VENEZUELA, Pilas Secas

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 Escribe Enrique Guillermo Avogadro.

 

 

“Cuando estén secas las pilas de todos los timbres que vos apretás,
buscando un pecho fraterno para morir abrazao…”

Enrique Santos Discépolo

 

Esta columna también hubiera podido llamarse “La soledad de los perfectos”, y seguramente así sería si la hubiera escrito el “pelotudo” (Cristina dixit) de nuestro gran mayordomo, Oscar Parrilli, que no se puso colorado al afirmar que a Maduro no se lo critica por lo que hace mal sino por lo que hace bien. ¡Qué demostración de inteligencia y solidaridad!

Pero, en el fondo, es razonable que este rastrero personaje se comporte así, pues el régimen que fundara el extinto Hugo Chávez tiene muchos puntos en común con el que aquí protagonizaron los Kirchner y que, por esos milagros que a veces ocurren en la historia de los pueblos, fuera desalojado del poder en diciembre de 2015. El original colectivero caribeño encabeza una organización ilícita, sumamente torpe e ignorante, que ha esquilmado a su país hasta la extenuación, lo ha transformado en uno de los más violentos del mundo y lo ha llevado liderar por mucho los rankings de inflación mundiales, carece de estadísticas fiables y la prensa libre ha sido blanco de agresiones y clausuras, amén de haber destruido la industria del petróleo, mientras flota literalmente sobre un mar de oro negro.

Nicolás Maduro, al mejor estilo de sus ídolos, los gerontes cubanos, está dispuesto a someter a su país a un baño de sangre con tal de conservar el poder, que le da acceso a un latrocinio similar aún mayor que el nuestro y al monumental negocio del narcotráfico; dice mucho que su Vicepresidente sea Tarek El Aissami, procesado por ese delito en los Estados Unidos, donde sus bienes han sido embargados. Desde que comenzó abril, han muerto ya 21 venezolanos de manos de las milicias y paramilitares chavistas, que disparan indiscriminadamente contra las gigantescas manifestaciones opositoras que se suceden en todas las ciudades del país.

Para lograr permanecer, conserva el apoyo de los militares, pese a que éstos se encuentren divididos en tres facciones: los nacionalistas marxistas, los pro-cubanos y los traficantes de drogas; todos ellos tienen mucho que perder y sin duda lo defenderán hasta las últimas consecuencias. Pero, por la ignorancia en que intencionalmente los mantienen, también cuenta con el soporte -como aquí sucede aún en algunos sectores del Conurbano- de los más pobres, los habitantes de las gigantescas villas de emergencia que han ocupado Caracas y sus alrededores, que se encuentran en una situación alimentaria y sanitaria terminal.

La trágica situación de Venezuela, un verdadero genocidio por el hambre y la carencia de remedios que aflige a su población, marca el fin del prolongado cono de sombra en que el populismo corrupto y saqueador ha sumido a nuestro continente en este siglo. Ya cayó en Brasil, en Argentina y en Perú, parece consumirse en Bolivia y fue necesario un monumental fraude para perpetuarlo en Ecuador, mientras la mugre ha comenzado a mojar sus pies en los países considerados modélicos, como Chile y Uruguay.

La pregunta que todos nos hacemos es cuánto podrá durar este criminal “socialismo del siglo XXI”, que ya no encuentra timbre alguno que tocar, pues todos sus aliados –incluidos Irán y Rusia, por conveniencia- han dejado de atenderle el teléfono. Porque ese siniestro cocktail tiene una consecuencia inmediata para los analistas y politólogos: nadie puede predecir cuándo y, sobre todo, cómo terminará la crisis venezolana. Porque allí no bastará con que Maduro deje el trono y, por eso, tampoco resulta posible ofrecerle un puente de plata e impunidad para que huya, porque sus cómplices, y son muchos, no lo permitirían ya que quedarían sin cobertura ni refugio, sometidos a la justicia internacional que ya los busca.

Dio, francamente, vergüenza ajena que esta semana nuestro ex Honorable Congreso se viera impedido de emitir una simple declaración de condena al régimen de Maduro por la oposición del más recalcitrante kirchnerismo, que demostró una vez más cuánto le importan los verdaderos derechos humanos. Ya que el gobierno de Cambiemos ha demostrado poseer una enorme sensibilidad social, que lo ha llevado a repartir subsidios y prebendas a manos llenas, y a conservar en sus puestos públicos a tantos quintacolumnistas, sugiero que –por única vez- destine fondos para que los seguidores del Frente para la Qué?, Quebracho, MST y Polo Obrero emigren a Venezuela o Cuba, esos paraísos terrenales que tanto alaban en sus manifestaciones públicas mientras exhiben carteles y banderas con la imagen del asesino Che Guevara.

Anoche, cuando la ex Presidente visitaba en Río Gallegos a la gran cuñada Alicia, que encabeza el feudo de Santa Cruz, una enfurecida multitud intentó ingresar y, cuando fue reprimida con violencia, apedreó la residencia en que ambas se encontraban. La Provincia no paga los sueldos de los miles de empleados estatales, sus maestros no han dado un solo día de clases en el año, los jubilados provinciales no cobran sus magros estipendios y los hospitales carecen hasta de los elementos mínimos, mientras la Justicia está paralizada; todo un edén, por obra y gracia de los ladrones kirchneristas que lo gobernaron durante los últimos veinticinco años.

Ahora Cristina está haciendo las valijas, a la espera de la autorización que ha pedido al Juez Bonadío (su colega Ercolini ya la ha otorgado) para viajar a Atenas, Bruselas y Oxford (no a la Universidad). Notable privilegio para alguien que se encuentra tres veces procesada por delitos no excarcelables y que demuestra que la famosa igualdad ante la ley es, en la Argentina, sólo una broma de mal gusto. Porque, mientras eso sucede, los órganos de prensa de los que aún dispone -como Página 12, C5N o Radio 10, por poner sólo tres ejemplos- y los ex organismos de derechos humanos, ya confesadamente convertidos en movimientos políticos para apoyarla, se rasgan las vestiduras ante una sentencia de la Corte Suprema de Justicia que concedió la prisión domiciliaria a un militar de ochenta y cinco años, casi ciego y sordo, con enfermedades complicadísimas.

En esa materia, la de los presos políticos, aún existen cientos de situaciones particulares que claman al cielo; cuatrocientos –cincuenta desde el 10 de diciembre de 2015- han muerto en cautiverio por falta de adecuada atención médica, y muchos de los sobrevivientes se encuentran en la cárcel con prisiones preventivas por períodos que exceden, por años, el máximo permitido por la ley, pese a que obviamente no pueden alterar las pruebas (en la mayoría de los casos, inexistentes o fraguadas) de las investigaciones ni existe peligro de fuga, dada la edad –promedio: 76 años- con que cuentan y el precario estado de salud que padecen.

Elevo mis plegarias por el sacrificado pueblo venezolano, como también lo hago por el cubano, mientras ruego que mis pronósticos de fin de ciclo se cumplan en toda América.

Enrique Guillermo Avogadro

 


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 22, 2017


 

Maldita Perinola

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Escribe Enrique Guillermo Avogadro.

 

“Junto con la organización debe venir un cambio, porque si no el

Movimiento envejecerá y terminará por morir como todo lo que es viejo”.

Juan Domingo Perón

 

 

Permítame explicarle por qué la semana pasada no respondí a cada uno de los comentarios que me enviaron, como hago desde hace catorce años. Sucedió que, contra mi costumbre de emitir mi opinión sólo los sábados, difundí el miércoles la denuncia penal que formulé contra Hebe de Bonafini y los organismos de pseudos derechos humanos, apólogos del terrorismo; el 1° de abril, la nota “Momento Crucial”; y el mismo día, al regresar de la marcha cívica, una sola frase que me salió del alma: “Contra el escepticismo y la apatía, contra el sábado y el sol, ¡SI, SE PUDO!”.

En una conmovedora reacción, mis lectores me enviaron más de tres mil mails; el sorprendente número impidió que pudiera contestarlos. Por eso, enormes disculpas y mi más emocionado agradecimiento, en especial al Dr. Eduardo San Emeterio, que me impulsó a hacer la presentación judicial, al Fiscal Marcelo Romero, a los colegas que se solidarizaron con mi posición y a la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, que se sumó a ella.

Como sabrá, el trompo hexagonal que sirve de título termina determinando el resultado de cada lanzamiento: toma 1, toma 2, toma todo, pon 1, pon 2 y todos ponen. El 6, con el paro de actividades que decretó la CGT, forzada por la izquierda trotskista y el kirchnerismo, acompañada por las dos CTA, muchos pusimos, sobre todo el país, y pocos tomaron. Si bien no alcanzó la contundencia de otras medidas similares del pasado, la adhesión de la UTA y la consecuencia ausencia de transporte público, le dio una imagen que superó, en mucho, a la realidad.

Los grandes gremios -petroleros, comercio, mecánicos, textiles, indumentaria, agua, etc.- ya habían cerrado sus paritarias nacionales con aumentos satisfactorios; sin embargo, la encerrona que sufrieron días atrás, cuando los verdaderos impulsores de la huelga rodearon el palco y agredieron de hecho y de palabra a los eternos líderes sindicales, llenó a estos de temor, tanto físico cuanto político, por la posibilidad de resultar desbordados. Tuvo razón uno de ellos cuando, espantado al final del acto, dijo: “Con Moyano esto no pasaba”; era verdad, porque nadie se insubordinaba al jefe camionero ni, menos aún, se atrevía a tocarlo. Es decir, les tocó poner imagen en el juego; y los resultados de las rápidas encuestas mostraron que el 70% de la ciudadanía rechazaba la medida.

Lo más perfecta demostración de cuanto digo fue que las consignas de la huelga general impuestas, como digo, por los delincuentes y los violentos irracionales no se compadecen con la realidad: no existe la ola de despidos ni la masividad de importaciones que denuncian, y tampoco la caída en el poder adquisitivo del salario, ya que se encuentra protegido por las “cláusulas gatillo” incorporadas a las negociaciones paritarias para salvarlo de la inflación. Entonces, ¿para qué se concretó?

Tuvo que poner (o deberá hacerlo pronto) Viviani, del gremio de los peones de taxis, que incitó a sus fieles a dar vuelta los coches de quienes no respetaran la huelga; cometió los mismos delitos que le imputé a Bonafini pero, a diferencia de lo que sucedió con esta señora, un fiscal cumplió con su deber y formuló la correspondiente denuncia; mientras escribo, este pseudo dirigente gremial aparentemente continúa prófugo.

Puso asimismo la izquierda insurreccional, una vez más, al ratificar el escaso número de sus seguidores, que pretende compensar con el salvajismo y la violencia de éstos que, con sus rostros enmascarados, apalean impunemente a quienes pretenden atravesar sus piquetes. Creo que, de todos modos, lo más ridículo de su posición es la aceptación del apoyo que reciben de los kirchneristas, que sólo pretenden salvar de la inexorable cárcel a los jefes cleptómanos (Cristina, Máximo, Florencia, Cristóbal López y los Báez) de la asociación ilícita que formaron para robarse el país.

Pusieron mucho los trabajadores informales, que viven de su diaria labor y no perciben ingreso alguno cuando no pueden hacer sus changas. La falta de transporte les impidió concurrir a los lugares en que consiguen obtener su magro sustento. Si hay un sector que sufrió en carne propia el irracional paro de actividades fue éste, que debiera ser el mayor foco de la preocupación de los dirigentes.

Y qué decir de lo que tuvo que poner el cínico Baradel quien, en pos de sus ambiciones personales dentro de los gremios docentes, forzó dos días más de huelga en las aulas; una juez, sospechada de pertenecer a “Justicia Legítima” le concedió una medida cautelar para obligar al Gobierno a convocar a una paritaria nacional, cuando la Nación no tiene un solo maestro ni paga un solo salario. La repulsa que causa este vandálico mugriento es tal que hasta ha perdido el apoyo de sus representados, que día a día desertan y vuelven a dar clases porque han comprendido que las medidas de fuerza están terminando con lo poco que queda de la educación pública en la Argentina. En su partida personal contra Baradel y compañía, quien más sigue “tomando” es María Eugenia Vidal, la política con mejor imagen de la Argentina; la sociedad bonaerense se desgañita pidiéndole a la Gobernadora que no afloje frente a la extorsión a la que es sometida desde hace un mes.

