Clarín, órgano de propaganda y desinformación. Viola el derecho a la verdad y de informar con exactitud.

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Por MARIO SANDOVAL

Clarín se confirmó como órgano de propaganda y desinformación porque en un artículo irresponsable no solo miente a la sociedad, sino que vehícula una ideología y realiza un revisionismo histórico que niega una realidad. ¿Cuál es el objetivo de esta publicacion? https://www.clarin.com/deportes/historias-deportistas-argentinos-desaparecidos-ultima-dictadura-militar_0_3xPh4Nw7D.html  ¿Mantener el odio, la división de la sociedad? El periodista de Clarín no respeta principios deontológicos y convencionales, su rol no es la desinformación, de manipular la información, o engañar la sociedad. Viola el derecho a la verdad y de informar con exactitud.

El autor de esa nota, en su calidad de hombre de prensClarina, de comunicador, miente en sus afirmaciones:

–           Violando así las obligaciones y principios esenciales de la ética periodística previstos en: a) La carta de Múnich del 24noviembre 1971, b) Los principios Internacionales de ética profesional en periodismo del 21noviembre 1983, c) La declaración de Chapultepec del 11 marzo 1994, d) Ética del Periodismo SIP del 18 octubre 1925, e) Carta de aspiraciones del SIP, octubre 2008. Por ejemplo: Respetar la verdad, cualesquiera que sean las consecuencias, en razón del derecho del público a estar informado. Rectificar cualquier información publicada que resulte inexacta. Abstenerse de calumnia, difamación, acusaciones infundadas…Nunca confundir el periodismo con la publicidad o la propaganda… (Carta de Múnich).

–           Traicionó el principio que “la credibilidad de la prensa está ligada al compromiso con la verdad, a la búsqueda de precisión, imparcialidad y equidad” (Declaración de Chapultepec), de “Informar con exactitud y con verdad” (Ética del Periodismo SIP). “Los editores deben brindar a las personas e instituciones implicadas en las noticias la oportunidad de manifestar su versión de los hechos, en aras de acercarse lo más posible a la verdad y garantizar la pluralidad y diversidad” (Carta de aspiraciones del SIP, octubre 2008).   

La principal tarea del periodista es servir a la gente en su derecho a la verdad y la información auténtica con una dedicación honesta a la realidad objetiva, de manera que los hechos estén divulgados conscientemente en un contexto apropiado, precisando sus conexiones esenciales y sin causar distorsión… La información en periodismo se entiende como bien social y no como un producto, el periodista comparte la responsabilidad de la información transmitida…el periodista participa activamente en la transformación social hacia la mejora democrática de la sociedad y contribuye con el diálogo a un clima de confianza…absteniéndose de cualquier justificación de las demás formas de violencia, odio o discriminación … (Principios de la Unesco de 1983).  

El periodista que realizó este artículo impone públicamente, en una supuesta nota objetiva, una posición ideológica que es contraria a sus obligaciones de hombre de prensa. Se realiza una apología de las reivindicaciones de los grupos terroristas de los años 70 en Argentina que atacaron las instituciones del Estado y la sociedad. Esos grupos terroristas no defendían los derechos humanos, la justicia, la democracia. Asesinaron, secuestraron, cometieron atentados terroristas…El Sr. Rodolfo Walsh más allá si era o no periodista, era el alto responsable de una organización terrorista que ejecutó y ordenó ejecutar numerosos crímenes y atentados.

