros de sangre nobleza hispana y su formación profesional, solo se pueden dar en fortuitas ocasiones. Villar no era el hombre que mandaba por jerarquía, a él se lo seguía por el alto concepto del valor y el ejemplo que siempre dio.
No era el policía de la mano dura, era muy consiente de que “contener, aislar y dispersar” era el mejor método para el manejo de multitudes en descontrol. Su método para someter al oponente era no solo la persuasión y la actitud de fuerza que presentaban sus afectivos, sino que aplicaba la Ley tal como esta marcada, pero con actitud firme.
A Villar no se le puede achacar ninguna actitud desproporcionada, por eso el mote de ”policía duro” no le cabe y es solo una etiqueta que le han endosado aquellos que odian el órden y el cumplimiento de las leyes que regulan la convivencia y que solo buscan el desorden como camino a la anarquía.
No voy a ensuciar estas páginas mencionando a sus enemigos pues ellos también son los enemigos de la sociedad bien nacida. Son siempre los mismos, cambian de camiseta pero su club es el mismo. No nos pueden engañar, quienes fuimos sus subalternos ya tenemos suficiente experiencia de vida como para que nos quieran vender cuentos pasados de moda
Espero que las futuras generaciones de policías hayan podido abrevar algo de su ejemplar vida. Asi se podrá conformar una sociedad ordenada y respetuosa de lo ajeno. No son los políticos ni los aprendices de brujo quienes puedan lograr esto. La policía es una VOCACION PROFESIONAL Y NO FUNCIONA CON IMPROVISADOS.
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Por JORGE MUÑOZ.
A 46 años de la desaparición del Comisario General Alberto Villar y su señora esposa Doña Elsa Marina Pérez, asesinados alevosamente por terroristas de la organización montoneros, en el momento que partían del Tigre en una embarcación de paseo; cabe recordarlo como uno de los cuatro Jefes de Policía mártires de la lucha contra la delincuencia subversiva. Los otros tres fueron el Coronel Ramón Lorenzo Falcón, el general Angel Cardozo y a poco de dejar la Jefatura el general Jorge Cáceres Monié y su esposa Beatriz Sassiain.
Es muy difícil que en el futuro vuelva a aparecer otra figura que iguale o supere a Villar. Sus ancestros de sangre nobleza hispana y su formación profesional, solo se pueden dar en fortuitas ocasiones. Villar no era el hombre que mandaba por jerarquía, a él se lo seguía por el alto concepto del valor y el ejemplo que siempre dio.
No era el policía de la mano dura, era muy consiente de que “contener, aislar y dispersar” era el mejor método para el manejo de multitudes en descontrol. Su método para someter al oponente era no solo la persuasión y la actitud de fuerza que presentaban sus afectivos, sino que aplicaba la Ley tal como esta marcada, pero con actitud firme.
A Villar no se le puede achacar ninguna actitud desproporcionada, por eso el mote de ”policía duro” no le cabe y es solo una etiqueta que le han endosado aquellos que odian el órden y el cumplimiento de las leyes que regulan la convivencia y que solo buscan el desorden como camino a la anarquía.
No voy a ensuciar estas páginas mencionando a sus enemigos pues ellos también son los enemigos de la sociedad bien nacida. Son siempre los mismos, cambian de camiseta pero su club es el mismo. No nos pueden engañar, quienes fuimos sus subalternos ya tenemos suficiente experiencia de vida como para que nos quieran vender cuentos pasados de moda
Espero que las futuras generaciones de policías hayan podido abrevar algo de su ejemplar vida. Asi se podrá conformar una sociedad ordenada y respetuosa de lo ajeno. No son los políticos ni los aprendices de brujo quienes puedan lograr esto. La policía es una VOCACION PROFESIONAL Y NO FUNCIONA CON IMPROVISADOS.
Jorge Muñoz
Comisario General (R) PFA
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 1, 2020