Es sorprendente y preocupante la nota del Diario Judicial publicada el 21 agosto pasado: “Comienzan juicios a genocidas”, https://www.diariojudicial.com/nota/84242 , agregando que:
“Comenzarán a ser juzgados Omar Di Nápoli, médico naval; Santiago Omar Riveros, ex jefe de Institutos Militares de Campo de Mayo; y Jorge Bernardo, ex capitán de navío...”
Es lamentable y repudiable leer mentiras en un medio de reputación judicial y constatar los ataques gratuitos e innecesarios ad-hominem y ad-personam que requieren la retractación y el derecho a réplica en nombre de Casppa France.
La redacción del Diario Judicial no puede ignorar que en Argentina jurídicamente no hubo crimen de genocidio, por consecuencia no hay genocidas ni la apología de ese crimen. Utilizar esa palabra es despreciable y miserable por la memoria de las víctimas y sus familias, que vivieron esa inhumana situación en un momento histórico preciso.
Por las calumnias e injurias que efectúa el autor de la nota merece el rechazo de la sociedad y de aquellas personas afectadas por un genocidio, ningún historiador o jurista responsables pueden asociarlo con la Argentina actual o de los 70, toda otra hipótesis es inoperante por su entelequia. Al contrario, hubo grupos terroristas, que cometieron actos terroristas y hay ex – terroristas.
El Diario Judicial no debe alejarse de sus objetivos y misiones periodísticas, respetando los principios deontológicos y convencionales. En la nota “Comienzan juicios a genocidas”, hay una voluntad de desinformar a la sociedad y de manipular la información, porque se:
Violó las obligaciones y principios esenciales de la ética periodística previstos en: a) La carta de Múnich del 24noviembre 1971, b) Los principios Internacionales de ética profesional en periodismo del 21noviembre 1983, c) La declaración de Chapultepec del 11 marzo 1994, d) Ética del Periodismo SIP del 18 octubre 1925, e) Carta de aspiraciones del SIP, octubre 2008. Por ejemplo: Respetar la verdad, cualesquiera que sean las consecuencias, en razón del derecho del público a estar informado. Rectificar cualquier información publicada que resulte inexacta. Abstenerse de calumnia, difamación, acusaciones infundadas…Nunca confundir el periodismo con la publicidad o la propaganda… (Carta de Múnich).
Traicionó el principio que “la credibilidad de la prensa está ligada al compromiso con la verdad, a la búsqueda de precisión, imparcialidad y equidad” (Declaración de Chapultepec), de “Informar con exactitud y con verdad” (Ética del Periodismo SIP). “Los editores deben brindar a las personas e instituciones implicadas en las noticias la oportunidad de manifestar su versión de los hechos, en aras de acercarse lo más posible a la verdad y garantizar la pluralidad y diversidad” (Carta de aspiraciones del SIP, octubre 2008).
Recordando que, la principal tarea del periodista es servir a la gente en su derecho a la verdad y la información auténtica con una dedicación honesta a la realidad objetiva, de manera que los hechos estén divulgados conscientemente en un contexto apropiado, precisando sus conexiones esenciales y sin causar distorsión… La información en periodismo se entiende como bien social y no como un producto, el periodista comparte la responsabilidad de la información transmitida…el periodista participa activamente en la transformación social hacia la mejora democrática de la sociedad y contribuye con el diálogo a un clima de confianza…absteniéndose de cualquier justificación de las demás formas de violencia, odio o discriminación … (Principios de la Unesco de 1983). Paris, 24 agosto 2019, CasppaFrance.
Entiendo que la Moral y la Ética, dentro de los valores cristianos, se encuentran íntimamente relacionadas, no pudiendo la segunda subsistir sin la primera.
Sobre este tema han escritos, quizás, más de un millar de filósofos, políticos, escritores de toda laya, pero en mis humildes e ignorantes conocimientos, sin pretender ni si quiera mencionar la letra F de Filosofía, deseo expresar como este coya entiende estas categorías, de Moral y Ética.
Nuestra moral esta sustentada en los pilares de nuestros diez Mandamientos, los cuales son inmutables ya que, para nosotros, los cristianos, y al pueblo que se las dieron, los judíos, rigen nuestras conductas desde que MOISES las recibiera en el Monte Sinaí también llamado Monte Horeb.
Ya desde esa época, en que los judíos recibieran las Tablas, convivieron con una doble moral, aplicaban y aplican convenientemente esta doble moral de acuerdo a sus necesidades, esta otra moral esta dada por la Ley del Talión, ojo por ojo y diente por diente, diametralmente opuesta a la concepción filosófica de los Diez Mandamientos.
He aquí la gran diferencia entre unos y los otros, los cristianos deberían guiarse por hacer lo correcto y no lo conveniente, ya que lo conveniente conlleva generalmente a violar eso diez principios de vida que nos legara DIOS. Digo debería, porque todos esos principios son muy difíciles de llevar adelante y poder cumplirlos en su totalidad.
En resumen, podemos decir que la Moral Cristiana, es la que fundamenta nuestra existencia y es por lo tanto inmutable, ya que la misma fue entregada por DIOS y desarrollada y demostrada por nuestro Señor JESUCRISTO, en su prédica y especialmente cuando fue crucificado en beneficio de la toda la humanidad.
Algunos filósofos definen la Moral como: “La moral se basa en la obediencia a las normas, las costumbres y preceptos o mandamientos culturales, jerárquicos o religiosos”
Al respecto esta definición, permite afirmar a todos los detractores de la Moral Cristiana, que la Moral cambia con la costumbre, lo que es una verdadera aberración. Si fuese así nunca hubieran sido dado los Diez Mandamientos, no conozco que fueran entregados con fecha de vencimiento.
Respecto a esto, esta aberración va siendo tomada por los pueblos, así uno escucha a los padres que ellos deben adecuarse a las costumbres que surgen en la sociedad, por ejemplo permiten la famosa “previa de los hijos”, saliendo de las casas ya borrachos y en muchos casos hasta drogados. Los fundamentos que se dan son tan aberrantes como lo es esa costumbre, “Que los dejan tomar o drogarse porque sino lo hacen afuera”, “Que está bien que la virginidad la pierdan a los 13 años”, “Que está bien que se viva en pareja”, “Que el casarse por la Iglesia ya no sé usa” y últimamente “está bien asesinar al niño antes de nacer”. Así están bien todas las desviaciones sexuales con la política de genero etc. con la aberrante promulgación y propaganda del gobierno de Macri
Antes de continuar, debo decir simplemente que existen buenas y malas costumbres, las malas costumbres van suplantando a las buenas aspecto muy conocidos por todos y aplicable por muchos, mientras la sociedad observa impávidamente como se desgrana y va desapareciendo el país donde vivimos que un día fuera la 5ta potencia en el mundo.
