Mientras el gobierno nacional sigue fascinando en su propia realidad, muy alejada de la de cada argentino, por cierto, la ciudad de Buenos Aires apareció inundada de carteles que piden por la liberación de los casi 200 rehenes que mantiene el grupo terroristas Hamas cautivos, entre ellos varios argentinos.
Pareciera que estos argentinos, que no se sabe a ciencia cierta si están vivos o no -oramos para que estén vivos- no tienen derechos humanos. En efecto, no se ha visto ningún organismo de derechos humanos, ni las madres ni las abuelas putativas de todos los argentinos decir algo al respecto. Ni siquiera salieron a repudiar la bestialidad que ocurre en la franja de Gaza. El silencio que mantienen es atronador.
Insólitamente el presidente argentino, que pasa sus últimos días más ocupado en sus viajes internacionales que lo que le sucede a sus gobernados, ha manifestado estar trabajando para la liberación de los argentinos secuestrados y sin ponerse colorado declaró ante la prensa que: “Es una cosa muy compleja, porque muchos de sus familiares están en manos de terroristas que no sabemos quiénes son”.
Quizás no se haya enterado el Presidente de la Nación, solo le bastaba con leer los diarios o mirar algún canal de noticias, para descubrir que los terroristas que mantienen secuestrados a argentinos son los de Hamas, los que son financiados y apoyados por Irán. El mismo país con el que alguna vez, gente de su propio partido, firmó un Memorándum de acuerdo, mediante fluidos contactos con líderes de ese régimen. A lo mejor, hubiese bastado que utilizaran esas aceitadas relaciones para pedir por todos cautivos, en especial los argentinos.
Que está haciendo no sabemos. Ni la verborrágica portavoz del gobierno ha dicho algo al respecto. Si sabemos que se desesperó en su última visita a China, por abrazar al presidente ruso, el que se ha acercado nada más ni nada menos que precisamente a Irán y que sigue en su alocada aventura de masacrar al pueblo ucraniano.
El gobierno estadounidense activó su diplomacia y consiguió la liberación de dos rehenes. Nuestro gobierno declama pero no actúa. “¡Tráiganlos de regreso a casa!”.
No podemos dejar de recordar que quien denunció todo este revulsivo entramado argentino-iraní fue el entonces Fiscal Nisman, quien nadie en Argentina duda que fue asesinado, justamente por ese motivo y durante un gobierno de su propio color (de hecho, la actual Vicepresidenta de la Nación era Presidenta), que hizo todo lo posible para que nunca se esclarezca el hecho.
A su vez, mientras el conflicto de la franja de Gaza amenaza con extenderse al mundo, por los probables atentados que puedan cometer estos grupos terroristas; el gobierno argentino mantiene a sus fuerzas de seguridad entretenidas en “vigilar” casas de cambio para que el dólar no sigua subiendo. Ni hablar de reforzar la seguridad en los aeropuertos y en los pasos fronterizos o de emitir alertas al respecto. A la inteligencia la tienen hurgando en la basura de los candidatos de la oposición, para ver con que los pueden operar, en vez de tenerlos centrados en detectar la posible presencia de integrantes de esos grupos terroristas en el país.
Lo cierto es que, si bien 199 es el número difundido como los secuestrados por el grupo terroristas de Hamas, esa cifra puede ser aún mayor, ya que algunas familias tienen a varios de sus miembros secuestrados desde el pasado 7 de octubre, reiteramos, ningún organismo de los derechos humanos del país, tan activos en ese campo, han salido a decir una palabra de la situación. No se entiende el por qué, si con tanto ahínco han defendido el principio de la justicia universal, por el cual cualquier delito contra la humanidad puede ser investigado y juzgado por un juez de cualquier parte del mundo, al punto de haber defendido férreamente al ex juez español, que cuando lo era, investigaba a militares y policías por los hechos de los 70 que ocurrieron en nuestro país, distante a 10.665 km de su Juzgado; no abarrotan los juzgados federales con denuncias y pedidos de constitución de querellantes por estos crímenes. ¿Será que para ellos los hechos que cometen los terroristas de Hamas no son delitos contra la humanidad? Peor aún, será para ellos no es delito?
