Algoth Niska fue un legendario futbolista, marinero, hombre de negocios, contrabandista de alcohol y humanitario. Nació en Vyborg en 1888 y era el hijo menor. Cuando su padre murió en 1903, la familia se mudó a Helsinki, donde se interesó por el fútbol. Fue miembro de la selección finlandesa de fútbol que jugó en los Juegos Olímpicos de Verano de 1912 en Estocolmo, perdiendo 4-0 contra Inglaterra en la semifinal.
Niska se unió a su primer barco en 1908. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, fue a la escuela de navegación y se graduó al año siguiente, aunque nunca obtuvo sus papeles. Se casó dos veces y se divorció de ambas mujeres. Tuvo dos hijos. El conocido músico finlandés Ilkka “Danny” Lipsanen es su nieto.
En 1919, cuando entró en vigor la prohibición finlandesa, adquirió una gran cantidad de licor, ahora ilegal. La alta sociedad de Helsinki pronto descubrió a quién podía pedirle refrescos. Cuando el suministro empezó a escasear, compró un barco y empezó a contrabandear licor desde barcos estonios y alemanes que esperaban fuera de las aguas territoriales finlandesas. Más tarde también contrabandeó licor desde Suecia, donde era legal pero estaba estrictamente controlado.
A lo largo de los años utilizó diversos trucos para esquivar los barcos de la policía (y a veces las balas de sus ametralladoras) durante sus viajes entre Turku, Helsinki, Tallin y Estocolmo y en el archipiélago de Åland. Nunca devolvió el fuego. En una ocasión descargó su cargamento justo en el corazón de Helsinki mientras la gente estaba distraída durante la visita de Gustavo V de Suecia. Al final, Niska fue buscado tanto en Suecia como en Finlandia. Fue condenado a breves períodos en ambos países. En prisión se convirtió en un prisionero modelo y fue liberado antes de tiempo por buena conducta.
Llegó la Segunda Guerra Mundial. Niska, ya mayor y a punto de jubilarse, era consciente de que ahora había una necesidad acuciante de otro tipo de contrabando.
Niska era un artista hábil y aplicó sus habilidades a la falsificación de documentos. Empezó a contrabandear refugiados judíos desde los países bálticos y Alemania hacia la relativa seguridad de Finlandia. Robó pasaportes en blanco de los funcionarios finlandeses y los falsificó para satisfacer a sus clientes. Luego utilizó su viejo barco de contrabando, que podía alcanzar los 30 nudos, para contrabandearlos a Finlandia. Normalmente, el último tramo era de Riga o Tallin a Helsinki.
Niska, se cree, salvó al menos a 151 personas. Normalmente cobraba sólo el precio del combustible y cualquier necesidad de sobornar a los funcionarios. Cuando su red fue descubierta, huyó a Estonia y descubrió que la Unión Soviética había ocupado el país. Según su propia historia, huyó de vuelta a Finlandia en un bote de remos.
Falsificar documentos es ilegal. Entrar en las aguas territoriales de un país extranjero es ilegal. Salir de un país sin informar a los funcionarios es ilegal. Traficar con personas es ilegal. Pero salvó vidas humanas de una muerte segura y cruel. En 1953 le diagnosticaron un tumor cerebral, perdió el habla y la capacidad de movimiento. Murió el 28 de mayo de 1954.
El presidente Trump se parece cada vez más al señor Putin, incluso como si ésta sucia guerra la hubiera iniciado Zelenski, como si la invasión rusa no fuera una continuidad de la invasión ya sufrida hace 10 años, en 2014, cuando Rusia se apoderó por la fuerza de Crimea, violando acuerdos internacionales, tal como lo hace ahora… ¿Por qué el señor Trump no le pregunta a países como Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, o Polonia, que piensan de estas “actitudes” del señor Putin, de sus declaraciones chauvinistas rememorando la Rusia anterior a 1989, época heredada de la Rusia comunista o de la llamada entonces “Unión Soviética”, (incluso mucho más atrás aún en la historia imperial)? ¿O creerá Trump que Putin es un inocente pacifista?
