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Escribe Luis Bardín.

 

 

INTRATABLE

 

 

Nabotelli se dejó filosófica barbita.

Con cara de sobrador a menudo la acaricia.

Se la ha dejado crecer, le gusta que esté tupida.

Si el hábito no hace al monje, la barba de pensador

no le dio sabiduría. Con la lógica de un simio:

¡Él defiende a la Cristina!

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 30, 2016