Jurídicamente afirma hechos contrarios a los principios de legalidad, constitucionalidad, convencionalidad. Por ejemplo:

–          La cifra de 30000 es otro relato no tiene validación jurídica, ni empírica y no corresponden a los informes vertidos por la Argentina a la ONU con motivo de las Comunicaciones 1/2/3 de 1988 del Comité contra la Tortura. Tampoco corresponde a las cifras publicados por el gobierno nacional en sus diversos organismos. “Es muy ligero decir que hubo 30 mil desaparecidos, redondeando, en un país donde hubo registros como en ningún otro… Cuando se instaló la democracia y se hizo la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep)…En ese momento no se llegaba a 5.000 nombres registrados con documentos. Desde la historia y desde el periodismo de investigación, se puede extremar la búsqueda de recursos para lograr el máximo reconocimiento que te acerque a la verdad. Si ustedes van a al monumento de la Memoria en la Costanera y cuentan las placas que tienen nombres, van a tener ese número y va a variar si lo toman desde el ’69 o desde otro período. Cada víctima tiene derecho a que su nombre y datos figuren individualizados, y no en esa generalización de 30.000, que a mi criterio es muy irrespetuosa…” Fernández Meijide,https://www.perfil.com/noticias/universidades/en-el-gobierno-de-los-kirchner-los-derechos-humanos-se-usaron-politicamente.phtml  

Nuevamente se hace con el deporte la recuperación política e ideológica por parte de militantes y de las asociaciones que defienden la violencia armada de los 70′.  Los medios de comunicaciones que en los 70 tenían una posición sobre el deporte y el gobierno, ahora tienen otras. Clarín publicó en años anteriores artículos orientados políticamentehttps://www.informadorpublico.com/opinion/la-seleccion-nacional-del-78-y-el-oportunismo-de-los-derechos-humanos-militantismo-tardio-descubrirse-victima Hasta se quiere imponer como interpretación colectiva que las supuestas víctimas lo fueron únicamente por lo que socio-profesionalmente representaban y no por lo que podrían haber realizado o cometido. Clarín debe clarificar el contenido de su nota, mereciendo el repudio de la sociedad, y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Paris, 31 agosto 2019. CasppaFrance

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 31, 2019


 

La prensa argentina también viola los Derechos Humanos: el cuarto poder no respeta los ciudadanos ni los principios deontológicos y convencionales.

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 Escribe MARIO SANDOVAL.

 

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PrisioneroEnArgentina.com

Junio 12, 2018


 

Fiscal Federico Delgado: “Los jueces son leales a la ley, y también a la facción que los puso”

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Nota del diario Clarín. Aberraciones judiciales.


¿Por qué la Justicia federal funciona mal? ¿Qué factores demoran las causas de corrupción durante décadas o directamente las congelan? ¿Los jueces pueden hacer lo que quieran? “El sistema argentino divorció la ley de la justicia”, resume el fiscal federal Federico Delgado, cautor con la periodista Catalina De Elía de “La cara injusta de la justicia”, que acaba de ser editado por Paidós. “Empezamos a mirar al poder judicial desde las ciencias políticas”, aclara De Elía que, como Delgado, también es politóloga.

¿Cómo cambia la mirada cuando se inserta a jueces y fiscales dentro del universo de la política?

Delgado: En el diseño institucional presidencialista como el de Argentina, para compensar los posibles desbordes del Presidente y el Congreso hay un poder judicial que está para ser árbitro, y por eso tiene un montón de protecciones. A lo largo de la historia argentina, y por ahí más exacerbado en el último tiempo, el sistema judicial era y es parte del poder político. No funciona como un contrapoder.

¿Cómo probaron esa hipótesis?

De Elía: Nos preguntamos por qué la justicia funciona como funciona. Seleccionamos unos indicadores como para evaluar. El primero fue el de los tiempos judiciales. Nos preocupa por qué duran tanto las causas de corrupción, por qué no hay sentencias. Otro indicador es el de la burocracia judicial; cómo están formados los jueces y bajo qué paradigmas se aproximan a los casos. Otro es la palabra judicial; por qué utilizan un vocabulario cerrado y expulsivo en sus sentencias. El último indicador nos involucra a todos: la tolerancia que tiene la sociedad civil ante el mal funcionamiento de la justicia. Después analizamos fallos según estos indicadores.