Así permiten que gobiernos propios (CAMBIEMOS), avancen en contra de nuestras creencias y principios morales, es decir en contra de nuestra MORAL CRISTIANA, con sus aberrantes políticas llevadas a cabo, como la de género, la del aborto. El apoyo a los terroristas, el asesinatos de sus soldados que lucharon contra esos terrorista etc. por el solo hecho de conseguir unos prestamos que llevan solo a la mayor pobreza del país, en vez de crear fuentes de trabajo. De esta forma con la anuencia del pueblo ignorante e indiferente, estos gobiernos corruptos aplican el dicho “Que el Capital es el dinero” el lugar de decir “Que el capital es el trabajo”
Esta verdad es tan cierta como fácil de entender, el Capital solo por el dinero lleva al empobrecimiento, puesto que se termina, para poder sobrevivir, siempre pidiendo préstamos, que solo favorecen a los que lo dan, mientras que el país sin trabajo día a día se empobrece más y más.
Por eso los grandes países son grandes trabajando, no manteniendo vagos. Con el trabajo se construye la verdadera riqueza de un país, no con préstamos.
Espero haber sido lo suficientemente claro sobre el porqué la Moral Cristiana es inmutable, y nunca puede cambiar con el tiempo ni con las costumbres, aunque estas cambian permanentemente. Es por ello que nuestra moral nunca puede supeditarse a la costumbre, como es costumbre hacerlo permanentemente, por pura conveniencia.
Pasando ahora a la Ética, algunos autores mencionan “que la ética no se limita con la Moral, que la misma se fundamenta en el pensamiento humano en búsqueda de el fundamento teórico para encontrar la mejor forma de vivir”
Es decir, es el racionalismo puro en contra de las leyes morales entregadas en el Monte Sinaí, de esta manera se colocar la ética por encima de esas leyes, a tal extremo que algunos autores mencionan que el hombre es su propio DIOS, es decir que no hay nada superior a si mismo.
Es a mi escaso entender, que bajo ningún aspecto el valor humano está por encima de estos valores espirituales plasmados en los Mandamientos. Por ello es que la ética debe estar basada en estos principios, y a medida que nos alejemos de ellos destruimos nuestras bases morales y espirituales que sustentan nuestro ser nacional, valores que diferencian el mal del bien. Un filósofo (LIN YU TAN) con palabras muy simples pero muy profundas manifestó: “Casi nunca se sabe cuándo se hace el bien, pero siempre se sabe perfectamente cuando se hace el mal”. Es así que, el que roba, sabe perfectamente que ha robado, el que mata, que es un asesino, y el corrupto, reúne todas las maldades juntas y siempre perjudican a quienes confían en ellos, siendo capaces de asesinar, de robar, de saquear, a personas o países etc. Lo peor de todo, es que saben perfectamente que es lo que son, tal es el caso de nuestro actual gobierno y del anterior.
La Ética está sustentada en todos los casos, sean cristianos o no, por los valores morales de cada uno de los pueblos, y es su fin último el cumplimiento de la deontología, que forma parte de lo que se conoce como ética normativa. Esta presenta una serie de principios y reglas del cumplimiento obligatorio, es decir al entender de estos filósofos la ética son las reglas que regulan el quehacer humano.
Por eso es que Aristóteles en su “Ética para Nicómaco” sitúa a la razón, la virtud y la prudencia por encima de las pasiones ya que, para él, los seres humanos viven en sociedad y sus actitudes deben ser dirigidas hacia un bien común.
De este concepto que podemos hablar de ética en el servicio público, referida a los funcionarios que ocupan cargos públicos, que deberían actuar mostrando un patrón ético conforme a la moral que los rige. Si no es así, al salirse de ese patrón su conducta es inmoral. Caso puntual jueces que condenan a soldados que derrotaron al terrorismo sin prueba alguna, violando la Constitución Nacional y sus Tratados Internacionales, y el Gobierno Nacional que permite que estos soldados sean asesinados en las cárceles de nuestro país.
De la misma manera podemos hablar de ética en cada uno de las actividades humanas, que regula cada una de ellas, médicos, comerciantes, jueces, abogados, maestros, científicos etc. Pero está ética debe estar basada por, en nuestro caso, por la Moral Cristiana, salirse de ella en lo más mínimo la conducta se convierte en una conducta no ética e inmoral.
El término moral tiene, varias acepciones aparte de los principios dados en las Tablas en el Monte Sinaí, como ser moral baja, daño moral, juicio moral, referidas a estados de ánimos, legales, incluso un ‘moral’ es también un tipo de árbol de la familia de las moráceas etc.
Y es así que también podemos hablar del Ética Militar, la que, a mi entender, está conformada y regida por lo que llamamos virtudes militares a saber: El Honor, La Lealtad, La Abnegación, La disciplina, La Voluntad y el Espíritu de Cuerpo, y debemos agregar a ello, lo que antes era el Código de Justicia Militar y los reglamentos militares.
Al respecto es menester aclarar, que desde el punto de vista de la Moral Cristiana las seis virtudes mencionadas deben ajustarse estrictamente a los Mandamientos, no ocurre lo mismo con la Justicia Militar, la que merece un análisis aparte.
En el mundo, ninguna Justicia Militar en si misma se ajusta ni puede ajustarse a la Moral Cristiana ya que toda orden en guerra significa morir o matar. Por eso es que estas leyes desde el punto de vista de esta moral, de nuestra moral, son inmorales porque la guerra en sí no es ética ni es moral.
“4 porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; pues no en vano lleva la espada, porque es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.”
De esta manera las sagradas escrituras muestran la necesidad imperiosa de la autoridad para castigar al que hace mal, reconociendo así la maldad particular, la institucional y la extranjera, esta última es la causa fundamental de la existencia de los Ejércitos.
La legítima defensa sobre un país agresor, solo debe ser utilizada cuando todos los otros medios han fracasados, tal cual se hizo en este país ante el ataque terrorista en la década del 1970.
Explicado esto podemos decir sin miedo a equivocarnos que un país sin fuerzas armada sucumbe hasta con riesgo de desaparecer, tal es la situación actual de nuestro país, que esta desapareciendo por gobiernos que nos están entregando atados de pies y manos a potencias extranjeras.
También podemos afirmar, siempre desde el punto de vista de la Moral Cristiana, que las leyes militares no son éticas, es decir no son morales, pero son necesarias, en todo ejército en el mundo,
Las mismas a pesar de ser inmorales son legales y como tales deben ser cumplidas y respetadas, y no hacerlas desaparecer como ocurrió en nuestros país, para que los militares sean juzgados por el Código Penal y no por Código de Justicia Militar. Ambos diametralmente opuestos, uno condena a una persona por pegar una trompada y el otro en guerra ordena matar o morir. Al borrar el Código de Justicia Militar y juzgarnos con el Código Penal se aseguran si o si la sentencia por medio de una Política de Estado (llámese ahora Maurcio Macri) y complicidad de jueces prevaricadores a lo largo y ancho de todo el país, aspectos que constituyen inconmensurables actos inmorales.
