No sabemos lo que es el odio, pero si la bronca que da la impotencia de ver cómo la Justicia miente, una vez más, en la cara.
Ayer se dictaron condenas altísimas a militares y policías de la Provincia de Santa Fe por el solo hecho de haber pertenecido a una Fuerza en los años ’70.
Ningún testigo de los tantísimos que pasaron por el Tribunal pudo ubicar a ninguno de los imputados en el lugar de los hechos. Esperamos los fundamentos que tuvo en cuenta el tribunal pero como pasa en estos juicios, seguramente, no serán más que una demostración de la sesgada y parcial mirada de la realidad de aquellos años. Este país no va a cambiar más mientras los jueces nos quieran hacer creer que un día, unos “milicos” y “canas” se levantaron loquitos y salieron a matar jóvenes “idealistas”, y que quieran que creamos, a través de sus sentencias que no fué un enfrentamiento, que fue un tiroteo a militantes montoneros desarmados durante 3 horas.
Igual los familiares de los imputados en estas causas “inventadas” de Lesa humanidad estamos agradecidos a quienes nos mostraron su apoyo durante todo este largo proceso que aún no se termina.
Gaby Martínez es hija de uno de los Prisioneros Ilegales condenados en Santa Fe.
Ayer 27 de agosto, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, integrado por los jueces LUCIANO LAURIA, MARIO GAMBACORTA y OMAR PAULUCCI en una causa en la que se juzgaron a 12 adultos mayores, entre militares y policías por los mal llamados delitos de lesa humanidad, dio su veredicto. Como si fueran caramelos repartió CUATRO condenas a prisión perpetua, TRES de quince años y DOS de doce, las cuales dada la edad de los cautivos son todas condenas sin distinción alguna hasta la muerte.
También hubo TRES absoluciones, luego de que sus “beneficiarios” pasaran varios años en prisión preventiva.
En esta oportunidad en Santa Fe, en la calle una valla y un cordón policial, separaba a miembros de organismos de Derechos Humanos, partidos políticos y sindicatos (150 aproximadamente), de los familiares y allegados (40) que concurrieron, por primera vez en apoyo de quienes en el pasado combatieron contra el terrorismo asesino, que asoló la Argentina.
Acá a diferencia de los actos en los que, siendo un año electoral, se comenzaron a reconocer y honrar a militares asesinados (policías y otras fuerzas casi no cuentan) no se hizo presente ninguna autoridad gubernamental en apoyo a los cautivos. Estos por el pecado de haber sobrevivido a los años de la guerra terrorista, no son héroes sino genocidas. Tampoco hubo fanfarrias militares, uniformes, ni marchas marciales como días pasados por quienes sí son héroes al estar trágicamente muertos. Estuvieron presentes solo un puñado de familiares y allegados que frente al “palacio de justicia” santafesino, dieron valientemente su rostro, su garganta y su corazón, en apoyo a los prisioneros. Perdón, me equivoco el vil Secretario de Derechos Humanos CLAUDIO AVRUJ recaudador del voto militar, sí mandó una comisión representando al gobierno.
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UN CIRCO MÁS
Hoy finalizó uno de los tantos circos judiciales. Los jueces prevaricadores, regalaban perpetua cualquier persona falsamente acusada. Varios, condenados por “asesinar” durante un enfrentamiento a un terrorista, Jorge Luis Piotti, delincuente que además de haber participado en el Copamiento de La Calera, estuvo implicado en los atentados contra Augusto Vandor (junio 1969), José Alonso (27 de agosto 1970) y el cónsul norteamericano J. Egan (Córdoba, febrero 1975) que terminaron con sus vidas. Antes de dar lectura al fallo, alertaron al personal policial sobre lo absurdo de las condenas y dispusieron que éstos se pusieran en apresto, entre los secuaces de los terroristas y los familiares y amigos de quienes estaban injusta e ilegalmente juzgados, pero de frente a nosotros, como si fuéramos los violentos. Gracias a este vergonzoso fallo, los terroristas y sus secuaces, podrán seguir usufructuando del CURRO DE LOS DERECHOS HUMANOS, con la plata que los contribuyentes pagamos en impuestos. Pero no bajamos los brazos. Queremos JUSTICIA.
ORLANDO AGUSTIN GAUNA
https://www.facebook.com/orlandoagustin.gauna
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Se trata de los abogados que actuaron como querellantes en el “juicio condenatorio”, a quienes en su juventud usando un uniforme, defendieron a este territorio llamado Argentina y sobrevivieron.
En el nuevo juicio por delitos de lesa humanidad iniciados en la fecha en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, declaró el imputado Eduardo Ramos, expresando: Estos son juicios en cuotas, donde al imputado se le hacen varios juicios con las mismas victimas y los mismos testigos. Los testimonios no configuran prueba, se trata de un plan sistemático para recaudar dinero.
Desafíó a todos los presentes en la sala a ver si eran capaces de aseverar que los 30.000 desaparecidos eran una verdad.
Dijo que los juicios eran ilegales y que sólo buscaban el desprestigio social de los imputados. Contó que estaba durmiendo en el suelo del pabellón 14 de la cárcel de Coronda porque por exceso de población carcelaria, deben compartir las celdas que son individuales, y por falta de camas, muchos deben dormir en el suelo, sin importar la salud o la edad del interno.
Agregó que hace un mes, que los internos del Pabellón 14 no reciben visita de familiares.
A continuación interpuso un Recurso de Habeas Corpus, cuestión que motivó que el jefe de los Defensores Oficiales, Julio Agnoli, solicitara el levantamiento de la audiencia y que el Tribunal se traslade a la Cárcel de Coronda debido a lo denunciado.
Hubo un cuarto intermedio y el TOF resolvió trasladar en forma inmediata a Ramos, por el medio más rápido, Federal o Provincial, al Penal de Campo de Mayo, donde estaba alojado hasta ser trasladado para asistir a este nuevo juicio.
Los jueces del Tribunal Oral Federal de Santa Fe no quieren tener en las audiencias, a un imputado que denuncie el prevaricato, los falsos testimonios, los abusos de autoridad y las violaciones de los derechos humanos que se cometen en la actualidad.
Orlando Agustín Gauna
José Ernesto Schulman, viejo militante del partido comunista y secretario de la Liga Argentina por los derechos del hombre supo publicar un libro “Los laberintos de la memoria”, donde entre otras cosas, cuenta que haciéndose pasar por epiléptico, eludió cumplir con el deber cívico del servicio militar obligatorio.
También relata que, desde antes del golpe de estado de 1976, andaba con un revolver 38 en la cintura día y noche. José Schulman, con el CURRO DE LOS DERECHOS HUMANOS, quiso sacar su tajada y aprovechar la oportunidad para tomar venganza contra tres policías que lo habían detenido en el año 1977, y a los que había identificado.
Entonces en estos inventados juicios de LESA HUMANIDAD, acusa falsamente a esos tres policías, Eduardo Ramos, Juan González y Víctor Hugo Cabrera, de ser los mismos que lo detuvieron en un allanamiento presuntamente ilegal, realizado en su domicilio en 1976; de haberle puesto una bomba en su anterior domicilio en el año 1975 y de haberlo detenido en 1973. Todos procedimientos realizados en la Ciudad de Santa Fe.
Pero, según consta en los legajos policiales de los tres acusados, que obran en el expediente judicial, en el año 1973 Eduardo Ramos cursaba como cadete en la Policía de la Provincia de Santa Fe, en la ciudad de Rosario. Y como cadete no podía participar en procedimientos. Y Cabrera y González, aún no habían ingresado a la Policía, su ingreso a la repartición se produjo al año siguiente.
La autoría de la colocación de la bomba es una “verdad revelada”, ya que Schulman no vio quien colocó la bomba ni aportó testigos.
En tanto que a la fecha del procedimiento denunciado como ocurrido en el año 1976, según consta en los legajos de los imputados, Ramos, estaba en situación de Pasiva, privado del uso de arma y credencial, por estar bajo un sumario judicial, Cabrera con licencia médica y González cumplía funciones en una comisaría, sin competencia en procedimientos contra terroristas subversivos.
Pero a pesar de tener en sus manos los legajos que acreditan la falsedad de las imputaciones, un Juez prevaricador, no dudó en dictar el procesamiento de los acusados.
No dudé en dar trascendencia a tamaña injusticia y desde agosto de 2017, la denuncié públicamente a través de mi blog y por las redes sociales.
También lo hice ante la justicia, con el lógico resultado: Ni cinco de bola.
A los pocos días tomé conocimiento que Schulman me había denunciado ante la justicia, por el delito de amenazas. Me enteré que no le daban curso a su denuncia por carente de fundamentos.
Schulman insistía y al cabo de un año, el Juez interviniente, Reinaldo Rodríguez, decide excusarse por cuanto yo lo había denunciado penalmente por prevaricato y le había pedido el juicio político, además de haber encabezado un acto frente a su juzgado, donde a través de un equipo de sonido, a viva voz le reclamaba respuestas por distintos delitos que yo le imputaba.
Excusado el Dr. Rodríguez, pasa el expediente a su par en la ciudad de Santa Fe, quien rechaza los argumentos de la excusación y se gira el expediente a la Cámara de Apelaciones que resuelve que intervenga en la causa, el juez a quien yo había denunciado.
Este 22 de marzo fui citado por el Magistrado a quien yo imputaba de prevaricato, para prestar declaración en la causa caratulada S/AMENAZAS E INCITACIÓN A LA VIOLENCIA COLECTIVA.
Concurrí con la asistencia del defensor oficial (para que gastar pólvora en chimangos) y me hacen conocer los hechos punibles que me imputan: Haber comentado en Facebook: “A este hay que colgarlo, VAYAN”.
Con mis años la memoria me falla y no recordaba este comentario, entonces reclamo que me muestren en qué contexto estaba hecho. Y se ve el juez obligado a mostrarme el posteo que yo había publicado en mi muro de Facebook y dice: NO OLVIDAR. compartan hasta que se viralice y se entere de lo que yo afirmo
No se olviden nunca de esta persona. Este es el rostro de quien goza haciendo falsas imputaciones por supuestos delitos de “Lesa humanidad”. Ojalá viva muchos años, para que en su momento, la JUSTICIA le haga pagar con cárcel el injusto daño que causa a personas totalmente ajenas a los hechos que imputa.
A lo que alguien comentó “Cárcel no. A este hay que colgarlo” y yo respondiendo a ese comentario, propio de los guapos de computadora e incapaces de dar la cara o por lo menos visitar a nuestros camaradas presos, respondí con el “A este hay que colgarlo, VAYAN”. Como un reproche a ese comentario. Lo que aclaré en mi declaración, para que entendieran que no era una incitación a la violencia colectiva. Como decía El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry,
“Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones”.
Pero había otra “grave amenaza” contra el camarada Schulman.
A otro comentario de colgarlo de un árbol, yo respondí en la misma red social, “Cómo me gustaría”.