Dicho sea de paso, tampoco se escuchó al ex juez español repudiar estos hechos, tanto que le gusta disertar y hablar sobre los derechos humanos universales.
Y eso que hablamos de niños, bebés y familias enteras. Es revulsivo el cinismo y la hipocresía de esta gente. Así como niegan las víctimas del terrorismo en Argentina, niegan las víctimas del terrorismo en Israel. Estamos a las puertas de un nuevo holocausto del pueblo judío y siguen en modo “silenzio stampa”.
No podemos olvidar que el grupo terrorista Montoneros, que operó en Argentina en los años 70 como lo hace hoy Hamas en Gaza, eran -aún hoy lo son- antisemitas con estrecha vinculación a grupos terroristas de Medio Oriente, al punto de existir concretas denuncias de que varios de sus integrantes llegaron a ser del círculo íntimo del diplomático iraní considerado organizador de los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA en los años 90. No solo eso, también eran -y lo son- homofóbico y misóginos. Basta recordar el cantico: “No somos putos, no somos faloperos, somos soldados de FAR y Montoneros”.
Todo hombre o mujer de bien debe, no solo repudiar al terrorismo, sino también actuar en consecuencia, empatizar con quienes lo combaten y reprobar a quienes lo defienden, aún en forma solapada.
Los derechos humanos son para todos, no solo para los ideológicamente afines. No se puede ser “políticamente correcto en esto”. Como bien dice el video difundido ampliamente por las redes sociales “Conectá. No mires a otro lado. Fueron secuestrados por el terrorismo de Hamas… Tienen nombres y apellidos, como vos, como todos. ¡Tráiganlos de regreso a casa!”.
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Por Dr. Gonzalo Miño.
Mientras el gobierno nacional sigue fascinando en su propia realidad, muy alejada de la de cada argentino, por cierto, la ciudad de Buenos Aires apareció inundada de carteles que piden por la liberación de los casi 200 rehenes que mantiene el grupo terroristas Hamas cautivos, entre ellos varios argentinos.
Pareciera que estos argentinos, que no se sabe a ciencia cierta si están vivos o no -oramos para que estén vivos- no tienen derechos humanos. En efecto, no se ha visto ningún organismo de derechos humanos, ni las madres ni las abuelas putativas de todos los argentinos decir algo al respecto. Ni siquiera salieron a repudiar la bestialidad que ocurre en la franja de Gaza. El silencio que mantienen es atronador.
Insólitamente el presidente argentino, que pasa sus últimos días más ocupado en sus viajes internacionales que lo que le sucede a sus gobernados, ha manifestado estar trabajando para la liberación de los argentinos secuestrados y sin ponerse colorado declaró ante la prensa que: “Es una cosa muy compleja, porque muchos de sus familiares están en manos de terroristas que no sabemos quiénes son”.
Quizás no se haya enterado el Presidente de la Nación, solo le bastaba con leer los diarios o mirar algún canal de noticias, para descubrir que los terroristas que mantienen secuestrados a argentinos son los de Hamas, los que son financiados y apoyados por Irán. El mismo país con el que alguna vez, gente de su propio partido, firmó un Memorándum de acuerdo, mediante fluidos contactos con líderes de ese régimen. A lo mejor, hubiese bastado que utilizaran esas aceitadas relaciones para pedir por todos cautivos, en especial los argentinos.
Que está haciendo no sabemos. Ni la verborrágica portavoz del gobierno ha dicho algo al respecto. Si sabemos que se desesperó en su última visita a China, por abrazar al presidente ruso, el que se ha acercado nada más ni nada menos que precisamente a Irán y que sigue en su alocada aventura de masacrar al pueblo ucraniano.