¿Por qué funciona mal la justicia?

De Elía: Porque los jueces buscan ser “simpáticos” a los gobiernos.

fiscal-federico-delgadoDelgado: El proceso de designación de los jueces está muy politizado, muy influido por intereses particulares. Entonces los jueces y fiscales son leales a la ley que juraron pero también a la facción que los puso. Una de las principales metas de cualquier juez o fiscal es conservar su puesto. Y el pasaje para sobrevivir es la “simpatía” por acompañar los vientos de ese poder instituido. Eso a veces tiene que ver con tolerar la corrupción cuando está en el poder esa facción y cuando viene otra entregar las cabezas que hagan falta.

De Elía: El poder judicial es como la “bella durmiente”, que se levanta cuando un príncipe le da un beso. El príncipe puede ser el gobierno, o un empresario. La justicia federal acaricia a los poderosos y aplasta a los débiles.

¿Qué casos eligieron?

De Elía: Cinco. José López, Lázaro Báez, María Ovando (la mujer pobre de Misiones que estuvo presa porque su hija murió desnutrida y lo enterró en su casa), Belén (la chica que abortó y estuvo presa por asesinato) y un caso que no trascendió, de un chico que se robó un tablón de madera en la estación de Retiro para quemarlo y calentarse y lo metieron preso, peritaron el tablón y se movió todo el aparato judicial. Sin embargo, ahí el juez actuó súper rápido. Y es el mismo que actuó muy despacio y acumuló muchos expedientes en la causa Báez, Sebastián Casanello.

Se percibe que el juez puede apurar, demorar o hasta congelar los casos sin violar ninguna regla.

Delgado: En aras de evitar cualquier interferencia sobre el ánimo de los jueces, el diseño institucional les brinda muchas protecciones: no se les puede tocar el salario, no pagan algunos impuestos, no se los puede remover sin un juicio político. Y las leyes de procedimiento se hacen eco de esas protecciones: conservan la soberanía casi absoluta de los jueces a la hora de administrar los procesos. Esa facultad, y la ausencia de rendición de cuentas, consagran que si un tipo es desleal al sistema tenga casi la inmunidad de un rey. El aparato institucional también deforma las leyes. Por ejemplo, el Código establece plazos para algunas medidas. Tres días, cinco días. Pero nunca se cumplen, porque los jueces hacen una distinción: hay plazos “ordenatorios” y “perentorios”. El ordenatorio es como un indicador. Si no lo cumplís, no pasa nada. Esos pequeños mecanismos sutiles, que hacen al gobierno de un expediente, son los que permiten procesos de diez o quince años sin violar ninguna ley.

¿Entonces si sólo se remueven algunas personas no vamos a tener un mejor servicio de justicia?

De Elía: No. El problema trasciende a los gobiernos y a los jueces.

Pero los jueces también podrían usar esa soberanía para actuar de otra manera, ¿o no?

fiscal-federico-delgado2Ambos: Totalmente.

Delgado: Es que si vos querés mantenerte en el sistema y ascender, ser camarista o juez de la Corte, tenés que amoldarte a las prácticas que gobiernan ese universo. Y esas prácticas son ferozmente disciplinantes.

¿Cuál podría ser la ventana de salida para empezar a desandar el camino cuyos resultados describen ustedes?

Delgado: Primero; claramente es un problema colectivo. Segundo; es un proceso de echar luz pública sobre los tribunales. Y tercero; es un tema de transformación cultural. Discutir qué sistema de justicia queremos.

De Elía: Exacto. Es necesario que la gente tome conciencia que si la justicia federal funciona mal, la afecta en su vida cotidiana.

Delgado: Un problema grave es la indiferencia ciudadana hacia el sistema. Porque el sistema la aprovecha para alejarse.

¿Con qué mirada “entran” los jueces a los casos?