Difiero profundamente con eso de que tanto políticos como militares, estaban confundidos y no sabían que hacer, ni cómo proceder ante los ataques terroristas, tal es así que si bien el General San Martín mencionara: “Cuando la Patria está en peligro, todo es válido menos dejarla perecer”. Pensamiento que indudablemente es imperecedero y de un valor universal absoluto ¿Hubiera actuado como lo hicieron nuestros generales en una guerra similar?, estoy seguro que no. Si no tenía leyes las creaba, y si las tenía era el primero en cumplirlas, y en primera instancia, y ante un vacío legal actuaba ajustado a sus creencias y bases Morales Cristianas.
Deponíamos de todas las bases legales para actuar correctamente, aplicando todos los medios legales y necesarios y disponibles para esta guerra. Se había decretado el estado de sitio (suspensión de las garantías constitucionales) y luego se declaró la guerra a los guerrilleros terroristas, ambos acontecimientos totalmente legales. Tenían su sustento en la Constitución Nacional, tal cual lo sentenció el tribunal en el Juicio a los Comandantes, conocido como 13/84 y que habiendo previamente reconocido la existencia de una guerra, manifestó que los terroristas podían haber sido fusilados, pero no desaparecidos, con lo cual estoy totalmente de acuerdo y así se lo manifesté al General Bussi en Tucumán en enero del año 1976.
Pero los generales hicieron lo que no debían hacer, las causas pudieron ser varias, ignorancia, cobardía, soberbia, malos asesoramientos, presiones extranjeras etc. pero lo único cierto es que ante semejantes disyuntivas de ambas inmoralidades, desde el punto de vista cristiano, eligieron la peor, la ilegal, la de hacer desaparecer a las personas.
Uno de los principios de la guerra que nos enseñaron era que la guerra es cruel y sanguinaria, esto sumado a la necesidad de vencer, puesto que ningún tipo de gobierno en el mundo hace la guerra para perderla, ahí el carácter de cruel y sanguinaria. Es por eso que en ella se usan en la confrontación todos los medios necesarios, que son legales, aunque inmensamente inmorales y otro medio que es aberrante, que se encuentra en el “Ius Cogen” (Derecho Consuetudinario o de la Costumbre) de la guerra, es la tortura. Esta prácticamente nace con el hombre y no existe país en el mundo que no la aplique, pero nadie la legaliza, porque son todos los países hipócritas, solo uno tuvo el valor de legalizar semejante aberración, el Estado de Israel. Indudablemente comprendió que es solo uno de los tantos métodos y medios que se utilizan, en la mayor de las aberraciones que es “LA GUERRA”, que desde el punto de vista de la Moral Cristiana, es totalmente una inmoralidad y falta de ética, sin embargo esta legalizada en todos los países.
Al respecto Kant menciona en su “Crítica de la Razón Pura”: “Es existencia de la conciencia moral como conciencia de estar obligado de forma incondicionada o absoluta al cumplimiento de los mandatos morales.”
Con esta expresión Kant se refiere al hecho de que el hombre tiene conciencia de estar obligado al cumplimiento de mandatos universales y necesarios, mandatos que se viven de forma incondicionada o absoluta: así, por ejemplo, el mandato de no matar manda no matar sean cuales sean las circunstancias, prohíbe matar de forma absoluta.
Tampoco me parece adecuado decir que la totalidad de las guerras son internas, si vemos desde el punto de vista geográfico, es correcto, pero se las vemos desde el punto de vista donde las grandes potencias intervienen directa o indirectamente, para apoderarse de los ricos recursos de los países. Podemos decir que la guerra es entonces tan mundial, como inmoral son los gobiernos, es así que al firmarse la paz después de la segunda guerra mundial, la guerra continuó permanentemente, sin pausa ni descanso. Se utilizan todos los medios bélicos disponibles, como mercenarios, terroristas, ejércitos regulares y el apoyo directo de estas grandes potencias, llámese ONU, China, Rusia etc. medios sicológicos y electrónicos de todo tipo.
La moral de un pueblo está por encima de todo comportamiento humano, está por encima de la ética, las virtudes militares, las leyes, etc. Y todos ellos están y son abonados por la moral que fija el valor real en cada uno de ellos, cuando uno se sale de los valores morales, la conducta del individuo se torna inmoral. Moralmente no es menos ladrón el que roba un alfiler que el que roba un país, caso de nuestro actual presidente y todos los anteriores, inclusive hasta Perón.
El Honor, la Lealtad, la Abnegación, la disciplina, la Voluntad y el Espíritu de Cuerpo, son valores que conforman la Ética Militar, pero las han ido mutando, tanto por militares como por políticos traidores a la patria. El Honor por el des honor, la Lealtad por la traición, la Disciplina por la indiferencia, la Voluntad por la dejadez y el Espíritu de Cuerpo por el individualismo. Tal degradación de estos valores, sumado a la desaparición en primer lugar de los duelos, luego de los tribunales de honor, y últimamente la desaparición del Código de Justicia Militar y sus leyes militares, en donde cualquier acto de guerra pasará a ser un delito. Con ello y muchas cosas más este gobierno está dando el tiro de gracia final a las Fuerzas Armadas que en una década salvaron al país de la tiranía marxista, y lo mas grave de todo, es que lo hacen con la anuencia de los JEFES DE LOS ESTADOS MAYORES DEL EJÉRCITO, DE LA MARINA Y AERONAUTICA.
PP – VGMT (PRESO POLÍTICO Y VETERANO DE GUERRA EN EL MONTE TUCUMANO)
Hace unos años escribí una nota titulada “Más filosófos en la Cumbre del Poder Político” pensando que no es posible entender la política alejada de la conducta personal. Es para mí la única forma de que un gobernante logre tener un buen gobierno, honesto y que trabaje para el bien común.El problema básico que hemos hemos visto en los doce últimos doce años de gobierno kirchnerista es el “mal gobierno” alejado de la “Etica” que es tan necesaria según mi punto de vista para gobernar.Crisis de representatividad,falta de credibilidad de la clase política,etc Este tema fue objeto de preocupación por parte del “Pro”. Lo recuerdo perfectamente bien porque fui invitado a la Sociedad Rural Argentina cuando se invito a legisladores norteamericanos que explicaron como era la relación de los representantes del pueblo con sus electores. Hará unos ocho años, estaba presente Duran Barba y el actual Vice-Jefe de Gobierno de CABA el Licenciado Diego Santilli.