El gobierno estadounidense activó su diplomacia y consiguió la liberación de dos rehenes. Nuestro gobierno declama pero no actúa. “¡Tráiganlos de regreso a casa!”.
No podemos dejar de recordar que quien denunció todo este revulsivo entramado argentino-iraní fue el entonces Fiscal Nisman, quien nadie en Argentina duda que fue asesinado, justamente por ese motivo y durante un gobierno de su propio color (de hecho, la actual Vicepresidenta de la Nación era Presidenta), que hizo todo lo posible para que nunca se esclarezca el hecho.
A su vez, mientras el conflicto de la franja de Gaza amenaza con extenderse al mundo, por los probables atentados que puedan cometer estos grupos terroristas; el gobierno argentino mantiene a sus fuerzas de seguridad entretenidas en “vigilar” casas de cambio para que el dólar no sigua subiendo. Ni hablar de reforzar la seguridad en los aeropuertos y en los pasos fronterizos o de emitir alertas al respecto. A la inteligencia la tienen hurgando en la basura de los candidatos de la oposición, para ver con que los pueden operar, en vez de tenerlos centrados en detectar la posible presencia de integrantes de esos grupos terroristas en el país.
Lo cierto es que, si bien 199 es el número difundido como los secuestrados por el grupo terroristas de Hamas, esa cifra puede ser aún mayor, ya que algunas familias tienen a varios de sus miembros secuestrados desde el pasado 7 de octubre, reiteramos, ningún organismo de los derechos humanos del país, tan activos en ese campo, han salido a decir una palabra de la situación. No se entiende el por qué, si con tanto ahínco han defendido el principio de la justicia universal, por el cual cualquier delito contra la humanidad puede ser investigado y juzgado por un juez de cualquier parte del mundo, al punto de haber defendido férreamente al ex juez español, que cuando lo era, investigaba a militares y policías por los hechos de los 70 que ocurrieron en nuestro país, distante a 10.665 km de su Juzgado; no abarrotan los juzgados federales con denuncias y pedidos de constitución de querellantes por estos crímenes. ¿Será que para ellos los hechos que cometen los terroristas de Hamas no son delitos contra la humanidad? Peor aún, será para ellos no es delito?
Dicho sea de paso, tampoco se escuchó al ex juez español repudiar estos hechos, tanto que le gusta disertar y hablar sobre los derechos humanos universales.
Y eso que hablamos de niños, bebés y familias enteras. Es revulsivo el cinismo y la hipocresía de esta gente. Así como niegan las víctimas del terrorismo en Argentina, niegan las víctimas del terrorismo en Israel. Estamos a las puertas de un nuevo holocausto del pueblo judío y siguen en modo “silenzio stampa”.
No podemos olvidar que el grupo terrorista Montoneros, que operó en Argentina en los años 70 como lo hace hoy Hamas en Gaza, eran -aún hoy lo son- antisemitas con estrecha vinculación a grupos terroristas de Medio Oriente, al punto de existir concretas denuncias de que varios de sus integrantes llegaron a ser del círculo íntimo del diplomático iraní considerado organizador de los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA en los años 90. No solo eso, también eran -y lo son- homofóbico y misóginos. Basta recordar el cantico: “No somos putos, no somos faloperos, somos soldados de FAR y Montoneros”.
Todo hombre o mujer de bien debe, no solo repudiar al terrorismo, sino también actuar en consecuencia, empatizar con quienes lo combaten y reprobar a quienes lo defienden, aún en forma solapada.
Los derechos humanos son para todos, no solo para los ideológicamente afines. No se puede ser “políticamente correcto en esto”. Como bien dice el video difundido ampliamente por las redes sociales “Conectá. No mires a otro lado. Fueron secuestrados por el terrorismo de Hamas… Tienen nombres y apellidos, como vos, como todos. ¡Tráiganlos de regreso a casa!”.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 22, 2023