Insisto: que el señor Trump hable con todos los países de Europa del Este que estuvieron bajo el dominio ruso, y después que opine. Pero que hable con todos, incluso con los que tienen la relativa suerte de no tener una frontera común con Rusia, pero que aun así viven bajo la amenaza de una nada improbable y futura invasión. Seguramente en los EEUU deben vivir muchos descendientes directos de personas que saben lo que fue vivir bajo el dominio ruso, no muy diferente de los exiliados cubanos, que también probaron algo similar bajo la dictadura comunista de los Castro, sin olvidar desde luego la famosa crisis en los años sesenta cuando Rusia intentó instalar misiles en la isla, apuntando al corazón de los EEUU, y a muy pocos kilómetros de la península de La Florida… ¿No lo recuerda el presidente Trump? Porque en esa ocasión el mundo también estuvo al borde de una Tercera Guerra Mundial, PERO el presidente de los EEUU, de ese entonces, se mantuvo firme, y Rusia tuvo que retirar el armamento… Hoy lamentablemente la actitud del señor Trump no es muy diferente a la del señor Putin, por eso tiene problemas con Canadá, Panamá, y Groenlandia.
No creo que Europa abandone a Ucrania, a pesar de las continuas amenazas rusas de un ataque nuclear, porque hoy es Ucrania, pero mañana puede ser cualquiera de los países mencionados del Este europeo, y más al oeste también… Cualquiera que consulte un buen libro de historia, verá que la Rusia actual es el resultado de una invariable política expansionista desde los orígenes medievales del Gran Ducado de Moscú, hasta la fecha, llegando a ser el imperio territorial más grande del mundo que se extiende desde el Este europeo hasta el extremo Este de Siberia a pocos kilómetros de Alaska, hoy posesión norteamericana, que Putin seguramente soñaría con poder recobrar… Pero su sueño es mucho más posible de realizar si tomamos nota de la actual guerra de conquista contra Ucrania, porque de eso se trata, “guerra de conquista”, (o de re-conquista), reiniciada 10 años después del apoderamiento de Crimea el año 2014… Posiblemente creerán que aquí terminan las ambiciones rusas, para nada, pues quienes temen con toda razón son todos los países del Este europeo que estuvieron hasta 1989 bajo el dominio ruso… Se verá.
“Aún subsiste una suerte de prestigio político que puede ser llevado con patética dignidad”.
Eric Ambler
Cerré mi nota anterior con esta frase: “ruego para que Milei deje de cometer errores no forzados ya que, aunque no lo queramos ver, seguimos al borde del abismo y ésta es la última vez en que podremos evitar caer por él”; minutos después, el Presidente tropezó con una piedra aún más grande. Fue malo, en especial, porque se dio en un momento ideal para la gestión libertaria. No tengo duda que no ha cometido delito y, tampoco, acerca de su honestidad personal, algo que no me atrevo a afirmar respecto de su entorno más cercano porque recuerdo el “swift-gate”, que costó el cargo a Emir Yoma, cuñado de Carlos Menem, cuando la Embajada de Estados Unidos denunció pedidos de coimas; tal vez sea hora de soltar lastre.
Atribuyo el sonado episodio a su imprudencia y, sobre todo, a su fatales arrogancia y soberbia; hubiera debido pedir públicas disculpas por lo sucedido, pues el daño ocasionado, aquí y afuera, ha sido grande en la medida en que devaluó (¡qué palabra peligrosa!) la palabra presidencial. Pero no debemos olvidar que quienes fracasaron en activar un juicio político para eventualmente destituirlo, son los mismos ladrones que saquearon sin tasa al país, comandados por Cristina Fernández, condenada ya en dos instancias por corrupción y con varias causas penales en trámite, entre otras por la firma del pacto con Irán, que ahora se acelerará con la nueva ley de juicio en ausencia. Como dijo Fernando Iglesias: “Medimos con la vara de Suiza a los gobiernos no peronistas y con la vara de Uganda al peronismo”. Pero tengo la seguridad de que el episodio no incidirá en modo alguno en las elecciones de octubre, si la economía se percibe mejor para entonces.
