Cuando los españoles llegaron por primera vez a Argentina a principios del siglo XVI, el área estaba poblada por muchos grupos indígenas diferentes, cada uno con su propio idioma y cultura. En el noroeste de Argentina, las poblaciones locales habían sido conquistadas por los ejércitos incas e incorporadas a su imperio alrededor de 1480, solo unas décadas antes.
Después de la conquista española, el territorio americano se dividió en dos virreinatos que representaban directamente al rey español: El Virreinato de Nueva España (establecido por primera vez después de la caída del Imperio Azteca en 1521), que en su apogeo incluía las colonias españolas de América del Norte. , Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la mayor parte de América Central, y el Virreinato del Perú, fundado tras la caída del Imperio Inca en 1534, que incluía Panamá y casi toda América del Sur (los portugueses obtuvieron el control de la actual Brasil). La zona que ahora conocemos como Argentina formaba parte del Virreinato del Perú, que tenía su capital en Lima.
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José de San Martín (1778-1850) Héroe nacional tanto en Argentina como en Perú, en 1811 San Martín renunció a su carrera militar luchando por España en Europa y África y regresó a su país de origen, Argentina, para unirse al movimiento revolucionario. San Martín fue un importante general de guerra y ayudó a Argentina, Perú y Chile a obtener la independencia. Hoy, la mayoría de las ciudades argentinas tienen una estatua de San Martín, y en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires hay una llama eterna, encendida en 1947 y ardiendo desde entonces, en homenaje al General San Martín y al Soldado Desconocido de la Guerra de Independencia.
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Manuel Belgrano (1770-1820) Another one of Argentina’s libertadores, Belgrano was an important criollo in Buenos Aires who fought against the two British invasions (1806 and 1807), supported the May Revolution and served in the Primera Junta, fought in the Argentinian war of independence, and created the flag of Argentina in 1812. He also played a role in the independence of Bolivia and Paraguay.
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En el siglo XVIII, los españoles dividieron el Virreinato del Perú en dos nuevos virreinatos: Nueva Granada y Río de la Plata. El Virreinato del Río de la Plata, establecido en 1776 con Buenos Aires como capital, abarcaba lo que hoy es Argentina, Uruguay, Bolivia y parte de Brasil.
En la estructura política impuesta por España, la mayoría de las personas que la monarquía eligió para ocupar puestos importantes eran peninsulares, personas nacidas en España, lo que enfureció a los criollos, europeos nacidos en América Latina. Esta rivalidad, junto con las ideas de las revoluciones americana y francesa y la prohibición del comercio con otras naciones y colonias extranjeras, alimentaron el fuego del deseo de cambio social de los criollos.
Tuvieron la oportunidad de actuar en 1806, cuando una flota británica atacó y capturó Buenos Aires. El virrey español, un peninsular llamado Rafael de Sobremonte, huyó de la ciudad con el tesoro público durante la batalla, siguiendo una ley de 1778 que establece que los tesoros deben mantenerse a salvo y los virreyes deben evitar ser capturados durante una invasión para que no puedan ser obligados a firmar un documento oficial. rendirse.
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A pesar de esta ley, Sobremonte fue ampliamente visto como un cobarde. En su ausencia, Santiago de Liniers logró liberar Buenos Aires de los británicos en 1806 utilizando milicias criollas. La Audiencia de Buenos Aires prohibió el regreso de Sobremonte y nombró a Liniers virrey interino. Por temor a posteriores invasiones, la población de Buenos Aires, incluidos criollos y esclavos, se armó y dispuso en cuerpos militares. Cuando los británicos atacaron nuevamente en 1807, las milicias los obligaron a rendirse.
Después de las dos victorias militares, Liniers era un héroe revolucionario. Sin embargo, su situación pronto cambió. De vuelta en Europa, el emperador francés Napoleón Bonaparte invadió España en 1808, y el rey español Fernando VII abdicó del trono el 6 de mayo del mismo año. Aunque había servido en el ejército español durante muchos años, Liniers era francés (de hecho, su nombre de nacimiento era Jacques de Liniers, aunque es más conocido por la versión española de su nombre). Algunas personas en el Virreinato del Río de la Plata pensaban que con la invasión de España por parte de Napoleón, un francés no tenía cabida como virrey de un territorio español. El peninsular Martín de Álzaga encabezó un motín y trató de destituir a Liniers en un cabildo abierto (un tipo especial de asamblea). La mayoría de los que apoyaron el motín eran peninsulares, pero también se unió un pequeño número de criollos. Sin embargo, las milicias criollas comandadas por Cornelio Saavedra rodearon la plaza donde se encontraba el cabildo y obligaron a los rebeldes a dispersarse. Como precio por el motín fallido, las milicias rebeldes peninsulares fueron desarmadas, aumentando así el poder de los criollos.