Entonces declaré que era una simple expresión de deseo e hice asentar la siguiente comparación: Si con unos amigos, en la vía pública vemos a una mujer demasiado atractiva, y alguno comentara “qué lindo sería acostarse con esa mujer”, yo seguramente acotaría: ¡Cómo me gustaría!, y eso no significa que tenga intenciones de violarla, ni nada parecido.
Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas…
Y con esas explicaciones, creo haberle aclarado al Dr. Reinaldo Rodríguez, que no he amenazado al camarada Schulman ni he incitado a la violencia colectiva.
Pese a todo, no me sorprendería que este Juez prevaricador, me dictara el auto de procesamiento y hasta la prisión preventiva. Pero esos, son gajes del oficio. Riesgos propios de quienes luchamos por JUSTICIA.
En esas actuaciones judiciales se gastan nuestros impuestos.
Con estos denunciantes y con estos jueces, se encarcelan a quienes cumplieron con el deber de combatir al terrorismo.
En una larga lista de fallos arbitrarios, donde se demuestra de manera palmaria, como se utiliza el prevaricato como instrumento de venganza, tenemos a un dirigente del Partido Comunista y secretario de la Liga Argentina por los derechos del hombre, José Ernesto Schulman que podríamos apodar Pi Nueve por que es más mentiroso que Pinocho.
Schulman declara ante la justicia Federal que, en un supuesto allanamiento ilegal, fue detenido en la noche del 11 de octubre de 1976 y que
“Dentro del grupo estaban los integrantes de inteligencia de Santa Fe Osmar Rebechi, Juan González, Eduardo Ramos y Víctor Cabrera, a quienes conocía por haber sido detenido en 1973 por el mismo grupo y por haber estado ellos la noche del 5 de diciembre de 1975 y haber puesto una bomba en mi domicilio”. (sic)
En primer lugar, cabe aclarar, que Juan González, nunca trabajó en ningún servicio de inteligencia.
Respecto a la bomba en su domicilio, Schulman acusa a estos cuatro policías, por lo que, para él, es una verdad revelada. El no vio quienes pusieron la bomba ni aporta testigos.
Con relación al supuesto allanamiento ilegal, el acusado Osmar Rebechi está muerto, pero Juan González en ese entonces trabajaba en una Comisaría y por lo tanto no tenía participación en los procedimientos contra los terroristas. Eduardo Ramos, para esa fecha, acusado de otro delito, estaba en situación de pasiva, sin prestar servicios y privado del arma reglamentaria y de su credencial policial, por lo tanto, no pudo participar del procedimiento. Y Víctor Cabrera, el día del referido procedimiento, estaba con licencia por enfermedad.
Y si nos remitimos a la detención de Schulman ocurrida en 1973, basta remitirse a los legajos de estos tres acusados para constatar que Cabrera y González en esa fecha, no pertenecían a la fuerza. Los dos ingresaron a la Policía en 1974.
Eduardo Ramos, si había ingresado a la Repartición a principios de 1973, pero durante ese año, estaba cursando como Cadete en la Escuela de Policía, en la Ciudad de Rosario. No participaba de procedimientos.
Y todo esto lo puedo afirmar por haber tenido en mis manos, al igual que los jueces, los legajos policiales de estos tres policías acusados y detenidos, Ramos, cumpliendo otras condenas y González y Cabrera, con prisión preventiva, con esta sola imputación.
Pero, qué paradoja. El Juez Federal Dr. Carlos Vera Barros al dictar un auto de procesamiento contra Víctor Hugo Cabrera, suma al plexo probatorio el legajo personal de Cabrera (fs. 155/163), donde se acredita la falsedad de la imputación que hace Schulman.
Y en el mismo auto de procesamiento señala:
“Otro dato que refuerza esta hipótesis son las declaraciones testimoniales de Silvina Alejandra Cabrera y María de los Ángeles Cabrera (fs. 1456/1460), las cuales constituyen un indicio más sobre la participación y pertenencia de Víctor Hugo Cabrera al referido grupo. La primera de las nombradas se refirió a que su padre trabajaba en el servicio de inteligencia de la provincia…” (sic)
Este analfabeto jurídico acepta como válidas, las declaraciones de las hijas del imputado, contra él, en hechos en que no son victimas ni ellas ni otra persona con igual o mayor vinculo de parentesco.
Eduardo Jorge Seminara Licenciado en Comunicación Social. ex vicerrector de la UNR y hoy Diputado Nacional por Santa Fe del FPV se manifiesta víctima de la represión y poniendo fuerza de convicción a sus mentiras, afirma que fue detenido en julio de 1976 cuando estaba cumpliendo el servicio militar en Azul y trasladado a Rosario donde fue “torturado”.
Que en esas sesiones de tortura se encontraba presente Jose Carlos Antonio Scortechini, al que reconoció por su voz.
Eduardo Jorge Seminara, a pesar de haber sobrevivido siete días sin tomar agua ni comer según cuenta, miente.
Jose Carlos Antonio Scortechini, según consta en las mismas actuaciones y registros de la época, desde el 31 de mayo de 1976 prestaba servicios en la Unidad Regional del Departamento Villa Constitución y a las pocas semanas era dejado cesante de la repartición policial.
Ergo, nunca pudo haber estado presente en los interrogatorios de Eduardo Jorge Seminara.
Pero la mentira de un militante del Frente Para la Victoria es motivo suficiente para detener a una persona, a pesar de las pruebas que demuestran su inocencia.
En el mes de enero de 1977 se produjeron en la Ciudad de Santa Fe dos cruentos enfrentamientos, donde cayeron abatidos un total de siete delincuentes terroristas que se ocultaban en dos fincas ubicadas en distintos puntos de esta Ciudad.
En el primero de los hechos, personal militar, a riesgo de su propia vida, rescató del fuego cruzado a dos niños, hijos de una de las terroristas, los que posteriormente fueron restituidos a sus familiares.
En el otro enfrentamiento al ingresar los militares a la vivienda, encontraron a tres niños, dos de ellos, identificados como hijos de una de las abatidas, que también fueron entregados a sus familiares; y una niña que no se pudo establecer en el momento, su identidad. Ante la imposibilidad de determinar la identidad de la niña, fue entregada al Juzgado de menores, en ese entonces a cargo del Dr. Luis María Vera Candioti, quien luego, y ante la falta de reclamo de familiares, optó por entregarla en adopción.
Fue anotada por sus padres adoptivos, como María Carolina Guallane.
Con el paso de los años, María Carolina, decide buscar su identidad y con los adelantos de la ciencia, se sabe por las pruebas de ADN que es hija de una terrorista muerta en uno de los enfrentamientos ocurridos en enero de 1977 en esta Ciudad.
Entonces tienen una nueva oportunidad para utilizar al prevaricato como instrumento de venganza y condenan al Dr. Luis María Vera Candioti considerado culpable de los delitos de “retención y ocultamiento de un menor de 10 años”, “alteración y supresión” de su estado civil y “prevaricato” en perjuicio de María Carolina Guallane-Paula Cortassa.
En su momento, los abuelos de esta beba de apenas un año, no se preocuparon por reclamarla. Ahora, con el curro de los derechos humanos, era el momento oportuno para abrazar a la nietita perdida.
Hoy, cuando por primera vez se destapa la escandalosa corrupción política, se rasgan las vestiduras quejándose de las prisiones preventivas dictadas contra los corruptos.
Esos quejosos, eran cómplices de las verdaderamente arbitrarias prisiones preventivas dictadas contra los acusados por los llamados delitos de lesa humanidad.
El 8 de agosto de 2017, se inició el juicio oral contra Omar Rubén Noce y Juan Antonio Mulasano. Ambos llevaban mas de cinco años detenidos bajo la figura de prisión preventiva. ¿Cuál podía ser el fallo del tribunal? Sólo podía dictar una sentencia condenatoria.
Víctor Cabrera, detenido por la falsa imputación del comunista José Schulman, se encuentra en prisión preventiva desde el 17 de setiembre de 2015.
También, acusados por los llamados delitos de lesa humanidad, Raúl Giménez, se encuentra bajo prisión preventiva desde el 8 de octubre de 2014; Antonio Rubén González, está en prisión preventiva desde el 22 de agosto de 2016 y Omar Epifanio Molina, desde el 13 de agosto de 2016.
Al restablecerse la democracia en nuestro país, la clase política, en su afán de no ser corrida del poder por ningún motivo, y para congraciarse con la sociedad y con el mundo, inició el histórico juicio a las Juntas de Comandantes.
Esto que podemos llamar el primer circo judicial, fue ordenado por el presidente de la Nación y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, el abogado defensor de terroristas, Raúl Alfonsín, se hizo violando la Constitución Nacional que textualmente dice en su Artículo 18.- Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa.
El Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, en su condición de abogado, no podía ignorar la Constitución Nacional. Pero el Circo ya estaba armado y daba su primera función. Por este mérito, y por su ideología izquierdista, en noviembre de 1999, la Unión Cívica Radical fue incorporada oficialmente como miembro completo de la Internacional Socialista en París y Raúl Alfonsín fue nominado vicepresidente de oficio al haber sido elegido presidente del Comité Latinoamericano, que reúne a todos los países de la región. El cargo tiene un nivel similar al de una vicepresidencia plena para la Internacional Socialista.
Los comandantes debieron haber sido juzgados por el Consejo Supremo de las Fuerzas armadas, de conformidad con el código de justicia militar por ser ellos los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa.
En tanto, la izquierda derrotada en el campo militar estaba sedienta de venganza y vieron en el prevaricato su instrumento de venganza.
Pero en esta oportunidad, solo se ejecutaba contra las Juntas de Comandantes, no alcanzaba a los que cumplían órdenes.
Es entonces cuando podemos recordar el poema escrito por el pastor Luterano alemán Martin Niemölle (Nimoller)
“Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada,
porque yo no era socialista.
Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no dije nada,
porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada,
porque yo no era judío.
Luego vinieron por mí, y no quedó nadie para hablar por mí.”
A muchos les gustó el circo y quisieron seguir avanzando.
Y fuimos muchos más los que no dijimos nada.
Fueron unos pocos los que levantaron su voz, encabezados por el coronel Mohamed Ali Seineldin; y gracias a ellos se sancionaron las leyes de obediencia debida y punto final.
Fue el presidente Carlos Menem, quién, como una estrategia política, de quedar bien con Dios y con el diablo, indulto a los detenidos de ambas partes, terroristas y Patriotas que lucharon contra ellos.
Pasó el tiempo y llegó Néstor Kirchner a la presidencia y vio una veta de oro para su avaricia: “EL CURRO DE LOS DERECHOS HUMANOS”, lo que también le servía para contener a la izquierda más violenta.
A partir de entonces, a la sed de venganza, esa caterva cosmopolita y atea le sumó la avaricia para lucrar con la sangre derramada.
Todos sabemos que son juicios ilegales. Que quienes lucharon contra el terrorismo sufren injustas detenciones.