Delgado: Bajo una filosofía positivista, que separa la moral del derecho. Entonces pasa lo que se dice en las mesas familiares: las cosas pueden ser legales, pero no son justas. El sistema argentino divorció la ley de la justicia. Y así la verdad del sentido común es diferente a la verdad judicial.

¿Qué es la videocracia?

De Elía: Usamos ese término para explicar cómo la televisión a veces mueve más a los jueces que las pruebas. Veamos el caso Ovando: ella estuvo más de dos años presa, y cuando el programa de Lanata la encontró y contó su historia la liberaron en un mes. Y lo hicieron con tecnicismos, tampoco hubo medidas que repararan su daño. Por otro lado hubo videocracia en el caso de José López (con las imágenes de él con los bolsos en el monasterio) y en el caso de la ruta del dinero K, con el video de la Rosadita y los imputados contando plata. Tras esas pruebas irrefutables, a la justicia no le quedaba otra que empezar a mover el expediente.

Delgado: La videocracia refleja cómo un estímulo externo es lo que hace mover a la maquinaria judicial. Y que también tiene que ver con la “simpatía”, porque ahí el príncipe es otro, el público que ejerce presión social sobre los jueces tras haberse indignado o sensibilizado con las historias.

Si el cambio cultural es lo primero -y lo más complejo de producir- tampoco es suficiente: luego tiene que traducirse en cambios institucionales y en cambios de personas.

Delgado: Claro. Lo que tiene de bueno un momento crítico como este es que permite iniciar un proceso de transformación cultural, que tiene que ser individual, colectivo y sostenido en el tiempo. El desafío de la sociedad es que después eso sea receptado por la ley y se sedimente en las instituciones.

La “simpatía” de los magistrados por el poder político, ¿no es mutua? Los políticos también quieren quedar bien con los jueces que podrían investigarlos.

Delgado: Es cierto. Y eso ocurre porque no hemos sabido construir una institucionalidad fuerte. Es porosa a los intereses privados. Y eso genera esos “pactos de camaradería” entre jueces y políticos.

También ocurre entre los propios jueces: aunque haya denuncias fuertes, es casi imposible que se investiguen entre ellos.

Delgado: Ahí hay una parte de convicción personal. Pero además hay muchos incentivos en el sistema institucional que favorecen esos comportamientos. Es lo de siempre: está el camino de la ley, pero también la diagonal. Y es mucho más remunerativo tomar la diagonal.

Hablemos de los casos que analizaron

Delgado: Analizamos cómo estalló el caso con Fariña y Elaskar, losdispositivos institucionales de salvataje (la intervención del titular de la Procelac, Carlos Gonella, para desviar la investigación lejos de Báez y Cristina, por ejemplo), cómo los pocos avances que había aran gracias a sucesivas investigaciones de los medios (factores externos a la causa): es una aproximación al caso a través del delito y no del hecho. Explicamos qué es el lavado de dinero, el verso del delito precedente, y cómo éso funciona como una forma de recorte para no ir más allá o más arriba.

De Elía: Y todo vuelve a acelerarse cuando Telenoche muestra el video de La Rosadita. Casanello termina deteniendo a Báez porque se toma un avión. Y sólo con esto, y un cambio de gobierno, hay procesamientos en la causa.

Delgado: Otro mecanismo de impunidad es el de partir lo casos, como analizamos con López. Lo más grave de su caso es que López tenía la plata en la casa. El caso empezó en 2008. El juez Rafecas le encargó un informe a la Prefectura, para investigar en el territorio los bienes de López y poder contrastar eso con sus declaraciones. Algo sencillo. Para empezar, se hace el primer recorte, no importaba la manguera que alimentó el patrimonio. Se limita a la contratación. El 14 de junio de este año lo agarraron a López revoleando los bolsos, y aquel informe no había terminado. Es tragicómico. Pasan las mil y una tonterías que van retrasando todo. Lo concreto es que desde 2008 hasta 2016 la Prefectura no habia logrado terminar un informe sobre el patrimonio de López, su mujer, su suegra y sus hijos. Y el tipo tenía la plata en un tanque de agua del altillo en su casa de Tigre! Eso da para un seminario sobre cómo funciona la justicia argentina. Porque los jueces se aproximan de esa misma forma a todos los casos.