El objetivo de lograr un buen gobierno no es una “utopía”, es perfectamente posible. Ya lo veíamos en la Edad Media cuando las metas de un gobernante eran consideradas asuntos de “conducta personal”, esto apunta a lo ético tan importante a tener en cuenta por parte de quienes aspiren a ocupar cargos en la función pública. La democracia no es elegir Presidentes,Diputados o Senadores, es mucho más que eso. Debe haber calidad y eficacia en el ejercicio del Gobierno.
Bajo el populismo es muy díficil que logremos un buen gobierno, lo hemos visto en Argentina con el kirchnerismo y en Venezuela. Para que haya un buen gobierno debe haber “transparencia” y es este un tema relevante, el comienzo de la recuperación nacional, la recuperación de la confianza por parte de los gobernados y la recuperación del prestigio internacional perdido.
Según el Informe de junio de Justicia 2020 hemos mejorado y es de destacarlo.
Los políticos no deben mentir ,deben decir la verdad aunque resulte dura decirla. Es fundamental la lucha contra la corrupción porque atenta contra los intereses de todos los ciudadanos, del país y nada tiene que ver con la transparencia que exige una acción de gobierno. Muchas veces no llegan los mejores que prefieren mantenerse fuera del Estado para trabajar en el ámbito privado. El kirchnerismo sigue insistiendo y propone como candidata a Cristina Kirchner que no exhibe tener mucho sentido de la ética, ni tienen la mínima preocupación respecto del grave problema de la corrupción en Argentina.
Es bueno reconocer que hay muchos ciudadanos honestos que están decididos a “servir a la Patria”, muchos de los cuales trabajan en el sector estatal por magros salarios y lo hacen con verdadera pasión patriótica. Es fundamental contar con todos los recursos legislativos y políticos para apartar a los corruptos del sistema estatal. Para ser un buen gobernante es fundamental ser una buena persona.
Si se logra incorporar a la política a la ética y a la filosofía habremos recorrido gran parte del camino que es necesario para tener buenos gobernantes y un mejor país.Es fundamental que se apruebe una ley que garantice la independencia del Organo de Control de la Etica Pública de todos los funcionarios que trabajan para el Estado.
Generalmente las unimos, las confundimos, hacemos de la ética y de la moral una misma cosa, y eso está bien si con estas palabras queremos señalar una buena conducta, un comportamiento acorde con lo que se espera de una persona honorable. Sin embargo conviene adentrarnos en qué es la ética y qué es la moral para que analicemos mejor sus alcances, sus implicancias. La ética se trata de las obligaciones del hombre, de cómo debe comportarse de acuerdo a la razón y con el objeto de construir y mantener una sociedad armónica, en la que todos puedan cumplir con sus deberes y obligaciones.La moral, en cambio, no es ciencia sino su aplicación, el ejercicio de las buenas costumbres, de las prácticas de quienes son considerados virtuosos en una sociedad. Veamos: la éticanos señala la virtud de los jueces cuando deben aplicar la justicia.Muchos hoy en día se han apartado de esa virtud al tener conductas que se llaman impropias; correspondería llamarles inmorales, ya que transgreden los principios sustentados por la sociedad.Los principios de la ética son obligatorios para todos y en todas las circunstancias. Es que las obligaciones son generales. Sin embargo el político, el Magistrado, los legisladores en suma quienes pertenecer a los tres poderes del estado, ante la moral, debe ser juzgado con muchísima mayor severidad que los que se dedican a otras actividades.Pero hay una razón más fuerte que los obliga con mayor rigor que a los demás prójimos:y es que la vida pública se suele tomar como ejemplo, como modelo de las conductas privadas. El que se siente inclinado a largarse por un mal camino puede razonar:¿por qué no voy a hacer esto yo, si legisladores, gobernadores, presidentes, ministros, jueces hacen cosas peores?Y más aún: si la moral se funda en las conductas que son bien vistas, aceptadas, valoradas por un medio social, ¿ese medio no se expone a que su moral decline, se corrompa, se pervierta, por culpa de los malos ejemplos que desde arriba dan los indecorosos? El individuo de cualquier oficio que falte a la moral, que no siga los dictados de la ética, corre el riesgo de que a su alma se la lleve el diablo si es creyente. El político o magistrado indecoroso que tenga una conducta igualmente mala, además de ser llevado por el diablo bien se merece la condena, la reprobación, el vituperio, la censura de toda la sociedad. Las sociedades tienen esencias que es necesario mantener para su vida, para su permanencia, para que siga siendo satisfactorio pertenecer a ellas. Características relacionadas con sus costumbres, con sus tradiciones y, sobre todo, con la moral. A la pérdida y al falseamiento de estas conductas que se han visto como sanas, deseables, estimables, ejemplos a exponer para ser imitados, es lo que se debe evitar y sancionar. Hoy en nuestra Provincia los medios públicos reflejan de manera lamentable una puja o lucha de poder entre las autoridades máximas de quienes debe impartir justicia, soslayándose o burlándose de los graves problemas relacionados con la crisis en la justicia y con el pan nuestro de cada día que merecen su preocupación. A las autoridades que no vienen de otro planeta se las elegido o designado, para que hagan respetar el orden, o administrar justicia. Si ese monopolio no se ejerce entonces imperará el caos y tendremos que olvidarnos del Derecho alterándose drásticamente la moral y la ética.