Pero creí necesario puntualizar casos específicos para que todos nosotros tomemos real dimensión del atropello que se continúa cometiendo.
El 22 de octubre de 1976, transitaba por las calles de la Ciudad de Santa Fe, Nilda Peters, una montonera correntina de 26 años. Lo hacía junto a otro militante de la “orga”, cuando son reconocidos por militares que cumpliendo el mandato constitucional de “aniquilar al terrorismo” andaban a la caza de estos criminales. Al advertir la proximidad de las fuerzas de seguridad, el acompañante de Nilda Peters, en una cobarde actitud, la abandona a su suerte, huyendo a veloz carrera.
Ella, sola y librada a su suerte, se pierde a lo largo de un pasillo de las inmediaciones. Uno de sus perseguidores acude a la Comisaría 5ª, ubicada a pocos metros del lugar, en Salvador del Carril 2027 a pedir la cooperación policial, en el preciso momento en que el un vecino, Héctor Simón Castañeda, avisa telefónicamente que a su domicilio de calle Alvear Nº 5754, ha ingresado una mujer armada, por lo que se ha “refugiado” en otra dependencia de la casa para protegerse junto a su familia.
Ya saben adónde buscar. El Oficial Juan Carlos Báez con los militares y algunos agentes policiales se dirigen al lugar.
Se aproximan al frente de la vivienda, desde la calle imparten la orden de detención, sin obtener respuesta. Insisten impartiendo la orden, y al cabo de unos instantes se escucha un disparo desde el interior de la casa. Reiteran la orden y ante el prolongado silencio, irrumpen en la vivienda, donde encuentran a la terrorista muerta con un disparo en la cabeza, con el arma junto a ella.
No había dudas. Estaba muerta. No era necesario ni intentar simular un enfrentamiento. Se había suicidado.
Se labran las actuaciones de estilo, con las declaraciones de los ocupantes de la vivienda, el señor Castañeda y sus familiares.
Y esto pasó a ser parte de la historia de esos sangrientos años en que grupos de psicópatas intentaban la toma del poder para implantar una dictadura marxista.
¿Qué habrá sido de la vida del cobarde que dejó abandonada a su suerte a Nilda? ¿Habrá derramado alguna lágrima por ella?
Nilda Peters, entre la vida y la muerte, optó por la muerte y se quitó la vida.
Allá por 1830, Honorato de Balzac escribió que “Cada suicidio es un sublime poema de melancolía”.
Solo Dios sabe qué pensamientos cruzaron por su mente en ese instante que separó su vida de la muerte: ¿El desprecio o el perdón a quien la abandonó en esa encrucijada? ¿Los recuerdos de su familia, en su Chaco natal? ¿La pena de no alcanzar a ver la Patria marxista?
Pero nunca hubiera imaginado que la sangre que cubrió su rostro, tras aquel disparo suicida, décadas después estaría siendo negociada para obtener suculentas indemnizaciones y subsidios; y utilizada como herramienta para vengarse de quienes lucharon y hasta dieron su vida en cumplimiento del deber.
Pasaron los años y llegaron al poder los Kirchner con su RELATO de militancia y de defensa de los derechos humanos.
El abogado Jorge Daniel Pedraza (a) Coco, en esos años de plomo, era un aprendiz de terrorista. Durante un gobierno democrático, participó de un atentado contra el local de la firma Fiat Grossi, ubicado en calle San Martín entre Suipacha y Junín de la Capital santafesina. El Coco no peleaba contra ninguna dictadura, atentaba durante un gobierno constitucional.
En su curso acelerado de terrorismo, ya había participado de la toma de la antena de la emisora universitaria LT 10 y otros golpes menores. En oportunidad del atentado al local de Fiat, cuando inician la huida, un vecino lo captura, le quita la pistola 11,25 que portaba y con otros vecinos, lo entrega a la policía.
Esto también es historia.
Pero con el RELATO, este aprendiz de terrorista se convierte en un fanático defensor de los “derechos humanos”; y sin ningún fundamento ni prueba, comienza a denunciar como asesinados a todos los terroristas muertos en distintos enfrentamientos, y también denuncia como asesinada a Nilda Graciela Peters.
El Juez Reinaldo Rodríguez, sin pruebas firmes ni datos concretos, imputa a Juan Carlos Báez, por el homicidio de quien se ha suicidado y ordena su detención en octubre de 2014.
Este Juez en su momento fue criticado por su lentitud con respecto a las denuncias contra los directivos de la Universidad Nacional del Litoral y LT10 Radio Universidad Nacional del Litoral. También, la comisión de Disciplina y Acusación del Concejo de la Magistratura votó en su momento, por mayoría un dictamen que proponía suspender al magistrado en su cargo y someterlo a un jury de enjuiciamiento por ordenar el pago de bonos públicos en default a su valor nominal después de la crisis de diciembre de 2001. También tuvo el “mérito” de dejar prescribir la causa contra la mafia del transporte urbano de pasajeros por colectivo de la Ciudad de Santa Fe. En un caso de trata de personas, aceptó que las denunciantes se desdijeran de sus dichos en la denuncia, sin imputarlas por falsa denuncia. Solo le importaba a este juez, que los rufianes quedaran impunes. En otro caso, permitió que el conductor de un camión con una tonelada y media de marihuana quedara impune.
Y hasta ahora viene zafando.
En este caso, por la muerte de Nilda Peters, ni siquiera se preocupó en llamar a declarar a Héctor Castañeda al morador de la casa donde se suicidó la terrorista.
Ahora es tarde. Castañeda falleció el 23 de noviembre de ese mismo año, después de la detención del Oficial Báez.
Con jueces como el Dr. Reinaldo Rodríguez, hoy, todos los argentinos, estamos en libertad condicional. Condicionada a su antojo de detenernos sin motivo justo.
Este Juez prevaricador, tras privar de la libertad por más de un mes, al Oficial Báez dispuso su libertad por falta de mérito. No le dictó el sobreseimiento. Lo dejó en la picota, con la posibilidad arbitraria de volver a detenerlo.
Este miércoles 12 de setiembre se cumple el 42º Aniversario del mas cruento atentado terrorista cometido en nuestra provincia.
Ocurrió en la Ciudad de Rosario, en la intersección de Junín y Rawson, donde al paso de un colectivo policial, la banda terrorista Montoneros, hizo estallar un coche bomba, que provocó la inmediata muerte de nueve agentes policiales que se trasladaban en el ómnibus, luego de haber cubierto un servicio durante un partido de futbol disputado entre Rosario Central y Unión de Santa Fe. Otros agentes sufrieron diversas heridas, algunos de ellos, fallecieron tiempo después como consecuencia de esas lesiones. Pero también hubo otras dos inocentes víctimas, un matrimonio que circulaba próximo al colectivo en un Fiat 1100 y que falleció a consecuencia de las heridas recibidas. La hija del matrimonio, de 15 años, nunca quiso hablar de ese crimen que les quitó la vida a sus padres.
En mayo de este año, el Juzgado Federal N 4 de Rosario, aceptó como querellantes en esta causa a viudas e hijos de fallecidos en el atentado. Su representante legal, Pablo Gonzalo Miño, adelantó que en pocos días aportará pruebas que señalan quiénes idearon y llevaron adelante el hecho.
Este miércoles 12 de setiembre a las 16,30 horas, en el lugar del atentado, se rendirá un nuevo homenaje a las víctimas del accionar terrorista de quienes pretendían instaurar a sangre y fuego, una dictadura castro – comunista en la Argentina.
El 18 de febrero de 1972, los delincuentes montoneros quisieron hacer “desaparecer” a Oscar Alfredo Aguirre Haus,. un boliviano que vino a usar nuestras universidades gratuitas y abusando de nuestra generosidad y hospitalidad, se unió a la “orga” montoneros, para cometer crímenes y atentados terroristas en nuestra Patria. Si seguimos la farsa del “curro de los derechos humanos”, Oscar Alfredo Aguirre Haus hubiera sido el desaparecido 30.001.
En la página de la Casa de Derechos Humanos de Santa Fe en lo que llaman“Lista de desaparecidos y asesinados en Santa Fe por la dictadura genocida”, figura Oscar Alfredo Aguirre Haus, pero no se especifica si fue asesinado o está desaparecido, ni se aportan otros datos respecto al DESAPARECIDO QUE NO FUE.
En tanto, en su página, Roberto Baschetti expresa que Oscar Alfredo Aguirre Haus, muere en combate en Santa Fe contra la dictadura de Lanusse.
A lo mejor, a la justicia le interesa saber quienes lo quisieron hacer desaparecer a Oscar Alfredo Aguirre Haus.
Eduardo Ramos Campagnolo, injusta e ilegalmente preso, en uno de sus libros, nos cuenta una interesante historia, donde uno de los protagonistas es el desaparecido que no fue… Oscar Alfredo Aguirre Haus.
El delincuente terrorista montonero Oscar Alfredo Aguirre Haus junto con otros criminales de la misma organización, intentaban ingresar al domicilio de quien era el intendente de la Ciudad de Santa Fe, Dr., Conrado Puccio, para secuestrarlo o asesinarlo. Pero el intendente, en un acto de legítima defensa, le dio muerte al boliviano Aguirre Haus.
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El cadáver del delincuente abatido, fue llevado por sus cómplices, que intentando hacerlo desaparecer, lo enterraron en la vivienda de Avenida Aristóbulo del Valle 4719 de la Ciudad de Santa Fe. En un comunicado, los delincuentes que firman como “Unidad Básica de Combate Evita Montonera”, entre otras cosas, afirman: “En consecuencia, la sentencia de Puccio ya ha sido dictada: será ajusticiado en la primera oportunidad que se nos presente”.
A los pocos días, fueron descubiertos y se evitó que otro “desaparecido” engrosara la lista del “curro de los derechos humanos”.
Tampoco pudieron asesinar al Dr. Conrado Puccio.
El boliviano Oscar Alfredo Aguirre Haus no fue solo, a cometer el atentado contra el Intendente de la Ciudad de Santa Fe, Dr. Conrado Puccio. Una de sus cómplices fue Zulema Ángela Ramona Williner de Godano, L.C. Nº 6.287.628, (a) Tita.
Ella es, la que para simular un accidente y engañar al Dr. Puccio, se ensucia con pintura roja.Podemos leer en la página web:
http://www.robertobaschetti.com/biografia/w/16.htm“En 1972, durante un conflicto municipal muy fuerte, el grupo de militantes montoneros que integraban Tita y su marido, intentan una acción reivindicativa en la quinta que por entonces poseía el intendente de Santa Fe, un personaje de cuño liberal y oligarca, el Dr. Puccio. En esa acción resulta muerto un compañero de ellos, el estudiante boliviano Oscar Aguirre Haus (ver su registro). Pocos días después son detenidos Tita, su esposo y otros compañeros más. Así es que fue presa durante la dictadura de Lanusse. Torturada no aportó un solo dato a sus verdugos. En mayo de 1973 es liberada.”