Hay como una pasión por el procedimiento que a veces sirve como excusa para no avanzar hacia el fondo de los temas.

Delgado: Sí, es orgásmico. Aunque estén a tres metros, separados por un pasillo, los jueces se comunican por notas, hasta para pedirse ver un expediente.

También es inexplicable para la gente cómo se pueden hacer cosas opuestas invocando a la misma ley.

Delgado: Eso ocurre porque la ley está divorciada de la justicia. Todo es legal, pero no se percibe como justo. Y si la sociedad no percibe lo legal como justo, automáticamente la justicia se transforma en parte del problema.

¿Sirve para algo la auditoría sobre los juzgados federales que ordenó el Consejo de la Magistratura?

Delgado: Todo lo que sea luz es bienvenido. A nosotros nadie nos mide productividad. Es lo mismo un fiscal que mandó mil causas a juicio oral en un año, que aquel que mandó cero.

También está la asignación y la falta de recurso como excusa para justificar la inacción judicial.

Delgado: El sistema medieval de hacer justicia e incorporar pruebas también tiene que ver con la temporalidad. La tecnología casi no existe en los Tribunales. En caso Time Warp, por ejemplo, buscamos toda la información por Internet, rapidísimo. Después la fuimos chequeando. Pero no hay un hábito en el sistema judicial de incorporar la tecnología. Seguimos citando por telegrama, por cédula, por oficio. Y esas prácticas también le dan ventaja a los delincuentes, sobre todo a los económicos. En la justicia argentina, la forma supera al contenido. La clave es la administración del proceso, los tiempos. No tanto cómo se aplica la ley. Y en el manejo de los tiempos el juez tiene un dominio absoluto. Incluso las cámaras de apelaciones pueden analizar la forma en que el juez aplicó el derecho, pero no cómo el juez gobernó el expediente. La ley sólo le permite a las instancias de revisión analizar el punto que está en disputa, pero no puede analizar el camino que recorrió. Por eso fue extraordinario lo que hizo la sala II de la Cámara en el caso Báez, cuestionando la forma y la orientación que Casanello le había dado a la causa. Y además nos dice a los jueces y fiscales “por favor charlen” entre ustedes. Despacito, algo está cambiando. Además de aplicar la ley, los jueces deben tener la responsabilidad de administrar los procesos. Y tener un costo si lo hacen mal. O un premio si lo hacen bien, claro.

 

Claudio Savoia

Diario Clarín

Noviembre 18, 2016

http://www.clarin.com/politica/Fiscal-Delgado-jueces-leales-faccion_0_1687631381.html

Falta el gesto del Papa a los militares presos

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Una carta de lectores en el diario Clarín y una respuesta…


Falta el gesto del Papa a los militares presos.

 

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Carta de lectores del diario Clarín.

pope-francisPapa nos pide a todos “que nos pongamos la Patria al hombro”. Si tomamos en su integridad estas palabras e incluimos en ellas el concepto de unión, pacificación y perdón, no debe haber exclusiones de ningún tipo. Pero ello no será posible mientras haya en las cárceles argentinas presos políticos (así los considero), la mayoría ancianos con problemas de salud, para quienes Francisco nunca ha tenido una palabra de consuelo, menos una sonrisa. La parcialidad expuesto por los jueces que los juzgan se da de patadas con lo solicitado por el Papa. Mientras, el Gobierno mira hacia otro lado.

Carlos Bonorino

carlosbonorino@gmail.com

 

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Estimado Señor CARLOS BONORINO.

