El presidente estadounidense, Donald Trump, junto con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, hicieron un anuncio el martes sobre un paso adelante en su plan para el sistema de defensa antiaérea, Cúpula de Oro.
“Hoy me complace anunciar que hemos seleccionado oficialmente una arquitectura para este sistema avanzado que desplegará tecnologías de nueva generación en tierra, mar y espacio, incluidos sensores e interceptores espaciales”, declaró el mandatario.
En particular, precisó que la Cúpula de Oro se integrará con las actuales capacidades de defensa y anunció que debería estar plenamente operativa antes del final de su mandato, en unos tres años.
“Una vez construida, la Cúpula de Oro será capaz de interceptar misiles, aunque se lancen desde otras partes del mundo e incluso desde el espacio”, dijo Trump, recalcando que “ya se trate de misiles hipersónicos, balísticos y de crucero avanzados, todos ellos serán derribados”.
Trump aseguró que esta “supertecnología” solo está en manos de EE.UU.
“Es un proyecto muy emocionante, cercano al 100 % de protección, y todo se va a fabricar en Estados Unidos. Es algo que he estado esperando durante mucho tiempo”, detalló.
El presidente indicó que Canadá ha mostrado interés en formar parte de este proyecto de escudo antimisiles, cuya construcción -recalcó- supondría completar el trabajo que el expresidente Ronald Reagan comenzó hace 40 años.
“Es lo más cercano a la perfección que se puede tener. Canadá quiere participar, va a ser una pequeña expansión, nos han pedido participar. Creo que es algo estupendo”, afirmó.
Respondiendo a una pregunta sobre el costo excesivo del proyecto, el mandatario dijo: “Podemos permitírnoslo. Ya saben, recibimos 5,1 billones de dólares en los últimos cuatro días en Oriente Medio y, si lo piensan, sería una pequeña fracción de eso”.
Trump mencionó que Washington había ayudado a Israel en la construcción de su sistema Cúpula de Hierro, si bien señaló que, en términos comparativos, la estadounidense es una “tecnología mucho más avanzada que aquella”.
Inspirado en la Cúpula de Hierro israelí, el presidente de EE.UU., Donald Trump, emitió el 27 de enero una orden ejecutiva para desarrollar el sistema de defensa aérea estadounidense, que protegería al país de misiles balísticos intercontinentales, hipersónicos y de crucero.
“Tendremos una bonita Cúpula de Hierro. Podemos protegernos con el uso de la Cúpula de Hierro, en lugar de preocuparnos por las agendas políticas. No hay que preocuparse por eso en absoluto”, declaró el mandatario a principios de año.
Dicho proyecto fue estimado en 542.000 millones de dólares por la Oficina de Presupuesto del Congreso, aunque se desconoce cuál sería el coste final. Se espera que la Cúpula de Oro esté lista para el 2045 y, según especialistas, es probable que su precio final aumente.
A pesar del elevado costo, expertos consideran que, desde el punto de vista técnico y estratégico, es demasiado difícil que funcione.
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, denunciaron que los planes de desarrollar dicho sistema plantean una nueva amenaza para la seguridad internacional y reiteraron la importancia de mantener relaciones constructivas entre los países.
El Departamento de Defensa de EE.UU. posee unos 145 campos de golf en los que invierte cientos de millones de dólares, según un artículo publicado este lunes por la revista The Intercept, que ha llevado a cabo una investigación sobre el tema.
“El Pentágono no facilitó una estimación del valor total de sus campos de golf, pero The Intercept descubrió, utilizando datos recientes sobre propiedades del Pentágono, que los costes de sustituir solo las instalaciones (edificios y otras estructuras) de cinco campos de golf —dos en Alemania y uno en Japón, Corea y Massachusetts— ascienden a más de 200 millones de dólares”, reza el texto. “Si añadimos las estructuras de otros 140 campos de golf militares y el coste del terreno, el valor debe ser astronómico”, agrega.
El medio de comunicación indica que, en estos momentos, el Ejército estadounidense está intentando invertir dinero en la renovación de 35 trampas de arena del campo de golf Woodlawn de la base aérea de Ramstein, en Alemania.
Asimismo, señala que los documentos de contratación muestran que el Mando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea también quiere comprar compost de hongos estériles para los ‘green’ del campo de golf de la base aérea de Cannon, en Nuevo México, mientras que está estudiando la posibilidad de hidrosiembra en ese mismo campo.
En paralelo, el Ejército tiene previsto suscribir un contrato de servicios para cubrir el mantenimiento del club del campo de golf de la Academia Militar de EE.UU. situada en West Point, Nueva York.
“No hace falta ser un estratega militar para comprender que los campos de golf operados por el Pentágono no son esenciales para la seguridad nacional. El Pentágono debería estar analizando toda su infraestructura y proponiendo reducciones para abordar el exceso de capacidad, que que se sitúa en torno al 19 %”, criticó Gabe Murphy, analista político de Taxpayers for Common Sense, una organización no partidista de control presupuestario que aboga por poner fin al despilfarro.
En este sentido, aseguró que un nuevo proceso de realineación y cierre de bases podría ahorrar a los contribuyentes miles de millones de dólares al año al deshacerse del exceso de infraestructura. “El cierre de los campos de golf del Pentágono debería ser parte de ese proceso”, aseveró.
“Si el Pentágono y las Fuerzas Armadas quieren recaudar dinero privado para complementar las actividades de apoyo a los miembros de las fuerzas armadas sería mejor emplearlo en reforzar los servicios para el personal que sufre trastorno por estrés postraumático, lesiones cerebrales traumáticas y otras consecuencias negativas de servir en zonas de guerra, servicios que actualmente están infrafinanciados”, dijo, por su parte, William Hartung, investigador principal del Quincy Institute for Responsible Statecraft.
