A finales de la década de 1960, un ingeniero italiano llamado Giorgio Rosa supervisó la construcción de una plataforma artificial en el mar Adriático de unos 4.500 pies cuadrados de tamaño. Ayudó a establecer un restaurante, un club nocturno, un bar y una oficina de correos.
El 24 de junio de 1968, Rosa declaró su plataforma la República de Rose Island (un juego de palabras con su apellido) y se proclamó presidente. Al gobierno italiano no le hizo ninguna gracia; Consideraban que Rosa intentaba obtener ganancias mientras evadía las leyes fiscales italianas.
Al decidir cerrar la empresa de Rosa, el gobierno envió soldados a la plataforma para tomar el control de Rose Island. Rosa y su propio gobierno micronacional protestaron por esta “ocupación”, pero nadie le prestó atención. Una vez reubicada la población de Rose Island, el gobierno italiano advirtió a todos que retrocedieran y luego voló la plataforma en pedazos.
El propio Rosa pasó a declararse presidente en ejercicio “en el exilio”; sin embargo, con la patria de su micronación destruida, las cosas no pintan tan bien para su causa.
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El 24 de junio de 1968, Rosa declaró su plataforma la República de Rose Island (un juego de palabras con su apellido) y se proclamó presidente. Al gobierno italiano no le hizo ninguna gracia; Consideraban que Rosa intentaba obtener ganancias mientras evadía las leyes fiscales italianas.
Al decidir cerrar la empresa de Rosa, el gobierno envió soldados a la plataforma para tomar el control de Rose Island. Rosa y su propio gobierno micronacional protestaron por esta “ocupación”, pero nadie le prestó atención. Una vez reubicada la población de Rose Island, el gobierno italiano advirtió a todos que retrocedieran y luego voló la plataforma en pedazos.
El propio Rosa pasó a declararse presidente en ejercicio “en el exilio”; sin embargo, con la patria de su micronación destruida, las cosas no pintan tan bien para su causa.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 12, 2023