Luego de leer su carta publicada en el día de ayer en el diario CLARIN, juntamente con mi familia le hacemos llegar todo nuestro
agradecimiento por la valentía y veracidad de su contenido. En lo personal le diré que el próximo 28 cumpliré DOS LARGOS AÑOS, como prisionero de una ilegalidad que nunca creo que haya existido en un país que se dice vivir en democracia. Usted resalta muy acertadamente tres conceptos fundamentales para la vida de todo ser humano de bien, y reclama PALABRAS DE CONSUELO, a quien se dice Papa. Lamentablemente en lo personal, y reitero lo de personal, le diré que a esta altura con el tiempo que me robaron y ya con 71 años rechazo los mismos y  con todo mi respeto le diré porque:

UNIÓN: Yo no he sido militar, si he sido funcionario policial durante 31 años y sé que me esforcé en mi misión de ayudar a terceros y ser parte de la línea azul que debe separar a la gente de bien de los depredadores. A pesar de ello cuando fui involucrado al “barrer, por inferencias” en una causa por los mal llamados delitos de lesa humanidad, la institución a la que pertenecí miró para otro lado. Si bien esto mismo hizo el resto de las fuerzas, la cobardía demostrada en mayoría tanto por los miembros activos como por los retirados, hace que no quiera tener ninguna relación con ellos, ya que salvo casos puntuales absolutamente nada me une a los que demostraron ser COBARDES.


PACIFICACIÓN:
Imposible tener una relación que no sea de reproche y poco pacífica hacia los miembros de la IGLESIA y los TRES PODERES DEL ESTADO.  Me refiero a los del “vamos por todo” y mucho más  a los del “cambiemos. Con mi familia les escribimos un total de MIL DOSCIENTAS SETENTA CARTAS aparte de centenares de correos electrónicos y solicitadas en diarios de Argentina y del exterior. Hipócritamente respondieron con el silencio. Literalmente fue tirar tiempo y dinero A LA BASURA.

PERDÓN: Yo no requiero el mismo, por el contrario como me “ENGARRONARON” como a otros muchos que desde años permanecen en la cárcel o ya murieron en ilegales prisiones preventivas, soy yo el que debe PERDONAR. El ensañamiento que he visto en este tiempo,  con “adultos mayores” enfermos en la prisión, y en algunos casos del que yo mismo he sido víctima, marca una bajeza y una cobardía de una magnitud  sin precedentes, por miembros de un poder judicial que son verdaderos delincuentes y asesinos. He denunciado esto reiteradamente y el espíritu corporativo prevaleció por sobre la ley y la vida. IMPOSIBLE PERDONAR, cuando impotente veo a mi esposa enfermar por el accionar hipócrita de tantos, que teniendo que haber intervenido para detener el exterminio que se lleva a cabo, prefirieron mirar para otro lado diciendo “QUE LA JUSTICIA DEBE SER INDEPENDIENTE”. El único espacio que con mi
esposa nos queda es renegar de este territorio llamado Argentina, que solo es una ilegal prisión, de la que legalmente queremos alejarnos en forma definitiva para poder olvidar las dantescas y no merecidas circunstancias vividas en estos últimos tiempos.

PALABRAS DE CONSUELO: Realmente ya no me interesan si vinieran del señor Papa, luego de 2 años sin responderme a las 69 cartas que le enviáramos. Destaco que las palabras que en mayoría hemos recibido con nuestra familia, han sido de parte de diferentes personas, quienes nos aconsejaron desistir de nuestros fuertes reclamos a través de la Web, ya que los miembros de la justicia y otros que no nos escuchan, “SE PUEDEN OFENDER”. Realmente de no creer.

Pidiendo perdón por la rabia que tanta iniquidad implantó en mi persona, lo saludo cordialmente.

 

“El gran consuelo en la vida, es decir lo que uno piensa”.

Voltaire (1694-1778)

Claudio Kussman

Noviembre 10, 2016

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