Pusieron, sin duda, Sergio Massa y los integrantes de su Frente Renovador e, inclusive, el GEN de Margarita Stolbizer, a quienes sus continuos cambios de vereda y de disfraz y, sobre todo, la polarización que produce la permanente presencia de Cristina Fernández en el escenario, les están costando demasiado caros. Y cómo olvidar a Martín Lousteau, verdadero travesti de la política, que abandonó la embajada más importante del país en un momento crucial.

Pero, sin duda, otros de los que más pusieron fueron los jefes de la PJ S.A., encabezados por sus gerentes José Luis Gioja y Daniel Scioli, quienes parecen no recordar la recomendación que sirve de epígrafe a esta nota. La convocatoria a derrocar al Gobierno, al que consideran ilegítimo, y la pretensión de incorporar al kirchnerismo a una lista de unidad pegada con moco, empujará un poco más al Movimiento en que todos caben (Cámpora, Isabel, López Rega y Firmenich, los Montoneros y la Triple A, Menem, Duhalde, Néstor y Cristina) hacia el baúl de los recuerdos de la historia.

Y el país puso mucho, no sólo en el costo directo -mil millones de dólares- que implica una jornada de huelga general sino, más grave aún, en la imagen que proyectó hacia el exterior, mientras se realizaba en Buenos Aires una reunión de ejecutivos de las grandes empresas y de los más importantes fondos de inversión, a los cuales hubiéramos debido ofrecer una imagen seductora y ordenada para atraerlos a un país que los necesita casi tanto como el oxígeno que respira. El principal reclamo de los asistentes (como de muchos argentinos, entre los que me incluyo) fue sin embargo la falta de seguridad jurídica que aún impera aquí.

Por su parte, el Gobierno recibió dos resultados de la perinola. Puso, y pone, los fondos que gira a las intendencias del Conurbano y a las organizaciones sociales, con los cuales se financian los piquetes y la logística de los actos; pero también tomó porque, aupado por la pre-ninguneada y sorpresivamente (para algunos) masiva marcha del #1ª a favor de la paz y de la democracia, que salió a discutirle a los violentos el dominio de la calle, por fin se atrevió a poner en funcionamiento el famoso protocolo anti-piquetes sin que se produjera una sola muerte entre los manifestantes, recuperando la positiva imagen de gestión que había perdido por su tolerancia frente a los desmadres; mi felicitación a Patricia Bullrich por ello. En ningún país del mundo este tipo de manifestaciones es permitido y, en aquéllos más cercanos al corazón de la izquierda (Cuba, Venezuela, Bolivia, Irán o Rusia), son reprimidas con ferocidad.

La Argentina, el “país jardín de infantes” que evocó María Elena Walsh, sigue jugando; sólo cabe esperar que se haya olvidado de la ruleta rusa, a la que fue tan fiel durante tantas décadas.

Bs.As., 8 Abr 17

Enrique Guillermo Avogadro

YO DENUNCIO

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Por el doctor Enrique Guillermo Avogadro.

 

Formula denuncia por incitación a la violencia institucional, intimidación pública, apología del crimen y atentado contra el orden constitucional – Asume rol de querellante

Señor Juez Nacional en lo Criminal y Correccional Federal:

Enrique Guillermo Avogadro, abogado, C.P.A.C.F. T° 16 F° 705, titular del documento nacional de identidad N° 4.538.777, por mi propio derecho, constituyendo domicilio físico especial en mi Estudio, sito en la Avda. Raúl Scalabrini Ortiz 3355, piso 6°, de esta ciudad, y electrónico en 20045387772, a V.S. me presento y, respetuosamente, digo:

I – Objeto

Vengo a denunciar como autores de los delitos de incitación a la violencia institucional (artículo 209, Código Penal), intimidación pública (artículo 212, Código Penal), apología del crimen (artículo 213, Código Penal), atentado al orden público (artículo 213 bis, Código Penal) y atentado contra el orden constitucional y la vida democrática (artículo 226 bis, Código Penal), a la señora Hebe Pastor de Bonafini, a la mujer no identificada –pero identificable- que pronunciara una arenga durante el acto del 24 de marzo de 2017 en la Plaza de Mayo de esta ciudad y a los directivos de las agrupaciones políticas que asumieron la organización del mismo, es decir, Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza, Asociación Buena Memoria, Centro de Estudios Legales y Sociales, Comisión Memoria Verdad y Justicia Zona Norte, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Fundación Memoria Histórica,H.I.J.O.S. Capital, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, La Cámpora, Kolina, Unidos y Organizados y las demás que la investigación a realizarse permita identificar como tales.-

II – Legitimación

Mi claro derecho a formular la presente denuncia deviene de la Ley 23.187 que, en el artículo 6° de su Capítulo II –“Deberes y derechos”- establece que “Son deberes específicos de los abogados, sin perjuicio de “otros que se señalen en leyes especiales, los siguientes: a) observar “fielmente la Constitución Nacional y la legislación que en su consecuencia “se dicte …”.-

Y ejercito ese derecho para formular este delito de acción pública debido a que, según parece y pese al prudencial lapso que he dejado transcurrir desde los hechos, no ha habido hasta la fecha ningún fiscal de la República, ni siquiera un funcionario público, administrativo o judicial, que lo haya hecho pese al mandato legal que los obliga (artículo 71 del Código Penal, t.o. Ley 27.147) cuando son anoticiados de su comisión.-

III – Hechos

El día 24 de marzo de 2017 se llevó a cabo, en la Plaza de Mayo de esta ciudad, una gran manifestación convocada para conmemorar un nuevo aniversario de la revolución militar que tomara el poder cuarenta y un años antes, desalojando a la Presidente Estela Martínez de Perón; durante el mismo, las pseudo organizaciones de derechos humanos (una de ellas ahora confesadamente organización política del kirchnerismo) se identificaron con los terroristas de décadas pasadas, reinvindicando sus acciones armadas.-

En su transcurso, la señora Bonafini no solamente amenazó con volar la Casa de Gobierno con una bomba para desalojar de ella al Presidente Mauricio Macri, sino que exhortó a la multitud reunida a desconocer la democracia –“debemos dejar de ser buenos”- y, mediante el recuerdo de los terroristas que enlutaron al país desde 1970 hasta 1989 con sus atentados explosivos, con sus asesinatos, con el ataque a los cuarteles, con los secuestros, la incitó a recurrir a la misma violencia, intimidando con ello al resto de la ciudadanía, que pretende finalmente vivir en paz bajo un gobierno legítimamente electo.-

La participación necesaria de la que acuso a las organizaciones mencionadas en el primer capítulo de este libelo surge, con toda claridad, del texto del discurso que transcribiré, que fuera consensuado entre todas ellas; la actitud complaciente que mostraron durante el acto –y el estruendoso silencio posterior, que convalidó los dichos- las hizo incurrir en la conducta delictiva imputada.-

Por su parte, la joven de sexo femenino que habló durante el acto dijo textualmente: “Por eso, porque reinvidicamos las luchas de los “treinta mil detenidos-desaparecidos, porque nos faltan desde hace más de “cuarenta años y aún no hemos tenido la posibilidad de recuperar sus “restos, decimos: ¡repudiamos toda expresión negacionista! En esta plaza “recordamos las luchas de los ingenios tucumanos, las ligas agrarias, el “Cordobazo, el Rosariazo y las comisiones internas de las fábricas, el “movimiento sindical, estudiantil y popular, la militancia en las “organizaciones del peronismo revolucionario: UES, Montoneros, FAP, “Sacerdotes del Tercer Mundo y FAL; la tradición guevarista del PRT, del “Ejército Revolucionario del Pueblo; y las tradiciones socialistas y “comunistas: Partido Comunista, Vanguardia Comunista, PCR y PST; y tantos “espacios en los que miles de compañeros y compañeras lucharon por una “patria justa, libre y soberana”.-

Las frases transcriptas, amén de desnudar una profunda ignorancia de la historia por parte de sus autores (o la intención de tergiversarla), constituyen una clara apología del crimen. Las organizaciones mencionadas, en especial las directamente terroristas que he destacado en negrita, ya han sido reiterada y pacíficamente reconocidas como criminales por los Tribunales argentinos, más allá de la libertad de la que gozan sus integrantes, amnistiados por Carlos Menem y Eduardo Duhalde y, básicamente, por la falta de reconocimiento de los hechos como delitos de lesa humanidad, lo cual habilitó la prescripción de los mismos.-

IV – Prueba

Para facilitar la investigación de los hechos que aquí denuncio, ofrezco la siguiente prueba, amén de la que se encuentra disponible en diarios, revistas y archivos de televisión del país y del exterior:

  1. Nota en http://www.lanacion.com.ar/1998801-reivindican-la-lucha-armada-de-los-%20anos-70

  2. Nota en http://www.lanacion.com.ar/1999134-los-montoneros-reivindicados-en-la-misma-plaza-que-peron-los-echo

  3. Nota en http://www.infobae.com/politica/2017/03/26/por-primera-vez-las-organizaciones-de-derechos-humanos-reivindicaron-la-lucha-armada-del-erp-y-montoneros

  4. Nota en https://www.abuelas.org.ar/noticia/basta-de-miseria-planificada-785

  5. La filmación del acto realizada por todos los canales de noticias, con especial énfasis en TN.-

La nota N° 3 reviste importancia porque en ella se puede ver una filmación del acto y del discurso al que he hecho referencia, por lo cual permitirá identificar a quien lo leyera, aproximadamente a las 16:00 horas del día indicado; y la N° 4 porque, como he dicho antes, reconoce que dicho documento fue consensuado con todas las organizaciones convocantes.-

V – Parte querellante

En la medida en que me encuentra legitimado para formular esta denuncia por las razones más arriba expuestas, por revestir la condición de letrado y por integrar la sociedad que fuera agredida por las personas aludidas,  solicito ser tenido como parte querellante en autos.-

VI – Petitorio

Por todo lo expuesto, a V.E. solicito:

  1. a) Me llame a ratificar la presente denuncia.-

  2. b) Me tenga por parte querellante.-

  3. c) Corra vista al señor Fiscal actuante, a fin de solicitarle su parecer.-

VII – Exordio

Tener presente, y así proveer,

será Justicia.-

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado

 

  • Esta denuncia recayó en el juzgado del Dr. Claudio Nonadío. 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 29, 2017


 

¿Seguiremos mirándolo por televisión?

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 Escribe Enrique Guillermo Avogadro.

“En la trinchera no hay ateos”

 

Siempre he sostenido que “con una Justicia seria, independiente y rápida, todo será posible; sin ella, nada lo será”. Hoy afirmo que la nuestra, con sus inexplicables demoras en la justificada detención –porque están alterando las pruebas y se los imputa de delitos no excarcelables- de los responsables del saqueo, contribuye en mucho a afectar la gobernabilidad.

Esta semana el operativo destituyente del kirchnerismo –sumado a un importante sector del peronismo de la Provincia de Buenos Aires, a los “trabajadores de la educación”, a las dos CTA, a los movimientos trotskistas y a organizaciones piqueteras- para recuperar el poder y, por qué negarlo, garantizar la impunidad de su jefa y la banda de gangsters que integran su asociación ilícita, se puso finalmente en marcha. Lamentablemente, los tres gobiernos se rehusan a utilizar la fuerza pública para evitar los desmanes, por miedo a que les tiren un muerto, el recurso habitual de los complotados. Olvidan que esa actitud se transformará en una elevadísima factura que les presentará en octubre su propia base electoral, harta de las complicaciones que los permanentes cortes e impedimentos traen aparejadas, mientras que los beneficiarios de tanta inacción jamás los votarán.

La pregunta obligada es, entonces, qué debemos hacer los ciudadanos de a pie, que mayoritariamente optamos por Macri y Vidal, para evitar que estos subversivos sigan avanzando, como siempre ha sucedido cuando quien ocupaba la Casa Rosada no era peronista. ¿Cómo olvidar que, para robarse YPF, Néstor nos dejó sin luz ni gas, y con ello dilapidó las reservas?, ¿que “desapareció” los fondos de Santa Cruz?, ¿que trató de destruir al campo?, ¿que canceló anticipadamente la deuda con el FMI y nos endeudó con Chávez a tasas enormemente mayores?, ¿que el kirchnerismo fue socio del potenciado narcotráfico?, ¿que su viuda intentó “democratizar” la Justicia y colonizó la Procuración General y la administración pública en general?.