Baschetti con su fanatismo ideológico pretende hacer un panegírico de esta delincuente y omite decir que fue ella quien indicó el lugar donde estaba enterrado el terrorista boliviano.
Esta terrorista fue liberada cuando asumió la presidencia Héctor Cámpora, por Decreto Nº 11 del 26 de mayo de 1973 y figura en en orden 169 de la lista de liberados del Instituto de detención de la Capital Federal.
Pero ella, como sus cómplices, no luchaba contra ninguna dictadura, el objetivo era tomar el poder por las armas, para instalar una dictadura castro comunista en nuestra patria y continuó con sus actividades terroristas hasta que fue asesinada el 23 o 24 de setiembre de 1975, presuntamente por la Triple A. El “Comando Roberto Brzic” se adjudicó su muerte, junto a su cuerpo se encontró un cartel con la leyenda
“Aniversario de la muerte de Rucci –
La Patria hace justicia”
Esta criminal era oriunda de la localidad santafesina de Humberto Primo, cercana a la Ciudad de Rafaela, donde nació y aún reside con su familia, el Dr. Ricardo Lorenzetti (a) Mono.
Al respecto, en el sitio https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/18-43044-2014-03-09.html se publica:“El Espacio de la Memoria de Rafaela presentó el trabajo durante la inauguración de una plazoleta de la memoria Dip-Espacio de Fábula Producciones se encargó de la realización del DVD que contó con el auspicio familiares, amigos y compañeros; además del actual ministro de Defensa Agustín Rossi, la diputada de la Ciudad de Buenos Aires Delia Bisutti, el senador provincial Alcides Calvo, la diputada provincial Alicia Gutiérrez y el diputado provincial del peronismo Roberto Mirabella. “Después del eclipse”, recorre las vidas y las circunstancias que llevaron a la muerte a Analía Arriola, Raúl Bru, Rubén Carignano, Conrado Ceretti, Osvaldo Colombo, Reinaldo Hattemer, José Manfredi, Cecilia Marfortt de Trod, Jorge Trod, Carlos Morel, Ricardo Nicolini, Yolanda Ponti, María Guadalupe Porporato, José Rossi, Luis Ricciardino, Juan Sinigaglia, Raúl Tettamanti y Zulema Williner. En el ralato del documental José “El Pelado” Villarreal oficia de narrador y da contexto a la militancia de esa época. Empieza diciendo que él nació “en el `45, toda mi vida fui un laburante peronista y viví en Rafaela. Esta ciudad es riquísima en la historia del peronismo. Siempre estuvo presente con muchas proscripciones y persecuciones”. Y cuenta que “nosotros empezamos a repartir la fichas de afiliación cerca del 73 y en esa época empieza también a funcionar, con muchos pibes la AES (Asociación de Estudiantes Secundarios)”. Villarreal cuenta que en esa asociación estaban “`El Topo’ Ricciardino que era del Colegio Nacional, el `Flaco’ Raviolo que era del Comercial y el `Mono’ Lorenzetti (nada menos que el actual presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación) que era de los Maristas.”
El desaparecido que no fue, el boliviano Oscar Alfredo Aguirre Haus fue enterrado por sus cómplices en el patio de la vivienda de Avenida Aristóbulo del Valle Nº 4719, donde habitaban Zulema Ángela Ramona Williner de Godano, L.C. Nº 6.287.628, (a) Tita y el empleado bancario Alcides Francisco Godano L.E. Nº 7.708.018.
Detenido, también fue favorecido por el indulto del Decreto Nº 11 del 26 de mayo de 1973 para los internos alojados en el Instituto de Detención de la Capital Federal.
Hoy, este delincuente terrorista, estaría domiciliándose en San Martín Nº 239, 6º Piso, Departamento A, y su teléfono es 0379 – 4435703.
En sus ratos libres contará sus hazañas como terrorista montonero mientras disfruta las mieles de las indemnizaciones del “curro de los derechos humanos”.
AFAVITA, (Asociación de familiares y amigos de las víctimas del terrorismo en la Argentina) Delegación Santa Fe, invita a acompañar el miércoles 28 de febrero a las 9 horas, al doctor Javier Vigo Leguizamón hasta la Cámara Federal de Rosario, sito en Entre Ríos N° 435 de esa ciudad.
En la oportunidad, el abogado patrocinante de Arturo Larrabure, producirá su informe verbal por el recurso que presentara, requiriendo que el secuestro tortura y asesinato del Coronel Argentino del Valle Larrabure sea considerado CRIMEN DE LESA HUMANIDAD.
Quienes hablan de derechos humanos silencian estos atentados
El mundo fue sacudido el lunes por el atentado terrorista durante un concierto en Manchester. Los medios de comunicación de nuestro país cubrieron la noticia “al minuto”, y se condenó el atentado terrorista desde distintos sectores de la sociedad argentina. Pero hubo una excepción, al menos hasta el momento de escribir esta carta. Los sectores llamados defensores de los derechos humanos se llamaron a silencio.
Para ellos, es políticamente incorrecto aplaudir el atentado, como en su momento fue políticamente incorrecto criticar al flamante Papa, a quien los “defensores de los derechos humanos” pueden ir a lamerle sus zapatos. Pero, ¿condenar un atentado terrorista? ¡Jamás! La prensa argentina no recuerda ni compara éste y otros atentados como los que sufrimos en los 70.
Hoy, Cuba y Venezuela son un ejemplo palmario del destino de nuestro pueblo si hubieran triunfado lo llamados “jóvenes idealistas” y sus seguidores, que aún hoy levantan las banderas del Che Guevara.
No se pueden guardar en el arcón del olvido atentados como el del comedor de la Superintendencia de la Policía Federal, o el que se cometió contra el colectivo policial en Rosario. No se pueden olvidar las muertes de tantos niños causadas por las balas de la guerrilla.
Lo cierto es que quienes gritan “¡Memoria!”, silencian la barbarie de hechos como los de Manchester. Quienes declaman por los derechos humanos, son incapaces de repudiar estos atentados terroristas.
Érase una vez un enfrentamiento… si un enfrentamiento porque un grupo de guerrilleros estaban apostados esperando sus capturas tal como lo había ordenado un decreto del poder ejecutivo nacional. Pero para los jueces de hoy y sus pareceres, NO!!, pese a las pruebas que dan cuentan de todo lo contrario, lo que sucedió allí fue una masacre.
Según dicen, en 1977, en una esquina cualquiera de nuestra bella ciudad de Santa Fe, hubo un grupo de militares y policías dispuestos a asesinar a cuatro personas, a cuatro jóvenes idealistas, qué solamente eran la cúpula de montoneros en eso años… ah perdón eso último olvídenlo, porque es parte de la verdad de la que no se puede hacer memoria. Entonces seguimos el contando como dice el relato, eran jóvenes idealistas. Dicen que estas personas de las fuerzas armadas y de la policía se “pusieron de acuerdo” para matar a esos jóvenes. Seguramente se habían juntado a tomar un café antes para decidirlo, lo raro es que no se conocían, pero bueno estos detalles son los que la justicia obvia, porque de lo contrario se cae el relato. Continuamos…Habíamos dicho que las fuerzas armadas llegaron a la esquina, que a partir de ese momento pasó a ser una esquina famosa, y abrieron fuego contra un edificio. Edificio en el cual vivían estos cuatro jóvenes idealistas. Lo que llama un poco la atención es que estos jóvenes, que según la justicia no estaban armados y no tenían nada que ocultar, decidieron esconder a sus hijos en un ropero rodeados de colchones para que las balas del ejército no pudieran alcanzar a los niños. Cómo este, hay muchos datos que llaman la atención, pero los jueces prefieren omitirlos, porque como dijimos antes, si se los tiene en cuanta se les cae el relato.
Seguimos con esta historia… las fuerzas abrieron fuego durante tres horas sin parar, a gente que “no se defendía”. ¡Qué barbaridad! Hasta hay vecinos que lograron saltar el cordón policial y hoy pueden contar la “verdadera” historia. Y relatan que parados en la vereda veían como las fuerzas disparaban y disparaban contra un edificio. Otros vecinos reales, cuentan que era imposible violar el cordón policial, que no pudieron volver a su casa por muchas horas, pero la verdad de estos vecinos es la que no le interesa a los jueces. Lo bueno de la historia es que los niños sobrevivieron. Y lo mágico, porque en esta historia hay de todo, es que uno de los niños que al momento del enfrentamiento, perdón “masacre” un mes de vida, hoy 40 años después recuerda con todos los detalles como murieron sus padres, lo declaró y los jueces se conmovieron y lo creyeron. Obviamente porque esta narración, por más que la cuente una persona que al momento del hecho tenía un mes de vida, si le sirve a la “justicia” para mantener el relato que quieren sostener los Derechos Humanos, el relato no se cae y el curro también sigue.
¿Les gustó la historia? ¿Tierna no? ¿Disparatada no? ¿Ridícula no?… pero esta es la historia que sí quieren contar los jueces, las organizaciones de derechos humanos que “poquito” provecho han sacado de esta trágica época. Ahhhh y si llegan a escuchar por ahí que un miembro de las fuerzas armadas recibió un disparo en su cabeza, que no lo mató porque tenía un casco, no lo crean o mejor crean se disparó sólo. Recuerden que según la justicia los jóvenes idealistas no tenían armas.
Esa tarde, en esa esquina, para la justicia sólo hubo fuerzas militares y policiales disparando a mansalva contra un edificio y sólo son válidos los relatos de los “testigos” que proporciona la querella. Gracias a esta historia, a la historia que eligieron contarnos, y la historia que muchos eligen creer, hay policías y militares ilegalmente presos, a quienes no se les respetan sus derechos. Ni siquiera el derecho al principio de inocencia. Gracias a esta “historia” hay presos, policías que hicieron un cerco a tres o cuatro cuadras para proteger a los civiles que habitaban el barrio. Y policías y militares que ni siquiera estuvieron en el lugar en ese momento, pero ese día cometieron el gran error de trabajar horas más tarde.
Pero bueno, como dijimos antes la historia está contada para que perdure el curro de los derechos humanos, derechos que al acontecer real los policías y militares no tienen. Lo que le importa a la justicia es que no se caiga el relato, pese a quien le pese, cueste lo que cueste.
Ahora los invitamos a conocer la verdadera historia. Escuchen la otra campana. Gracias.
Ituzaingo y Las Heras 19/01/1977. La verdadera historia
No sabemos lo que es el odio, pero si la bronca que da la impotencia de ver cómo la Justicia miente, una vez más, en la cara.
Ayer se dictaron condenas altísimas a militares y policías de la Provincia de Santa Fe por el solo hecho de haber pertenecido a una Fuerza en los años ’70.
