Springfield, Misuri — 21 de julio de 1865. En el calor sofocante de un verano posterior a la Guerra de Secesión, dos hombres se encontraron en la plaza del pueblo para lo que se convertiría en el tiroteo mano a mano más emblemático de la historia del Viejo Oeste. James Butler “Wild Bill” Hickok, exexplorador de la Unión y jugador, se enfrentó a Davis Tutt, compañero jugador y exsoldado confederado. Su enfrentamiento, provocado por el orgullo y un reloj de bolsillo, definiría el arquetipo del duelo del Oeste durante generaciones.
La disputa entre Hickok y Tutt llevaba semanas latente. Ambos eran conocidos en los círculos de juego de Springfield, y su rivalidad se vio alimentada por tensiones políticas, desaires personales y una deuda en disputa. Tutt afirmó que Hickok le debía 25 dólares y, con la intención de humillarlo, le confiscó su preciado reloj de bolsillo como garantía. Cuando Tutt usó el reloj descaradamente en público, Hickok lo interpretó como un desafío a su honor.
Los testigos afirman que Hickok le advirtió a Tutt que no exhibiera el reloj por el pueblo. Tutt ignoró la advertencia. En la mañana del 21 de julio, los dos hombres se vieron al otro lado de la plaza. Hickok, conocido por su calma y su puntería letal, permanecía de pie con su revólver Colt Navy enfundado a su lado. Tutt, igualmente seguro de sí mismo, se acercó por el lado opuesto.
Hickok
Tutt
Aproximadamente a las 6 p. m., comenzó el duelo. Tutt disparó primero y falló. Hickok, apuntando deliberadamente, devolvió el fuego. Su bala impactó a Tutt en el pecho, matándolo casi instantáneamente. Todo el intercambio duró apenas unos segundos, pero su impacto resonaría durante décadas.
Hickok fue arrestado y acusado de homicidio involuntario. Durante el juicio, los testigos declararon que Tutt había provocado el duelo y que Hickok había actuado en defensa propia. El jurado lo absolvió y el veredicto fue ampliamente aceptado por el público. El tiroteo pronto quedó inmortalizado en periódicos y novelas baratas, convirtiendo a Hickok en una leyenda de la frontera estadounidense.
Lo que hizo a este duelo tan significativo no fue solo el dramatismo, sino también la formalidad. A diferencia de las caóticas peleas de taberna o las emboscadas comunes en el Oeste, el tiroteo entre Hickok y Tutt se asemejaba a un duelo de honor al estilo europeo. Se libró en público, con ambos hombres arriesgando sus vidas conscientemente para defender su reputación y orgullo.
Los historiadores suelen citar este evento como el primer duelo auténtico de “tira y afloja” del Salvaje Oeste. Sentó las bases para innumerables enfrentamientos ficticios en el cine y la literatura del Oeste. La calma de Hickok bajo presión, su precisión letal y la ambigüedad moral de la justicia fronteriza se convirtieron en elementos básicos del género.
Aunque Hickok encontraría su propio y violento final poco más de una década después, tras recibir un disparo por la espalda mientras jugaba al póquer en Deadwood, la leyenda de su duelo con Davis Tutt permanece grabada en la mitología del Oeste americano. Fue un momento en el que el honor, el ego y la muerte colisionaron en el polvoriento corazón de Misuri, y así nació el pistolero.
Honor Mortal en la Plaza del Pueblo
Springfield, Misuri — 21 de julio de 1865. En el calor sofocante de un verano posterior a la Guerra de Secesión, dos hombres se encontraron en la plaza del pueblo para lo que se convertiría en el tiroteo mano a mano más emblemático de la historia del Viejo Oeste. James Butler “Wild Bill” Hickok, exexplorador de la Unión y jugador, se enfrentó a Davis Tutt, compañero jugador y exsoldado confederado. Su enfrentamiento, provocado por el orgullo y un reloj de bolsillo, definiría el arquetipo del duelo del Oeste durante generaciones.
La disputa entre Hickok y Tutt llevaba semanas latente. Ambos eran conocidos en los círculos de juego de Springfield, y su rivalidad se vio alimentada por tensiones políticas, desaires personales y una deuda en disputa. Tutt afirmó que Hickok le debía 25 dólares y, con la intención de humillarlo, le confiscó su preciado reloj de bolsillo como garantía. Cuando Tutt usó el reloj descaradamente en público, Hickok lo interpretó como un desafío a su honor.
Los testigos afirman que Hickok le advirtió a Tutt que no exhibiera el reloj por el pueblo. Tutt ignoró la advertencia. En la mañana del 21 de julio, los dos hombres se vieron al otro lado de la plaza. Hickok, conocido por su calma y su puntería letal, permanecía de pie con su revólver Colt Navy enfundado a su lado. Tutt, igualmente seguro de sí mismo, se acercó por el lado opuesto.
Aproximadamente a las 6 p. m., comenzó el duelo. Tutt disparó primero y falló. Hickok, apuntando deliberadamente, devolvió el fuego. Su bala impactó a Tutt en el pecho, matándolo casi instantáneamente. Todo el intercambio duró apenas unos segundos, pero su impacto resonaría durante décadas.
Hickok fue arrestado y acusado de homicidio involuntario. Durante el juicio, los testigos declararon que Tutt había provocado el duelo y que Hickok había actuado en defensa propia. El jurado lo absolvió y el veredicto fue ampliamente aceptado por el público. El tiroteo pronto quedó inmortalizado en periódicos y novelas baratas, convirtiendo a Hickok en una leyenda de la frontera estadounidense.
Lo que hizo a este duelo tan significativo no fue solo el dramatismo, sino también la formalidad. A diferencia de las caóticas peleas de taberna o las emboscadas comunes en el Oeste, el tiroteo entre Hickok y Tutt se asemejaba a un duelo de honor al estilo europeo. Se libró en público, con ambos hombres arriesgando sus vidas conscientemente para defender su reputación y orgullo.
Los historiadores suelen citar este evento como el primer duelo auténtico de “tira y afloja” del Salvaje Oeste. Sentó las bases para innumerables enfrentamientos ficticios en el cine y la literatura del Oeste. La calma de Hickok bajo presión, su precisión letal y la ambigüedad moral de la justicia fronteriza se convirtieron en elementos básicos del género.
Aunque Hickok encontraría su propio y violento final poco más de una década después, tras recibir un disparo por la espalda mientras jugaba al póquer en Deadwood, la leyenda de su duelo con Davis Tutt permanece grabada en la mitología del Oeste americano. Fue un momento en el que el honor, el ego y la muerte colisionaron en el polvoriento corazón de Misuri, y así nació el pistolero.
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Agosto 20, 2025