Maldad

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  Por Cyd Ollack.

Ramil Safarov es un héroe nacional en Azerbaiyán. ¿Qué hizo para merecer este título? ¿Salvó a niños de un edificio en llamas? ¿Es un héroe deportivo nacional? ¿O es el inventor de una medicina que ayuda a los discapacitados? ¡Nada de eso!

Safarov

Ramil Safarov es un oficial del ejército azerbaiyano que fue condenado por el asesinato en 2004 del teniente del ejército armenio Gurgen Margaryan.

Ahora te estarás preguntando, ¿dónde entra en juego la crueldad humana?

-Ambos asistían a un evento de la Asociación para la Paz patrocinado por la OTAN.

-Ramil Safarov asesinó al teniente del ejército armenio Gurgen Margaryan mientras dormía a las 5 de la mañana.

-Después del asesinato, Ramil fue en busca de los otros armenios que estaban en el edificio.

-Durante su interrogatorio, Ramil dijo: “Lamento no haber matado a ningún armenio antes… La razón por la que cometí el asesinato fue que pasaron por allí y nos sonrieron en la cara. En ese momento decidí matarlos, es decir, cortarles la cabeza…” “Si hubiera más armenios aquí, me gustaría matarlos a todos… Mi vocación es matar a todos los armenios”

Fue sentenciado a cadena perpetua (elegible para libertad condicional después de 30 años).

 


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 4, 2024


 

PALABRAS, DESVARÍOS E INCOHERENCIAS: REPRESIÓN Y GENOCIDIO

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  Por José Luis Milia.

Oscar Wilde, con su característico cinismo, afirmaba que el periodismo justificaba su existencia mediante el principio darwiniano de la supervivencia del más vulgar. En Argentina, la supervivencia de muchos periodistas no se debió tanto a su posible vulgaridad como al hecho de llevar en sus glúteos, al igual que políticos, maestros y obispos, la marca de “El perro” Verbitsky

La entusiasta adhesión al relato oficial, obra maestra de “El perro”, que se consolidó a partir de 2003, los convirtió en accionistas de una franquicia política y económica que acaparó recursos cruciales y monopolizó el acceso a la información, e hizo que se convirtieran en agentes de una Gestapo del pensamiento que censuraba cualquier desviación del relato, administrando un control moral que decidía quiénes eran las víctimas y quiénes los victimarios.

Durante años, Larrabure e Ibarzabal no existieron para ellos. Los soldaditos de Manchalá y Formosa eran meras anécdotas de tierra adentro, y las bombas, secuestros y asesinatos de civiles, policías y militares se reducían a crónicas policiales. Su visión de la historia se limitaba a una única perspectiva. En 1983, fueron parteros de una nueva historieta oficial: “la sangrienta dictadura”, una fábula que, al alcanzar la mayoría de edad en 2003, sirvió para ocultar el saqueo más grande que haya sufrido la república.

Embretados en los límites de la mentira oficial, la mayoría de los periodistas argentinos se vieron obligados a llevar una relación caricaturesca con dos palabras: “represor” y “genocidio”.

Centrémonos en el uso que de la palabra “represor” hacía este periodismo. Era esta un amuleto mágico en el relato único, obviamente, siempre referida a los uniformados que combatieron el terrorismo. No importaba que muchos de ellos arrastraran más años de prisión preventiva sin juicio del que el código procesal prescribe. Al igual que los políticos, habían decretado que la presunción de inocencia no corre para militares, gendarmes o policías.

 El miedo o la venalidad (productos de la marca de “el perro” en el anca) ha llevado a los periodistas argentinos a prescindir de las definiciones de la Real Academia Española sobre el adjetivo “represor” y el verbo “reprimir”. Quizás porque creían que su conciencia se acallaba si acudían al “Pequeño Zaffaroni Ilustrado”, que define reprimir como: “Atacar a bastonazos, la policía a la multitud, disparar balas de goma y lanzar gases lacrimógenos, generalmente de manera feroz, desmedida e injusta”.

Y luego está la palabra que duele en cada sílaba: “genocidio”. Todos sabemos que es un término antiguo como la guerra. Sin embargo, considerando la magnitud de atrocidades como los dos millones de armenios asesinados por los turcos entre 1915 y 1923, la Shoah con sus seis millones de judíos masacrados por los nazis, o el Holodomor en Ucrania con sus cuatro millones y medio de campesinos asesinados por los bolcheviques, afirmar que la muerte o la desaparición de 8.961 facinerosos que intentaban asaltar la república constituye un genocidio es, en realidad, una falacia desde cualquier perspectiva.

Estos son las dos palabras en las que se basan los argumentos que- en su lamentable mediocridad intelectual o, peor aún, por una acción mercenaria destinada a confundir a la sociedad- ha enarbolado el periodismo argentino durante años; fundamentos espurios que, en su cobardía, refrendó la misma sociedad argentina que en los setenta pedía muerte vil para los terroristas.