En parte para calmar las crecientes tensiones entre peninsulares y criollos, la Junta de Sevilla, formada en España después de la invasión de Napoleón, envió al peninsular Baltasar Hidalgo de Cisneros para reemplazar a Liniers como virrey del Río de la Plata en 1809. El general Manuel Belgrano animó a Liniers para pelear el nombramiento, pero decidió no oponer resistencia.
Con el paso del tiempo, las tropas francesas ganaron cada vez más el control de España, y finalmente tomaron Sevilla el 1 de febrero de 1810. La Junta de Sevilla se trasladó a Cádiz y se disolvió, aunque se creó el Consejo de Regencia de España e Indias para reemplazarla. . La noticia de que la Junta de Sevilla ya no existía llegó a Buenos Aires el 18 de mayo, desatando la Revolución de Mayo, que duró del 18 al 25 de mayo de 1810.
En Buenos Aires, un grupo de abogados criollos y militares organizaron rápidamente un cabildo abierto el 22 de mayo para discutir el futuro del virreinato. Los delegados acordaron que Cisneros no tenía derecho a gobernar ya que el gobierno por el que había sido designado ya no existía. En su lugar, se formó una junta para gobernar el virreinato. Inicialmente, Cisneros fue designado presidente de la Junta, pero esto encontró tanta resistencia popular por parte de las multitudes enojadas que se formaron fuera del cabildo (en lo que hoy se conoce como la Plaza de Mayo) que se vio obligado a renunciar. El 25 de mayo de 1810 se formó el primer gobierno independiente de Argentina, la Primera Junta (Primera Asamblea). El papel declarado de la Primera Junta era gobernar el virreinato en nombre del depuesto rey español Fernando VII, pero España nunca recuperaría el control de la región. Hoy, 25 de mayo es un día festivo en Argentina que honra el Primer gobierno patrio o el Primer Gobierno Nacional.
La Primera Junta estaba formada por representantes de Buenos Aires, quienes enviaron mensaje a otras ciudades del virreinato y les pidieron que enviaran diputados. Sin embargo, las otras ciudades principales se negaron a reconocer a la nueva Junta y el conflicto armado entre el nuevo gobierno y los leales a la corona española comenzó en 1810.
Luego de años de muchas batallas en múltiples frentes, el 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán declaró formalmente la independencia de España de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Hoy, este es el día en que Argentina celebra el Día de la Independencia, aunque la Guerra de Independencia argentina no concluyó oficialmente hasta 1818.
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Cuando los españoles llegaron por primera vez a Argentina a principios del siglo XVI, el área estaba poblada por muchos grupos indígenas diferentes, cada uno con su propio idioma y cultura. En el noroeste de Argentina, las poblaciones locales habían sido conquistadas por los ejércitos incas e incorporadas a su imperio alrededor de 1480, solo unas décadas antes.
Después de la conquista española, el territorio americano se dividió en dos virreinatos que representaban directamente al rey español: El Virreinato de Nueva España (establecido por primera vez después de la caída del Imperio Azteca en 1521), que en su apogeo incluía las colonias españolas de América del Norte. , Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la mayor parte de América Central, y el Virreinato del Perú, fundado tras la caída del Imperio Inca en 1534, que incluía Panamá y casi toda América del Sur (los portugueses obtuvieron el control de la actual Brasil). La zona que ahora conocemos como Argentina formaba parte del Virreinato del Perú, que tenía su capital en Lima.
[ezcol_1quarter]En el siglo XVIII, los españoles dividieron el Virreinato del Perú en dos nuevos virreinatos: Nueva Granada y Río de la Plata. El Virreinato del Río de la Plata, establecido en 1776 con Buenos Aires como capital, abarcaba lo que hoy es Argentina, Uruguay, Bolivia y parte de Brasil.
En la estructura política impuesta por España, la mayoría de las personas que la monarquía eligió para ocupar puestos importantes eran peninsulares, personas nacidas en España, lo que enfureció a los criollos, europeos nacidos en América Latina. Esta rivalidad, junto con las ideas de las revoluciones americana y francesa y la prohibición del comercio con otras naciones y colonias extranjeras, alimentaron el fuego del deseo de cambio social de los criollos.