Aún en contra de la voluntad de Cambiemos, ¿no deberíamos salir nosotros a la calle para demostrar que somos más, que queremos la democracia y estamos dispuestos a defenderla a como dé lugar? ¿Por qué no desobedecer a los llamados a las huelgas e ir a trabajar? ¿Por qué no manifestarnos frente al Consejo de la Magistratura para exigirle que controle a los jueces y los obligue a acelerar los procedimientos para terminar con la impunidad de tantos ladrones, que se ha transformado en un verdadero cachetazo a la sociedad? Si fuera verdad que un sector del Gobierno prefiere a Cristina Fernández en libertad para polarizar con ella en octubre, incurriría en una especulación bastarda que, además, puede costarle muy caro.

Mauricio Macri, con errónea vocación por evitar dar malas noticias, se abstuvo de explicar la magnitud de la crisis -que no había sido percibida como tal, pese a ser enormemente más grave que la del 2001- heredada de la verdadera década infame que lo precedió; la última oportunidad para hacerlo la perdió el 1° de marzo de 2016, cuando inauguró por primera vez las sesiones ordinarias del Congreso. Hoy, a quince meses de haber asumido, es obviamente tarde y eso contribuye a facilitar la penetración del discurso subversivo en una sociedad innegablemente golpeada por una economía que, si bien ya muestra signos de crecimiento, no ha llegado aún a aliviar la situación de los más desprotegidos.

Por lo demás, víctima de su férrea creencia en una nueva forma de comunicación y pecando de un exceso de pluralidad en los medios propios, padece el manto de silencio que la prensa en general ha extendido sobre sus logros, muchos de ellos importantes, mientras se centran en las malas noticias, que los inconformes y los preocupados magnifican.

Todos los líderes gremiales, en especial aquéllos que integran el triunvirato que dice conducir a la “columna vertebral del peronismo”, padecen de un mismo mal. Acosados por la izquierda insurreccional que los corre a panzazos, acompañada por el siempre oportunista kircherismo, describen problemas inexistentes (el desempleo y la excesiva importación) y perjudican a quienes dicen representar mientras no ofrecen solución alguna. El cierre de la economía que reclaman (“vivir con lo nuestro”, como pretendía Aldo Ferrer) condenará a los argentinos a seguir pagando más caros los productos que necesitan, que serán de inferior calidad; la limitación legal a los despidos y suspensiones que exigen, y los incrementos de los costos laborales, impedirán la creación de nuevos empleos; los eventuales aumentos de impuestos o la emisión monetaria o el endeudamiento –si no es así, ¿de dónde saldrán los recursos?- para financiar los planes y subsidios generarán mayor inflación, que siempre terminan pagando los asalariados.

Lo remarcable es que toda la actividad desplegada para expulsar al Gobierno –huelgas salvajes, piquetes de todo tipo, ollas populares, violencia callejera- no hace más que perjudicar a sus presuntos beneficiarios. Al impedir que se eduquen y se perfeccionen, aleja sus posibilidades de reinserción en un mundo que expulsa a trabajadores no calificados para reemplazarlos por robots; al generar tanta inestabilidad institucional, espanta las posibles inversiones; al cerrar las calles al transporte, dificultan enormemente la llegada al trabajo de todos, haciéndoles perder los premios por presentismo.

Los jerarcas docentes (¡hemos cambiado a Sarmiento por Baradel!) están expulsando a los niños de la educación pública, ya que el ausentismo tradicional y los frecuentes paros obligan a los padres a inscribirlos en escuelas parroquiales y privadas, duplicando el gasto familiar y, al no dar clases, complican la vida de las familias más pobres, que no tienen con quien dejar sus hijos y, muchas veces, hace que éstos pasen hambre. Lo peor es que los reclamos salariales son acompañados por la cerrada negativa a que se evalúe la enseñanza. El presupuesto destina el mayor porcentaje de la historia (exceptuando al período de Illia) a sostener la educación, pero el 90% se destina a sueldos. Por cada cargo docente hay cinco maestros y uno de cada cuatro nunca trabaja como tal; sin embargo, la brillante moción de Juan José Llach para que se negocie con los gremios corregir esa horrible distorsión, despedir a los permanentes ausentes y repartir el dinero así ahorrado entre los que sí trabajan (25% de aumento) ni siquiera fue escuchada.

María Eugenia Vidal está haciendo lo correcto al mantenerse firme frente al salvajismo de los líderes docentes que mantienen a millones de chicos fuera de las aulas; la ciudadanía debe condenarlos sin matices y salir a la calle para respaldar a su Gobernadora en esta puja. Pero ella también está obligada a actuar para terminar con la indignidad que constituyen tantos ladrones kirchneristas -empezando por el mismo Daniel Scioli-, que han saqueado a la Provincia y transformado al Conurbano en un páramo de violencia, droga y miseria, pavoneándose en libertad mientras convocan a la destitución de las autoridades electas.

Un párrafo final para el dilema que enfrentará en los próximos días la Corte Suprema cuando deba decidir sobre la libertad de Milagro Sala (que no es una presa política sino una política presa y puede interferir u alterar pruebas en la investigación de los múltiples delitos que se le imputan) que le reclaman los organismos internacionales de derechos humanos, y su sempiterno desprecio por la suerte de los dos mil presos militares y civiles, ancianos a los cuales se les niega la detención domiciliaria pese a su edad y a las enfermedades que padecen y, en muchos casos, soportan prisiones preventivas por décadas. Con la integración de los Dres. Rosatti y Rosenkrantz, ¿seguirá siendo tuerta?

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 18, 2017


 

De Zapatos a Chancletas

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 Escribe Enrique Guillermo Avogadro.

 

       “No me importaba aparecer como inteligente o limitado sino aprender la lección para dirigir mejor la acción de gobierno”.

Roberto Augusto Ulloa

 

Mauricio Macri comenzó su período con un par de zapatos tan bien lustrados que permitían reflejar,  bajo las faldas de Cristina, las negras intimidades del kirchnerismo. Fue una pena que ese panorama estuviera restringida sólo al Presidente y su círculo más íntimo, y que nadie (seguramente por consejo de Jaime Durán Barba) se tomara el trabajo de mostrárselo a la ciudadanía, que así se vio impedida de percibir la catastrófica magnitud de la herencia que la noble viuda había dejado.

Para cualquiera medianamente avisado, era natural y justificado que, a medida que el Gobierno caminara por los encharcados senderos económicos y políticos, el brillo se iría apagando, como sucede con todos los regímenes cuando termina la luna de miel que acompaña sus comienzos. Pero nadie pensaba que Macri se vería obligado a quitarse de apuro los zapatos y calzarse las chancletas para recular.

Tengo certeza de la buena fe y la honestidad del Gobierno y, cada vez que me desesperan algunos de sus actos, pienso qué sería de nuestro país si quienes hoy estuvieran sentados en la Casa Rosada fueran Daniel Scioli y Carlos Zannini, acompañados desde La Plata por nada menos que Anímal Fernández. Aún así, me resulta imposible entender por qué actúa como lo hace.

Mauricio sabe, desde que ganó la elección, que le tocaría gobernar sin mayoría en las cámaras legislativas, y también sabe que la consecuente obligación de negociar permanentemente es una de las piedras basales de la democracia. Tuvo enormes éxitos iniciales en la materia, ya que la oposición le permitió hacerse con las leyes necesarias para salir del cepo cambiario, solucionar el tema de losholdouts, contar con un presupuesto, etc.

Pero, por ejemplo, si –como luego quedó demostrado- no necesitaba pasar por encima del Congreso para que sus irreprochables candidatos a integrar la Corte Suprema de Justicia fueran confirmados, ¿para qué recurrir a un decreto de necesidad y urgencia que estuvo al borde de inhabilitarlos? O, si el feriado del 24 de marzo caerá en fin de semana los próximos tres años, ¿para qué “movilizarlo” si luego se retrocederá?

La solución que encontró el Ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, para poner punto final a la demorada cuestión del Correo Argentino, con su privatización durante el menemismo y la absurda rescisión de su concesión por el kirchnerismo, fue técnicamente correcta. Sin embargo, dado que el concesionario era una empresa perteneciente a la familia Macri, padre, hermanos e hijos del Presidente, la forma en que se llevó a cabo –ad referéndum de la Cámara Comercial- fue un monumental error político. Para enterrarlo, y puesto que estamos en un año electoral, no bastará con volver –algo irreal- a foja cero, como dijo Mauricio al asumir acertadamente la responsabilidad del Gobierno en el cuestionado trámite; la oposición, que siempre y en cualquier época es salvaje, se ocupará de ello.

La modificación de la fórmula de cálculo de los incrementos jubilatorios, un cambio ajustado a la ley vigente, fue otra equivocación mayúscula, en especial por la oportunidad en que fue comunicada, una semana en que se produjeron fuertes aumentos –también justificados- en peajes, medicina prepaga, etc., y anuncios de futuras subas en precios de combustibles. Nuevamente, Macri retrocedió, pero sólo cuando el enorme costo político ya había sido pagado.

La tercera mala señal fue todo el recorrido del acuerdo firmado por el gremio de los bancarios con la patronal, que el Gobierno pretendía no homologar porque supera la pauta máxima de incremento salarial que pretende para todas las paritarias, alineándolas con la inflación prevista; ante la amenaza de una huelga de tres días hábiles, debió también recular y aceptarlo. El próximo puente a cruzar serán las negociaciones con los sindicatos de maestros, que vuelven a disfrazar su recalcitrante kirchnerismo con la defensa de la educación, mientras perjudican dolosamente a los chicos más necesitados, a los que utiliza como rehenes.

Lo peor de esos sucesos es que lograron empañar un excepcional logro del Gobierno, que consiguió que muchos argentinos confiaran tanto en el modo en que conduce la economía como para invertir sus ahorros en bonos en pesos, a diez años y a una tasa del 13%, todo ello en un cuadro mundial sumamente cambiante y riesgoso.

Tengo la impresión de que Macri no quiere asumir, de una vez por todas, el rol que la sociedad le atribuye, y que le confió con sus votos en los mayores distritos electorales del país. Sigue buscando la imposible simpatía del populismo demagógico en todas sus formas, sea el PJ mutante de Diego Bossio y Julián Domínguez, el Frente Renovador (¿reciclador?) del trashumante Sergio Massa, el GEN de la inconsecuente Margarita Stolbizer o en la trasnochada izquierda nacional. Habrá que ver cuál será el costo que pagará por ello Cambiemos en octubre, cuando se expresarán los muchos que eligieron un cambio en 2015 y hoy miran con desilusión este errático rumbo.

No soy quien para dar consejos a la coalición gobernante ni, menos aún al PRO pero, desde mis setenta años muy vividos y con muchos adoquines pateados, me permito sugerir a Cambiemos volver a reunirse en un retiro “espiritual” (tal vez aprovechando el feriado carnavalesco), empaparse de calle y replantear su errática gestión, su medrosa actitud frente a la oposición y la forma en que se comunican las acciones de gobierno.

Macri dijo muchas veces que, al llegar al poder, terminaría con el “curro” (sic) de los derechos humanos pero, ya sentado en la Casa Rosada, tiembla ante las previsibles quejas de los delincuenciales organismos que, a caballo de los sueños compartidos y de las inexplicables indemnizaciones, sienten en riesgo su futuro: mamar irrefrenablemente de la teta estatal y continuar la más abyecta venganza contra aquéllos que impidieron que triunfaran en su guerra de terror y nos convirtieran en la Cuba castrista.

La pusilánime actitud del Gobierno ante la inaguantable existencia de presos políticos en la Argentina, cincuenta y uno de los cuales han muerto desde el 10 de diciembre de 2015, obliga a pensar que debiera recurrirse a un referéndum para preguntarle a la ciudadanía si está interesada en enterrar el pasado y extender un manto de piadoso perdón sobre todos aquéllos (incluyendo a César Milani, la más clara prueba de la falsedad kirchnerista, su justicia “tuerta” y su manipulación de los derechos humanos, que debieran amparar a todos los argentinos) que combatieron hace ya cuarenta años. Para nuestra vergüenza, en Uruguay la pregunta se formuló dos veces y, en ambas, la respuesta fue inequívocamente afirmativa.

Bs.As., 18 Feb 16

Enrique Guillermo Avogadro

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 18, 2017


 

REVUELCOS INTERESANTES

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 Escribe Enrique Guillermo Avogadro.