La Cúpula de Oro
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El presidente estadounidense, Donald Trump, junto con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, hicieron un anuncio el martes sobre un paso adelante en su plan para el sistema de defensa antiaérea, Cúpula de Oro.
“Hoy me complace anunciar que hemos seleccionado oficialmente una arquitectura para este sistema avanzado que desplegará tecnologías de nueva generación en tierra, mar y espacio, incluidos sensores e interceptores espaciales”, declaró el mandatario.
En particular, precisó que la Cúpula de Oro se integrará con las actuales capacidades de defensa y anunció que debería estar plenamente operativa antes del final de su mandato, en unos tres años.
“Una vez construida, la Cúpula de Oro será capaz de interceptar misiles, aunque se lancen desde otras partes del mundo e incluso desde el espacio”, dijo Trump, recalcando que “ya se trate de misiles hipersónicos, balísticos y de crucero avanzados, todos ellos serán derribados”.
Trump aseguró que esta “supertecnología” solo está en manos de EE.UU.
“Es un proyecto muy emocionante, cercano al 100 % de protección, y todo se va a fabricar en Estados Unidos. Es algo que he estado esperando durante mucho tiempo”, detalló.
El presidente indicó que Canadá ha mostrado interés en formar parte de este proyecto de escudo antimisiles, cuya construcción -recalcó- supondría completar el trabajo que el expresidente Ronald Reagan comenzó hace 40 años.
Respondiendo a una pregunta sobre el costo excesivo del proyecto, el mandatario dijo: “Podemos permitírnoslo. Ya saben, recibimos 5,1 billones de dólares en los últimos cuatro días en Oriente Medio y, si lo piensan, sería una pequeña fracción de eso”.
Trump mencionó que Washington había ayudado a Israel en la construcción de su sistema Cúpula de Hierro, si bien señaló que, en términos comparativos, la estadounidense es una “tecnología mucho más avanzada que aquella”.
Inspirado en la Cúpula de Hierro israelí, el presidente de EE.UU., Donald Trump, emitió el 27 de enero una orden ejecutiva para desarrollar el sistema de defensa aérea estadounidense, que protegería al país de misiles balísticos intercontinentales, hipersónicos y de crucero.
“Tendremos una bonita Cúpula de Hierro. Podemos protegernos con el uso de la Cúpula de Hierro, en lugar de preocuparnos por las agendas políticas. No hay que preocuparse por eso en absoluto”, declaró el mandatario a principios de año.
Dicho proyecto fue estimado en 542.000 millones de dólares por la Oficina de Presupuesto del Congreso, aunque se desconoce cuál sería el coste final. Se espera que la Cúpula de Oro esté lista para el 2045 y, según especialistas, es probable que su precio final aumente.
A pesar del elevado costo, expertos consideran que, desde el punto de vista técnico y estratégico, es demasiado difícil que funcione.
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, denunciaron que los planes de desarrollar dicho sistema plantean una nueva amenaza para la seguridad internacional y reiteraron la importancia de mantener relaciones constructivas entre los países.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 24, 2025
Los campos de golf del Pentágono
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“El Pentágono no facilitó una estimación del valor total de sus campos de golf, pero The Intercept descubrió, utilizando datos recientes sobre propiedades del Pentágono, que los costes de sustituir solo las instalaciones (edificios y otras estructuras) de cinco campos de golf —dos en Alemania y uno en Japón, Corea y Massachusetts— ascienden a más de 200 millones de dólares”, reza el texto. “Si añadimos las estructuras de otros 140 campos de golf militares y el coste del terreno, el valor debe ser astronómico”, agrega.
El medio de comunicación indica que, en estos momentos, el Ejército estadounidense está intentando invertir dinero en la renovación de 35 trampas de arena del campo de golf Woodlawn de la base aérea de Ramstein, en Alemania.
Asimismo, señala que los documentos de contratación muestran que el Mando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea también quiere comprar compost de hongos estériles para los ‘green’ del campo de golf de la base aérea de Cannon, en Nuevo México, mientras que está estudiando la posibilidad de hidrosiembra en ese mismo campo.
En paralelo, el Ejército tiene previsto suscribir un contrato de servicios para cubrir el mantenimiento del club del campo de golf de la Academia Militar de EE.UU. situada en West Point, Nueva York.
“No hace falta ser un estratega militar para comprender que los campos de golf operados por el Pentágono no son esenciales para la seguridad nacional. El Pentágono debería estar analizando toda su infraestructura y proponiendo reducciones para abordar el exceso de capacidad, que que se sitúa en torno al 19 %”, criticó Gabe Murphy, analista político de Taxpayers for Common Sense, una organización no partidista de control presupuestario que aboga por poner fin al despilfarro.
En este sentido, aseguró que un nuevo proceso de realineación y cierre de bases podría ahorrar a los contribuyentes miles de millones de dólares al año al deshacerse del exceso de infraestructura. “El cierre de los campos de golf del Pentágono debería ser parte de ese proceso”, aseveró.
“Si el Pentágono y las Fuerzas Armadas quieren recaudar dinero privado para complementar las actividades de apoyo a los miembros de las fuerzas armadas sería mejor emplearlo en reforzar los servicios para el personal que sufre trastorno por estrés postraumático, lesiones cerebrales traumáticas y otras consecuencias negativas de servir en zonas de guerra, servicios que actualmente están infrafinanciados”, dijo, por su parte, William Hartung, investigador principal del Quincy Institute for Responsible Statecraft.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 12, 2025