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 Escribe JUAN MANUEL OTERO.

 

La comedia de los jueces Ballestero y Farah es funcional al gobierno, apenas una excusa para hacernos creer que se pretende enderezar la justicia.

A nadie en su sano juicio escapa el hecho de que en los Tribunales Federales de Comodoro Py se incuba un cáncer difícil de contrarrestar, con metástasis hacia varios tribunales federales del interior del país. Lamentablemente en el propio gobierno, es decir en el Poder Ejecutivo no existe el mínimo deseo ni intencón de cambiar esta situación. Buscar la justicia no es para Cambiemos una decisión “políticamente correcta”.

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Ballestero

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Farah

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Cristóbal López

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Y ahora nos enteramos de que, eufóricos y entusiastas, han resuelto investigar “a fondo” la resolución de los Jueces Eduardo Farah y Jorge Ballestero de otorgar la libertad al estafador serial Cristóbal López. Utilizando una simple metáfora diríamos que los heraldos informan al pueblo, con bombos y platillos, que se está intentando denodadamente descubrir un antídoto para la picadura de los bichitos colorados, mientras un cruel e hipócrita silencio se cierne sobre el cáncer, … de eso no se habla.

En un excelente artículo (“De tormentas a tsunamis”), mi amigo Enrique G. Avogadro sostiene que “Con una Justicia independiente, seria y rápida, todo será posible; sin ella, nada lo será”.

Lamentablemente nuestra justicia hoy no es ni independiente, ni seria ni rápida, pero como estamos en la República Argentina, se me ocurre que a dichos requisitos necesarios e indispensables debería agregársele el ser “completa”, entendiéndose por tal a la que abarque a todos y cada uno de los conflictos en trámite ante los Tribunales.

Comprobamos a diario que peligrosos asesinos, violadores, estafadores y demás residentes de los establecimientos penales, son bendecidos innecesariamente, sea con “salidas transitorias” o “prisión domiciliaria” o directamente con un anticipado “cumplimiento de pena”. El único fundamento es la disparatada doctrina del Dr. Zaffaroni quien en su desequilibrio mental asume que los delincuentes son apenas unas indefensas victimas de la sociedad que no les ha permitido su desarrollo potencial y, en consecuencia, se ven obligados a delinquir… “no les quedaba otra” hubiera dicho el inolvidable Fidel Pintos.

Y una vez liberados, inclusive en contra de los dictámenes del Servicio Penitenciario Federal o del Departamento Técnico Criminológico, vuelven a las andadas y nuevos asesinatos, violaciones, estafas son noticias que ya casi no nos conmueven.

El silencio cubre de injusticia las nuevas víctimas. Pero hoy el gobierno reaccionó airado y ofendido ante la liberación de Cristóbal López y preocupado seguramente por las “libertades” que se vienen sucediendo de personeros del corrupto gobierno kirchnerista.

Eso es todo, su reacción contra los inquilinos de Comodoro Py no lo es por conductas prevaricadoras (que las hay a raudales), por desprolijidad procesal, ni por los probables errores jurídicos o violaciones a la ley … nada de eso. El motivo de su enojo es puramente político. A tal punto llega su rabieta que nos quiere hacer creer que ha encarado seriamente el tema ordenando una reunión “cumbre” entre el Ministro de Justicia Garavano y el Presidente de la Corte Dr. Lorenzetti. ¿El temario? Apenas conversar sobre la liberación de López y el nombramiento de un par de camaristas que no nos gustan…

¿Una reunión entre Garavano y Lorenzetti? Que me perdonen, pero de esos dos impresentables no creo que pueda salir nada que ayude a nuestra renga y tuerta justicia.

Y eso es todo, entre la Corte y el Ejecutivo están tratando de encontrar la vacuna contra la picadura de los bichitos colorados….

Mientras tanto siguen muriendo abandonados en crueles mazmorras soldados, integrantes de fuerzas de seguridad, policías, civiles, sacerdotes, abogados, etc. que fueran llevados a juicio aplicando la figura de “Genocidio” con la misma sutileza de un orangután suelto en una cristalería.

Entre muchas irregularidades, nuestros jueces federales violaron el más elemental principio del derecho criminal cual es la prohibición de aplicar la ley en forma retroactiva (única excepción: Que beneficie al acusado), dado que el Estatuto de Roma es posterior a los delitos imputados, los cuales habían prescripto a la fecha de inicio de las querellas. Un fallo impresentable les sirvió de amañado fórceps para aplicar la ley retroactivamente. También violaron normas elementales de juzgamiento al encarcelar apenas con mendaces dichos de testigos preparados en la Escuelita de las Abuelas, permitiendo que bandas de forajidos invadan las salas transformando lo que debería ser un augusto acto de justicia en linchamientos populares. Y luego del injusto encarcelamiento daban por cumplida la orden recibida del Poder Ejecutivo y con la complacencia del Augusto Señor Representante de la Vindicta Pública, es decir nuestros fiscales, los jueces procedían a sentarse sobre los expedientes llegando a tener en prisión largos años sin derecho a defensa, sin sentencia, sin excarcelaciones, …. sin derechos humanos de ninguna especie para los acusados, todos mayores de 70 años a quienes, como mínimo, correspondería la prisión domiciliaria, la que es negada una y otra vez, menos aún la excarcelación por superar el tiempo sin sentencia.

Esos juicios, remedos circenses, llevados a cabo por jueces prevaricadores, impulsados por fiscales corruptos, querellantes falsos, testigos mentirosos…. han llevado a la cárcel a miles de inocentes, han causado la muerte de 438 presos políticos por abandono y falta de atención médica. Es de hacer notar que, desde que se hizo cargo el gobierno que acabaría con el “curro de los Derechos Humanos”, los muertos en prisión suman 97.

Sin embargo, ni en el Poder Ejecutivo, ni en el Judicial alguien se preocupa por estos argentinos que lucharon contra el terrorismo que intentó arriar la celeste y blanca y reemplazarla por el trapo rojo, dejando a su paso miles de víctimas inocentes. Tampoco hay para ellas reconocimiento alguno. Sólo preocupa a nuestros gobernantes salir en las fotos junto a mandatarios extranjeros arrojando flores al Rio de la Plata en homenaje a los traidores a la Patria. Claro que, producido algún acto terrorista en el exterior, corren presurosos a enviar condolencias y rechazo al accionar de estas bandas…. no olvidemos que para nuestras autoridades hay terroristas buenos, los nuestros, y terroristas malos, los extranjeros.

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Tanto Macri como Garavano y Lorenzetti son conscientes de esta vergonzosa e ilegítima actuación de nuestros jueces federales, de que octogenarios y nonagenarios, enfermos y abandonados sigan muriendo en la cárcel… pero un cruel y cobarde silencio es su única respuesta.

Claro que, felizmente, Garavano y Lorenzetti café por medio, se sientan a conversar sobre la liberación de López y el nombramiento de Farah….

ME DUELE TANTA HIPOCRESÍA.

Juan Manuel Otero

juanm.otero@usal.edu.ar

 


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 1, 2018