La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó en las últimas horas sobre un brote de fiebre amarilla en Venezuela, con siete casos confirmados en humanos, cuyas infecciones fueron investigadas entre el 23 y 24 de septiembre en el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel.
Una semana antes, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya había dado a conocer la información mediante su boletín epidemiológico. El reporte señala que el lugar probable donde se habrían producido todas las infecciones sería la localidad de Carapal, en el municipio de Maturín, estado de Monagas.
Sobre los enfermos, se detalla que tres de ellos no presentaron síntomas y que seis no tenían la vacuna correspondiente. Sobre la persona que sí estaba vacunada, una adolescente de 16 años, se informa que “sufrió un aborto al momento de su detección”, aunque no se especifica bajo qué circunstancias perdió su embarazo.
En ese marco, la OMS afirma que las autoridades sanitarias del país sudamericano están intensificando la vigilancia y las tareas de diagnóstico. También continúan con la vacunación: desde el 1 de noviembre del 2020, se suministró un total de 24.772 dosis contra la fiebre amarilla en los municipios de Aguasay, Maturín, Santa Bárbara, Ezequiel Zamora y Cedeño del estado Monagas, alcanzando una cobertura del 68,3%.
Igualmente, la aplicación de vacunas aumentó desde agosto del 2021 en el municipio de Marutín, y continúa a buen ritmo en Guanipa, Simón Rodríguez y Anaco. Entre tanto, la OMS insiste en aumentar los índices de vacunación, sobre todo en las zonas amazónicas, donde hay más exposición a insectos transmisores.
La fiebre amarilla es una enfermedad hemorrágica viral aguda causada por un virus, y es transmitida por mosquitos infectados de los géneros ‘haemagogus’ y ‘sabethes’, así como por la especie de mosquito urbano ‘aedes aegypti’. Además de Venezuela, se notificaron casos confirmados en Perú (10) y Brasil (10), que bajó la incidencia de contagios comparado con los últimos años.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó en las últimas horas sobre un brote de fiebre amarilla en Venezuela, con siete casos confirmados en humanos, cuyas infecciones fueron investigadas entre el 23 y 24 de septiembre en el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel.
Una semana antes, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ya había dado a conocer la información mediante su boletín epidemiológico. El reporte señala que el lugar probable donde se habrían producido todas las infecciones sería la localidad de Carapal, en el municipio de Maturín, estado de Monagas.
Sobre los enfermos, se detalla que tres de ellos no presentaron síntomas y que seis no tenían la vacuna correspondiente. Sobre la persona que sí estaba vacunada, una adolescente de 16 años, se informa que “sufrió un aborto al momento de su detección”, aunque no se especifica bajo qué circunstancias perdió su embarazo.
En ese marco, la OMS afirma que las autoridades sanitarias del país sudamericano están intensificando la vigilancia y las tareas de diagnóstico. También continúan con la vacunación: desde el 1 de noviembre del 2020, se suministró un total de 24.772 dosis contra la fiebre amarilla en los municipios de Aguasay, Maturín, Santa Bárbara, Ezequiel Zamora y Cedeño del estado Monagas, alcanzando una cobertura del 68,3%.
Igualmente, la aplicación de vacunas aumentó desde agosto del 2021 en el municipio de Marutín, y continúa a buen ritmo en Guanipa, Simón Rodríguez y Anaco. Entre tanto, la OMS insiste en aumentar los índices de vacunación, sobre todo en las zonas amazónicas, donde hay más exposición a insectos transmisores.
La fiebre amarilla es una enfermedad hemorrágica viral aguda causada por un virus, y es transmitida por mosquitos infectados de los géneros ‘haemagogus’ y ‘sabethes’, así como por la especie de mosquito urbano ‘aedes aegypti’. Además de Venezuela, se notificaron casos confirmados en Perú (10) y Brasil (10), que bajó la incidencia de contagios comparado con los últimos años.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 15, 2021