En una opinión – Carta al Director – del diario la Gaceta de Tucumán del día 27/03/2017 bajo el título de Virtudes y Ética, el lector manifiesta que, valores y bienes, normas y virtudes configuran la propuesta ética para una vida lograda, es el fundamento de las normas morales, la garantía para alcanzar los bienes y la principal de las virtudes. Elogiando dicho razonamiento, entiendo que generalmente las unimos, las confundimos, hacemos de la ética y de la moral una misma cosa, y eso está bien si con estas palabras queremos señalar una buena conducta, un comportamiento acorde con lo que se espera de una persona honorable.Sin embargo conviene adentrarnos en qué es la ética y qué es la moral para que analicemos mejor sus alcances, sus implicancias. La ética es una parte de la filosofía.Fundamental.Puesto que trata de las obligaciones del hombre, de cómo debe comportarse de acuerdo a la razón y con el objeto de construir y mantener una sociedad armónica, en la que todos puedan cumplir con sus deberes y obligaciones. Hablamos de filosofía y comprendemos que estamos adentrándonos en un terreno difícil, un terreno en el que prima la fuerza de la razón; de hecho, hay filósofos, grandes filósofos, de magnífica sabiduría y profundidad, que discuten entre sí, que no se ponen de acuerdo, un campo en el que unos niegan el andamiaje argumental construido por otros. ¿Puede pensarse, entonces, en que la ética es inútil, ya que los filósofos no llegan a resultados rotundos, apodícticos, innegables, como son los resultados de las ciencias físicas y matemáticas?No es así, porque las discrepancias se refieren, por lo general, a aspectos menores, y todos los filósofos -todos los de la civilización occidental y cristiana- coinciden en lo fundamental, y no hay dudas en cuanto a las aplicaciones prácticas. La moral, en cambio, no es ciencia sino su aplicación, el ejercicio de las buenas costumbres, de las prácticas de quienes son considerados virtuosos en una sociedad. Veamos: la ética nos señala la virtud de la monogamia. El presidente Clinton en su momento se ha apartado de esa virtud al tener relaciones que él llama impropias; correspondería llamarles inmorales, ya que transgreden los principios sustentados por la sociedad a la que pertenece. Lo mismo que hace Clinton, en otra sociedad, por ejemplo entre musulmanes que pueden tener varios matrimonios simultáneos, hubiera sido bien visto, hubiera sido moral, de haberse realizado a la vista, sin ocultaciones.La moral musulmana lo hubiera aceptado (lo hubiera aceptado si no lo hacía a escondidas). La ética lo rechaza. Los principios de la ética son obligatorios para todos y en todas las circunstancias. Sí, es cierto que la ética condena el robo, y que el robo, en determinadas circunstancias, de hambre, de necesidad imperiosa, se justifica; no se debe matar, aunque se justifique hacerlo en defensa propia, de la madre, de la mujer, del hijo. Es muy malo mentir, y sin embargo el médico con toda tranquilidad le miente a un enfermo desahuciado para mantenerle el ánimo. Esas circunstancias que justifican el abandono, la suspensión de la norma, han sido muy bien estudiadas y puntillosamente expuestas. Pero lo general, es que las obligaciones son para todos y en todas las circunstancias. Sin embargo por eso el político, ante la moral, debe ser juzgado con muchísima mayor severidad que los que se dedican a otras actividades. El individuo de cualquier oficio que falte a la moral, que no siga los dictados de la ética, corre el riesgo de que a su alma se la lleve el diablo. El político que tenga una conducta igualmente mala, además de ser llevado por el diablo bien se merece la condena, la reprobación, el vituperio, la censura de toda la sociedad.
Novato en las cuestiones de festividades en Estados Unidos, allá por el año 1997, el Día de Acción de Gracias (Fecha que aún no celebro) me encontró en un viaje de retorno desde Savannah, Georgia. A las siete de la tarde, la policía local comenzó a detectar ciertos conductores erráticos en las rutas, tal vez con el límite de conmemoración bastante excedido. Los desvíos e investigaciones -para no entorpecer el tránsito- se realizaban en el terreno de una estación de servicio donde me detuve a cargar gasolina y degustar un sorbo de café. Allí fui testigo de un incidente. El policía le ordenaba a un automovilista que descendiera de su auto. En evidente estado de ebriedad, el piloto no obedecía y exclamaba con bastante dificultad que él tenía influencias. “soy amigo de Mills” -O Hills… no se desespere, tampoco logré saber que celebridad era Mills (O Hills)-, repetía el infractor, algo que no le importó mucho al oficial a cargo. A la tercera indicación y cuarta desobediencia, el enojado beodo estuvo sobre el asfalto, con las manos esposadas a sus espaldas.
En Estados Unidos, 23 personas mueren por día víctimas de accidentes ocasionados por conductores intoxicados. En Argentina, 12. La discusión que se establece en el país del norte culmina llegando a una terminante definición: No son accidentes. Son potenciales asesinos a la espera de cometer un crímen.
Daniel Lewicki, fue un militante del Frente Renovador hasta el cambio de gobierno, entonces se sumó a las filas de Cambiemos e ingresó en el bloque Pro en el Concejo Deliberante del partido de Avellaneda.
Lewicki se peleó con la policía tras ser detenido por manejar borracho en un barrio de la ciudad de Buenos Aires (Constitución). El borrachín se resistió a ser identificado por las fuerzas de seguridad que, al no poder lograr que descienda del auto, lo sacó por medio de la fuerza. El político gritaba: “Soy concejal de Avellaneda, traeme un juez para sacarme de acá”
Lewicki procuró quedarse en el auto mientras dos policías intentaban que abandonara el vehículo. Luego del pedido de un juez, discutió con los efectivos y los insultó. “Traeme un juez. Hijo de mil …Milico hijo de mil putas… Me están maltratando”, gritó eufórico, exhibiendo un marcado estado de embriaguez.
“Tomatelas, boludo, ¿sabés la trompada que te voy a dar?”, amenazó a uno de los policías. Tras varios intentos, lograron hacerlo descender y se lo arrestó.
¿Con políticos como Lewicki, quien necesita un Cabandié?
Diario Judicial miente: no hay genocidas
Es sorprendente y preocupante la nota del Diario Judicial publicada el 21 agosto pasado: “Comienzan juicios a genocidas”, https://www.diariojudicial.com/nota/84242 , agregando que:
Es lamentable y repudiable leer mentiras en un medio de reputación judicial y constatar los ataques gratuitos e innecesarios ad-hominem y ad-personam que requieren la retractación y el derecho a réplica en nombre de Casppa France.
La redacción del Diario Judicial no puede ignorar que en Argentina jurídicamente no hubo crimen de genocidio, por consecuencia no hay genocidas ni la apología de ese crimen. Utilizar esa palabra es despreciable y miserable por la memoria de las víctimas y sus familias, que vivieron esa inhumana situación en un momento histórico preciso.
Por las calumnias e injurias que efectúa el autor de la nota merece el rechazo de la sociedad y de aquellas personas afectadas por un genocidio, ningún historiador o jurista responsables pueden asociarlo con la Argentina actual o de los 70, toda otra hipótesis es inoperante por su entelequia. Al contrario, hubo grupos terroristas, que cometieron actos terroristas y hay ex – terroristas.
El Diario Judicial no debe alejarse de sus objetivos y misiones periodísticas, respetando los principios deontológicos y convencionales. En la nota “Comienzan juicios a genocidas”, hay una voluntad de desinformar a la sociedad y de manipular la información, porque se:
Recordando que, la principal tarea del periodista es servir a la gente en su derecho a la verdad y la información auténtica con una dedicación honesta a la realidad objetiva, de manera que los hechos estén divulgados conscientemente en un contexto apropiado, precisando sus conexiones esenciales y sin causar distorsión… La información en periodismo se entiende como bien social y no como un producto, el periodista comparte la responsabilidad de la información transmitida…el periodista participa activamente en la transformación social hacia la mejora democrática de la sociedad y contribuye con el diálogo a un clima de confianza…absteniéndose de cualquier justificación de las demás formas de violencia, odio o discriminación … (Principios de la Unesco de 1983). Paris, 24 agosto 2019, CasppaFrance.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 24, 2019
MORAL Y ÉTICA CRISTIANA.