Revuelcos Interesantes

 

“La incomprensión del presente nace de la ignorancia del pasado”.

Rafael Bielsa

 

El domingo pasado, al leer la imprescindible columna de Jorge Fernández Díaz en “La Nación” (https://tinyurl.com/z4qcmmf), tomé conciencia del primero de los impresionantes cambios que se han producido en lo que va del año.

Hasta ahora, los ideólogos de izquierda del mundo subdesarrollado se hartaron de despotricar contra la globalización, a la que consideran terriblemente perjudicial para los países pobres. Sin embargo, hoy quien enarbola la bandera más importante de resistencia a ese movimiento –que, debo decir, me parece imparable- es nada menos que Donald Trump, que brega por cerrar la economía estadounidense con los mismos argumentos que utilizan quienes se encuentran en sus antípodas políticas.

Es interesante, entonces, pensar cómo puede darse un fenómeno socio-económico, relativamente nuevo, que resulte perjudicial para todos, sean privilegiados o sumergidos. Como, naturalmente, eso contiene una contradicción que lo convierte en imposible, resulta fundamental discernir a quién le asiste la razón.

Estados Unidos es, sin duda, el mayor país del mundo todavía, aunque China pretenda acercársele. Y es el mayor exportador de tecnología, dada su monumental inversión en investigación y desarrollo. Pero, para poder mantener al mundo entero como un mercado para sus productos, debe también aceptar que el resto de los países exporten a su mercado interno porque, en general, las economías son reacias a comprar a quien no les compra.

Por eso, creo que los próximos meses –hace pocas décadas, hubiéramos dicho años- traerán algunas respuestas a estos interrogantes, generados por algunos datos ciertos: un obrero estadounidense gana, en promedio, cuatro veces más que su homólogo mexicano, y ni hablar de los trabajadores del sudeste asiático, pese a que éstos también han mejorado. Si Trump insiste en concentrar toda la producción de las empresas norteamericanas en su propio territorio y en incentivar el “compre nacional”, resulta obvio que los salarios locales subirán aún más, y ese mayor costo se trasladará, necesariamente, a los precios; de la reacción de la sociedad ante ese incremento dependerá, en mucho, el futuro político del nuevo Presidente. Casi tanto como de sus feroces batallas contra la prensa (tan tradicionalmente libre allí que llegó a costarle su cargo al Presidente Richard Nixon) y contra la Justicia, que ha actuado siempre como garante de la división de poderes y como última defensa de los ciudadanos frente a los abusos del Poder Ejecutivo.

El segundo vuelco se refiere a la ola anticorrupción que, desatada por las investigaciones en las empresas Petrobras y Odebrecht, ya alcanza a varios países de Latinoamérica. El pedido de captura del ex Presidente peruano, Alejandro Toledo, las imputaciones al Gobernador del Estado de Rio de Janeiro y al Alcalde (Prefeito) de su capital, el bloqueo judicial a la designación de uno de los principales ministros de Michel Temer (Presidente de Brasil), las acusaciones contra Juan Manuel Santos  (Presidente de Colombia), las repercusiones en Panamá y en República Dominicana, donde hay varios políticos y funcionarios de primer nivel involucrados, están transformando al Lava Jato en un verdadero tsunami internacional que nadie sabe dónde terminará, ni cuál será su costo.

Otro vuelco, el primero propio, se refiere al reducido índice de inflación de enero, un mes tradicionalmente malo para esta medición, que sorprendió a todos los economistas. Anualizando los logros de los últimos siete meses en la materia, resulta claro que el Gobierno y el Banco Central han conseguido domeñar este flagelo, que tantos pobres produce; además, resultará un dato clave al momento de negociar las paritarias, salvo aquéllas que se celebrarán con los gremios de marcada dirigencia kirchnerista, en especial los maestros. Pero creo que, si los diferentes gobiernos provinciales se mantienen firmes, surgirá una importante disidencia dentro de los distintas agrupaciones que permitirán el comienzo de las clases en tiempo y forma, y lo mismo sucederá con el subterráneo capitalino y sus salvajes “metrodelegados”. Cada vez serán más quienes estén dispuestos a desobedecer directivas claramente desestabilizadoras.

El dato de la inflación, sumado al éxito del blanqueo y a la proximidad del ingreso de ingentes divisas provenientes de las exportaciones de granos, acompañado por la favorable opinión de los grandes operadores de los mercados de crédito internacionales (Morgan Stanley dijo, el viernes, que Argentina enderezará su economía y atraerá US$ 230 mil millones), permiten afirmar que el Gobierno está haciendo muy bien las cosas en ese terreno. Estoy seguro que el país volverá a crecer este año, aunque será muy difícil que ese crecimiento sea parejo para todas las áreas de actividad, en la medida en que muchas de ellas dependen de la marcha de nuestro principal socio comercial, Brasil, inmerso en una crisis económica y política de incierto futuro.

Y, finalmente, el marcado revuelco que significa la permanente presencia en los medios de difusión masiva, que hoy hasta editorializan sobre la cuestión de los presos políticos pese a haberla ignorado durante los últimos catorce años. Obviamente, ese cambio de actitud responde a un nuevo interés social, reflejado en el rating y en los cientos de cartas de lectores que publican los diarios de mayor circulación, que piden una solución inmediata de este grave condicionamiento de nuestra joven democracia.

 Todo ello resulta innegablemente positivo porque, a la entrevista que realizó Eduardo Feinmann a Victoria Villarruel esta semana, siguió un interesantísimo y constructivo debate -en Intratables- entre Silvia Ibarzábal (hija del Coronel secuestrado en el ataque a la guarnición de Azul, torturado y asesinado en 1974, durante la presidencia de Juan Domingo Perón), Luis Labraña (el ex montonero que inventó la mágica cifra de los 30.000 desaparecidos) y Eduardo Anguita (ex combatiente del ERP), que permitió iluminar este tema, tan manipulado.

Resulta inexplicable que, mientras rivales seculares como Alemania, Francia, Gran Bretaña, Polonia y Rusia, que combatieron en guerras terribles y sanguinarias, pudieron sólo siete años después de la Segunda Guerra Mundial (en la que murió el equivalente a toda nuestra población) sentar las bases para la actual Comunidad Europea, y Estados Unidos y Japón se convirtieron en fuertes aliados después de los bombardeos atómicos, nosotros sigamos inmersos en una contienda que ya debiéramos haber debido dejar atrás, cerrando las heridas que, sin duda, causaron esas décadas violentas.

Pero no podremos hacerlo hasta que cese la venganza, y todos podamos estudiar nuestra historia analizando crudamente los hechos tal como sucedieron, sin enmascararlos detrás de posturas ideológicas, y sin tergiversar lo que pasó en nombre de un sesgado relato que, a esta altura, huele irremediablemente a moho.

Bs.As., 11 Feb 17

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado

 

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 11, 2017


 

El miedo sí es zonzo

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 Escribe Enrique Guillermo Avogadro.

 

“Hay poderes de intimidación enormes frente al discurso políticamente

correcto que fabricó la izquierda para silenciar la verdad sobre ella misma”.

Abel Posse

 

El Boletín Oficial confirmó que el Presidente había reconsiderado su decisión de transformar en “móvil” el feriado del 24 de marzo y, enmascarándolo con otros dos días patrios, dado marcha atrás manteniendo su condición de “fijo”.

En este caso, como con los dichos de Juan José Gómez Centurión, Mauricio Macri, por miedo zonzo frente al discurso “políticamente correcto”, pagó un precio absurdo. Mientras produjeron un intenso desagrado en su propia base electoral por la debilidad que demuestran, ambos gestos fueron efecto de las protestas que surgieron exclusivamente de pseudo organismos de derechos humanos, a esta altura probadamente delictuales; están integrados por personas que nunca votarán por él y están comandados por quienes, todos los días, convocan literalmente al derrocamiento (Hebe de Bonafini) o a la ¿resistencia? (Estela Carlotto).

Como ya había ocurrido con Darío Lopérfido cuando se refirió al tema, ahora le tocó el turno al Administrador de Aduana que, en una entrevista en televisión, sentenció: “No es lo mismo 8.000 verdades que 22.000 mentiras”. Se refería al número que determinó la CONADEP –probado por la incapacidad de los Kirchner de llenar las 30.000 chapitas del Parque de la Memoria, pese a haber retrotraído la fecha hasta 1955 e incorporado a terroristas muertos en combate o intentando copar regimientos, suicidados o asesinados por sus propias organizaciones- y el otro, inventado para acceder al concepto de “genocidio” y a los ingentes fondos que suministraron distintas ONG’s europeas, tal como confesara Luis Labraña  ( ver http://tinyurl.com/ztbtwez ), Si tiene interés en el tema, le sugiero “El negocio de los derechos humanos”, de Luis Gasulla.

El Gobierno, ahora a través del Secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, rápidamente aclaró que Gómez Centurión se había expresado a título personal y que, de ningún modo, representa el pensamiento oficial. Según parece, ningún funcionario está en condiciones de disentir con el discurso único, instalado desde la izquierda y hoy inconmovible, al mejor estilo gramsciano.

La represión de las organizaciones armadas era innegablemente necesaria, pero la aniquilación de su accionar no puede justificar el montaje de un plan para ‘desaparecer’ a los terroristas; por ello, debe ser repudiado y condenado, aún con el verdadero número, por cualquiera que crea que existen medios legalespara llevar adelante ese tipo de luchas. En los últimos cuarenta años, y salvo las declaraciones del Gral. Jorge Rafael Videla a Ceferino Rato, publicadas por éste en “Disposición Final”, no he conseguido que nadie me explicara con claridad cuáles fueron las razones que llevaron a adoptar una política criminal de semejante irracionalidad.

Pero también resulta indispensable recordar que, cuando Héctor Cámpora asumió el poder el 25 de mayo de 1973, una ley votada de apuro por el Congreso abrió las cárceles en las que se encontraban detenidos los escasos condenados (menos del 30%) de quienes fueran juzgados por terrorismo por la Cámara Federal Penal; en abril de 1974, los liberados mataron en la calle a uno de los magistrados que la integraban (Jorge Vicente Quiroga), y otros debieron exiliarse para evadir la venganza. En la medida en que uno de los miembros de ese Tribunal, el Dr. Jaime Smart, sigue en la cárcel a los 81 años pese a que la Cámara de Casación le otorgara el beneficio de la prisión domiciliaria, me siento habilitado a volver sobre un tema que ha sido recurrente en estas reflexiones semanales.

Presidentes que se disfrazaron (“La izquierda te da fueros”, justificó Kirchner) para obtener apoyo, y que controlaban un Congreso genuflexo y rastrero, lograron la derogación de las leyes de “obediencia debida” y “punto final”, y procesos que se encontraban archivados se reabrieron y se amañaron para obtener condenas a los militares y civiles que lucharon para evitar que la Argentina se transformara en la Cuba de los Castro, pero dejaron impunes a los terroristas de la “juventud maravillosa”; el jefe del ERP, Mario Roberto Santucho, no hesitó al afirmar que, de triunfar, fusilarían a un millón de argentinos.

El título de esta nota, por ello, también abarca al irracional temor del Gobierno ante la necesidad de exigir a la Justicia sólo que aplique la ley vigente (la detención domiciliaria para los mayores de 70 años o la limitación de la prisión preventiva al máximo de dos años que garantizan los tratados internacionales) a los casi dos mil militares y civiles presos que hoy se pudren en las cárceles de todo el país.

Olvidados por una sociedad hipócrita (recordemos cuántos políticos de todos los pelajes –en especial, radicales- se convirtieron en ministros, gobernadores e intendentes entre 1976 y 1983) que no dudó en llamar a la puerta de los cuarteles cuando esas bandas terroristas –AAA, ERP y Montoneros- asolaban a la República, que vivía en democracia bajo el mando de la fórmula presidencial más votada de la historia, con sus bombas y sus asesinatos, con sus robos a bancos y asaltos a guarniciones militares, y que tantas víctimas civiles, nunca reconocidas por el Estado, produjeron. Felicito a Victoria Villarruel, Presidente de CELTyV y coautora -con Carlos Manfroni- de “Los otros muertos”, por sus participaciones en el programa Intratables de esta semana; ambas ediciones están disponibles en Youtube.

