He vivido en países muy ricos, otros medianamente ricos y otros pobres. ¿Qué significa decir esto para sus habitantes? Me he preguntado muchas veces si la riqueza material de un país hace a la riqueza y felicidad de la población. No hay sociedad totalmente justa, pero si podría decir que influye y mucho. Es muy importante el bienestar económico, pero no es un factor decisivo. Hay pueblos alegres que quizás hayan llegado a serlo después de tanto sufrimientos y peleas internas. Siempre recuerdo mi estadía en Centroamérica y particularmente en Nicaragua, alegrías matizadas con un buen “ron” y “coñac” de mucha gente pobre pero feliz. Me quedo grabado en mi mente la imagen de un hombre “harapiento” en una playa cercana a Managua que sostuvo durante varias horas en su dedo índice un pájaro que no se movía, que parecía estar hipnotizado. Era increíble la paz que transmitían, la “paz interna” de este hombre envidiable, por cierto, capaz de despertar la admiración de otros más poderosos. Solía visitar lugares pobres cerca de Managua guiado por mi chófer Augusto y recuerdo un episodio por el cual una “pobre mujer” me invita a comer aclarándome que solo tendría para mí una rica sopa. Acepte gustoso, disfrute la invitación que me pareció mucho más importante de las que a veces recibo de gente rica y poderosa, muchas de estas son por compromiso. Cuánta riqueza espiritual la de esta mujer. Así es. Conmovido le pedí a Augusto que fuera al mercado y llenara la casa de esta “noble dama” con comestibles. Han pasado más de 20 años y no me puedo olvidar. Se puede ser rico con mucho y con poco y se puede ser “pobre” con mucho dinero. Hay pobres que son ricos por su riqueza espiritual. En África caminando por la calle un “pobre indigente” sentado con frío y hambre me sonríe y me dice ” A pesar de como Ud. me ve soy feliz ¿Si pensamos bien no podríamos decir que tiene riqueza espiritual? Siempre recuerdo lo que escribí “Carta a un Desamparado” Me había conmovido. Viví en Sudáfrica en tiempos del apartheid. Gracias a los periodistas del Cape Times y del Argus visitaba las villas de emergencias, donde vivían los marginados por la sociedad de los blancos de ese entonces. Aprendí mucho a distinguir entre la grandeza material y la grandeza espiritual, son muchos los que se dejan llevar rápidamente por lo exterior, por lo visible, y mi sano consejo es que hay que ser un analista profundo de la vida de los humanos. No es rico el que solo tiene dinero, es rico el que tiene valores espirituales. Un rico con valores espirituales es ante todo una buena persona y capaz de hacer mucho por el prójimo. Dignifica su propia humanidad
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He vivido en países muy ricos, otros medianamente ricos y otros pobres. ¿Qué significa decir esto para sus habitantes? Me he preguntado muchas veces si la riqueza material de un país hace a la riqueza y felicidad de la población. No hay sociedad totalmente justa, pero si podría decir que influye y mucho. Es muy importante el bienestar económico, pero no es un factor decisivo. Hay pueblos alegres que quizás hayan llegado a serlo
después de tanto sufrimientos y peleas internas. Siempre recuerdo mi estadía en Centroamérica y particularmente en Nicaragua, alegrías matizadas con un buen “ron” y “coñac” de mucha gente pobre pero feliz. Me quedo grabado en mi mente la imagen de un hombre “harapiento” en una playa cercana a Managua que sostuvo durante varias horas en su dedo índice un pájaro que no se movía, que parecía estar hipnotizado. Era increíble la paz que transmitían, la “paz interna” de este hombre envidiable, por cierto, capaz de despertar la admiración de otros más poderosos. Solía visitar lugares pobres cerca de Managua guiado por mi chófer Augusto y recuerdo un episodio por el cual una “pobre mujer” me invita a comer aclarándome que solo tendría para mí una rica sopa. Acepte gustoso, disfrute la invitación que me pareció mucho más importante de las que a veces recibo de gente rica y poderosa, muchas de estas son por compromiso. Cuánta riqueza espiritual la de esta mujer. Así es. Conmovido le pedí a Augusto que fuera al mercado y llenara la casa de esta “noble dama” con comestibles. Han pasado más de 20 años y no me puedo olvidar. Se puede ser rico con mucho y con poco y se puede ser “pobre” con mucho dinero. Hay pobres que son ricos por su riqueza espiritual. En África caminando por la calle un “pobre indigente” sentado con frío y hambre me sonríe y me dice ” A pesar de como Ud. me ve soy feliz ¿Si pensamos bien no podríamos decir que tiene riqueza espiritual? Siempre recuerdo lo que escribí “Carta a un Desamparado” Me había conmovido. Viví en Sudáfrica en tiempos del apartheid. Gracias a los periodistas del Cape Times y del Argus visitaba las villas de emergencias, donde vivían los marginados por la sociedad de los blancos de ese entonces. Aprendí mucho a distinguir entre la grandeza material y la grandeza espiritual, son muchos los que se dejan llevar rápidamente por lo exterior, por lo visible, y mi sano consejo es que hay que ser un analista profundo de la vida de los humanos. No es rico el que solo tiene dinero, es rico el que tiene valores espirituales. Un rico con valores espirituales es ante todo una buena persona y capaz de hacer mucho por el prójimo. Dignifica su propia humanidad
Francisco Benard
Abogado
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 4, 2020