 

JOSE LUIS MILIA

josemilia_686@hotmail.com

Miembro Honorario del Centro de Estudios Salta

Nota 74 de José Luis Milia  en este portal (Hacer Clic)

 


PrisioneroEnArgentina.com

Setiembre 24, 2024


 

ARGENTINA SERÁ SEDE DE LA CUMBRE DE COOPERACIÓN MÁS IMPORTANTE DEL MUNDO EMERGENTE

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 Por JORGE FAURIE

 

Del 20 al 22 de marzo se desarrollará la Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur.
En Filipinas han comenzado a consumir más y mejor calidad de leche; en Armenia cada vez más gente aprende a hablar español; en India se desarrolla una vacuna contra enfermedades bovinas y, en Vietnam, avanza la identificación de soldados caídos durante la guerra.
Posiblemente muy pocos lectores conozcan esos datos. Menos aún, que conozcan el rol que Argentina ha desplegado para que ello sea posible: el desarrollo lácteo en Filipinas es consecuencia de nuevos métodos de ordeñe que enseñaron técnicos agropecuarios argentinos, lo que generó un impacto positivo en la demanda, que al no poder satisfacerse con la producción local, traccionó un aumento del 133% en nuestra exportación de leche a Filipinas en el último año. El Laboratorio de Idiomas de la UBA capacita docentes y desarrolla material pedagógico en Armenia; las vacunas en India se elaboran con participación de investigadores argentinos, y trajeron un rendimiento comercial, y así nuestro país lleva vendidas más de 2200 dosis a India. El Equipo Argentino de Antropología Forense ha hecho la diferencia para muchas familias vietnamitas al recuperar restos e identificar a los soldados, enterrados sin nombre.
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Expresadas en trazo grueso, podemos decir que las principales herramientas para construir la integración en el mundo son tres: conexiones políticas, de tipo económico y, quizás menos conocida, la cooperación. Esta última, lejos de ser mera filantropía, constituye para Argentina una oportunidad para construir liderazgo en sectores intensivos del conocimiento y la tecnología.
Cuando recursos humanos y muchos de nuestros desarrollos nacionales son percibidos con alto valor por el mundo, al mismo tiempo se valora la formación, la capacidad emprendedora y el sistema que los contiene y vincula. Se invita, entonces, a estudiar e investigar al país, se hace atractiva la inversión, se da valor a las exportaciones. Sencillamente, a través de la cooperación nos damos a conocer por lo mejor que tenemos.
Hace 40 años, la idea de vínculos solidarios y respetuosos de las prioridades e intereses de cada país, impulsó la firma del Plan de Acción de Buenos Aires (PABA) en un encuentro que tuvo lugar aquí en la Ciudad. Los países en desarrollo definieron entonces el camino a seguir en temas de cooperación técnica. Ahora, a 40 años de ese encuentro, entre el 20 y el 22 de marzo, la Argentina volverá a ser sede y presidirá la II Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur de donde surgirá un nuevo “PABA+40”.
Esta Conferencia no trata simplemente de cooperación, sino que es la Cumbre de cooperación más importante del mundo emergente. La Cooperación Sur-Sur nos conecta con las regiones más dinámicas del mundo, con los países que más crecerán en las próximas décadas. Además permite superar el paradigma país donante – país receptor, y ser protagonistas de la construcción de un sistema internacional más horizontal y con mayor equidad.
Por eso, vamos a continuar contribuyendo con el cultivo de quinoa en Egipto y la modernización arquitectónica del Malecón de La Habana. Y en Perú seguirá floreciendo la Cantuta, su flor nacional, ya que técnicos del INTA colaboraron en la creación de un banco de germoplasma de la flor que permitió que pudiera empezar a crecer en la costa, cuando la aridez de la zona más continental del país amenazaba con su extinción.
Seguiremos en la senda de activa contribución en los asuntos de interés global, desarrollando, por ejemplo, el programa de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares, a través del cual bibliotecas de Popayán, Algeciras y Puerto Asís, zonas altamente vulnerables para el reclutamiento forzado en Colombia, se transforman en mejores espacios de contención para niños, niñas y adolescentes, por las actividades recreativas y las donaciones de libros y capacitaciones de la CONABIP.
Continuaremos implementando el “Plan de Trabajo Regional para el Manejo de la Langosta” en Bolivia, que ya permitió controlar la propagación de esta plaga que había azotado a nuestro vecino en 2017, destruyendo cultivos de maíz y trigo. Como la langosta no conoce fronteras, a la fecha el Plan evolucionó y actualmente también trabajamos con Paraguay para evitar otros brotes.

Médicos argentinos que pertenecen al INCUCAI continuarán compartiendo con sus colegas de Paraguay, Uruguay, Perú y Costa Rica experiencias y formación en el proceso de donación y trasplante de órganos, mejorando las campañas para que más gente sea donante, perfeccionando los armados de “listas de espera” y progresando en la detección y traslado de órganos.
Ocupar un rol relevante en el mundo no es fortuito. Es una construcción colectiva y cotidiana, que requiere esfuerzo, coordinación y constancia, y todos los argentinos que implementan los más de 165 proyectos de cooperación que nuestro país lleva a cabo, definitivamente están haciéndolo.
Un mejor posicionamiento del país repercute en todas las áreas de acción de los argentinos, por eso nos inspira trabajar todos los días en pos de más oportunidades y más desarrollo. Sabemos lo que somos y lo que queremos ser. La inserción inteligente comienza a ser un activo de todos los argentinos.
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India

Armenia

Vietnam

Cuba

Filipinas

Egipto

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Jorge Marcelo Faurie, nacido en Santa Fe,  el 24 de diciembre de 1951, es un abogado y diplomático argentino, quien desde el 12 de junio de 2017 es ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación Argentina, como parte del Gobierno de Mauricio Macri. Anteriormente fue embajador de la República Argentina en Francia. Es el cuarto diplomático de carrera que ocupa la posición de canciller y el segundo de los egresados del Instituto del Servicio Exterior de la Nación, ya que el mismo fue creado recién en 1963. Antes de él, alcanzó la conducción del Ministerio la Embajadora Susana Ruiz Cerutti, a quien designó en ese puesto en 1989 el presidente Raúl Alfonsín.

 


Fuente: http://institutocirculomss.com.ar/


PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 27, 2019