Escribe el T. Coronel ARIEL VALDIVIEZO
Entiendo que la Moral y la Ética, dentro de los valores cristianos, se encuentran íntimamente relacionadas, no pudiendo la segunda subsistir sin la primera.
Sobre este tema han escritos, quizás, más de un millar de filósofos, políticos, escritores de toda laya, pero en mis humildes e ignorantes conocimientos, sin pretender ni si quiera mencionar la letra F de Filosofía, deseo expresar como este coya entiende estas categorías, de Moral y Ética.
Nuestra moral esta sustentada en los pilares de nuestros diez Mandamientos, los cuales son inmutables ya que, para nosotros, los cristianos, y al pueblo que se las dieron, los judíos, rigen nuestras conductas desde que MOISES las recibiera en el Monte Sinaí también llamado Monte Horeb.
Ya desde esa época, en que los judíos recibieran las Tablas, convivieron con una doble moral, aplicaban y aplican convenientemente esta doble moral de acuerdo a sus necesidades, esta otra moral esta dada por la Ley del Talión, ojo por ojo y diente por diente, diametralmente opuesta a la concepción filosófica de los Diez Mandamientos.
He aquí la gran diferencia entre unos y los otros, los cristianos deberían guiarse por hacer lo correcto y no lo conveniente, ya que lo conveniente conlleva generalmente a violar eso diez principios de vida que nos legara DIOS. Digo debería, porque todos esos principios son muy difíciles de llevar adelante y poder cumplirlos en su totalidad.
En resumen, podemos decir que la Moral Cristiana, es la que fundamenta nuestra existencia y es por lo tanto inmutable, ya que la misma fue entregada por DIOS y desarrollada y demostrada por nuestro Señor JESUCRISTO, en su prédica y especialmente cuando fue crucificado en beneficio de la toda la humanidad.
Algunos filósofos definen la Moral como: “La moral se basa en la obediencia a las normas, las costumbres y preceptos o mandamientos culturales, jerárquicos o religiosos”
Al respecto esta definición, permite afirmar a todos los detractores de la Moral Cristiana, que la Moral cambia con la costumbre, lo que es una verdadera aberración. Si fuese así nunca hubieran sido dado los Diez Mandamientos, no conozco que fueran entregados con fecha de vencimiento.
Respecto a esto, esta aberración va siendo tomada por los pueblos, así uno escucha a los padres que ellos deben adecuarse a las costumbres que surgen en la sociedad, por ejemplo permiten la famosa “previa de los hijos”, saliendo de las casas ya borrachos y en muchos casos hasta drogados. Los fundamentos que se dan son tan aberrantes como lo es esa costumbre, “Que los dejan tomar o drogarse porque sino lo hacen afuera”, “Que está bien que la virginidad la pierdan a los 13 años”, “Que está bien que se viva en pareja”, “Que el casarse por la Iglesia ya no sé usa” y últimamente “está bien asesinar al niño antes de nacer”. Así están bien todas las desviaciones sexuales con la política de genero etc. con la aberrante promulgación y propaganda del gobierno de Macri
Antes de continuar, debo decir simplemente que existen buenas y malas costumbres, las malas costumbres van suplantando a las buenas aspecto muy conocidos por todos y aplicable por muchos, mientras la sociedad observa impávidamente como se desgrana y va desapareciendo el país donde vivimos que un día fuera la 5ta potencia en el mundo.
Así permiten que gobiernos propios (CAMBIEMOS), avancen en contra de nuestras creencias y principios morales, es decir en contra de nuestra MORAL CRISTIANA, con sus aberrantes políticas llevadas a cabo, como la de género, la del aborto. El apoyo a los terroristas, el asesinatos de sus soldados que lucharon contra esos terrorista etc. por el solo hecho de conseguir unos prestamos que llevan solo a la mayor pobreza del país, en vez de crear fuentes de trabajo. De esta forma con la anuencia del pueblo ignorante e indiferente, estos gobiernos corruptos aplican el dicho “Que el Capital es el dinero” el lugar de decir “Que el capital es el trabajo”
Esta verdad es tan cierta como fácil de entender, el Capital solo por el dinero lleva al empobrecimiento, puesto que se termina, para poder sobrevivir, siempre pidiendo préstamos, que solo favorecen a los que lo dan, mientras que el país sin trabajo día a día se empobrece más y más.
Por eso los grandes países son grandes trabajando, no manteniendo vagos. Con el trabajo se construye la verdadera riqueza de un país, no con préstamos.
Espero haber sido lo suficientemente claro sobre el porqué la Moral Cristiana es inmutable, y nunca puede cambiar con el tiempo ni con las costumbres, aunque estas cambian permanentemente. Es por ello que nuestra moral nunca puede supeditarse a la costumbre, como es costumbre hacerlo permanentemente, por pura conveniencia.
Pasando ahora a la Ética, algunos autores mencionan “que la ética no se limita con la Moral, que la misma se fundamenta en el pensamiento humano en búsqueda de el fundamento teórico para encontrar la mejor forma de vivir”
Es decir, es el racionalismo puro en contra de las leyes morales entregadas en el Monte Sinaí, de esta manera se colocar la ética por encima de esas leyes, a tal extremo que algunos autores mencionan que el hombre es su propio DIOS, es decir que no hay nada superior a si mismo.
Es a mi escaso entender, que bajo ningún aspecto el valor humano está por encima de estos valores espirituales plasmados en los Mandamientos. Por ello es que la ética debe estar basada en estos principios, y a medida que nos alejemos de ellos destruimos nuestras bases morales y espirituales que sustentan nuestro ser nacional, valores que diferencian el mal del bien. Un filósofo (LIN YU TAN) con palabras muy simples pero muy profundas manifestó: “Casi nunca se sabe cuándo se hace el bien, pero siempre se sabe perfectamente cuando se hace el mal”. Es así que, el que roba, sabe perfectamente que ha robado, el que mata, que es un asesino, y el corrupto, reúne todas las maldades juntas y siempre perjudican a quienes confían en ellos, siendo capaces de asesinar, de robar, de saquear, a personas o países etc. Lo peor de todo, es que saben perfectamente que es lo que son, tal es el caso de nuestro actual gobierno y del anterior.
La Ética está sustentada en todos los casos, sean cristianos o no, por los valores morales de cada uno de los pueblos, y es su fin último el cumplimiento de la deontología, que forma parte de lo que se conoce como ética normativa. Esta presenta una serie de principios y reglas del cumplimiento obligatorio, es decir al entender de estos filósofos la ética son las reglas que regulan el quehacer humano.