Ningún testigo de los tantísimos que pasaron por el Tribunal pudo ubicar a ninguno de los imputados en el lugar de los hechos. Esperamos los fundamentos que tuvo en cuenta el tribunal pero como pasa en estos juicios, seguramente, no serán más que una demostración de la sesgada y parcial mirada de la realidad de aquellos años. Este país no va a cambiar más mientras los jueces nos quieran hacer creer que un día, unos “milicos” y “canas” se levantaron loquitos y salieron a matar jóvenes “idealistas”, y que quieran que creamos, a través de sus sentencias que no fué un enfrentamiento, que fue un tiroteo a militantes montoneros desarmados durante 3 horas.
Igual los familiares de los imputados en estas causas “inventadas” de Lesa humanidad estamos agradecidos a quienes nos mostraron su apoyo durante todo este largo proceso que aún no se termina.
Gaby Martínez es hija de uno de los Prisioneros Ilegales condenados en Santa Fe.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 29, 2019
EL VERDADERO Y SINIESTRO CLAUDIO AVRUJ
DANDO LA CARA, LA GARGANTA Y EL CORAZÓN
Ayer 27 de agosto, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, integrado por los jueces LUCIANO LAURIA, MARIO GAMBACORTA y OMAR PAULUCCI en una causa en la que se juzgaron a 12 adultos mayores, entre militares y policías por los mal llamados delitos de lesa humanidad, dio su veredicto. Como si fueran caramelos repartió CUATRO condenas a prisión perpetua, TRES de quince años y DOS de doce, las cuales dada la edad de los cautivos son todas condenas sin distinción alguna hasta la muerte.
También hubo TRES absoluciones, luego de que sus “beneficiarios” pasaran varios años en prisión preventiva.
En esta oportunidad en Santa Fe, en la calle una valla y un cordón policial, separaba a miembros de organismos de Derechos Humanos, partidos políticos y sindicatos (150 aproximadamente), de los familiares y allegados (40) que concurrieron, por primera vez en apoyo de quienes en el pasado combatieron contra el terrorismo asesino, que asoló la Argentina.
[ezcol_1third] [/ezcol_1third] [ezcol_1third] [/ezcol_1third] [ezcol_1third_end] [/ezcol_1third_end] [ezcol_1half]Acá a diferencia de los actos en los que, siendo un año electoral, se comenzaron a reconocer y honrar a militares asesinados (policías y otras fuerzas casi no cuentan) no se hizo presente ninguna autoridad gubernamental en apoyo a los cautivos. Estos por el pecado de haber sobrevivido a los años de la guerra terrorista, no son héroes sino genocidas. Tampoco hubo fanfarrias militares, uniformes, ni marchas marciales como días pasados por quienes sí son héroes al estar trágicamente muertos. Estuvieron presentes solo un puñado de familiares y allegados que frente al “palacio de justicia” santafesino, dieron valientemente su rostro, su garganta y su corazón, en apoyo a los prisioneros. Perdón, me equivoco el vil Secretario de Derechos Humanos CLAUDIO AVRUJ recaudador del voto militar, sí mandó una comisión representando al gobierno.
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]UN CIRCO MÁS
Hoy finalizó uno de los tantos circos judiciales. Los jueces prevaricadores, regalaban perpetua cualquier persona falsamente acusada. Varios, condenados por “asesinar” durante un enfrentamiento a un terrorista, Jorge Luis Piotti, delincuente que además de haber participado en el Copamiento de La Calera, estuvo implicado en los atentados contra Augusto Vandor (junio 1969), José Alonso (27 de agosto 1970) y el cónsul norteamericano J. Egan (Córdoba, febrero 1975) que terminaron con sus vidas. Antes de dar lectura al fallo, alertaron al personal policial sobre lo absurdo de las condenas y dispusieron que éstos se pusieran en apresto, entre los secuaces de los terroristas y los familiares y amigos de quienes estaban injusta e ilegalmente juzgados, pero de frente a nosotros, como si fuéramos los violentos. Gracias a este vergonzoso fallo, los terroristas y sus secuaces, podrán seguir usufructuando del CURRO DE LOS DERECHOS HUMANOS, con la plata que los contribuyentes pagamos en impuestos. Pero no bajamos los brazos. Queremos JUSTICIA.
ORLANDO AGUSTIN GAUNA
https://www.facebook.com/orlandoagustin.gauna
[/ezcol_1half_end]Se trata de los abogados que actuaron como querellantes en el “juicio condenatorio”, a quienes en su juventud usando un uniforme, defendieron a este territorio llamado Argentina y sobrevivieron.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end] [ezcol_1third] [/ezcol_1third] [ezcol_1third] [/ezcol_1third] [ezcol_1third_end] [/ezcol_1third_end] [ezcol_1half]Claudio Kussman
Interno L.P.U. 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Agosto 28, 2019
[/ezcol_1half] [ezcol_1half_end]Ana De Austria (1601-1666)
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 28, 2019
Lo que los medios callan de los juicios de lesa
En el nuevo juicio por delitos de lesa humanidad iniciados en la fecha en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, declaró el imputado Eduardo Ramos, expresando:
Estos son juicios en cuotas, donde al imputado se le hacen varios juicios con las mismas victimas y los mismos testigos. Los testimonios no configuran prueba, se trata de un plan sistemático para recaudar dinero.
Desafíó a todos los presentes en la sala a ver si eran capaces de aseverar que los 30.000 desaparecidos eran una verdad.
Dijo que los juicios eran ilegales y que sólo buscaban el desprestigio social de los imputados.
Contó que estaba durmiendo en el suelo del pabellón 14 de la cárcel de Coronda porque por exceso de población carcelaria, deben compartir las celdas que son individuales, y por falta de camas, muchos deben dormir en el suelo, sin importar la salud o la edad del interno.
Agregó que hace un mes, que los internos del Pabellón 14 no reciben visita de familiares.
A continuación interpuso un Recurso de Habeas Corpus, cuestión que motivó que el jefe de los Defensores Oficiales, Julio Agnoli, solicitara el levantamiento de la audiencia y que el Tribunal se traslade a la Cárcel de Coronda debido a lo denunciado.
Hubo un cuarto intermedio y el TOF resolvió trasladar en forma inmediata a Ramos, por el medio más rápido, Federal o Provincial, al Penal de Campo de Mayo, donde estaba alojado hasta ser trasladado para asistir a este nuevo juicio.
Los jueces del Tribunal Oral Federal de Santa Fe no quieren tener en las audiencias, a un imputado que denuncie el prevaricato, los falsos testimonios, los abusos de autoridad y las violaciones de los derechos humanos que se cometen en la actualidad.
Orlando Agustín Gauna
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PrisioneroEnArgentina.com
GAUNA vs. SCHULMAN. LA VERDAD vs. LA MENTIRA
José Ernesto Schulman, viejo militante del partido comunista y secretario de la Liga Argentina por los derechos del hombre supo publicar un libro “Los laberintos de la memoria”, donde entre otras cosas, cuenta que haciéndose pasar por epiléptico, eludió cumplir con el deber cívico del servicio militar obligatorio.
También relata que, desde antes del golpe de estado de 1976, andaba con un revolver 38 en la cintura día y noche. José Schulman, con el CURRO DE LOS DERECHOS HUMANOS, quiso sacar su tajada y aprovechar la oportunidad para tomar venganza contra tres policías que lo habían detenido en el año 1977, y a los que había identificado.
Entonces en estos inventados juicios de LESA HUMANIDAD, acusa falsamente a esos tres policías, Eduardo Ramos, Juan González y Víctor Hugo Cabrera, de ser los mismos que lo detuvieron en un allanamiento presuntamente ilegal, realizado en su domicilio en 1976; de haberle puesto una bomba en su anterior domicilio en el año 1975 y de haberlo detenido en 1973. Todos procedimientos realizados en la Ciudad de Santa Fe.
Pero, según consta en los legajos policiales de los tres acusados, que obran en el expediente judicial, en el año 1973 Eduardo Ramos cursaba como cadete en la Policía de la Provincia de Santa Fe, en la ciudad de Rosario. Y como cadete no podía participar en procedimientos. Y Cabrera y González, aún no habían ingresado a la Policía, su ingreso a la repartición se produjo al año siguiente.
La autoría de la colocación de la bomba es una “verdad revelada”, ya que Schulman no vio quien colocó la bomba ni aportó testigos.
En tanto que a la fecha del procedimiento denunciado como ocurrido en el año 1976, según consta en los legajos de los imputados, Ramos, estaba en situación de Pasiva, privado del uso de arma y credencial, por estar bajo un sumario judicial, Cabrera con licencia médica y González cumplía funciones en una comisaría, sin competencia en procedimientos contra terroristas subversivos.
Pero a pesar de tener en sus manos los legajos que acreditan la falsedad de las imputaciones, un Juez prevaricador, no dudó en dictar el procesamiento de los acusados.
No dudé en dar trascendencia a tamaña injusticia y desde agosto de 2017, la denuncié públicamente a través de mi blog y por las redes sociales.
También lo hice ante la justicia, con el lógico resultado: Ni cinco de bola.
A los pocos días tomé conocimiento que Schulman me había denunciado ante la justicia, por el delito de amenazas. Me enteré que no le daban curso a su denuncia por carente de fundamentos.
Schulman insistía y al cabo de un año, el Juez interviniente, Reinaldo Rodríguez, decide excusarse por cuanto yo lo había denunciado penalmente por prevaricato y le había pedido el juicio político, además de haber encabezado un acto frente a su juzgado, donde a través de un equipo de sonido, a viva voz le reclamaba respuestas por distintos delitos que yo le imputaba.
Excusado el Dr. Rodríguez, pasa el expediente a su par en la ciudad de Santa Fe, quien rechaza los argumentos de la excusación y se gira el expediente a la Cámara de Apelaciones que resuelve que intervenga en la causa, el juez a quien yo había denunciado.
Este 22 de marzo fui citado por el Magistrado a quien yo imputaba de prevaricato, para prestar declaración en la causa caratulada S/AMENAZAS E INCITACIÓN A LA VIOLENCIA COLECTIVA.
Concurrí con la asistencia del defensor oficial (para que gastar pólvora en chimangos) y me hacen conocer los hechos punibles que me imputan: Haber comentado en Facebook: “A este hay que colgarlo, VAYAN”.
Con mis años la memoria me falla y no recordaba este comentario, entonces reclamo que me muestren en qué contexto estaba hecho. Y se ve el juez obligado a mostrarme el posteo que yo había publicado en mi muro de Facebook y dice: NO OLVIDAR. compartan hasta que se viralice y se entere de lo que yo afirmo
José Ernesto Schulman Teléfono: 1153298757 Email: jose.schulman@gmail.com
Web: http://cronicasdelnuevosiglo.com/
Datos publicados en el sitio https://seminarioddhh.wordpress.com/acerca-de/
No se olviden nunca de esta persona. Este es el rostro de quien goza haciendo falsas imputaciones por supuestos delitos de “Lesa humanidad”. Ojalá viva muchos años, para que en su momento, la JUSTICIA le haga pagar con cárcel el injusto daño que causa a personas totalmente ajenas a los hechos que imputa.
