La aerolínea estadounidense Southwest Airlines dio a conocer este viernes sus estimaciones sobre las pérdidas que sufrió la compañía en el cuarto trimestre del año pasado después de cancelar más de 16.700 vuelos durante la época navideña debido a un fallo tecnológico provocado en medio de inusuales condiciones climáticas.

La suspensión masiva de viajes aéreos que se produjo durante la temporada alta, del 24 de diciembre al 2 de enero, podría tener un impacto en los ingresos trimestrales de Southwest Airlines de entre 725 y 825 millones de dólares, antes de impuestos, indicó la compañía.

Durante la fuerte tormenta invernal Elliott, el ‘software’ de programación de tripulaciones no logró procesar todos los cambios de personal necesarios. Los empleados de Southwest Airlines tuvieron que asignar al personal para los aviones manualmente, lo que derivó en enormes tiempos de espera.

El Departamento de Transporte de EE.UU. declaró el pasado 26 de diciembre que investigará la suspensión de vuelos por parte del operador en cuestión, que fue el que más cancelaciones registró entre todas las aerolíneas estadounidenses. Además, expresó su preocupación “por la tasa desproporcionada e inaceptable de cancelaciones y demoras de Southwest Airlines, así como por la falta de apoyo adecuado a los clientes que experimentan una cancelación o retraso”.

La Casa Blanca declaró que la compañía “ha fallado a sus clientes”, mientras que el sindicato de pilotos publicó el 31 de diciembre una carta en la que denunciaba a la dirección de la compañía como una “secta” que ha pasado los últimos 15 años destruyendo el legado de la aerolínea.

Este jueves, la aerolínea prometió realizar una revisión exhaustiva del colapso operativo después de que un líder sindical dijera que la compañía no había identificado cómo evitar que se repitiera el incidente.

Sin embargo, según señaló el analista de Citi Research Stephen Trent, por ahora “no está claro hasta qué punto este episodio llevará a los directivos a actualizar el ‘software’ de operaciones de vuelo y establecer bases de tripulación”.

Por su parte, el presidente ejecutivo de la empresa aérea, Bob Jordan, anunció que ya habían hecho “grandes progresos” en la tramitación de decenas de miles de reembolsos y devoluciones, y habían entregado la gran mayoría de las maletas que se perdieron.

Antes de la reciente crisis, Southwest se había ganado la reputación de una empresa fiable al cliente, con tripulaciones profesionales y amables, que ofrece vuelos de bajo coste.