Javier Milei y Jonatan Viale
El escándalo tuvo un efecto positivo: los oscuros acuerdos en el H° Aguantadero saltaron por el aire y el oficialismo tuvo que desistir de su intento de aprobar el pliego del tan impresentable Ariel Lijo para la Corte. Ahora y hasta el 28, se abrió una ventana que permitiría a Milei cubrir, por decreto, las vacantes producidas en el alto Tribunal; veremos qué decide hacer el Ejecutivo, es decir, si nombrará por decreto a Manuel García-Mansilla o a otro u otra, si es que alguno de los candidatos en danza acepta ocupar el cargo sólo hasta el 30 de noviembre, antes de verse obligado a recorrer el camino previsto en la Constitución.
Bajo el radar de las mayorías, estamos atravesando un inédito y fortísimo temporal, de una enorme gravedad institucional, ya que las cámaras de apelación nacionales (ordinarias, no federales, con asiento en Buenos Aires) insólitamente han rechazado un fallo de la Corte que, de acuerdo con la reforma constitucional de 1994, dispuso que las sentencias que aquéllas dictaran debían ser revisadas por el Superior Tribunal de la Ciudad Autónoma. Aunque resulte un tema ajeno al ciudadano común, una vez más el Poder Judicial profundiza la destrucción de la seguridad jurídica, tan exigida por cualquier inversor para jugar sus fichas en el paño argentino.
Peor, por supuesto, es lo que estamos viendo en el campo geopolítico. En sólo un mes, Donald Trump dinamitó el mundo tal como lo conocíamos. Actúa como un elefante en un bazar, y no solamente con su batalla tarifaria; Panamá (por el uso del canal), Canadá y México (por servir como invisible puente para el ingreso de fentanilo y productos chinos), y Dinamarca (por Groenlandia, para instalar allí bases militares de EEUU), pueden dar cuenta de ello. Amén de la guerra comercial, con la que pretende “proteger” la economía de Estados Unidos y, a la vez, perjudicar a China, ha roto las relaciones con Europa, a la que falsamente acusa de no invertir lo suficiente en la defensa y responsabiliza por la salvaje invasión de Rusia a Ucrania.
Elon Musk y Javier Milei
En Arabia Saudita, parece haberse puesto de acuerdo con Vladimir Putin para intentar convertir a la víctima en un país derrotado que, después de soportar una invasión criminal y devastadora en términos materiales y humanos, será obligado a resignar una gran porción de su territorio para satisfacer las ansias de “seguridad” del tirano. Así, Europa ha quedado sola, y reaccionado en consecuencia, ante la ambición imperial de Rusia, que tanto remite a las permanentes pretensiones expansionistas de Adolf Hitler; Estonia, Letonia y Lituania están en la mira de Putin, que además influye con sus trolls en las elecciones de todos los países para favorecer a candidatos pro-rusos. O sea, Trump consagra la ley del más fuerte y la muerte del derecho internacional que mantuvo la paz en Europa por 80 años.
China nunca tuvo buena relación con Rusia, y seguramente no verá con buenos ojos su eventual alianza con los Estados Unidos, por lo cual es probable que intensifique sus actividades bélicas en el Pacífico sur y el Indico, amenazando a Taiwan y Filipinas, amén de desfinanciar a Putin dificultándole exportar su gas y petróleo a través de sus ductos y puertos.