A lo que alguien comentó “Cárcel no. A este hay que colgarlo” y yo respondiendo a ese comentario, propio de los guapos de computadora e incapaces de dar la cara o por lo menos visitar a nuestros camaradas presos, respondí con el “A este hay que colgarlo, VAYAN”. Como un reproche a ese comentario. Lo que aclaré en mi declaración, para que entendieran que no era una incitación a la violencia colectiva. Como decía El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry,
“Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones”.
Pero había otra “grave amenaza” contra el camarada Schulman.
A otro comentario de colgarlo de un árbol, yo respondí en la misma red social, “Cómo me gustaría”.
Entonces declaré que era una simple expresión de deseo e hice asentar la siguiente comparación: Si con unos amigos, en la vía pública vemos a una mujer demasiado atractiva, y alguno comentara “qué lindo sería acostarse con esa mujer”, yo seguramente acotaría: ¡Cómo me gustaría!, y eso no significa que tenga intenciones de violarla, ni nada parecido.
Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas…
Y con esas explicaciones, creo haberle aclarado al Dr. Reinaldo Rodríguez, que no he amenazado al camarada Schulman ni he incitado a la violencia colectiva.
Pese a todo, no me sorprendería que este Juez prevaricador, me dictara el auto de procesamiento y hasta la prisión preventiva. Pero esos, son gajes del oficio. Riesgos propios de quienes luchamos por JUSTICIA.
En esas actuaciones judiciales se gastan nuestros impuestos.
Con estos denunciantes y con estos jueces, se encarcelan a quienes cumplieron con el deber de combatir al terrorismo.
Orlando Agustín Gauna
TE 0342 155036171 – 0342 4510487
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Marzo 23, 2019
El Prevaricato como Instrumento de Venganza (Parte II)
Por ORLANDO AGUSTÍN GAUNA
En una larga lista de fallos arbitrarios, donde se demuestra de manera palmaria, como se utiliza el prevaricato como instrumento de venganza, tenemos a un dirigente del Partido Comunista y secretario de la Liga Argentina por los derechos del hombre, José Ernesto Schulman que podríamos apodar Pi Nueve por que es más mentiroso que Pinocho.
Schulman declara ante la justicia Federal que, en un supuesto allanamiento ilegal, fue detenido en la noche del 11 de octubre de 1976 y que
En primer lugar, cabe aclarar, que Juan González, nunca trabajó en ningún servicio de inteligencia.
Respecto a la bomba en su domicilio, Schulman acusa a estos cuatro policías, por lo que, para él, es una verdad revelada. El no vio quienes pusieron la bomba ni aporta testigos.
Con relación al supuesto allanamiento ilegal, el acusado Osmar Rebechi está muerto, pero Juan González en ese entonces trabajaba en una Comisaría y por lo tanto no tenía participación en los procedimientos contra los terroristas. Eduardo Ramos, para esa fecha, acusado de otro delito, estaba en situación de pasiva, sin prestar servicios y privado del arma reglamentaria y de su credencial policial, por lo tanto, no pudo participar del procedimiento. Y Víctor Cabrera, el día del referido procedimiento, estaba con licencia por enfermedad.
Y si nos remitimos a la detención de Schulman ocurrida en 1973, basta remitirse a los legajos de estos tres acusados para constatar que Cabrera y González en esa fecha, no pertenecían a la fuerza. Los dos ingresaron a la Policía en 1974.
Eduardo Ramos, si había ingresado a la Repartición a principios de 1973, pero durante ese año, estaba cursando como Cadete en la Escuela de Policía, en la Ciudad de Rosario. No participaba de procedimientos.
Y todo esto lo puedo afirmar por haber tenido en mis manos, al igual que los jueces, los legajos policiales de estos tres policías acusados y detenidos, Ramos, cumpliendo otras condenas y González y Cabrera, con prisión preventiva, con esta sola imputación.
Y en el mismo auto de procesamiento señala:
Este analfabeto jurídico acepta como válidas, las declaraciones de las hijas del imputado, contra él, en hechos en que no son victimas ni ellas ni otra persona con igual o mayor vinculo de parentesco.
Eduardo Jorge Seminara Licenciado en Comunicación Social. ex vicerrector de la UNR y hoy Diputado Nacional por Santa Fe del FPV se manifiesta víctima de la represión y poniendo fuerza de convicción a sus mentiras, afirma que fue detenido en julio de 1976 cuando estaba cumpliendo el servicio militar en Azul y trasladado a Rosario donde fue “torturado”.
Que en esas sesiones de tortura se encontraba presente Jose Carlos Antonio Scortechini, al que reconoció por su voz.
Eduardo Jorge Seminara, a pesar de haber sobrevivido siete días sin tomar agua ni comer según cuenta, miente.
Jose Carlos Antonio Scortechini, según consta en las mismas actuaciones y registros de la época, desde el 31 de mayo de 1976 prestaba servicios en la Unidad Regional del Departamento Villa Constitución y a las pocas semanas era dejado cesante de la repartición policial.
Ergo, nunca pudo haber estado presente en los interrogatorios de Eduardo Jorge Seminara.
Pero la mentira de un militante del Frente Para la Victoria es motivo suficiente para detener a una persona, a pesar de las pruebas que demuestran su inocencia.
En el mes de enero de 1977 se produjeron en la Ciudad de Santa Fe dos cruentos enfrentamientos, donde cayeron abatidos un total de siete delincuentes terroristas que se ocultaban en dos fincas ubicadas en distintos puntos de esta Ciudad.
En el primero de los hechos, personal militar, a riesgo de su propia vida, rescató del fuego cruzado a dos niños, hijos de una de las terroristas, los que posteriormente fueron restituidos a sus familiares.
En el otro enfrentamiento al ingresar los militares a la vivienda, encontraron a tres niños, dos de ellos, identificados como hijos de una de las abatidas, que también fueron entregados a sus familiares; y una niña que no se pudo establecer en el momento, su identidad. Ante la imposibilidad de determinar la identidad de la niña, fue entregada al Juzgado de menores, en ese entonces a cargo del Dr. Luis María Vera Candioti, quien luego, y ante la falta de reclamo de familiares, optó por entregarla en adopción.
Fue anotada por sus padres adoptivos, como María Carolina Guallane.
Con el paso de los años, María Carolina, decide buscar su identidad y con los adelantos de la ciencia, se sabe por las pruebas de ADN que es hija de una terrorista muerta en uno de los enfrentamientos ocurridos en enero de 1977 en esta Ciudad.
Entonces tienen una nueva oportunidad para utilizar al prevaricato como instrumento de venganza y condenan al Dr. Luis María Vera Candioti considerado culpable de los delitos de “retención y ocultamiento de un menor de 10 años”, “alteración y supresión” de su estado civil y “prevaricato” en perjuicio de María Carolina Guallane-Paula Cortassa.
Hoy, cuando por primera vez se destapa la escandalosa corrupción política, se rasgan las vestiduras quejándose de las prisiones preventivas dictadas contra los corruptos.
Esos quejosos, eran cómplices de las verdaderamente arbitrarias prisiones preventivas dictadas contra los acusados por los llamados delitos de lesa humanidad.
El 8 de agosto de 2017, se inició el juicio oral contra Omar Rubén Noce y Juan Antonio Mulasano. Ambos llevaban mas de cinco años detenidos bajo la figura de prisión preventiva. ¿Cuál podía ser el fallo del tribunal? Sólo podía dictar una sentencia condenatoria.
Víctor Cabrera, detenido por la falsa imputación del comunista José Schulman, se encuentra en prisión preventiva desde el 17 de setiembre de 2015.
También, acusados por los llamados delitos de lesa humanidad, Raúl Giménez, se encuentra bajo prisión preventiva desde el 8 de octubre de 2014; Antonio Rubén González, está en prisión preventiva desde el 22 de agosto de 2016 y Omar Epifanio Molina, desde el 13 de agosto de 2016.
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EL PREVARICATO COMO INSTRUMENTO DE VENGANZA (Parte 1)
Al restablecerse la democracia en nuestro país, la clase política, en su afán de no ser corrida del poder por ningún motivo, y para congraciarse con la sociedad y con el mundo, inició el histórico juicio a las Juntas de Comandantes.
Esto que podemos llamar el primer circo judicial, fue ordenado por el presidente de la Nación y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, el abogado defensor de terroristas, Raúl Alfonsín, se hizo violando la Constitución Nacional que textualmente dice en su Artículo 18.- Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa.
El Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, en su condición de abogado, no podía ignorar la Constitución Nacional. Pero el Circo ya estaba armado y daba su primera función. Por este mérito, y por su ideología izquierdista, en noviembre de 1999, la Unión Cívica Radical fue incorporada oficialmente como miembro completo de la Internacional Socialista en París y Raúl Alfonsín fue nominado vicepresidente de oficio al haber sido elegido presidente del Comité Latinoamericano, que reúne a todos los países de la región. El cargo tiene un nivel similar al de una vicepresidencia plena para la Internacional Socialista.
Los comandantes debieron haber sido juzgados por el Consejo Supremo de las Fuerzas armadas, de conformidad con el código de justicia militar por ser ellos los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa.
En tanto, la izquierda derrotada en el campo militar estaba sedienta de venganza y vieron en el prevaricato su instrumento de venganza.
Pero en esta oportunidad, solo se ejecutaba contra las Juntas de Comandantes, no alcanzaba a los que cumplían órdenes.
Es entonces cuando podemos recordar el poema escrito por el pastor Luterano alemán Martin Niemölle (Nimoller)
“Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada,
porque yo no era socialista.
Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no dije nada,
porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada,
porque yo no era judío.
Luego vinieron por mí, y no quedó nadie para hablar por mí.”
A muchos les gustó el circo y quisieron seguir avanzando.
Y fuimos muchos más los que no dijimos nada.
Fueron unos pocos los que levantaron su voz, encabezados por el coronel Mohamed Ali Seineldin; y gracias a ellos se sancionaron las leyes de obediencia debida y punto final.
Fue el presidente Carlos Menem, quién, como una estrategia política, de quedar bien con Dios y con el diablo, indulto a los detenidos de ambas partes, terroristas y Patriotas que lucharon contra ellos.
Pasó el tiempo y llegó Néstor Kirchner a la presidencia y vio una veta de oro para su avaricia: “EL CURRO DE LOS DERECHOS HUMANOS”, lo que también le servía para contener a la izquierda más violenta.
A partir de entonces, a la sed de venganza, esa caterva cosmopolita y atea le sumó la avaricia para lucrar con la sangre derramada.
Todos sabemos que son juicios ilegales. Que quienes lucharon contra el terrorismo sufren injustas detenciones.
Pero creí necesario puntualizar casos específicos para que todos nosotros tomemos real dimensión del atropello que se continúa cometiendo.
El 22 de octubre de 1976, transitaba por las calles de la Ciudad de Santa Fe, Nilda Peters, una montonera correntina de 26 años. Lo hacía junto a otro militante de la “orga”, cuando son reconocidos por militares que cumpliendo el mandato constitucional de “aniquilar al terrorismo” andaban a la caza de estos criminales. Al advertir la proximidad de las fuerzas de seguridad, el acompañante de Nilda Peters, en una cobarde actitud, la abandona a su suerte, huyendo a veloz carrera.
