En El planeta de los simios (1968), un astronauta que creía haber viajado a un planeta lejano comprende en el último plano dónde se encuentra realmente. En lugar de viajar por el espacio, ha viajado en el tiempo hacia un futuro aquí en la Tierra. Los simios ahora gobiernan el mundo y los humanos son animales humildes.
Se puede ver al astronauta, golpeando la arena con rabia y frustración. La mujer es un animal del futuro. No es más inteligente que un simio del siglo XX.
Si no has visto la película original, es una historia de aventuras que valientemente se lanza en un momento dado a un debate entre ciencia y religión. Para los simios de nuestro futuro, la ciencia y la religión se consideran indistinguibles y un solo ministro del gobierno está a cargo de ambas.
Bajo el régimen de los simios, creer en la evolución es una herejía y las autoridades se niegan (sorpresa, sorpresa) a reconsiderar su posición antievolutiva incluso cuando se presentan pruebas vivientes, en la forma del astronauta, de que los humanos alguna vez gobernaron su mundo y que el los simios descienden de ellos.
Dos valientes científicos simios se atreven a afirmar que el astronauta sólo puede ser el eslabón perdido entre el dominio humano prehistórico y el dominio simio más reciente. Son rechazados. Las autoridades simiescas prefieren negar, ocultar o destruir (noticias falsas, estilo simio) cualquier evidencia de una explicación diferente y menos religiosa de sus orígenes.
Como esta evidencia incluye la existencia misma y la inteligencia del propio astronauta, éste se convierte en un objetivo. Para evitar ser eliminado, tiene que huir. Las autoridades simiescas pueden así recurrir a sus “antiguos pergaminos sagrados” como una explicación intelectualmente menos desafiante y políticamente más conveniente de la vida para la población de simios en general…
Es durante la huida del astronauta de las autoridades de los simios que suprimen la evidencia cuando se encuentra con una prueba ineludible, en la forma de la Estatua de la Libertad, de que la evolución es una realidad: los humanos alguna vez gobernaron y los simios descienden de ellos.
Recomiendo la novela de Pierre Boulle en la que se basa esta película. El título francés se traduce como Planeta de los simios o Planeta de los monos. El final es diferente pero igual de inteligente.
“El Planeta de los Simios” es una exitosa película de ciencia ficción, que Hollywood estrenó en el año 1968, basada en la novela homónima del escritor francés PIERRE BOULLE, protagonizada por CHARLTON HESTON e importantes artistas de la época. Luego siguieron, secuelas, series de TV, dibujos animados y más secuelas que llegan hasta nuestros días. En el año 2001 fue considerada “cultural, histórica y estéticamente significativa” por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y por consiguiente el filme fue seleccionado para su preservación en el National Film Registry. Su argumento hace referencia a 4 astronautas que se estrellan en un planeta desconocido, dominado por una raza de simios inteligentes, mientras que los humanos son seres primitivos que inclusive no hablan. Con un muy entretenido desarrollo se mezcla la discriminación, la iniquidad, el abuso de derechos que son solo para unos, el sojuzgamiento a una especie, la crueldad con los animales y los temores que todos llevamos adentro. Ese primer filme termina cuando el coronel GEORGE TAYLOR (Charlton Heston) huyendo de sus captores (los simios) acompañado por NOVA (Linda Harrison), por supuesto una mujer muy bonita, descubre que en realidad estaban luego de un viaje a través del tiempo, en la tierra. Un cataclismo nuclear provocado por el hombre había cambiado la historia de la humanidad, cuyos miembros ahora habían pasado a ser tratados como subhumanos por los simios. Esta película, impactó en la cultura popular y dejó pensando y debatiendo a no pocos habitantes de este mundo.
