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  Por Maren Berkjo.

Al crecer, Vivien Thomas esperaba convertirse en médico. Pero la Gran Depresión impidió que ese sueño se hiciera realidad. Mientras planeaba comenzar la universidad, su atención se centró en las finanzas y buscó trabajo.

Vivien encontró trabajo como asistente de investigación quirúrgica en la Universidad de Vanderbilt, trabajando con el cirujano Dr. Alfred Blalock. Trabajó muchas horas ayudando con experimentos, algunos días en el laboratorio hasta dieciséis horas. Pero su trabajo condujo a una investigación innovadora (Thomas es mejor conocido por su papel en el desarrollo de una técnica quirúrgica innovadora para corregir un defecto congénito potencialmente fatal conocido como tetralogía de Fallot , que provocaba que la sangre con poco oxígeno saliera del corazón, lo que también se conoce como síndrome del bebé azul.)

A principios de la década de 1940, Vivien se mudó con el doctor Blalock a la Universidad Johns Hopkins. Allí continuaron realizando investigaciones. Trabajando junto con la Dra. Helen Taussig, descubrieron un tratamiento para el mencionado síndrome del bebé azul. Vivien jugó un papel decisivo en la preparación de los experimentos y en la cirugía misma.

A lo largo de estas experiencias, Vivien tuvo que lidiar con el clima racial de la época. A menudo recibía salarios bajos, trabajaba en entornos segregados y no se le acreditaban adecuadamente sus contribuciones.

Pero continuó trabajando duro y dominando su oficio. Llegó a ser tan bueno en su trabajo que un cirujano comentó: “Incluso si nunca antes habías asistido a una cirugía, podías hacerlo porque Vivien hacía que pareciera muy simple”.

En 1976, la Universidad Johns Hopkins otorgó a Vivien Theodore Thomas un doctorado honoris causa y lo nombró instructor de cirugía de la Facultad de Medicina de Johns Hopkins. Se convirtió en profesor de técnicas operativas para muchos de los cirujanos más destacados de Estados Unidos.

 

 


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Julio 16, 2024