El periodismo alcanza un poder dentro de la sociedad por su influjo sobre los ciudadanos. El periodismo puede ser un instrumento cultural, si acierta a llevar a muchos un alimento espiritual. Se ha discutido si el periodismo es también un género literario. Hay quienes dicen que sí, pues debiera usar el laconismo con arte para decir mucho con pocas palabras, condición apreciable. Otros sostienen que no, pues todos los géneros caben en él, la arenga escrita, la historia que va haciéndose, la crítica de lo actual, el verso del poder o la novela de la oposición.
Todos los tonos, géneros y maneras le pertenecen con la condición de insertárselos en forma oportuna, atinada, de buen gusto. Hasta el estilo burocrático tendría buena cabida si no se lo usara en dosis apabullantes. Aunque sea discutible el papel de lo literario en el periodismo, es innegable su peso sobre la opinión pública. El periodismo tiene la virtud de interesar a todos en los problemas generales, y por eso es natural que algunos gobiernos pretendan silenciarlo.Para mantener intangible su libertad la Constitución asegura la libertad de prensa, aunque algunos atropellen esa libertad al sentirse tocados. Por su aporte al periodismo en general. Por ser lugar de encuentro de amigos interesados en mejorar la formación para el ejercicio profesional del periodismo y la comunicación social en consonancia con la fe cristiana, deseo homenajear, felicitar y agradecer en este día al “Club Gente de Prensa”, “Prisioneros en Argentina”, “Crónicas y Análisis” y “Noticias en Argentina”y a cada uno de sus integrantes y miembros por su enorme aporte a la libertad de prensa en nuestro país. Asimismo un fraternal abrazo a todos los que me dieron la posibilidad de comunicarme a través de sus medios.
LE HACEMOS LLEGAR NUESTROS SALUDOS Y RECUERDOS EN SU DÍA
Compartimos este día especial con Usted y todos los comunicadores sociales, por el constante esfuerzo que hacen, para informar y mejorar la calidad de vida de los habitantes de nuestra patria.
Manifestamos un total reconocimiento por la función del verdadero periodista, el que informa con veracidad y no responde a intereses mezquinos.
Le agradecemos profundamente la difusión de nuestra información, por que nos ayuda a logra los nobles objetivos de esta Fundación, que es el de promover la difusión y toma de conciencia con respecto a la importancia de la presencia de nuestro país sobre el territorio Antártico y algo más, que hace a los sentimientos patrióticos.
Por todo lo expresado, le deseamos a usted y su entorno, ¡UN FELIZ DIA!
Apenas unos pocos días después de conseguir trabajo como reportera, Clare Hollingworth no podría haber esperado tener entre sus manos semejante noticia.
Después de abrirse camino en una industria en la que tenía cero conexiones, poca experiencia y siendo una mujer en aquellos días, consiguió un trabajo como periodista para el Daily Telegraph. Pero decidida a probar sus capacidades y su valor, Hollingworth persuadió a sus editores para que la enviara a Polonia para informar sobre la sospecha una posible guerra que invadía los oídos Occidente en agosto de 1939.
Clare Hollingworth falleció a los 105 años de edad en Hong Kong. Fue quién obtuvo la primicia del siglo en 1939 cuando dio la noticia del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Su carrera de tantos años como periodista de guerra y corresponsal extranjero se extendió sobre continentes y décadas. Hollingworth se recuerda tanto por sus impactos periodísticos como lo era por sus travesuras y burlas: Fue acusada de ser un espía para su natal Inglaterra y para otros países; Con frecuencia dormía en trincheras y seguía haciéndolo de vez en cuando en el piso de su casa hasta su vejez para no ablandarse; Su frase inmortal era: “Debo admitir que me gusta estar en una guerra”.
Los lectores en busca de escondadas historias de guerra y viejas anécdotas de la vida de Hollingworth no tendrán escasez de material para elegir: varias notas en importantes publicaciones o libros como Primera Linea o Mao y los hombres en su contra, mostrarán el perfil de una profesional hasta ahora poco conocida.