Trump mantiene grandes deudas con América Latina, incrementadas por los aumentos de las tarifas de importación de sus productos a Estados Unidos. La mayor de ellas es que no se ve aún una fuerte condena al régimen narco-terrorista y usurpador de Nicolás Maduro, que fraguará nuevamente los resultados en las elecciones municipales de abril, ya denunciadas por la oposición, ni le ha prohibido a Chevron continuar extrayendo y exportando el petróleo venezolano. Con los dólares que ese negocio le provee y que maneja con total oscuridad – como sucede con tantos otros tráficos ilegales, como drogas, oro, personas, etc. – el tirano chavista seguirá financiando su alianza con Cuba, a quien ha entregado la conducción del sistema represivo para controlar a la población civil.
Moralmente ilegal
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Algoth Niska fue un legendario futbolista, marinero, hombre de negocios, contrabandista de alcohol y humanitario. Nació en Vyborg en 1888 y era el hijo menor. Cuando su padre murió en 1903, la familia se mudó a Helsinki, donde se interesó por el fútbol. Fue miembro de la selección finlandesa de fútbol que jugó en los Juegos Olímpicos de Verano de 1912 en Estocolmo, perdiendo 4-0 contra Inglaterra en la semifinal.
Niska se unió a su primer barco en 1908. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, fue a la escuela de navegación y se graduó al año siguiente, aunque nunca obtuvo sus papeles. Se casó dos veces y se divorció de ambas mujeres. Tuvo dos hijos. El conocido músico finlandés Ilkka “Danny” Lipsanen es su nieto.
En 1919, cuando entró en vigor la prohibición finlandesa, adquirió una gran cantidad de licor, ahora ilegal. La alta sociedad de Helsinki pronto descubrió a quién podía pedirle refrescos. Cuando el suministro empezó a escasear, compró un barco y empezó a contrabandear licor desde barcos estonios y alemanes que esperaban fuera de las aguas territoriales finlandesas. Más tarde también contrabandeó licor desde Suecia, donde era legal pero estaba estrictamente controlado.
A lo largo de los años utilizó diversos trucos para esquivar los barcos de la policía (y a veces las balas de sus ametralladoras) durante sus viajes entre Turku, Helsinki, Tallin y Estocolmo y en el archipiélago de Åland. Nunca devolvió el fuego. En una ocasión descargó su cargamento justo en el corazón de Helsinki mientras la gente estaba distraída durante la visita de Gustavo V de Suecia. Al final, Niska fue buscado tanto en Suecia como en Finlandia. Fue condenado a breves períodos en ambos países. En prisión se convirtió en un prisionero modelo y fue liberado antes de tiempo por buena conducta.
Llegó la Segunda Guerra Mundial. Niska, ya mayor y a punto de jubilarse, era consciente de que ahora había una necesidad acuciante de otro tipo de contrabando.
Niska era un artista hábil y aplicó sus habilidades a la falsificación de documentos. Empezó a contrabandear refugiados judíos desde los países bálticos y Alemania hacia la relativa seguridad de Finlandia. Robó pasaportes en blanco de los funcionarios finlandeses y los falsificó para satisfacer a sus clientes. Luego utilizó su viejo barco de contrabando, que podía alcanzar los 30 nudos, para contrabandearlos a Finlandia. Normalmente, el último tramo era de Riga o Tallin a Helsinki.
Niska, se cree, salvó al menos a 151 personas. Normalmente cobraba sólo el precio del combustible y cualquier necesidad de sobornar a los funcionarios. Cuando su red fue descubierta, huyó a Estonia y descubrió que la Unión Soviética había ocupado el país. Según su propia historia, huyó de vuelta a Finlandia en un bote de remos.