Para el control de legalidad de los fallos judiciales que hoy en este tema funcionan como instrumento de venganza de quienes perdieron la guerra en las calles, la sociedad dispone del Consejo de la Magistratura; por eso me permito sugerir a mis colegas, los abogados, presentarse ante él a título personal e individualmente, para denunciar a cada uno de los jueces que, en sus sentencias y resoluciones, se aparten de la estricta observancia de la ley, cualquiera sea la materia. Por lo demás, el Gobierno está en deuda con la sociedad por no haber enviado al Congreso un proyecto de ley para volver a la composición original de ese Consejo. En especial, hago mía una propuesta formulada esta semana, es decir, que los delegados de los bloques legislativos en el mismo sean juristas, y no diputados y senadores que deben faltar –demorando la tarea colectiva- cuando tienen sesión en las cámaras.

Si los magistrados se sienten estrictamente vigilados y controlados sólo tendrán dos opciones: renunciar para evitar ser removidos o ajustar su conducta a las normas vigentes; así como resulta repugnante el contrasentido del “periodista militante”, es más grave aún que existan tantos “jueces y fiscales militantes”, como los que nos legó el kirchnerismo a través de la farsa de “Justicia Legítima”.

Así lograremos recuperar un elemento esencial para la República: un Poder Judicial serio, independiente, confiable y rápido. Cuando contemos con él, no solamente los ciudadanos nos sentiremos -y estaremos- protegidos contra los abusos del Ejecutivo y del Legislativo, sino que los inversores podrán confiar en que los contratos serán respetados y que las normas que los rigen al momento de su firma no serán modificados con retroactividad, como tantas veces ha sucedido entre nosotros.

 

Bs.As., 30 Ene 17

Enrique Guillermo Avogadro
Abogado

 

 


PrisioneroEnArgentina.com


 

Y la nave va…

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avogadro-yy6 Por Enrique Guillermo Avogadro.

 

“El destino de nuestros nietos no cuenta nada cuando se lo compara

con el imperativo de que mañana aumenten los beneficios”.

Noam Chomsky

 

Ayer a mediodía, el mundo cambió por el impacto de un fenómeno cuyas consecuencias aún son una incógnita para muchos, pese a haber escuchado el discurso de asunción de Donald Trump, por la sorprendente integración de su gabinete. De todos modos, ya hay alguna certeza: el nuevo mandatario norteamericano ha generado en su sociedad una fractura que mucho se parece a la grieta que aquí construyeron los Kirchner; también son idénticos su populismo, su relación con la prensa y, sobre todo, su megalomanía.

Pero algo hay que reconocerle: logró expresar el resentimiento del interior profundo contra la globalización de la economía mundial. Y en eso resulta posible coincidir, a poco que pensemos en los rasgos que la han marcado en las últimas décadas: la monstruosa concentración de la riqueza en pocas manos (ocho hombres tienen tanto dinero como la mitad de la humanidad) y, sobre todo, el anonimato del capital. Que ese resentimiento se produzca cuando el país tiene la menor tasa de desempleo en años no fue óbice para que el magnate viera frustrada su carrera hacia la Casa Blanca.

El paquete accionario de control de la principal empresa del mundo en producción de bienes tangibles (General Electric) equivale sólo al 2,5% de su capital; el resto se encuentra atomizado en manos de carpinteros alemanes, agricultores italianos, ricos chinos, compañías japonesas, fondos de inversión, etc. Y esa situación se repite en la enorme mayoría de aquéllas que cotizan en las bolsas de valores de todo el mundo.

Los capitales se mueven por el mundo a la velocidad de las transacciones cibernéticas, sin importar en absoluto cuáles sean los efectos que esa migración produce en los países. Esa situación hace que los presidentes de las compañías –los famosos CEO’s- y sus ejecutivos sean meros gerentes, a los cuáles sólo se les exige cumplir una regla: generar beneficios; cuando no lo hacen, y aún con ingentes indemnizaciones, son despedidos sin piedad por las asambleas de accionistas.

A partir de esa máxima, dejó de tener relevancia alguna el lugar en que se encuentran las plantas fabriles, y éstas son trasladadas a países con costos laborales inferiores y con sistemas impositivos más beneficiosos para el capital. Si, para cumplir el objetivo, resulta indispensable sumir en la pobreza a las personas que trabajaban en las fábricas abandonadas, se lo considera “daños colaterales” y, por supuesto, perfectamente admisibles.

El ejemplo más paradigmático es la ciudad de Detroit, en Michigan, otrora capital mundial de la industria automovilística: hoy está abandonada y en ruinas, literalmente quebrada por las deudas, arrasada por el desempleo, la miseria, la violencia y la drogadicción. Y todo esto se produjo porque las grandes automotrices se radicaron en otras latitudes, se llamen Japón, China, Corea, etc., para vender en Estados Unidos.

Donald Trump ratificó ayer que hará lo que dijo en su campaña electoral: imponer el proteccionismo a la economía de su país, de la mano del “compre americano”; varias empresas, que tenían planes de inversión en México, se curaron en salud y, aún antes de su asunción, los suspendieron o, lisa y llanamente, los cancelaron por el temor que generó la imposición de gabelas de importación que las sacaría del mercado.

Esa vuelta a atrás en la apertura económica, que lo hizo reiterar que abandonará los grandes acuerdos de libre comercio –NAFTA, en especial, pero también las negociaciones del Transpacífico- implicará, necesariamente, un aumento en las tasas de interés mundiales, forzadas por unos Estados Unidos transformados en una verdadera aspiradora de fondos, y los países emergentes –como en el nuestro- verán encarecerse su endeudamiento y crecerán las dificultades para exportar productos industriales al mayor consumidor mundial.

El otro aspecto del monumental movimiento tectónico que se registró ayer son las relaciones internacionales de la mayor potencia militar del globo. Trump ha reconocido informalmente a Taiwan, y anunciado que limitará los intentos de China de extender su soberanía al mar que rodea su oriente cercano y su sudeste. Beijin, como era previsible, reaccionó oficiosamente planteando la posibilidad de un conflicto bélico que, de producirse –estudios de la Universidad de Harvard lo consideran probable- arrastrará al mundo todo y hasta podría poner en peligro su supervivencia.

El nuevo Presidente, por lo demás, ha reafirmado su simpatía con Vladimir Putin, a quien debe entenderse como la expresión de una sociedad de enorme raigambre zarista, como lo fueron desde 1917 todos los jerarcas soviéticos. La idolatría nacional por sus líderes resulta un elemento fundamental para comprender el por qué del respaldo a las actitudes más alocadas o criminales de éstos, y aún al perdón por los fracasos económicos que llevaron a la caída de la URSS. Cómo se darán las relaciones entre las tres potencias (EEUU, China y Rusia), a la luz de las diferentes alianzas que podrían forjarse entre ellas en pos de la hegemonía es la gran incógnita de los próximos años.

En cuanto a la región, sin duda el hecho más resonante de la semana fue la muerte de Teori Zavascki, integrante del Supremo Tribunal Federal de Brasil y encargado de la supervisión de las investigaciones del Lava Jato, el escándalo de corrupción que está manteniendo en vilo a los políticos y empresarios brasileños, que ha llevado a muchos de ellos a la cárcel y que tiene repercusiones en muchos países. En particular, el Juez muerto estaba dispuesto a convalidar los acuerdos de “delación premiada” de más de setenta ejecutivos de Odebrecht, incluido su Presidente, que significarán un nuevo huracán en nuestro castigado vecino.

Inmediatamente surgieron, aquí y allá, todas las sospechas sobre ese tan oportuno fallecimiento, amplificadas por el segundo aniversario del asesinato de nuestro Fiscal Alberto Nisman. Más allá del contenido de las cajas negras del avión siniestrado, las dudas se disiparán si el propio Supremo Tribunal designara a otro de sus miembros para asumir el rol de Zavascki y, en cambio, se incrementarán si se decidiera esperar a que el denunciado Presidente Michel Temer nombre, con el acuerdo del tan desprestigiado Congreso, a quien deba ocupar su lugar.

El equipo económico del Presidente Mauricio Macri pudo exhibir esta semana algunos logros significativos: la gigantesca oferta de fondos internacionales para su emisión de deuda, el reconocimiento de Davos a la gestión y las consiguientes expectativas de inversión, el cambio del disidente Carlos Melconian (que ratificó su alineamiento con el Gobierno) por el economista Javier González Fraga para impulsar el crédito hipotecario, y los incipientes acuerdos de incrementos salariales por productividad. No es poco, aunque el clima haya producido novedades desagradables para las cosechas. El anuncio de un gigantesco plan de obras públicas (180 mil millones de pesos) que se pondrá en marcha de inmediato traerá aparejado el crecimiento del empleo y una reducción en los costos de transporte, que tanto atentan contra nuestra economía.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Enero 21, 2017


 

FUEROS y SORPRESAS

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avogadro-draw Por Enrique Guillermo Avogadro.

 