Clare Hollingworth fue aclamada como un héroe por sacar a la luz la historia de que Alemania estaba invadiendo Polonia. Hollingworth era una de las pocas mujeres corresponsales de guerra, y pasó mucho tiempo trabajando como cronista, una situación en la que los periodistas modernos tienen mucha más facilidad ya que disponen de medios insospechados en aquel entonces. Sin embargo, su ejemplo debe mantenerse. No conforme con estar confinada en una oficina o en una sala de prensa, Hollingworth nunca escondió sus deseos de ir donde estaba la acción.
Hollingworth siguió sin mostrar miedo, y no tomó ningún escollo como imposible a lo largo de su carrera. Viajando sólo con una máquina de escribir y un cepillo de dientes – lo que ella llamó “un T y T” (Typewriter y Toothbrush en inglés) y un pequeño revólver para su seguridad, fue testigo de momentos históricos y no midió pasos audaces para informar sin temor en el volátil mundo que la rodeaba.
Como muestra, Hollingworth fue acusada de ser un espía MI6 por la policía secreta polaca; Se convirtió en uno de los primeros corresponsales occidentales en ser acreditados en China después de la revolución cultural; Cubrió la Guerra del Desierto en el norte de África, las guerras civiles en Argelia y Adén, y las guerras India-Pakistán; Expuso la historia de la desaparición y deserción de Kim Philby a la Unión Soviética; Ella sola aseguró la liberación del periodista John Wallis, del Daily Telegraph quien fuera secuestrado. La periodista persuadió a los forajidos que ella y otros reporteros marcharían hacia ellos y se dejarían tomar como prisioneros si fuera necesario, si no acataban la orden de soltarle.
Ella también tomó un papel humanitario. En la ciudad polaca de Katowice, ayudó a asegurar la evacuación segura de casi 3.000 personas que huían de los nazis. Sus tácticas de contrabando, y su decisión de disfrazar a los refugiados como locales, la llevaron a ser apodada Pimpinela Escarlata. O si usted prefiere, la versión femenina de Oskar Schindler.
Lo que distinguía a Hollingworth en esa época no sólo era su impecable sentido de las noticias, sino también el hecho de que logró tanto y tan bien, en un período en el que las mujeres que ganaban escaso reconocimiento en un campo dominado por hombres. Tenía oportunidades y acceso limitados en comparación con sus compañeros, pero rápidamente forjó su propio camino hacia el éxito, construyendo conexiones para mantenerse a la vanguardia de los competidores y, agazapada, conseguir primicias.
A pesar de la naturaleza extremadamente competitiva del mundo periodístico, Hollingworth también entendió la importancia de apoyar a otras mujeres, independientemente de aquellas que escribieran o no para las publicaciones rivales. Ella construyó una red con otras mujeres periodistas en El Cairo y el norte de África, incluyendo Eve Curie (hija de la científico Marie Curie), Clare Boothe Luce (esposa del editor Henry Luce) y Martha Gellhorn, que estaba casada con Ernest Hemingway.
Hollingworth residía en Hong Kong donde falleció a los 105 años. Pese a sus numerosos logros en una carrera que abarca décadas, e incluso después de su gran momento histórico en la frontera polaca e innumerables logros, el nombre de Hollingworth ha sido en gran medida olvidado.
Sus grandes logros también ilustran la naturaleza inusual de las mujeres que están en la primera línea del periodismo en el lugar exacto, en el momento ideal. Nunca puso como excusa que su género sería una barrera para lograr suceso en el periodismo.
Clare Hollingworth nació en Knighton, Leicester el 10 de octubre de 1911 y falleció en Hong Kong, el 10 de Enero de este año. En 1962 ganó el premio de Periodista Femenina del año, entre otras distinciones.