Mientras tanto, algo similar, pero sin cataclismo nuclear se produjo a lo largo de varias decenas de años en la Argentina. Quien regresara a este país luego de un imaginario viaje espacial, se sorprendería de ver a una sociedad, devastada, con la mitad de su gente sumida en la pobreza, la ignorancia y por supuesto el delito y la violencia. Dominada por una privilegiada clase política corrupta en donde privan únicamente sus derechos e intereses personales, en detrimento del resto compuesto por una población desorientada, sometida y mansa. En esta nación la justicia de los simios fue emulada por la de “la memoria, verdad y justicia” y así asesinos como ROBERTO PERDIA, infunden temor y se pasean por los tribunales declarando contra los subhumanos del presente, adultos mayores imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Otros terroristas o sus descendientes como si fueran miembros de una raza de simios inteligentes ocupan cargos gubernamentales y sanguinarios personajes como HORACIO VERBITSKY o EDUARDO ANGUITA, muy respetuosamente considerados, dan clases de ética por los medios de difusión. Para congraciarse con la “especie dominante”, los dirigentes de TODOS los signos políticos, levantan monumentos en honor a esos asesinos del pasado devenidos en idealistas que lucharon por la “libertad de todos, todas y todes”, según el relato. En este territorio como dijimos, el cataclismo no fue nuclear y en consecuencia sin pausa, aún está en pleno desarrollo, ante la indiferencia de sus habitantes que bien saben, tienen ante sí un futuro distópico asegurado.
¡Dios mío! ¡Estoy de vuelta! Estoy en mi casa otra vez. Durante todo este tiempo no me había dado cuenta de que estaba en ella… ¡Por fin lo conseguí! ¡Maniáticos! ¡La habéis destruido! ¡Yo os maldigo a todos! ¡Maldigo las guerras! ¡¡Os maldigo!!…
Charlton Heston (1923-2008)
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“Tengan cuidado de la bestia humana, pues él es el instrumento del diablo. Sólo entre los primates de Dios mata por diversión, por codicia, o por avaricia. Sí, asesinará a su hermano para poseer la tierra de su hermano. No dejen que se reproduzca en grandes números pues convertirá en un desierto su hogar y el de Ustedes. Evítenlo. No lo dejen salir de su guarida en la selva pues él es presagio de la muerte”.
Cornelius.
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LA PRESENTE NOTA SOLO ES FICCIÓN, YA QUE LOS SIMIOS SON SERES INTELIGENTES, SOCIALES, HONESTOS Y NOBLES, A DIFERENCIA DE NUESTROS DIRIGENTES POLÍTICOS Y MIEMBROS DE ORGANIZACIONES RADICALIZADAS, QUE CARECEN DE ESE TIPO DE VIRTUDES.
El mejor final del cine en la historia
◘
Por Tyne Franks.
En El planeta de los simios (1968), un astronauta que creía haber viajado a un planeta lejano comprende en el último plano dónde se encuentra realmente. En lugar de viajar por el espacio, ha viajado en el tiempo hacia un futuro aquí en la Tierra. Los simios ahora gobiernan el mundo y los humanos son animales humildes.
Se puede ver al astronauta, golpeando la arena con rabia y frustración. La mujer es un animal del futuro. No es más inteligente que un simio del siglo XX.
Si no has visto la película original, es una historia de aventuras que valientemente se lanza en un momento dado a un debate entre ciencia y religión. Para los simios de nuestro futuro, la ciencia y la religión se consideran indistinguibles y un solo ministro del gobierno está a cargo de ambas.
Bajo el régimen de los simios, creer en la evolución es una herejía y las autoridades se niegan (sorpresa, sorpresa) a reconsiderar su posición antievolutiva incluso cuando se presentan pruebas vivientes, en la forma del astronauta, de que los humanos alguna vez gobernaron su mundo y que el los simios descienden de ellos.
Dos valientes científicos simios se atreven a afirmar que el astronauta sólo puede ser el eslabón perdido entre el dominio humano prehistórico y el dominio simio más reciente. Son rechazados. Las autoridades simiescas prefieren negar, ocultar o destruir (noticias falsas, estilo simio) cualquier evidencia de una explicación diferente y menos religiosa de sus orígenes.
Como esta evidencia incluye la existencia misma y la inteligencia del propio astronauta, éste se convierte en un objetivo. Para evitar ser eliminado, tiene que huir. Las autoridades simiescas pueden así recurrir a sus “antiguos pergaminos sagrados” como una explicación intelectualmente menos desafiante y políticamente más conveniente de la vida para la población de simios en general…
Es durante la huida del astronauta de las autoridades de los simios que suprimen la evidencia cuando se encuentra con una prueba ineludible, en la forma de la Estatua de la Libertad, de que la evolución es una realidad: los humanos alguna vez gobernaron y los simios descienden de ellos.