Ella, sola y librada a su suerte, se pierde a lo largo de un pasillo de las inmediaciones. Uno de sus perseguidores acude a la Comisaría 5ª, ubicada a pocos metros del lugar, en Salvador del Carril 2027 a pedir la cooperación policial, en el preciso momento en que el un vecino, Héctor Simón Castañeda, avisa telefónicamente que a su domicilio de calle Alvear Nº 5754, ha ingresado una mujer armada, por lo que se ha “refugiado” en otra dependencia de la casa para protegerse junto a su familia.
Ya saben adónde buscar. El Oficial Juan Carlos Báez con los militares y algunos agentes policiales se dirigen al lugar.
Se aproximan al frente de la vivienda, desde la calle imparten la orden de detención, sin obtener respuesta. Insisten impartiendo la orden, y al cabo de unos instantes se escucha un disparo desde el interior de la casa. Reiteran la orden y ante el prolongado silencio, irrumpen en la vivienda, donde encuentran a la terrorista muerta con un disparo en la cabeza, con el arma junto a ella.
No había dudas. Estaba muerta. No era necesario ni intentar simular un enfrentamiento. Se había suicidado.
Se labran las actuaciones de estilo, con las declaraciones de los ocupantes de la vivienda, el señor Castañeda y sus familiares.
Y esto pasó a ser parte de la historia de esos sangrientos años en que grupos de psicópatas intentaban la toma del poder para implantar una dictadura marxista.
¿Qué habrá sido de la vida del cobarde que dejó abandonada a su suerte a Nilda? ¿Habrá derramado alguna lágrima por ella?
Nilda Peters, entre la vida y la muerte, optó por la muerte y se quitó la vida.
Allá por 1830, Honorato de Balzac escribió que “Cada suicidio es un sublime poema de melancolía”.
Solo Dios sabe qué pensamientos cruzaron por su mente en ese instante que separó su vida de la muerte: ¿El desprecio o el perdón a quien la abandonó en esa encrucijada? ¿Los recuerdos de su familia, en su Chaco natal? ¿La pena de no alcanzar a ver la Patria marxista?
Pero nunca hubiera imaginado que la sangre que cubrió su rostro, tras aquel disparo suicida, décadas después estaría siendo negociada para obtener suculentas indemnizaciones y subsidios; y utilizada como herramienta para vengarse de quienes lucharon y hasta dieron su vida en cumplimiento del deber.
Pasaron los años y llegaron al poder los Kirchner con su RELATO de militancia y de defensa de los derechos humanos.
El abogado Jorge Daniel Pedraza (a) Coco, en esos años de plomo, era un aprendiz de terrorista. Durante un gobierno democrático, participó de un atentado contra el local de la firma Fiat Grossi, ubicado en calle San Martín entre Suipacha y Junín de la Capital santafesina. El Coco no peleaba contra ninguna dictadura, atentaba durante un gobierno constitucional.
En su curso acelerado de terrorismo, ya había participado de la toma de la antena de la emisora universitaria LT 10 y otros golpes menores. En oportunidad del atentado al local de Fiat, cuando inician la huida, un vecino lo captura, le quita la pistola 11,25 que portaba y con otros vecinos, lo entrega a la policía.
Esto también es historia.
Pero con el RELATO, este aprendiz de terrorista se convierte en un fanático defensor de los “derechos humanos”; y sin ningún fundamento ni prueba, comienza a denunciar como asesinados a todos los terroristas muertos en distintos enfrentamientos, y también denuncia como asesinada a Nilda Graciela Peters.
El Juez Reinaldo Rodríguez, sin pruebas firmes ni datos concretos, imputa a Juan Carlos Báez, por el homicidio de quien se ha suicidado y ordena su detención en octubre de 2014.
Este Juez en su momento fue criticado por su lentitud con respecto a las denuncias contra los directivos de la Universidad Nacional del Litoral y LT10 Radio Universidad Nacional del Litoral. También, la comisión de Disciplina y Acusación del Concejo de la Magistratura votó en su momento, por mayoría un dictamen que proponía suspender al magistrado en su cargo y someterlo a un jury de enjuiciamiento por ordenar el pago de bonos públicos en default a su valor nominal después de la crisis de diciembre de 2001. También tuvo el “mérito” de dejar prescribir la causa contra la mafia del transporte urbano de pasajeros por colectivo de la Ciudad de Santa Fe. En un caso de trata de personas, aceptó que las denunciantes se desdijeran de sus dichos en la denuncia, sin imputarlas por falsa denuncia. Solo le importaba a este juez, que los rufianes quedaran impunes. En otro caso, permitió que el conductor de un camión con una tonelada y media de marihuana quedara impune.
Y hasta ahora viene zafando.
En este caso, por la muerte de Nilda Peters, ni siquiera se preocupó en llamar a declarar a Héctor Castañeda al morador de la casa donde se suicidó la terrorista.
Ahora es tarde. Castañeda falleció el 23 de noviembre de ese mismo año, después de la detención del Oficial Báez.
Con jueces como el Dr. Reinaldo Rodríguez, hoy, todos los argentinos, estamos en libertad condicional. Condicionada a su antojo de detenernos sin motivo justo.
Este Juez prevaricador, tras privar de la libertad por más de un mes, al Oficial Báez dispuso su libertad por falta de mérito. No le dictó el sobreseimiento. Lo dejó en la picota, con la posibilidad arbitraria de volver a detenerlo.
TE 0342 155036171 – 0342 4510487
http://orlando-gauna.blogspot.
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre del ’76: Nueve Policías y Dos Civiles Asesinados
Por Orlando Agustín Gauna Bracamonte
Este miércoles 12 de setiembre se cumple el 42º Aniversario del mas cruento atentado terrorista cometido en nuestra provincia.
Ocurrió en la Ciudad de Rosario, en la intersección de Junín y Rawson, donde al paso de un colectivo policial, la banda terrorista Montoneros, hizo estallar un coche bomba, que provocó la inmediata muerte de nueve agentes policiales que se trasladaban en el ómnibus, luego de haber cubierto un servicio durante un partido de futbol disputado entre Rosario Central y Unión de Santa Fe. Otros agentes sufrieron diversas heridas, algunos de ellos, fallecieron tiempo después como consecuencia de esas lesiones. Pero también hubo otras dos inocentes víctimas, un matrimonio que circulaba próximo al colectivo en un Fiat 1100 y que falleció a consecuencia de las heridas recibidas. La hija del matrimonio, de 15 años, nunca quiso hablar de ese crimen que les quitó la vida a sus padres.
En mayo de este año, el Juzgado Federal N 4 de Rosario, aceptó como querellantes en esta causa a viudas e hijos de fallecidos en el atentado. Su representante legal, Pablo Gonzalo Miño, adelantó que en pocos días aportará pruebas que señalan quiénes idearon y llevaron adelante el hecho.
Este miércoles 12 de setiembre a las 16,30 horas, en el lugar del atentado, se rendirá un nuevo homenaje a las víctimas del accionar terrorista de quienes pretendían instaurar a sangre y fuego, una dictadura castro – comunista en la Argentina.
PrisioneroEnArgentina.com
El Desaparecido que no fue…
Por Orlando Gauna.
El 18 de febrero de 1972, los delincuentes montoneros quisieron hacer “desaparecer” a Oscar Alfredo Aguirre Haus,. un boliviano que vino a usar nuestras universidades gratuitas y abusando de nuestra generosidad y hospitalidad, se unió a la “orga” montoneros, para cometer crímenes y atentados terroristas en nuestra Patria.
Si seguimos la farsa del “curro de los derechos humanos”, Oscar Alfredo Aguirre Haus hubiera sido el desaparecido 30.001.
En la página de la Casa de Derechos Humanos de Santa Fe en lo que llaman“Lista de desaparecidos y asesinados en Santa Fe por la dictadura genocida”, figura Oscar Alfredo Aguirre Haus, pero no se especifica si fue asesinado o está desaparecido, ni se aportan otros datos respecto al DESAPARECIDO QUE NO FUE.
En tanto, en su página, Roberto Baschetti expresa que Oscar Alfredo Aguirre Haus, muere en combate en Santa Fe contra la dictadura de Lanusse.
A lo mejor, a la justicia le interesa saber quienes lo quisieron hacer desaparecer a Oscar Alfredo Aguirre Haus.
Eduardo Ramos Campagnolo, injusta e ilegalmente preso, en uno de sus libros, nos cuenta una interesante historia, donde uno de los protagonistas es el desaparecido que no fue… Oscar Alfredo Aguirre Haus.
El delincuente terrorista montonero Oscar Alfredo Aguirre Haus junto con otros criminales de la misma organización, intentaban ingresar al domicilio de quien era el intendente de la Ciudad de Santa Fe, Dr., Conrado Puccio, para secuestrarlo o asesinarlo. Pero el intendente, en un acto de legítima defensa, le dio muerte al boliviano Aguirre Haus.
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El cadáver del delincuente abatido, fue llevado por sus cómplices, que intentando hacerlo desaparecer, lo enterraron en la vivienda de Avenida Aristóbulo del Valle 4719 de la Ciudad de Santa Fe.
En un comunicado, los delincuentes que firman como “Unidad Básica de Combate Evita Montonera”, entre otras cosas, afirman: “En consecuencia, la sentencia de Puccio ya ha sido dictada: será ajusticiado en la primera oportunidad que se nos presente”.
A los pocos días, fueron descubiertos y se evitó que otro “desaparecido” engrosara la lista del “curro de los derechos humanos”.
Tampoco pudieron asesinar al Dr. Conrado Puccio.
El boliviano Oscar Alfredo Aguirre Haus no fue solo, a cometer el atentado contra el Intendente de la Ciudad de Santa Fe, Dr. Conrado Puccio. Una de sus cómplices fue Zulema Ángela Ramona Williner de Godano, L.C. Nº 6.287.628, (a) Tita.
Ella es, la que para simular un accidente y engañar al Dr. Puccio, se ensucia con pintura roja. Podemos leer en la página web:
http://www.robertobaschetti.com/biografia/w/16.htm“En 1972, durante un conflicto municipal muy fuerte, el grupo de militantes montoneros que integraban Tita y su marido, intentan una acción reivindicativa en la quinta que por entonces poseía el intendente de Santa Fe, un personaje de cuño liberal y oligarca, el Dr. Puccio. En esa acción resulta muerto un compañero de ellos, el estudiante boliviano Oscar Aguirre Haus (ver su registro). Pocos días después son detenidos Tita, su esposo y otros compañeros más. Así es que fue presa durante la dictadura de Lanusse. Torturada no aportó un solo dato a sus verdugos. En mayo de 1973 es liberada.”
Baschetti con su fanatismo ideológico pretende hacer un panegírico de esta delincuente y omite decir que fue ella quien indicó el lugar donde estaba enterrado el terrorista boliviano.