Tuvieron la oportunidad de actuar en 1806, cuando una flota británica atacó y capturó Buenos Aires. El virrey español, un peninsular llamado Rafael de Sobremonte, huyó de la ciudad con el tesoro público durante la batalla, siguiendo una ley de 1778 que establece que los tesoros deben mantenerse a salvo y los virreyes deben evitar ser capturados durante una invasión para que no puedan ser obligados a firmar un documento oficial. rendirse.
[/ezcol_1half_end]A pesar de esta ley, Sobremonte fue ampliamente visto como un cobarde. En su ausencia, Santiago de Liniers logró liberar Buenos Aires de los británicos en 1806 utilizando milicias criollas. La Audiencia de Buenos Aires prohibió el regreso de Sobremonte y nombró a Liniers virrey interino. Por temor a posteriores invasiones, la población de Buenos Aires, incluidos criollos y esclavos, se armó y dispuso en cuerpos militares. Cuando los británicos atacaron nuevamente en 1807, las milicias los obligaron a rendirse.
Después de las dos victorias militares, Liniers era un héroe revolucionario. Sin embargo, su situación pronto cambió. De vuelta en Europa, el emperador francés Napoleón Bonaparte invadió España en 1808, y el rey español Fernando VII abdicó del trono el 6 de mayo del mismo año. Aunque había servido en el ejército español durante muchos años, Liniers era francés (de hecho, su nombre de nacimiento era Jacques de Liniers, aunque es más conocido por la versión española de su nombre). Algunas personas en el Virreinato del Río de la Plata pensaban que con la invasión de España por parte de Napoleón, un francés no tenía cabida como virrey de un territorio español. El peninsular Martín de Álzaga encabezó un motín y trató de destituir a Liniers en un cabildo abierto (un tipo especial de asamblea). La mayoría de los que apoyaron el motín eran peninsulares, pero también se unió un pequeño número de criollos. Sin embargo, las milicias criollas comandadas por Cornelio Saavedra rodearon la plaza donde se encontraba el cabildo y obligaron a los rebeldes a dispersarse. Como precio por el motín fallido, las milicias rebeldes peninsulares fueron desarmadas, aumentando así el poder de los criollos.
Con el paso del tiempo, las tropas francesas ganaron cada vez más el control de España, y finalmente tomaron Sevilla el 1 de febrero de 1810. La Junta de Sevilla se trasladó a Cádiz y se disolvió, aunque se creó el Consejo de Regencia de España e Indias para reemplazarla. . La noticia de que la Junta de Sevilla ya no existía llegó a Buenos Aires el 18 de mayo, desatando la Revolución de Mayo, que duró del 18 al 25 de mayo de 1810.
En Buenos Aires, un grupo de abogados criollos y militares organizaron rápidamente un cabildo abierto el 22 de mayo para discutir el futuro del virreinato. Los delegados acordaron que Cisneros no tenía derecho a gobernar ya que el gobierno por el que había sido designado ya no existía. En su lugar, se formó una junta para gobernar el virreinato. Inicialmente, Cisneros fue designado presidente de la Junta, pero esto encontró tanta resistencia popular por parte de las multitudes enojadas que se formaron fuera del cabildo (en lo que hoy se conoce como la Plaza de Mayo) que se vio obligado a renunciar. El 25 de mayo de 1810 se formó el primer gobierno independiente de Argentina, la Primera Junta (Primera Asamblea). El papel declarado de la Primera Junta era gobernar el virreinato en nombre del depuesto rey español Fernando VII, pero España nunca recuperaría el control de la región. Hoy, 25 de mayo es un día festivo en Argentina que honra el Primer gobierno patrio o el Primer Gobierno Nacional.
La Primera Junta estaba formada por representantes de Buenos Aires, quienes enviaron mensaje a otras ciudades del virreinato y les pidieron que enviaran diputados. Sin embargo, las otras ciudades principales se negaron a reconocer a la nueva Junta y el conflicto armado entre el nuevo gobierno y los leales a la corona española comenzó en 1810.
Luego de años de muchas batallas en múltiples frentes, el 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán declaró formalmente la independencia de España de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Hoy, este es el día en que Argentina celebra el Día de la Independencia, aunque la Guerra de Independencia argentina no concluyó oficialmente hasta 1818.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 25, 2023