“El periodismo mantiene a los ciudadanos avisados, a las putas
Día del Periodista
Por
Jorge Lobo Aragón
El periodismo alcanza un poder dentro de la sociedad por su influjo sobre los ciudadanos. El periodismo puede ser un instrumento cultural, si acierta a llevar a muchos un alimento espiritual. Se ha discutido si el periodismo es también un género literario. Hay quienes dicen que sí, pues debiera usar el laconismo con arte para decir mucho con pocas palabras, condición apreciable. Otros sostienen que no, pues todos los géneros caben en él, la arenga escrita, la historia que va haciéndose, la crítica de lo actual, el verso del poder o la novela de la oposición.
Todos los tonos, géneros y maneras le pertenecen con la condición de insertárselos en forma oportuna, atinada, de buen gusto. Hasta el estilo burocrático tendría buena cabida si no se lo usara en dosis apabullantes. Aunque sea discutible el papel de lo literario en el periodismo, es innegable su peso sobre la opinión pública. El periodismo tiene la virtud de interesar a todos en los problemas generales, y por eso es natural que algunos gobiernos pretendan silenciarlo. Para mantener intangible su libertad la Constitución asegura la libertad de prensa, aunque algunos atropellen esa libertad al sentirse tocados. Por su aporte al periodismo en general. Por ser lugar de encuentro de amigos interesados en mejorar la formación para el ejercicio profesional del periodismo y la comunicación social en consonancia con la fe cristiana, deseo homenajear, felicitar y agradecer en este día al “Club Gente de Prensa”, “Prisioneros en Argentina”, “Crónicas y Análisis” y “Noticias en Argentina” y a cada uno de sus integrantes y miembros por su enorme aporte a la libertad de prensa en nuestro país. Asimismo un fraternal abrazo a todos los que me dieron la posibilidad de comunicarme a través de sus medios.
Dr. Jorge B. Lobo Aragón
jorgeloboaragon@gmail.com
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 7, 2018
Día del Periodista
Escribe
Dr. Juan Carlos Luján
Presidente de la Fundación Marambio
7 de junio
LE HACEMOS LLEGAR NUESTROS SALUDOS Y RECUERDOS EN SU DÍA
Compartimos este día especial con Usted y todos los comunicadores sociales, por el constante esfuerzo que hacen, para informar y mejorar la calidad de vida de los habitantes de nuestra patria.
Manifestamos un total reconocimiento por la función del verdadero periodista, el que informa con veracidad y no responde a intereses mezquinos.
Le agradecemos profundamente la difusión de nuestra información, por que nos ayuda a logra los nobles objetivos de esta Fundación, que es el de promover la difusión y toma de conciencia con respecto a la importancia de la presencia de nuestro país sobre el territorio Antártico y algo más, que hace a los sentimientos patrióticos.
Por todo lo expresado, le deseamos a usted y su entorno, ¡UN FELIZ DIA!
Nuestros sinceros saludos y adelante.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 7, 2018
Clare Hollingworth
Apenas unos pocos días después de conseguir trabajo como reportera, Clare Hollingworth no podría haber esperado tener entre sus manos semejante noticia.
Después de abrirse camino en una industria en la que tenía cero conexiones, poca experiencia y siendo una mujer en aquellos días, consiguió un trabajo como periodista para el Daily Telegraph. Pero decidida a probar sus capacidades y su valor, Hollingworth persuadió a sus editores para que la enviara a Polonia para informar sobre la sospecha una posible guerra que invadía los oídos Occidente en agosto de 1939.
Clare Hollingworth falleció a los 105 años de edad en Hong Kong. Fue quién obtuvo la primicia del siglo en 1939 cuando dio la noticia del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Su carrera de tantos años como periodista de guerra y corresponsal extranjero se extendió sobre continentes y décadas. Hollingworth se recuerda tanto por sus impactos periodísticos como lo era por sus travesuras y burlas: Fue acusada de ser un espía para su natal Inglaterra y para otros países; Con frecuencia dormía en trincheras y seguía haciéndolo de vez en cuando en el piso de su casa hasta su vejez para no ablandarse; Su frase inmortal era: “Debo admitir que me gusta estar en una guerra”.