Por eso es que Aristóteles en su “Ética para Nicómaco” sitúa a la razón, la virtud y la prudencia por encima de las pasiones ya que, para él, los seres humanos viven en sociedad y sus actitudes deben ser dirigidas hacia un bien común.
De este concepto que podemos hablar de ética en el servicio público, referida a los funcionarios que ocupan cargos públicos, que deberían actuar mostrando un patrón ético conforme a la moral que los rige. Si no es así, al salirse de ese patrón su conducta es inmoral. Caso puntual jueces que condenan a soldados que derrotaron al terrorismo sin prueba alguna, violando la Constitución Nacional y sus Tratados Internacionales, y el Gobierno Nacional que permite que estos soldados sean asesinados en las cárceles de nuestro país.
De la misma manera podemos hablar de ética en cada uno de las actividades humanas, que regula cada una de ellas, médicos, comerciantes, jueces, abogados, maestros, científicos etc. Pero está ética debe estar basada por, en nuestro caso, por la Moral Cristiana, salirse de ella en lo más mínimo la conducta se convierte en una conducta no ética e inmoral.
El término moral tiene, varias acepciones aparte de los principios dados en las Tablas en el Monte Sinaí, como ser moral baja, daño moral, juicio moral, referidas a estados de ánimos, legales, incluso un ‘moral’ es también un tipo de árbol de la familia de las moráceas etc.
Y es así que también podemos hablar del Ética Militar, la que, a mi entender, está conformada y regida por lo que llamamos virtudes militares a saber: El Honor, La Lealtad, La Abnegación, La disciplina, La Voluntad y el Espíritu de Cuerpo, y debemos agregar a ello, lo que antes era el Código de Justicia Militar y los reglamentos militares.
Al respecto es menester aclarar, que desde el punto de vista de la Moral Cristiana las seis virtudes mencionadas deben ajustarse estrictamente a los Mandamientos, no ocurre lo mismo con la Justicia Militar, la que merece un análisis aparte.
En el mundo, ninguna Justicia Militar en si misma se ajusta ni puede ajustarse a la Moral Cristiana ya que toda orden en guerra significa morir o matar. Por eso es que estas leyes desde el punto de vista de esta moral, de nuestra moral, son inmorales porque la guerra en sí no es ética ni es moral.
Sin embargo la Biblia menciona en Romanos 13:4
“4 porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; pues no en vano lleva la espada, porque es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.”
De esta manera las sagradas escrituras muestran la necesidad imperiosa de la autoridad para castigar al que hace mal, reconociendo así la maldad particular, la institucional y la extranjera, esta última es la causa fundamental de la existencia de los Ejércitos.
La legítima defensa sobre un país agresor, solo debe ser utilizada cuando todos los otros medios han fracasados, tal cual se hizo en este país ante el ataque terrorista en la década del 1970.
Explicado esto podemos decir sin miedo a equivocarnos que un país sin fuerzas armada sucumbe hasta con riesgo de desaparecer, tal es la situación actual de nuestro país, que esta desapareciendo por gobiernos que nos están entregando atados de pies y manos a potencias extranjeras.
También podemos afirmar, siempre desde el punto de vista de la Moral Cristiana, que las leyes militares no son éticas, es decir no son morales, pero son necesarias, en todo ejército en el mundo,
Las mismas a pesar de ser inmorales son legales y como tales deben ser cumplidas y respetadas, y no hacerlas desaparecer como ocurrió en nuestros país, para que los militares sean juzgados por el Código Penal y no por Código de Justicia Militar. Ambos diametralmente opuestos, uno condena a una persona por pegar una trompada y el otro en guerra ordena matar o morir. Al borrar el Código de Justicia Militar y juzgarnos con el Código Penal se aseguran si o si la sentencia por medio de una Política de Estado (llámese ahora Maurcio Macri) y complicidad de jueces prevaricadores a lo largo y ancho de todo el país, aspectos que constituyen inconmensurables actos inmorales.
Difiero profundamente con eso de que tanto políticos como militares, estaban confundidos y no sabían que hacer, ni cómo proceder ante los ataques terroristas, tal es así que si bien el General San Martín mencionara: “Cuando la Patria está en peligro, todo es válido menos dejarla perecer”. Pensamiento que indudablemente es imperecedero y de un valor universal absoluto ¿Hubiera actuado como lo hicieron nuestros generales en una guerra similar?, estoy seguro que no. Si no tenía leyes las creaba, y si las tenía era el primero en cumplirlas, y en primera instancia, y ante un vacío legal actuaba ajustado a sus creencias y bases Morales Cristianas.
Deponíamos de todas las bases legales para actuar correctamente, aplicando todos los medios legales y necesarios y disponibles para esta guerra. Se había decretado el estado de sitio (suspensión de las garantías constitucionales) y luego se declaró la guerra a los guerrilleros terroristas, ambos acontecimientos totalmente legales. Tenían su sustento en la Constitución Nacional, tal cual lo sentenció el tribunal en el Juicio a los Comandantes, conocido como 13/84 y que habiendo previamente reconocido la existencia de una guerra, manifestó que los terroristas podían haber sido fusilados, pero no desaparecidos, con lo cual estoy totalmente de acuerdo y así se lo manifesté al General Bussi en Tucumán en enero del año 1976.
Pero los generales hicieron lo que no debían hacer, las causas pudieron ser varias, ignorancia, cobardía, soberbia, malos asesoramientos, presiones extranjeras etc. pero lo único cierto es que ante semejantes disyuntivas de ambas inmoralidades, desde el punto de vista cristiano, eligieron la peor, la ilegal, la de hacer desaparecer a las personas.
Uno de los principios de la guerra que nos enseñaron era que la guerra es cruel y sanguinaria, esto sumado a la necesidad de vencer, puesto que ningún tipo de gobierno en el mundo hace la guerra para perderla, ahí el carácter de cruel y sanguinaria. Es por eso que en ella se usan en la confrontación todos los medios necesarios, que son legales, aunque inmensamente inmorales y otro medio que es aberrante, que se encuentra en el “Ius Cogen” (Derecho Consuetudinario o de la Costumbre) de la guerra, es la tortura. Esta prácticamente nace con el hombre y no existe país en el mundo que no la aplique, pero nadie la legaliza, porque son todos los países hipócritas, solo uno tuvo el valor de legalizar semejante aberración, el Estado de Israel. Indudablemente comprendió que es solo uno de los tantos métodos y medios que se utilizan, en la mayor de las aberraciones que es “LA GUERRA”, que desde el punto de vista de la Moral Cristiana, es totalmente una inmoralidad y falta de ética, sin embargo esta legalizada en todos los países.