Falsificar documentos es ilegal. Entrar en las aguas territoriales de un país extranjero es ilegal. Salir de un país sin informar a los funcionarios es ilegal. Traficar con personas es ilegal. Pero salvó vidas humanas de una muerte segura y cruel. En 1953 le diagnosticaron un tumor cerebral, perdió el habla y la capacidad de movimiento. Murió el 28 de mayo de 1954.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 11, 2025
TRUMP Y EL IMPERIO RUSO
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El presidente Trump se parece cada vez más al señor Putin, incluso como si ésta sucia guerra la hubiera iniciado Zelenski, como si la invasión rusa no fuera una continuidad de la invasión ya sufrida hace 10 años, en 2014, cuando Rusia se apoderó por la fuerza de Crimea, violando acuerdos internacionales, tal como lo hace ahora… ¿Por qué el señor Trump no le pregunta a países como Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, o Polonia, que piensan de estas “actitudes” del señor Putin, de sus declaraciones chauvinistas rememorando la Rusia anterior a 1989, época heredada de la Rusia comunista o de la llamada entonces “Unión Soviética”, (incluso mucho más atrás aún en la historia imperial)? ¿O creerá Trump que Putin es un inocente pacifista?
No creo que Europa abandone a Ucrania, a pesar de las continuas amenazas rusas de un ataque nuclear, porque hoy es Ucrania, pero mañana puede ser cualquiera de los países mencionados del Este europeo, y más al oeste también… Cualquiera que consulte un buen libro de historia, verá que la Rusia actual es el resultado de una invariable política expansionista desde los orígenes medievales del Gran Ducado de Moscú, hasta la fecha, llegando a ser el imperio territorial más grande del mundo que se extiende desde el Este europeo hasta el extremo Este de Siberia a pocos kilómetros de Alaska, hoy posesión norteamericana, que Putin seguramente soñaría con poder recobrar… Pero su sueño es mucho más posible de realizar si tomamos nota de la actual guerra de conquista contra Ucrania, porque de eso se trata, “guerra de conquista”, (o de re-conquista), reiniciada 10 años después del apoderamiento de Crimea el año 2014… Posiblemente creerán que aquí terminan las ambiciones rusas, para nada, pues quienes temen con toda razón son todos los países del Este europeo que estuvieron hasta 1989 bajo el dominio ruso… Se verá.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 2, 2024
UN RUEGO DESOÍDO
♣
“Aún subsiste una suerte de prestigio político que puede ser llevado con patética dignidad”.
Eric Ambler
Cerré mi nota anterior con esta frase: “ruego para que Milei deje de cometer errores no forzados ya que, aunque no lo queramos ver, seguimos al borde del abismo y ésta es la última vez en que podremos evitar caer por él”; minutos después, el Presidente tropezó con una piedra aún más grande. Fue malo, en especial, porque se dio en un momento ideal para la gestión libertaria. No tengo duda que no ha cometido delito y, tampoco, acerca de su honestidad personal, algo que no me atrevo a afirmar respecto de su entorno más cercano porque recuerdo el “swift-gate”, que costó el cargo a Emir Yoma, cuñado de Carlos Menem, cuando la Embajada de Estados Unidos denunció pedidos de coimas; tal vez sea hora de soltar lastre.
Atribuyo el sonado episodio a su imprudencia y, sobre todo, a su fatales arrogancia y soberbia; hubiera debido pedir públicas disculpas por lo sucedido, pues el daño ocasionado, aquí y afuera, ha sido grande en la medida en que devaluó (¡qué palabra peligrosa!) la palabra presidencial. Pero no debemos olvidar que quienes fracasaron en activar un juicio político para eventualmente destituirlo, son los mismos ladrones que saquearon sin tasa al país, comandados por Cristina Fernández, condenada ya en dos instancias por corrupción y con varias causas penales en trámite, entre otras por la firma del pacto con Irán, que ahora se acelerará con la nueva ley de juicio en ausencia. Como dijo Fernando Iglesias: “Medimos con la vara de Suiza a los gobiernos no peronistas y con la vara de Uganda al peronismo”. Pero tengo la seguridad de que el episodio no incidirá en modo alguno en las elecciones de octubre, si la economía se percibe mejor para entonces.