Los lectores en busca de escondadas historias de guerra y viejas anécdotas de la vida de Hollingworth no tendrán escasez de material para elegir: varias notas en importantes publicaciones o libros como Primera Linea o Mao y los hombres en su contra, mostrarán el perfil de una profesional hasta ahora poco conocida.
Clare Hollingworth fue aclamada como un héroe por sacar a la luz la historia de que Alemania estaba invadiendo Polonia. Hollingworth era una de las pocas mujeres corresponsales de guerra, y pasó mucho tiempo trabajando como cronista, una situación en la que los periodistas modernos tienen mucha más facilidad ya que disponen de medios insospechados en aquel entonces. Sin embargo, su ejemplo debe mantenerse. No conforme con estar confinada en una oficina o en una sala de prensa, Hollingworth nunca escondió sus deseos de ir donde estaba la acción.
Hollingworth siguió sin mostrar miedo, y no tomó ningún escollo como imposible a lo largo de su carrera. Viajando sólo con una máquina de escribir y un cepillo de dientes – lo que ella llamó “un T y T” (Typewriter y Toothbrush en inglés) y un pequeño revólver para su seguridad, fue testigo de momentos históricos y no midió pasos audaces para informar sin temor en el volátil mundo que la rodeaba.
Como muestra, Hollingworth fue acusada de ser un espía MI6 por la policía secreta polaca; Se convirtió en uno de los primeros corresponsales occidentales en ser acreditados en China después de la revolución cultural; Cubrió la Guerra del Desierto en el norte de África, las guerras civiles en Argelia y Adén, y las guerras India-Pakistán; Expuso la historia de la desaparición y deserción de Kim Philby a la Unión Soviética; Ella sola aseguró la liberación del periodista John Wallis, del Daily Telegraph quien fuera secuestrado. La periodista persuadió a los forajidos que ella y otros reporteros marcharían hacia ellos y se dejarían tomar como prisioneros si fuera necesario, si no acataban la orden de soltarle.
Ella también tomó un papel humanitario. En la ciudad polaca de Katowice, ayudó a asegurar la evacuación segura de casi 3.000 personas que huían de los nazis. Sus tácticas de contrabando, y su decisión de disfrazar a los refugiados como locales, la llevaron a ser apodada Pimpinela Escarlata. O si usted prefiere, la versión femenina de Oskar Schindler.
Lo que distinguía a Hollingworth en esa época no sólo era su impecable sentido de las noticias, sino también el hecho de que logró tanto y tan bien, en un período en el que las mujeres que ganaban escaso reconocimiento en un campo dominado por hombres. Tenía oportunidades y acceso limitados en comparación con sus compañeros, pero rápidamente forjó su propio camino hacia el éxito, construyendo conexiones para mantenerse a la vanguardia de los competidores y, agazapada, conseguir primicias.
A pesar de la naturaleza extremadamente competitiva del mundo periodístico, Hollingworth también entendió la importancia de apoyar a otras mujeres, independientemente de aquellas que escribieran o no para las publicaciones rivales. Ella construyó una red con otras mujeres periodistas en El Cairo y el norte de África, incluyendo Eve Curie (hija de la científico Marie Curie), Clare Boothe Luce (esposa del editor Henry Luce) y Martha Gellhorn, que estaba casada con Ernest Hemingway.
Hollingworth residía en Hong Kong donde falleció a los 105 años. Pese a sus numerosos logros en una carrera que abarca décadas, e incluso después de su gran momento histórico en la frontera polaca e innumerables logros, el nombre de Hollingworth ha sido en gran medida olvidado.
Sus grandes logros también ilustran la naturaleza inusual de las mujeres que están en la primera línea del periodismo en el lugar exacto, en el momento ideal. Nunca puso como excusa que su género sería una barrera para lograr suceso en el periodismo.
Clare Hollingworth nació en Knighton, Leicester el 10 de octubre de 1911 y falleció en Hong Kong, el 10 de Enero de este año. En 1962 ganó el premio de Periodista Femenina del año, entre otras distinciones.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 11, 2017