“Parece que a nosotros la experiencia ajena no nos enseñó demasiado y seguimos aprendiendo de la propia. Es un camino más largo y doloroso pero en definitiva nos llevará a la madurez”. Julio Bárbaro En estos días se ha vuelto a plantear en el imaginario político (¡otra vez sopa!) la idea de que Cristina Elizabet Fernández se presentará en las elecciones legislativas de octubre próximo para obtener fueros que la protejan del avance de las causas judiciales en su contra; alrededor de esa cuestión, ya se realizan las más curiosas especulaciones, y no puedo menos que contarle las mías. Pero, ¿qué son, en realidad, los fueros parlamentarios? Antes de que la inconducta de sus integrantes degradase al extremo la imagen del Congreso, la Constitución los estableció en sus artículos 68, 69 y 70. Pese a la discusión suscitada acerca de la legitimidad de tal privilegio, estoy persuadido de de su importancia para que los legisladores puedan ejercer, en plenitud, la función para la cual han sido electos. En resumen, y para no aburrirlo, cualquier legislador puede ser interrogado, procesado, juzgado y condenado por la Justicia aún cuando su mandato se encuentre vigente, pero para que efectivamente vaya preso habrá que esperar a que sus pares así lo decidan o hasta que pierda electoralmente su banca. El hecho de que tantos actuales diputados y senadores se encuentren sometidos a proceso penal y continúen en sus cargos, ha transformado al Congreso en un aguantadero de delincuentes. ¿Se sumará Cristina a ellos? Podría optar por aspirar a una banca por la Provincia de Buenos Aires o por la de Santa Cruz. Si se presentara como candidata a senadora, debería recordar que se eligen sólo tres: dos por la mayoría o primera minoría y uno por la segunda. Si quisiera hacerlo en los pagos de María Eugenia Vidal, correría un serio riesgo, salvo que consiguiera que todo el peronismo se alineara tras su deteriorada imagen: que quienes accediesen a los cargos fueran de Cambiemos y del Frente Renovador (o viceversa) y ella se quedara viéndolo por televisión; y el mismo panorama, dada la rapacidad y el latrocinio de los gobiernos kirchneristas que ha soportado desde hace casi treinta años, incluyendo al actual de su cuñada Alicia, podría darse en su provincia por adopción hotelera. Obviamente distinto sería el caso si se resignara a postularse como diputada en cualquiera de esas jurisdicciones, encabezando la lista sábana con la cual los sátrapas de la política nos volverán a obligar a votar este año. Pero, claro, al ser elegida será una más entre doscientos cincuenta y siete, y todos recordamos el glorioso paso por la Cámara de su fallecido marido, cuando le dejó la Presidencia como herencia. ¿Se prestará esta señora, que se soñó emperatriz, a transformarse en simplemente una legisladora más, expuesta a la permanente crítica de su pasado reciente? Es indudable que Cristina actúa como un revulsivo intenso en la pretendida unidad del PJ, y sus a ex adláteres –Bossio, Randazo, Domínguez- les produce tanto miedo que cuando se acerca “se ponen al lado del botón”. Gran parte de quienes diariamente fugan en pos de otros horizontes que les ahorren el desierto, son cautivados por la Heidi del Pro (la política más prestigiosa de la Argentina), y su ex Jefe de Gabinete, Sergio Massa, aspira a quedarse con el resto. Resultó patéticamente reveladora en este sentido la queja de Diana Conti sobre la inmunidad de la imagen positiva de María Eugenia pese a su reciente divorcio. Una reciente encuesta dice que conserva un 30% de intención de voto en la Provincia de Buenos Aires, obviamente del segundo y tercer cordón del conurbano, ese que tanto se esmeró en sumir en la pobreza estructural y en la falta de educación, la receta clientelista que compartió con tantos líderes populistas de nuestra sufrida región. Los votantes de la Provincia representan el 37% del padrón nacional y, si bien el peso de los municipios que rodean a la Ciudad Autónoma es determinante, todo el interior –incluyendo los grandes conglomerados, como Mar del Plata y Bahía Blanca- la detesta hasta el odio, y sus pueblos se han visto beneficiados con el auge del campo, que come, se alimenta, se viste y se educa en ellos. Por eso, dudo que esa encuesta tenga razón y, en la medida en que creo que la economía mejorará sensiblemente antes de octubre, esa duda se convertirá en certeza. La segunda parte del título se refiere a las que llegaron desde Roma, Brasil, Venezuela y China. SS Francisco, después de tantos años de despotricar contra el capitalismo e incrementar su colección de fotos con tantos impresentables, esta semana abjuró del populismo, describiendo los graves daños que produce en las sociedades en general, al compás del fracaso de la diplomacia vaticana en el Caribe. Al menos en mi caso, la sorpresa fue mayúscula; no esperaba nada por el estilo de quien Loris Zanatta ha calificado como líder mundial de esa nefasta tendencia. Las revelaciones de algunos de los “arrepentidos” del Lava-Jato ante los fiscales del proceso, referidas a los giros que, dicen, efectuaron a cuentas de Gustavo Arribas, nuestro autóctono “Señor 5” -ejerce el comando de la Agencia Federal de Investigaciones- fue el otro episodio llamativo de la semana, revelado por el incansable Hugo Alconada Mon. Y se transformó en sorpresa cuando, pese a que los hechos tienen un innegable aroma de antigua corrupción y como tal fue denunciado por Lilita Carrió y Graciela Ocaña, Mauricio Macri realizó gestos de indudable respaldo; la conducta presidencial supone un llamativo giro respecto a aquélla que lo llevó a permitir que el Administrador Nacional de Aduanas, su también amigo Juan José Gómez Centurión, fuera desplazado de su cargo por sospechas similares mientras éstas existieron. El Presidente debería recordar que la mujer del César, amén de ser honesta, debe parecerlo. En contrapartida, y también desde Brasil, llegó una buena noticia para la Argentina. El tan cuestionado gobierno de Michel Temer consiguió domeñar la inflación (sin dudas, también por la recesión) y la economía volverá a crecer este año, después de caer fuertemente durante los últimos dos, al compás de la crisis política desatada por las investigaciones en curso. Recordemos que, amén de llevarse puestos a empresarios, ministros y legisladores de todos los colores, le costó el cargo a Dilma Rousseff. El incomparable Nicolás Maduro, desairando al Papa, no solamente logró que su Corte Suprema deslegitimara nada menos que a todo el Parlamento y desató una nueva oleada de detención de opositores, sino que sumó su voz a los estúpidos que reclaman la libertad de Milagro Salas; dado el enorme desprestigio del Presidente venezolano, que está literalmente matando a su pueblo, presumo que su adhesión debe haber sido visto como un flaco favor por la delincuente líder de Tupac Amaru. Para terminar, algo muy preocupante, a la luz de la asunción de la Presidencia norteamericana por Donald Trump, que se producirá este mismo viernes. China, amenazada por el magnate con fuertes retaliaciones comerciales y geopolíticas, dijo ayer que, si éstas se concretaran, el mundo debería prepararse para un conflicto militar de enormes proporciones. Si le sumamos a esa afirmación los cuatro trillones de dólares que Beijing mantiene en bonos de la deuda pública norteamericana, bien podría pensarse en una decisión que incluyera su liquidación a bajo precio, lo cual generaría una tormenta económica mundial de incalculables proporciones.

 

 Enrique Guillermo Avogadro

Abogado

 


PrisioneroEnArgentina.com

Ener 14, 2017


 

El año de los siete velos

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avogadro-yy6 Por Enrique Guillermo Avogadro.

 

“Que gane el quiero la guerra del puedo, que los que esperan no cuenten las horas, que los que matan se mueran de miedo”.

Joaquín Sabina

El Gobierno, me parece, está pecando de innecesaria humildad. Se niega a contarnos qué han significado, en especial para el interior del país, algunos de sus más importantes logros. Así, no habla de la grandiosa recuperación de la industria metalmecánica, del record en el área sembrada, de la sideral cosecha que se espera y del gigantesco ingreso de divisas genuinas que traerá aparejado, de la recuperación de los valores de tierras e inmuebles, de la sorprendente venta de tantas camionetas para el trabajo, de la prosperidad que se palpa en los pueblos y ciudades que dependen del campo, etc., y se concentra en las malas noticias que la economía produce todavía, ampliadas por las voces opositoras y por los caraduras del “círculo rojo” empresarial, que aún se niegan a invertir y apostar por el país, mientras continúan reclamando mayores protecciones aduaneras.

Estamos a dos semanas, casi los minutos finales, de un año que fue para los argentinos en general, incluyendo al Gobierno, muy complicado; al respecto, pongo a su disposición un trabajo del Dr. Juan Carlos Sánchez Arnau, titulado “La pobreza en Argentina 2016”, por su esencial contribución al análisis del tema. Y, hasta que llegue el pitido final de este primer tiempo, aún es posible que se complique todavía más por obra y gracia de algunos salvajes kirchneristas que, mientras son alimentados con dinero del Estado, siguen ilusionados con obligar a Mauricio Macri a renunciar y huir en un helicóptero. Destaco que el Partido Justicialista no comparte ese interés por desestabilizarlo, tal vez porque por el momento carece de alguien capaz de constituirse en su único líder o nuevo macho alfa.

Ahora bien, si los ministerios de Seguridad y las distintas policías, que cuentan además con un -aunque viejo- extenso informe que había preparado el Gral. Milani, ahora procesado por enriquecimiento ilícito, para Daniel Scioli cuando éste era candidato a Presidente, sigo sin entender por qué ya no están presos quienes instigan públicamente a saquear comercios en el Conurbano, puesto que esa conducta constituye en sí misma un delito, con prescindencia de que no encuentren un clima propicio para tales desbarajustes. A esta hora, ya deberían estar tras las rejas personajes como Fernando Esteche, Luis D’Elía, Hebe de Bonafini, algunos ex intendentes de las zonas conflictivas y, posiblemente, algunos en actividad.

También podría contribuir a generar situaciones incómodas el trámite en el Congreso de la modificación del mal llamado impuesto a las ganancias (debiera ser “a los ingresos”, como en el resto del mundo). Desde hace décadas, este tributo, el más justo y redistributivo de todos, se transformó en un dislate, pero el kirchnerismo lo convirtió, durante sus doce años en la Casa Rosada, en un verdadero calvario para los trabajadores registrados: al negarse a ajustar su base imponible -mínimo no imponible, otro error de nombre- al ritmo de la inflación galopante, prácticamente no dejó a nadie exento. Pero, si la CGT, tal como amenazan las ramas del transporte, decidiera realizar un improbable paro general para reclamar la sanción, seguramente no haría una contribución a la paz social.

El Gobierno logró en ese debate indudables pero fugaces triunfos: consiguió que Sergio Massa quedara pegado a los personajes más denostados de la anterior administración (Kiciloff, Recalde, etc.), el ex Ministro de Economía debió confesar que había cometido un sideral error en el cálculo del impacto fiscal del proyecto que tiene media sanción de Diputados y, al introducir la posibilidad de no vetar la ley si fuera sancionada así, obtuvo el apoyo de gran cantidad de gobernadores, todos peronistas, para evitarlo. En el balance final, dentro de la interna del PJ, el mayor beneficiado fue el Gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, cuya conducta se constituyó en la mayor muestra de racionalidad.

Pero ese éxito deberá ser rápidamente olvidado, ya que necesitará volver a negociar con el Frente Reciclador (¡genial definición de Fernando Iglesias!) para obtener las leyes que necesita; aunque triunfara en las elecciones legislativas del año próximo, Cambiemos no obtendrá la mayoría en ninguna de las cámaras del Congreso. De todas maneras, no olvidemos que la negociación es la base fundamental de la democracia.

Los velos que menciona el título de esta nota se refieren a los de la corrupción que, aquí y en varios otros países de la región, fueron cayendo desde que comenzó el año y expusieron ese rasgo esencial del populismo criminal. No fue una casualidad que nuestra emperatriz patagónica se reuniera esta semana, en San Pablo, con Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, ya que la cabeza del PT está ya en el ojo de la tormenta desatada por las investigaciones de la justicia brasileña sobre las coimas que, desde las empresas públicas y privadas, fueron pagadas a políticos de todos los partidos. Es claro que los tres están buscando armar, desde el llano, un escudo protector y venderlo a las izquierdas mundiales de escritorio para mantenerse fuera de la cárcel, disfrazados de víctimas del imperio, como hacen con Milagro Salas; cuentan, sin duda, con la colaboración de otros próceres de ese siniestro relato: Correa, en Ecuador; Morales, en Bolivia; Ortega, en Nicaragua; y el inefable Maduro, en Venezuela.

Que no se hayan sumado Bachelet (Chile), Castro (Cuba) ni Temer (Brasil) habla de los problemas que este trío padece. La primera afronta un clima sumamente adverso, derivado del negociado de su nuera y su hijo; el gerente caribeño, aún de duelo, pisa con cuidado los huevos del descongelamiento operado por Obama y las amenazas latentes surgidas con el triunfo de Trump; y el propio Presidente en ejercicio está inmerso en la peor crisis política que recuerde la historia verde-amarela, a la cual se suma la fuerte recesión que golpea a su economía, que repercute negativamente sobre el resto de los países. Ninguno, entonces, tiene tiempo, ni ganas de acompañar la aventura de los ladrones que ya están en el llano.

El próximo lunes 19 será para sacar balcones, puesto que se celebrará en la Sala I de la Cámara de Casación (Figueroa, Hornos y Borinsky) la audiencia para determinar si se abre, finalmente, la investigación sobre la denuncia del asesinado Fiscal Nisman contra Cristina Elizabet Fernández, Héctor Timerman y varios más (entre otros, nuevamente Esteche y D’Elía) por traición a la patria, encubrimiento al terrorismo y asociación ilícita. Se presentarán el Fiscal General De Luca, un conspicuo integrante de “Justicia Legítima”, que pretende cerrar el caso, y la DAIA, que exige la apertura.

Esta es la causa que más preocupa a la ex Presidente por su repercusión internacional; por eso, su principal escudero judicial, Carlos Zannini, desarrolla tantos esfuerzos -y desembolsa tanto dinero- para impedir que se investigue, después que la cerraran dos veces, sin siquiera escuchar las miles de horas de grabaciones interceptadas, el Juez Rafecas y la Sala I (Freiler y Ballesteros) de la Cámara Federal.

La que tiene en sus manos es mi última nota del año, ya que sólo volveré a escribir a partir del sábado 7 de enero. Entonces, sólo me cabe desearle, a usted y a los suyos, una feliz Navidad; o feliz Janucá, si es usted uno de mis muchos amigos judíos. Sigo siendo optimista, y tengo la certeza de que 2017 será el año de la recuperación de nuestro querido país, al que tanto hemos maltratado.

Bs.As., 17 Dic 16

Enrique Guillermo Avogadro

¡Qué números raros!

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avogadro-11 Por Enrique Guillermo Avogadro.

 

“A nuestros oponentes políticos les ofrezco un trato: Si ellos dejan de mentir sobre nosotros, yo dejaré de decir la verdad sobre ellos”.

Adlai Stevenson

 

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Si usted cree que debemos vivir en un estado de derecho y tal como hice la semana pasada, le ruego que copie este link (http://tinyurl.com/haftfpc), lo pegue en su navegador y, si está de acuerdo con la petición, la firme y difunda.

No voy a hablar hoy de las consecuencias de la victoria de Donald Trump el martes, una rareza, ya que lo votaron menos ciudadanos que a su contrincante. Las especulaciones sobre el futuro de los Estados Unidos y del mundo han poblado las pantallas y las páginas de todo el globo, y habrá tiempo para hacerlo cuando anuncie su gabinete. Tampoco hablaré aquí de otro número inexplicable: los US$ 65 millones que, en Estados Unidos, dejó a sus deudos Daniel Muñoz, secretario privado de don Néstor (q.e.p.d.).