Recomiendo la novela de Pierre Boulle en la que se basa esta película. El título francés se traduce como Planeta de los simios o Planeta de los monos. El final es diferente pero igual de inteligente.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 10, 2024
ARGENTINA – EL PLANETA DE LOS SIMIOS
♣
Por CLAUDIO KUSSMAN.
“El Planeta de los Simios” es una exitosa película de ciencia ficción, que Hollywood estrenó en el año 1968, basada en la novela homónima del escritor francés PIERRE BOULLE, protagonizada por CHARLTON HESTON e importantes artistas de la época. Luego siguieron, secuelas, series de TV, dibujos animados y más secuelas que llegan hasta nuestros días. En el año 2001 fue considerada “cultural, histórica y estéticamente significativa” por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y por consiguiente el filme fue seleccionado para su preservación en el National Film Registry. Su argumento hace referencia a 4 astronautas que se estrellan en un planeta desconocido, dominado por una raza de simios inteligentes, mientras que los humanos son seres primitivos que inclusive no hablan. Con un muy entretenido desarrollo se mezcla la discriminación, la iniquidad, el abuso de derechos que son solo para unos, el sojuzgamiento a una especie, la crueldad con los animales y los temores que todos llevamos adentro. Ese primer filme termina cuando el coronel GEORGE TAYLOR (Charlton Heston) huyendo de sus captores (los simios) acompañado por NOVA (Linda Harrison), por supuesto una mujer muy bonita, descubre que en realidad estaban luego de un viaje a través del tiempo, en la tierra. Un cataclismo nuclear provocado por el hombre había cambiado la historia de la humanidad, cuyos miembros ahora habían pasado a ser tratados como subhumanos por los simios. Esta película, impactó en la cultura popular y dejó pensando y debatiendo a no pocos habitantes de este mundo.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Mientras tanto, algo similar, pero sin cataclismo nuclear se produjo a lo largo de varias decenas de años en la Argentina. Quien regresara a este país luego de un imaginario viaje espacial, se sorprendería de ver a una sociedad, devastada, con la mitad de su gente sumida en la pobreza, la ignorancia y por supuesto el delito y la violencia. Dominada por una privilegiada clase política corrupta en donde privan únicamente sus derechos e intereses personales, en detrimento del resto compuesto por una población desorientada, sometida y mansa. En esta nación la justicia de los simios fue emulada por la de “la memoria, verdad y justicia” y así asesinos como ROBERTO PERDIA, infunden temor y se pasean por los tribunales declarando contra los subhumanos del presente, adultos mayores imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad. Otros terroristas o sus descendientes como si fueran miembros de una raza de simios inteligentes ocupan cargos gubernamentales y sanguinarios personajes como HORACIO VERBITSKY o EDUARDO ANGUITA, muy respetuosamente considerados, dan clases de ética por los medios de difusión. Para congraciarse con la “especie dominante”, los dirigentes de TODOS los signos políticos, levantan monumentos en honor a esos asesinos del pasado devenidos en idealistas que lucharon por la “libertad de todos, todas y todes”, según el relato. En este territorio como dijimos, el cataclismo no fue nuclear y en consecuencia sin pausa, aún está en pleno desarrollo, ante la indiferencia de sus habitantes que bien saben, tienen ante sí un futuro distópico asegurado.
Claudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Pcia. Buenos Aires
Abril 11, 2021
claudio@PrisioneroEnArgentina.com
www.PrisioneroEnArgentina.com
LA PRESENTE NOTA SOLO ES FICCIÓN, YA QUE LOS SIMIOS SON SERES INTELIGENTES, SOCIALES, HONESTOS Y NOBLES, A DIFERENCIA DE NUESTROS DIRIGENTES POLÍTICOS Y MIEMBROS DE ORGANIZACIONES RADICALIZADAS, QUE CARECEN DE ESE TIPO DE VIRTUDES.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 11, 2021