El escándalo tuvo un efecto positivo: los oscuros acuerdos en el H° Aguantadero saltaron por el aire y el oficialismo tuvo que desistir de su intento de aprobar el pliego del tan impresentable Ariel Lijo para la Corte. Ahora y hasta el 28, se abrió una ventana que permitiría a Milei cubrir, por decreto, las vacantes producidas en el alto Tribunal; veremos qué decide hacer el Ejecutivo, es decir, si nombrará por decreto a Manuel García-Mansilla o a otro u otra, si es que alguno de los candidatos en danza acepta ocupar el cargo sólo hasta el 30 de noviembre, antes de verse obligado a recorrer el camino previsto en la Constitución.
Bajo el radar de las mayorías, estamos atravesando un inédito y fortísimo temporal, de una enorme gravedad institucional, ya que las cámaras de apelación nacionales (ordinarias, no federales, con asiento en Buenos Aires) insólitamente han rechazado un fallo de la Corte que, de acuerdo con la reforma constitucional de 1994, dispuso que las sentencias que aquéllas dictaran debían ser revisadas por el Superior Tribunal de la Ciudad Autónoma. Aunque resulte un tema ajeno al ciudadano común, una vez más el Poder Judicial profundiza la destrucción de la seguridad jurídica, tan exigida por cualquier inversor para jugar sus fichas en el paño argentino.
Peor, por supuesto, es lo que estamos viendo en el campo geopolítico. En sólo un mes, Donald Trump dinamitó el mundo tal como lo conocíamos. Actúa como un elefante en un bazar, y no solamente con su batalla tarifaria; Panamá (por el uso del canal), Canadá y México (por servir como invisible puente para el ingreso de fentanilo y productos chinos), y Dinamarca (por Groenlandia, para instalar allí bases militares de EEUU), pueden dar cuenta de ello. Amén de la guerra comercial, con la que pretende “proteger” la economía de Estados Unidos y, a la vez, perjudicar a China, ha roto las relaciones con Europa, a la que falsamente acusa de no invertir lo suficiente en la defensa y responsabiliza por la salvaje invasión de Rusia a Ucrania.
En Arabia Saudita, parece haberse puesto de acuerdo con Vladimir Putin para intentar convertir a la víctima en un país derrotado que, después de soportar una invasión criminal y devastadora en términos materiales y humanos, será obligado a resignar una gran porción de su territorio para satisfacer las ansias de “seguridad” del tirano. Así, Europa ha quedado sola, y reaccionado en consecuencia, ante la ambición imperial de Rusia, que tanto remite a las permanentes pretensiones expansionistas de Adolf Hitler; Estonia, Letonia y Lituania están en la mira de Putin, que además influye con sus trolls en las elecciones de todos los países para favorecer a candidatos pro-rusos. O sea, Trump consagra la ley del más fuerte y la muerte del derecho internacional que mantuvo la paz en Europa por 80 años.
China nunca tuvo buena relación con Rusia, y seguramente no verá con buenos ojos su eventual alianza con los Estados Unidos, por lo cual es probable que intensifique sus actividades bélicas en el Pacífico sur y el Indico, amenazando a Taiwan y Filipinas, amén de desfinanciar a Putin dificultándole exportar su gas y petróleo a través de sus ductos y puertos.
Trump mantiene grandes deudas con América Latina, incrementadas por los aumentos de las tarifas de importación de sus productos a Estados Unidos. La mayor de ellas es que no se ve aún una fuerte condena al régimen narco-terrorista y usurpador de Nicolás Maduro, que fraguará nuevamente los resultados en las elecciones municipales de abril, ya denunciadas por la oposición, ni le ha prohibido a Chevron continuar extrayendo y exportando el petróleo venezolano. Con los dólares que ese negocio le provee y que maneja con total oscuridad – como sucede con tantos otros tráficos ilegales, como drogas, oro, personas, etc. – el tirano chavista seguirá financiando su alianza con Cuba, a quien ha entregado la conducción del sistema represivo para controlar a la población civil.
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Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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Febrero 21, 2025