La semana contuvo un hecho realmente importante que, en medio de la vorágine, pasó bastante desapercibido: la divulgación, por parte de la Secretaría de Derechos Humanos, de una estadística confeccionada durante la “gestión” de Cristina Elizabet Fernández, que estableció en 6348 el número de desaparecidos entre 1976 y 1983. Cuando se conoció el dato, Estela de Carloto bramó de indignación: “En vez de investigar cuántos son, lo importante es encontrarlos”; raro, porque no explicó cómo buscar a los demás si ni siquiera sabe quiénes serían.

La relevancia del número es enorme, toda vez que termina en forma definitiva con el invento de los “30.000”, que tuvo dos fines concretos: la instalación del concepto de genocidio para construir la venganza y, sobre todo, habilitar la recolección de fondos internacionales, organizada por los mismos terroristas para financiar campañas y lujos. Hasta ahora, no bastaba para desmentirlo ni siquiera la imposibilidad de completar los nombres en todas esas chapitas que Kirchner colocara en el Parque de la Memoria pese a que, para intentarlo, se incluyeron a los muertos desde 1955, a quienes cayeron al intentar asaltar instalaciones militares, a quienes se suicidaron ingiriendo cianuro y a los guerrilleros asesinados por sus propias organizaciones.

Es que, si se deja de hablar de genocidio -y la verdadera cifra revelada obliga a ello- se cae la teórica imprescriptibilidad en todos los amañados procesos que permitieron que, aún hoy, cuando ya ha pasado un año del desalojo del kirchnerismo del poder, casi dos mil ancianos continúen presos, privados de todos los derechos de los que gozamos, por imperio de la Constitución, el resto de los argentinos: irretroactividad de la ley penal, principio de inocencia, legalidad del proceso, jueces naturales, límite máximo de la prisión preventiva, 2×1 y prisión domiciliaria a los mayores de 70 años. Y todo eso mientras los corruptos de toda laya se ríen a carcajadas, se pasean en libertad y exhiben impúdicamente sus mal habidas fortunas.

El otro episodio fue la exacerbada polémica desatada por las declaraciones de Miguel Pichetto en favor de una política inmigratoria racional. El Senador fue imprudente, pero no por el contenido de sus dichos -con los cuales, adelanto, coincido- sino por haberlo hecho en un programa periodístico porque los tiempos de aire son limitados y no permiten dar acabada razón de los mismos. Esa imposibilidad de explicarse habilitó a que un sinnúmero de imbéciles y malintencionados se rasgaran rápidamente las vestiduras y lo acusaran de xenófobo y racista, pese a lo justificado de sus afirmaciones.

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La Argentina es el único país que conozco que carece de política inmigratoria, a punto tal que no exige nada a quienes arriban a su territorio: carencia de antecedentes penales, demostración de la capacidad de sustentarse o de vinculaciones que la reemplacen, o aptitudes laborales; además, al poco tiempo obtienen documentos nacionales de identidad. No funcionan así países como Bolivia, Venezuela, Cuba, China, Rusia, Irán, etc., cualquiera sea la orientación, o la falta de ella, del régimen que los gobierna.

Nuestra nación se formó con los inmensas oleadas inmigratorias de fines del siglo XIX y la primera mitad del XX, provenientes de tantas latitudes diferentes que, al fusionarse, nos dieron estas características tan originales de nuestra sociedad. Y debemos continuar con esta tradición, recogida por el preámbulo de la Constitución, de brazos abiertos; pero recordemos que en él se habla de los hombres de “buena voluntad” que quieran habitar nuestro suelo. Ese requisito es esencial y, en esa categoría, obviamente, no entran los delincuentes, los narcotraficantes, los terroristas ni, en general, aquéllos que no están dispuestos a trabajar y, sobre todo, a adaptarse e integrarse a la comunidad; como muestra de cuanto digo, basta recordar que los extranjeros representan el 20% de nuestra población carcelaria.

Pero, pese a que aún aparecemos como un foco de atracción para muchos latinoamericanos, debemos reconocer que, más allá de la potencial riqueza de nuestros recursos naturales, somos un país pobre; tanto que nada menos que un tercio de nosotros vive por debajo de la línea que permite hacerlo con dignidad, carece de agua corriente, de cloacas, de gas y electricidad, de educación y de establecimientos sanitarios aptos, cuando no está directamente desnutrido.

Entonces, y como la caridad empieza por casa, debemos destinar, prioritariamente, nuestros esfuerzos en materia presupuestaria a la atención de las necesidades de nuestros ciudadanos, sin por ello dejar de brindar ayuda humanitaria a extranjeros que lo necesiten. Resulta de todo punto de vista ilegítimo que quienes aquí residen -y pagan sus tributos al fisco, que sostiene el sistema público de salud- deban esperar, a veces por meses, para recibir atención en los hospitales, mientras los turnos son ocupados por “turistas” que, en la práctica, realizan curiosos “tours de salud” para operarse gratuitamente dentro de nuestras fronteras.

Estamos, en este momento, soportando una presión impositiva que es record mundial y, producto de la crisis heredada (e idiotamente no explicada en detalle), los recursos no alcanzan para tantas necesidades sociales; pensemos entonces, por ejemplo, que todos quienes llegan a un hospital hoy, reciben gratuitamente hasta las prótesis, sin pedirles absolutamente nada.

Entonces, ¿por qué ser tan generosos con habitantes de otros países que no asumen su responsabilidad frente a ellos, pero les cobran sus propias gabelas? Para solucionar este intríngulis y, a la vez, compartir el esfuerzo, nuestra Cancillería debería firmar acuerdos recíprocos con todas las naciones de la región, para que cada una, mediante el depósito previo de las sumas necesarias, se hiciera cargo del costo de los tratamientos y prácticas quirúrgicas de sus ciudadanos, cuando éstos fueran atendidos en otro país. Y lo mismo debería aplicarse a la educación superior, aquí también colapsada.

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Enrique Guillermo Avogadro

 

 


 

PrisioneroEnArgentina.com

Bs.As., 13 Nov 16

Artículos que merecen ser leídos nuevamente

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Escriben: Andrea Palomas Alarcón . Enrique Guillermo Avogadro . Marcelo Carlos Romero . Jorge Lobo Aragón .

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HAMBRE DE PODER (Carta abierta a Mauricio Macri)

andreaPor Andrea Palomas Alarcón.

Julio 2015

Estimado Mauricio:

Existe una película china llamada “Esposas y Concubinas” que creo que todo político debería ver.

Trata sobre las cuatro esposas de un señor rico de China, durante lo que se dio en llamar la “Era de los Señores de la Guerra”.

Sobre este relato, que surge de una novela de Su Tong, se han hecho muchas interpretaciones. Creo que las más acertadas giran en torno a las relaciones de poder entre individuos.

Las cuatro esposas (concubinas) pugnan por obtener poder dentro de un mundo de reglas impuestas por otros. La primera esposa es una anciana venerable que le ha dado el primogénito y heredero al Señor de la casa Zhen. La tercera, artista, cantante de Opera, era la favorita hasta que llegó la cuarta, más joven y universitaria. Dejé la segunda para el final a propósito. La segunda esposa es un extraño ser que no tiene ninguna cualidad: no es de las más jóvenes, ya no es bonita, no es tan inteligente como la cuarta esposa ni ha ido a la universidad, no es divertida como la tercera esposa ni tiene talento alguno. No canta, no le ha dado un heredero al Señor Zhen, ni siquiera tiene suerte, porque su pequeña niña nació poco después del varón de la tercera esposa, a pesar de que tomó medicinas para acelerar el parto.

Pero la segunda esposa tiene una cualidad (o defecto) que no tiene ninguna de las otras, tiene “hambre de poder”.

Las cuatro esposas se ven obligadas a competir entre ellas y a utilizar todas sus armas para atraer la atención del señor Zhen y de esa forma manejar la casa.

Pese a ser la más desfavorecida por la naturaleza, la segunda esposa termina prevaleciendo y destruyendo a todas las demás.

Sé que es maquiavélico, que es injusto, que es políticamente incorrecto pero es la verdad: sólo los políticos que tienen “hambre de poder” tienen éxito, para bien o para desgracia de sus gobernados.

Esta hambre es la que ha conducido a grandes victorias y a genocidios atroces. Esta hambre es el hilo conductor de Atila el Huno, Alejandro Magno, Cleopatra, Julio César, Napoleón, Catalina la Grande, Hitler, Stalin, Fidel Castro, Mao Tse Tung. En nuestro país, Perón, Menem, Kirchner, Cristina Fernández, entre otros.

Personas irreprochables como Arturo Frondizi, o menos irreprochables como el Che Guevara, no lo tuvieron. No es una cuestión de moral o de seres angelicales contra demonios, es un defecto, un faltante, una carencia que sólo se llena con poder. Lo que después se hace con el poder es otro asunto.

Algunos lo emparientan con la psicopatía o el narcisismo. En mi opinión, esto no es una enfermedad sino una reacción a algún trauma de la niñez: falta de atención de los padres, pobreza extrema, defectos físicos, etc. Cualquier cosa que un niño sufra y que le haga desear una revancha de la vida. Pero sólo es una opinión, no me interesa analizar de dónde viene sino cómo sirve.

La segunda esposa no tenía nada a su favor pero tenía esas ansias por las que puso al poder por encima de cualquier otra cosa. Puso en peligro la vida de su hijo tomando medicinas para que naciera primero; aguardaba pacientemente en su casa la vuelta del señor Zhen mientras las otras esposas mataban el aburrimiento jugando a las cartas; reprimía sus sentimientos mostrando un “rostro de Buda” pero escondiendo “un corazón de escorpión” que le permitió dar varios golpes exitosos. Todo esto conlleva un esfuerzo inmenso, sacrificar la felicidad, el amor, la alegría, TODO por conseguir poder. Finalmente ganó.

No estoy haciendo una apología de estas personas ni de sus métodos, sólo te digo que estas personas son las que ganan.

No te veo con “hambre de poder”, Mauricio. Tal vez eso te convierta en un buen tipo, en una mejor persona, pero eso no te sirve para ganar y necesitamos que ganes: sos el que más cerca está de poder vencer al kirchnerismo.

Sé lo que es venir de un hogar en donde tuviste todo, haber sido criado con afecto, con seguridad, tener amigos, ser querido por tu familia. Eso te hace crecer pensando que el mundo es bonito y te vuelve algo ingenuo.

La ingenuidad en política es un crimen. Es criminal porque muchos tienen esperanzas en que vos cambies el país. Yo no las tengo, ni siquiera tengo esperanzas en que ganes pero sí en que hagas un buen papel en las elecciones y sirvas de contrapoder. Defraudar a los que cifran sus esperanzas en vos es como matarlos.

Te doy un solo ejemplo de tu ingenuidad. El voto electrónico. ¿Cómo se te ocurre que en este país de corruptos el voto electrónico es una buena idea? No hacen falta grandes hackers al estilo de las nuevas novelas de misterio, no hace falta una Penélope García. A riesgo de avivar giles, te explico: sólo con que un puntero político, con menos cerebro que un potus, le diga a un pobre tipo “cuchá coso… andá y me sacás una foto con el celular a la boleta una vez que la imprimiste… ¿cuchaste? Y me traés la foto o tu mujer no cobra más el plan”. Ya está, se hizo fraude y todas tus obras, tus metrobuses, tus bicisendas no sirven para nada.

No es muy inteligente cambiar de caballo en mitad del río, ni al principio, ni al final. Si siempre ganaste con boleta papel, ¿para qué cambiaste? A menos que vos nos des una sorpresa a todos y seas el que hace fraude, lo que dudo, me parece que pecás de ingenuo.

No hay mucho tiempo para convertirte en un maestro de la política. Algunos tips que nunca fallan: de los kirchneristas pensá siempre mal, súmale el 20% y acertarás. Para estas cosas es irremplazable un tano incomprendido y vilipendiado pero leído con minuciosidad por los que tienen ese déficit moral que los empuja a pisar cabezas y cortarlas, las de los enemigos y las de los amigos: Maquiavelo decía en El Príncipe: “Puede decirse, hablando generalmente, que los hombres son ingratos, volubles, disimulados, que huyen de los peligros y son ansiosos de ganancias. Mientras les hacés bien y no necesitás de ellos, como lo he dicho, te son adictos, te ofrecen su caudal, vida e hijos, pero se rebelan cuando llega esta necesidad. El príncipe que se ha fundado enteramente sobre la palabra de ellos se halla destituido, entonces, de los demás apoyos preparatorios, y decae; porque las amistades que se adquieren, no con la nobleza y grandeza de alma, sino con el dinero, no pueden servir de provecho ninguno en los tiempos peligrosos, por más bien merecidas que ellas estén; los hombres temen menos el ofender al que se hace amar que al que se hace temer, porque el amor no se retiene por el solo vínculo de la gratitud, que en atención a la perversidad humana, toda ocasión de interés personal llega a romper; en vez que el temor del príncipe se mantiene siempre con el del castigo, que no abandona nunca a los hombres”.