Esta terrorista fue liberada cuando asumió la presidencia Héctor Cámpora, por Decreto Nº 11 del 26 de mayo de 1973 y figura en en orden 169 de la lista de liberados del Instituto de detención de la Capital Federal.
Pero ella, como sus cómplices, no luchaba contra ninguna dictadura, el objetivo era tomar el poder por las armas, para instalar una dictadura castro comunista en nuestra patria y continuó con sus actividades terroristas hasta que fue asesinada el 23 o 24 de setiembre de 1975, presuntamente por la Triple A.
El “Comando Roberto Brzic” se adjudicó su muerte, junto a su cuerpo se encontró un cartel con la leyenda
“Aniversario de la muerte de Rucci –
La Patria hace justicia”
Esta criminal era oriunda de la localidad santafesina de Humberto Primo, cercana a la Ciudad de Rafaela, donde nació y aún reside con su familia, el Dr. Ricardo Lorenzetti (a) Mono.
Al respecto, en el sitio
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/18-43044-2014-03-09.html se publica:“El Espacio de la Memoria de Rafaela presentó el trabajo durante la inauguración de una plazoleta de la memoria Dip-Espacio de Fábula Producciones se encargó de la realización del DVD que contó con el auspicio familiares, amigos y compañeros; además del actual ministro de Defensa Agustín Rossi, la diputada de la Ciudad de Buenos Aires Delia Bisutti, el senador provincial Alcides Calvo, la diputada provincial Alicia Gutiérrez y el diputado provincial del peronismo Roberto Mirabella. “Después del eclipse”, recorre las vidas y las circunstancias que llevaron a la muerte a Analía Arriola, Raúl Bru, Rubén Carignano, Conrado Ceretti, Osvaldo Colombo, Reinaldo Hattemer, José Manfredi, Cecilia Marfortt de Trod, Jorge Trod, Carlos Morel, Ricardo Nicolini, Yolanda Ponti, María Guadalupe Porporato, José Rossi, Luis Ricciardino, Juan Sinigaglia, Raúl Tettamanti y Zulema Williner. En el ralato del documental José “El Pelado” Villarreal oficia de narrador y da contexto a la militancia de esa época. Empieza diciendo que él nació “en el `45, toda mi vida fui un laburante peronista y viví en Rafaela. Esta ciudad es riquísima en la historia del peronismo. Siempre estuvo presente con muchas proscripciones y persecuciones”. Y cuenta que “nosotros empezamos a repartir la fichas de afiliación cerca del 73 y en esa época empieza también a funcionar, con muchos pibes la AES (Asociación de Estudiantes Secundarios)”. Villarreal cuenta que en esa asociación estaban “`El Topo’ Ricciardino que era del Colegio Nacional, el `Flaco’ Raviolo que era del Comercial y el `Mono’ Lorenzetti (nada menos que el actual presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación) que era de los Maristas.”
El desaparecido que no fue, el boliviano Oscar Alfredo Aguirre Haus fue enterrado por sus cómplices en el patio de la vivienda de Avenida Aristóbulo del Valle Nº 4719, donde habitaban Zulema Ángela Ramona Williner de Godano, L.C. Nº 6.287.628, (a) Tita y el empleado bancario Alcides Francisco Godano L.E. Nº 7.708.018.
Detenido, también fue favorecido por el indulto del Decreto Nº 11 del 26 de mayo de 1973 para los internos alojados en el Instituto de Detención de la Capital Federal.
Hoy, este delincuente terrorista, estaría domiciliándose en San Martín Nº 239, 6º Piso, Departamento A, y su teléfono es 0379 – 4435703.
En sus ratos libres contará sus hazañas como terrorista montonero mientras disfruta las mieles de las indemnizaciones del “curro de los derechos humanos”.
Esto también pasó en la Argentina.
Orlando Agustín Gauna Bracamonte
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 13, 2018
AFAVITA y el doctor VIGO LEGUIZAMÓN
AFAVITA, (Asociación de familiares y amigos de las víctimas del terrorismo en la Argentina) Delegación Santa Fe, invita a acompañar el miércoles 28 de febrero a las 9 horas, al doctor Javier Vigo Leguizamón hasta la Cámara Federal de Rosario, sito en Entre Ríos N° 435 de esa ciudad.
En la oportunidad, el abogado patrocinante de Arturo Larrabure, producirá su informe verbal por el recurso que presentara, requiriendo que el secuestro tortura y asesinato del Coronel Argentino del Valle Larrabure sea considerado CRIMEN DE LESA HUMANIDAD.
Contamos con su adhesión y participación.
Orlando Agustín GAUNA
TE 0342155036171
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 20, 2018
Quienes hablan de derechos humanos silencian estos atentados
Cartas de lectores del diario Clarín.
Quienes hablan de derechos humanos silencian estos atentados
El mundo fue sacudido el lunes por el atentado terrorista durante un concierto en Manchester. Los medios de comunicación de nuestro país cubrieron la noticia “al minuto”, y se condenó el atentado terrorista desde distintos sectores de la sociedad argentina. Pero hubo una excepción, al menos hasta el momento de escribir esta carta. Los sectores llamados defensores de los derechos humanos se llamaron a silencio.
Para ellos, es políticamente incorrecto aplaudir el atentado, como en su momento fue políticamente incorrecto criticar al flamante Papa, a quien los “defensores de los derechos humanos” pueden ir a lamerle sus zapatos. Pero, ¿condenar un atentado terrorista? ¡Jamás! La prensa argentina no recuerda ni compara éste y otros atentados como los que sufrimos en los 70.
Hoy, Cuba y Venezuela son un ejemplo palmario del destino de nuestro pueblo si hubieran triunfado lo llamados “jóvenes idealistas” y sus seguidores, que aún hoy levantan las banderas del Che Guevara.
No se pueden guardar en el arcón del olvido atentados como el del comedor de la Superintendencia de la Policía Federal, o el que se cometió contra el colectivo policial en Rosario. No se pueden olvidar las muertes de tantos niños causadas por las balas de la guerrilla.
Lo cierto es que quienes gritan “¡Memoria!”, silencian la barbarie de hechos como los de Manchester. Quienes declaman por los derechos humanos, son incapaces de repudiar estos atentados terroristas.
Orlando Gauna
oagauna150@yahoo.com.ar
Colaboración: Dra. Andrea Palomas Alarcón
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 27, 2017
LA OTRA CAMPANA. Conmemoración enfrentamiento Ituzaingo y Las Heras
Escribe Grupo LA OTRA CAMPANA Santa Fe-Paraná.
Érase una vez un enfrentamiento… si un enfrentamiento porque un grupo de guerrilleros estaban apostados esperando sus capturas tal como lo había ordenado un decreto del poder ejecutivo nacional. Pero para los jueces de hoy y sus pareceres, NO!!, pese a las pruebas que dan cuentan de todo lo contrario, lo que sucedió allí fue una masacre.
Según dicen, en 1977, en una esquina cualquiera de nuestra bella ciudad de Santa Fe, hubo un grupo de militares y policías dispuestos a asesinar a cuatro personas, a cuatro jóvenes idealistas, qué solamente eran la cúpula de montoneros en eso años… ah perdón eso último olvídenlo, porque es parte de la verdad de la que no se puede hacer memoria. Entonces seguimos el contando como dice el relato, eran jóvenes idealistas.
Dicen que estas personas de las fuerzas armadas y de la policía se “pusieron de acuerdo” para matar a esos jóvenes. Seguramente se habían juntado a tomar un café antes para decidirlo, lo raro es que no se conocían, pero bueno estos detalles son los que la justicia obvia, porque de lo contrario se cae el relato. Continuamos…Habíamos dicho que las fuerzas armadas llegaron a la esquina, que a partir de ese momento pasó a ser una esquina famosa, y abrieron fuego contra un edificio. Edificio en el cual vivían estos cuatro jóvenes idealistas. Lo que llama un poco la atención es que estos jóvenes, que según la justicia no estaban armados y no tenían nada que ocultar, decidieron esconder a sus hijos en un ropero rodeados de colchones para que las balas del ejército no pudieran alcanzar a los niños. Cómo este, hay muchos datos que llaman la atención, pero los jueces prefieren omitirlos, porque como dijimos antes, si se los tiene en cuanta se les cae el relato.
Seguimos con esta historia… las fuerzas abrieron fuego durante tres horas sin parar, a gente que “no se defendía”. ¡Qué barbaridad! Hasta hay vecinos que lograron saltar el cordón policial y hoy pueden contar la “verdadera” historia. Y relatan que parados en la vereda veían como las fuerzas disparaban y disparaban contra un edificio. Otros vecinos reales, cuentan que era imposible violar el cordón policial, que no pudieron volver a su casa por muchas horas, pero la verdad de estos vecinos es la que no le interesa a los jueces.
Lo bueno de la historia es que los niños sobrevivieron. Y lo mágico, porque en esta historia hay de todo, es que uno de los niños que al momento del enfrentamiento, perdón “masacre” un mes de vida, hoy 40 años después recuerda con todos los detalles como murieron sus padres, lo declaró y los jueces se conmovieron y lo creyeron. Obviamente porque esta narración, por más que la cuente una persona que al momento del hecho tenía un mes de vida, si le sirve a la “justicia” para mantener el relato que quieren sostener los Derechos Humanos, el relato no se cae y el curro también sigue.
¿Les gustó la historia? ¿Tierna no? ¿Disparatada no? ¿Ridícula no?… pero esta es la historia que sí quieren contar los jueces, las organizaciones de derechos humanos que “poquito” provecho han sacado de esta trágica época.
Ahhhh y si llegan a escuchar por ahí que un miembro de las fuerzas armadas recibió un disparo en su cabeza, que no lo mató porque tenía un casco, no lo crean o mejor crean se disparó sólo. Recuerden que según la justicia los jóvenes idealistas no tenían armas.
Esa tarde, en esa esquina, para la justicia sólo hubo fuerzas militares y policiales disparando a mansalva contra un edificio y sólo son válidos los relatos de los “testigos” que proporciona la querella. Gracias a esta historia, a la historia que eligieron contarnos, y la historia que muchos eligen creer, hay policías y militares ilegalmente presos, a quienes no se les respetan sus derechos. Ni siquiera el derecho al principio de inocencia. Gracias a esta “historia” hay presos, policías que hicieron un cerco a tres o cuatro cuadras para proteger a los civiles que habitaban el barrio. Y policías y militares que ni siquiera estuvieron en el lugar en ese momento, pero ese día cometieron el gran error de trabajar horas más tarde.
Pero bueno, como dijimos antes la historia está contada para que perdure el curro de los derechos humanos, derechos que al acontecer real los policías y militares no tienen. Lo que le importa a la justicia es que no se caiga el relato, pese a quien le pese, cueste lo que cueste.
Ahora los invitamos a conocer la verdadera historia. Escuchen la otra campana. Gracias.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 20, 2017