Es una gran equivocación pensar que somos los más capacitados para hacer todas las cosas. Somos los más competentes y los únicos que entienden de todo. Fulano es muy lento; Mengano es desorganizado; Zutano es anticuado y necesita modernizarse lo más rápido posible. Y así vamos analizando y juzgando a todo y a todos. De una manera presuntuosa, pensamos: “Si de mí dependiese: ¡yo lo haría muy mejor!”
Estamos equivocados también cuando hacemos caso a algo en relación a un todo; o sea nos tornamos omisos… ¿Para qué voy a hacer eso si hay otras personas qué pueden hacer? ¿Para qué me voy a esforzar si ya existen personas dispuestas a ofrecer su tiempo en esta tarea? ¿Por qué me voy a juntar a aquel grupo si ya hay muchos allí y ni notarán mi presencia? De manera presuntuosa pensamos: “Me quedaré en mi canto quieto y dejaré todo para los otros”.
Eso también puede acontecer con relación a nuestra participación en las obras de caridad, en obras que, a ciencia cierta, pueden favorecer a nuestros semejantes. No nos envolvemos y no nos comprometemos. No nos alistamos en los ejércitos comunitarios y no disfrutamos las satisfacciones que los que lo hacen reciben. No queremos dividir las tareas porque solamente nosotros sabemos hacer de todo y no aceptamos pequeñas participaciones. Sería humillante y no retractaría la verdadera importancia que tenemos. O somos llamados para hacer todo o no haremos nada. ¡Solo aceptamos el papel principal y jamás el menor! Nuevamente, de manera vanidosa, pensamos: “Ellos van a perder todo el talento que yo tengo para mostrar”.
Somos gente de bien y sería un gran privilegio trabajar para hacer el bien a otros, tanto sea haciendo cosas grandes como pequeñas… El mayor vanidoso es aquél que no hace nada.
“Somos vanidosos, tanto sea cuando pensamos que podemos hacer todo, como cuando pensamos que nada podemos hacer.”
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un saludo, y mi deseo de que la vida te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y
mucha prosperidad.
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Por CLAUDIO VALERIO.
Es una gran equivocación pensar que somos los más capacitados para hacer todas las cosas. Somos los más competentes y los únicos que entienden de todo. Fulano es muy lento; Mengano es desorganizado; Zutano es anticuado y necesita modernizarse lo más rápido posible. Y así vamos analizando y juzgando a todo y a todos. De una manera presuntuosa, pensamos: “Si de mí dependiese: ¡yo lo haría muy mejor!”
Estamos equivocados también cuando hacemos caso a algo en relación a un todo; o sea nos tornamos omisos… ¿Para qué voy a hacer eso si hay otras personas qué pueden hacer? ¿Para qué me voy a esforzar si ya existen personas dispuestas a ofrecer su tiempo en esta tarea? ¿Por qué me voy a juntar a aquel grupo si ya hay muchos allí y ni notarán mi presencia? De manera presuntuosa pensamos: “Me quedaré en mi canto quieto y dejaré todo para los otros”.
Eso también puede acontecer con relación a nuestra participación en las obras de caridad, en obras que, a ciencia cierta, pueden favorecer a nuestros semejantes. No nos envolvemos y no nos comprometemos. No nos alistamos en los ejércitos comunitarios y no disfrutamos las satisfacciones que los que lo hacen reciben. No queremos dividir las tareas porque solamente nosotros sabemos hacer de todo y no aceptamos pequeñas participaciones. Sería humillante y no retractaría la verdadera importancia que tenemos. O somos llamados para hacer todo o no haremos nada. ¡Solo aceptamos el papel principal y jamás el menor! Nuevamente, de manera vanidosa, pensamos: “Ellos van a perder todo el talento que yo tengo para mostrar”.
Somos gente de bien y sería un gran privilegio trabajar para hacer el bien a otros, tanto sea haciendo cosas grandes como pequeñas… El mayor vanidoso es aquél que no hace nada.
“Somos vanidosos, tanto sea cuando pensamos que podemos hacer todo, como cuando pensamos que nada podemos hacer.”
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un saludo, y mi deseo de que la vida te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame sobre ti, Salud, Paz, Amor, y
mucha prosperidad.
Claudio Valerio
© Valerius
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 7, 2021