Chau Mauricio, termino esta carta recomendándote que te cuides (y nos cuides) de las medidas de fuerza de último momento o los choques de subte o que no te vuelvan a tirar abajo un edificio como pasó en la calle Bartolomé Mitre, del que sólo zafaste por una arquitecta con la cabeza bien puesta. Esas “travesuras”, dos días antes de las elecciones, pueden ser una catástrofe.

 

BASTA DE VIOLENCIA

lobo-aragon-2Por Jorge B. Lobo Aragón.
Setiembre 2015
VIOLENCIA
Se mata por matar; se ataca por dañar. Feliz es el que es asaltado sin agresión.
Es necesario que los poderes que conforman el Estado propicien en conjunto el necesario análisis de la permanente violencia que se pone de manifiesto en hechos cotidianos, que tienen entre sus principales origen la situación socio- económica de muchos desocupados cuyas fuerzas morales están debilitadas o directamente no existen. La violencia actual por otra parte supera el promedio de irracionalidad que caracterizaron estos hechos en épocas pasadas. Anteriormente se perpetraba en casos psicopáticos puntuales o por reacción violenta del afectado. El robo como ejemplo, consistía simplemente en apoderarse de lo ajeno sin más trámite. Hoy estas acciones están vinculadas estrechamente a la agresión violenta sin motivo aparente y la mayoría de las veces totalmente injustificadas, luego de consumado el hecho. Se mata por matar; se ataca por dañar. Feliz es el que es asaltado sin agresión. Por otra parte los delincuentes son cada vez más jóvenes. En la mayoría de los casos las drogas y el alcohol sirven de incentivo para cometer el delito. A nivel popular se ha tomado conciencia de no ofrecer resistencia al ladrón; no protestar; entregar todas las pertenencias; no mirarlo fijamente; tomando las prevenciones y cuidados que forma parte de la “nueva cultura” en cuanto al trato que hay que dispensar al delincuente. Sin embargo a pesar de ello los hechos que se suceden son cada vez más cruentos, feroces y sanguinarios.
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LA GRIETA DE

LA JUSTICIA

romero-drawPor el Fiscal Marcelo Carlos Romero.
Octubre-Noviembre 2015

Lo han logrado. Ellos lo hicieron.El Gobierno que se va consiguió algo inédito: agrietar -también-al Poder Judicial. Uno de los tres Poderes del Estado quedó -literalmente- partido al medio. Por un lado, una “agencia militante”, temblorosa, obediente y pusilánime. Temerosa hasta los límites del ridículo del poder político, de la prensa y de algunos integrantes de organismos de Derechos Humanos. Eso si, se autotitula como “legítima”. En el Fuero Penal, esta facción se caracteriza por la obediencia ciega y absoluta a los postulados del abolicionismo penal, a la adoración enfermiza hacia sus gurúes y a la satanización de toda persona que lleve uniforme… aunque ésta haya nacido en 1990.

Por el otro lado, quedamos los restantes. Los “ilegítimos”… Estupefactos algunos frente a este abismo creado. Combativos otros ante el accionar de la espada divisoria.

De todas maneras, tardamos demasiado tiempo en reaccionar. Tuvimos que esperar que un Fiscal de la Nación haya muerto violentamente -en circunstancias aún no esclarecidas- para manifestarnos orgánica, masiva y públicamente en su honor y en defensa de su trabajo. Toleramos hasta límites insoportables que cualquier abogado se transforme en “juez subrogante”, sin cumplir con las mandas constitucionales y sin respetar las mayorías establecidas en el Consejo de la Magistratura para su designación.

Poco o nada dijimos respecto de la inaudita inversión del paradigma del Derecho Penal, donde la víctima resulta ser el victimario y el victimario la víctima de un sistema capitalista (o “neo-liberal”) que le quitó oportunidades y lo “empujó” hacia el delito… O mejor dicho, hacia el “conflicto”… Ya que esa es la terminología adecuada en estos tiempos agrietados.

“El delito es una creación político-capitalista que le quitó a los particulares la posibilidad de dirimir pacíficamente el conflicto, para que el Estado pueda mantener el negocio de la inseguridad, llenando las cárceles -o jaulas de exterminio- de pobres y oprimidos…”

Frente a éste y otros disparates, los integrantes de la “Justicia ilegítima”, nos quedamos callados durante muchos años. Vimos como se colonizaban las cátedras de Derecho Penal y de Derecho Procesal Penal de nuestras Universidades, sin decir una palabra. Vimos como esos estudiantes de Abogacía se convertían en graduados y accedían a la magistratura, con su catecismo laico-abolicionista bajo el brazo, y miramos para el costado. Toleramos que jueces superiores, jueces de instancia, fiscales, defensores y asesores se confiesen “magistrados militantes”  del nuevo relato, del proyecto…

Fuimos excesivamente tolerantes con el sable que nos agrietó. Reaccionamos demasiado tarde.

Les resultó fácil a los arquitectos de la grieta llevar a cabo su cometido. Tan solo unos breves y antiguos artilugios:  Amenazar con el juicio político a los magistrados “ilegítimos”; algunos de estos aprietes fueron cumplidos, como el caso del Fiscal José María Campagnoli. Etiquetar de “facho” a quien osara desafiar al discurso oficial. Congelar definitivamente la carrera judicial del “díscolo”, como el caso del Dr. Ignacio Rodriguez Varela, etc.

Ante estos y otros atropellos, también nos quedamos callados.

Hubo honrosas excepciones, si. Pero no fueron suficientes.

La grieta judicial no se cerrará con la llegada de un nuevo gobierno. Será un trabajo mucho más largo que un simple recambio institucional. Es nuestra obligación cerrarla. Así lo reclama la ciudadanía… Única destinataria de nuestros aciertos y desatinos.

 

ASESINOS TOGADOS

avogadro-drawPor Enrique Guillermo Avogadro.

Noviembre 2015

Tal como ha sucedido otras veces, la vertiginosa realidad se llevó el tema al cual, hasta ayer, pensaba dedicar esta columna: la conexión entre las detenciones de los familiares de Maduro, con pasaportes diplomáticos venezolanos, y las extrañas vinculaciones de la familia Kirchner con Hugo Chávez y su sucesor; deberá que esperar otra oportunidad.

En el cierto crepúsculo de la década más infame que recuerde nuestra historia moderna, encabezada por un matrimonio que hace caso omiso de los derechos humanos actuales y finge abrazar los de los viejos terroristas para lograr la impunidad para los enormes delitos de corrupción que han cometido, algunos jueces siguen recitando su canallesca e inmunda venganza, olvidando la esencial función que la sociedad les ha encomendado.

En este caso, me refiero a quienes integran el Tribunal Oral Federal de La Plata, presidido por el asesino Carlos Rozanski, acompañado por Pablo Vega y Pablo Jantus, el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, compuesto por Néstor Parra, Mario Portela y Roberto Falcone, y el Juzgado Federal de Tucumán, a cargo de Daniel Béjas. Pero todo se andará y estos son nombres para recordar.

El jueves, los magistrados de Mar del Plata revocaron la prisión domiciliaria otorgada a varios militares y ordenaron su traslado al penal de Marcos Paz. El caso paradigmático fue el del Cnel. Carlos Saini, a quien la comisión policial encargada de cumplir esa orden lo encontró mientras celebraba, en familia, su 88° cumpleaños. Coordinadamente y entre otros, fueron también encarcelados el Cnel. Oscar Bardelli, de 74 años, y el Cap. Navío Carlos Robbio, héroe de Malvinas. El viernes por la noche, Rozanski ordenó idéntico proceder contra el Almte. Antonio Vañek, de 92 años, que la gozaba hace 17 años, y que está afectado por una innumerable serie de inconvenientes de salud, al cual ya le fue implantado un marcapasos permanente. Descompensaciones sufridas por algunos de los condenados impusieron su internación en hospitales públicos, ya que también se les ha prohibido la atención en los nosocomios de las respectivas fuerzas armadas.

No voy aquí a referirme a las parodias de juicios en los cuales estos señores fueron sometidos, ni a las violaciones a todos los principios legales, jurídicos y procesales cometidas para llevarlos a cabo. Pero sí a la notoria y aberrante discriminación que sufren, en prisión, aquellos a quienes el Estado legal y democrático encomendó la represión del terrorismo en 1975 y, sobre todo, impedir que éste lograra la independencia de Tucumán, como pretendían los guerrilleros del ERP para recibir reconocimiento internacional.

Lo más notable es que estas nuevas canalladas de los asesinos togados (ya han muerto en la cárcel 328 de estos presos por falta de atención médica adecuada) es que se produjeron en la misma semana en la que un Tribunal Federal del Chaco concedió la prisión domiciliaria, alegando problemas de salud, al mayor traficante de cocaína detenido hasta la fecha.

En cambio, a los militares y civiles presos, muchísimos de ellos sin condena firme, se les niega ese beneficio, que la ley otorga a los mayores de 70 años, siempre y cuando éste no pueda interferir en la investigación de los hechos ni encarne un riesgo de fuga; ¿qué podrían hacer ahora respecto a sucesos ocurridos hace cuarenta años o cómo podrían escaparse ancianos que ya están, prácticamente, inválidos? Tampoco se les aplica el cómputo de 2 x 1 (cada día de detención antes de la sentencia vale por dos de la pena) ni se les permite, por ejemplo, estudiar en las delegaciones universitarias que funcionan en las unidades penales.

Aún quienes se encuentran en las antípodas de mi pensamiento y creen que se trata de genocidas, deberían hacer suya la máxima que establece que no se combate a los caníbales comiéndoselos.

Pero como dice la frase del epígrafe, a la que se atribuye una antigüedad de más de mil años, la gloria del mundo es transitoria, y la espada de la verdadera Justicia caerá, más temprano que tarde, sobre estos homicidas togados y prevaricadores, que actúan con alevosía y premeditación para cometer sus crímenes de lesa humanidad, tal como describe el Pacto de Roma, del cual nuestro país es suscriptor desde 2004. El mismo Rozanski ya se encuentra penalmente imputado por el asesinato del detenido Dr. Aldo Chiacchietta, a quien le impidió asistirse adecuadamente del cáncer que padecía.

El Poder Judicial, cuya cabeza -con excepción del Dr. Carlos Fayt- fue cómplice de tantas bárbaras aberraciones durante estos años, debe aplicar la Ley correcta e inmediatamente a todos los ciudadanos por igual; así podrá desempeñar el verdadero rol que la Constitución le impone al respecto, revisando uno por uno los juicios y dejar de actuar como un instrumento de venganza, no sólo de aquéllos que fueron vencidos en la guerra, sino de toda una sociedad hipócrita y cínica, que prefiere mirar para otro lado y no asumir la responsabilidad de haber llamado a la puerta de los cuarteles para evitar que la locura marxista, traducida por los “jóvenes idealistas” en atentados, bombazos y asesinatos indiscriminados, se impusiera.

¿Nadie es capaz en la Argentina de preguntarse qué hubiera sucedido si Firmenich y Santucho hubieran logrado su demencial objetivo y, como aseguró el primero que harían, hubieran matado a un millón de personas? Europa entera, después de los atentados del viernes en Paris, se mira en el mismo espejo.

Hoy asistiremos al debate de los candidatos presidenciales que, el domingo próximo, se enfrentarán en el segundo turno electoral. No creo que este tema esté en la agenda que ambos han acordado, pero el comportamiento de la Justicia, observado con preocupación desde hace varios años por la Asociación Internacional de Jueces -remitió una carta expresándolo así a la Presidente-, será la verdadera y excluyente base sobre la cual se podrán apoyar los cimientos de la reconstrucción nacional.

Con una Justicia independiente, rápida, eficiente y capaz, todo será posible; sin ella, nada lo será.

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