Siempre quiso servir a la patria y por ello decidió ser policía. Ingresó en la Academia Gabriel González de Espinal, destacándose por su compañerismo y altas calificaciones en estudios y entrenamiento. Todos le recuerdan como un joven comprometido con su familia y con la sociedad. Sus ahorros eran de sus seres cercanos. Un mes atrás le había obsequiado a su padre un millón de pesos colombianos para efectuar un negocio con frutas. Cada mes enviaba ayuda económica a sus padres y hermanos.

Aún llovía mucho y desde el vehículo en que lo transportaba, divisó a una niña a punto de ahogarse en las furiosas aguas que azotaban el lugar.  Sin titubear,  se arrojó del automotor y se ofrendó a su tarea.

Desiderio Ospina Otavo dejó de existir tras ser arrastrado por la corriente cuando intentaba de salvar a esa niña de 12 años que se ahogaba en Mocoa, el pueblo donde ocurrió la trágica avalancha que le costó la vida a al menos 200 personas.

El oficial, quien este año cumpliría cuatro años de servicio, desapareció desde las horas de la mañana del sábado y su cuerpo no fue descubierto hasta el mediodía. Ospina, quien nació en el municipio del Guamo, recibió muchas condecoraciones y reconocimientos en su corta carrera en la Policía Nacional, a la que ingresó en el año 2013.