Al respecto Kant menciona en su “Crítica de la Razón Pura”: “Es existencia de la conciencia moral como conciencia de estar obligado de forma incondicionada o absoluta al cumplimiento de los mandatos morales.”
Con esta expresión Kant se refiere al hecho de que el hombre tiene conciencia de estar obligado al cumplimiento de mandatos universales y necesarios, mandatos que se viven de forma incondicionada o absoluta: así, por ejemplo, el mandato de no matar manda no matar sean cuales sean las circunstancias, prohíbe matar de forma absoluta.
Tampoco me parece adecuado decir que la totalidad de las guerras son internas, si vemos desde el punto de vista geográfico, es correcto, pero se las vemos desde el punto de vista donde las grandes potencias intervienen directa o indirectamente, para apoderarse de los ricos recursos de los países. Podemos decir que la guerra es entonces tan mundial, como inmoral son los gobiernos, es así que al firmarse la paz después de la segunda guerra mundial, la guerra continuó permanentemente, sin pausa ni descanso. Se utilizan todos los medios bélicos disponibles, como mercenarios, terroristas, ejércitos regulares y el apoyo directo de estas grandes potencias, llámese ONU, China, Rusia etc. medios sicológicos y electrónicos de todo tipo.
La moral de un pueblo está por encima de todo comportamiento humano, está por encima de la ética, las virtudes militares, las leyes, etc. Y todos ellos están y son abonados por la moral que fija el valor real en cada uno de ellos, cuando uno se sale de los valores morales, la conducta del individuo se torna inmoral. Moralmente no es menos ladrón el que roba un alfiler que el que roba un país, caso de nuestro actual presidente y todos los anteriores, inclusive hasta Perón.
El Honor, la Lealtad, la Abnegación, la disciplina, la Voluntad y el Espíritu de Cuerpo, son valores que conforman la Ética Militar, pero las han ido mutando, tanto por militares como por políticos traidores a la patria. El Honor por el des honor, la Lealtad por la traición, la Disciplina por la indiferencia, la Voluntad por la dejadez y el Espíritu de Cuerpo por el individualismo. Tal degradación de estos valores, sumado a la desaparición en primer lugar de los duelos, luego de los tribunales de honor, y últimamente la desaparición del Código de Justicia Militar y sus leyes militares, en donde cualquier acto de guerra pasará a ser un delito. Con ello y muchas cosas más este gobierno está dando el tiro de gracia final a las Fuerzas Armadas que en una década salvaron al país de la tiranía marxista, y lo mas grave de todo, es que lo hacen con la anuencia de los JEFES DE LOS ESTADOS MAYORES DEL EJÉRCITO, DE LA MARINA Y AERONAUTICA.
PP – VGMT (PRESO POLÍTICO Y VETERANO DE GUERRA EN EL MONTE TUCUMANO)
Ariel Valdiviezo
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 3, 2018
Política y ética
Hace unos años escribí una nota titulada “Más filosófos en la Cumbre del Poder Político” pensando que no es posible entender la política alejada de la conducta personal. Es para mí la única forma de que un gobernante logre tener un buen gobierno, honesto y que trabaje para el bien común.El problema básico que hemos hemos visto en los doce últimos doce años de gobierno kirchnerista es el “mal gobierno” alejado de la “Etica” que es tan necesaria según mi punto de vista para gobernar.Crisis de representatividad,falta de credibilidad de la clase política,etc Este tema fue objeto de preocupación por parte del “Pro”. Lo recuerdo perfectamente bien porque fui invitado a la Sociedad Rural Argentina cuando se invito a legisladores norteamericanos que explicaron como era la relación de los representantes del pueblo con sus electores. Hará unos ocho años, estaba presente Duran Barba y el actual Vice-Jefe de Gobierno de CABA el Licenciado Diego Santilli.
El objetivo de lograr un buen gobierno no es una “utopía”, es perfectamente posible. Ya lo veíamos en la Edad Media cuando las metas de un gobernante eran consideradas asuntos de “conducta personal”, esto apunta a lo ético tan importante a tener en cuenta por parte de quienes aspiren a ocupar cargos en la función pública. La democracia no es elegir Presidentes,Diputados o Senadores, es mucho más que eso. Debe haber calidad y eficacia en el ejercicio del Gobierno.
Bajo el populismo es muy díficil que logremos un buen gobierno, lo hemos visto en Argentina con el kirchnerismo y en Venezuela. Para que haya un buen gobierno debe haber “transparencia” y es este un tema relevante, el comienzo de la recuperación nacional, la recuperación de la confianza por parte de los gobernados y la recuperación del prestigio internacional perdido.
Según el Informe de junio de Justicia 2020 hemos mejorado y es de destacarlo.
Los políticos no deben mentir ,deben decir la verdad aunque resulte dura decirla. Es fundamental la lucha contra la corrupción porque atenta contra los intereses de todos los ciudadanos, del país y nada tiene que ver con la transparencia que exige una acción de gobierno. Muchas veces no llegan los mejores que prefieren mantenerse fuera del Estado para trabajar en el ámbito privado. El kirchnerismo sigue insistiendo y propone como candidata a Cristina Kirchner que no exhibe tener mucho sentido de la ética, ni tienen la mínima preocupación respecto del grave problema de la corrupción en Argentina.
Es bueno reconocer que hay muchos ciudadanos honestos que están decididos a “servir a la Patria”, muchos de los cuales trabajan en el sector estatal por magros salarios y lo hacen con verdadera pasión patriótica. Es fundamental contar con todos los recursos legislativos y políticos para apartar a los corruptos del sistema estatal. Para ser un buen gobernante es fundamental ser una buena persona.
Si se logra incorporar a la política a la ética y a la filosofía habremos recorrido gran parte del camino que es necesario para tener buenos gobernantes y un mejor país.Es fundamental que se apruebe una ley que garantice la independencia del Organo de Control de la Etica Pública de todos los funcionarios que trabajan para el Estado.
PrisioneroEnArgentina.com
La alteracion de los valores en los poderes del estado…
Por JORGE BERNABE LOBO ARAGON
Opinión
Generalmente las unimos, las confundimos, hacemos de la ética y de la moral una misma cosa, y eso está bien si con estas palabras queremos señalar una buena conducta, un comportamiento acorde con lo que se espera de una persona honorable. Sin embargo conviene adentrarnos en qué es la ética y qué es la moral para que analicemos mejor sus alcances, sus implicancias. La ética se trata de las obligaciones del hombre, de cómo debe comportarse de acuerdo a la razón y con el objeto de construir y mantener una sociedad armónica, en la que todos puedan cumplir con sus deberes y obligaciones. La moral, en cambio, no es ciencia sino su aplicación, el ejercicio de las buenas costumbres, de las prácticas de quienes son considerados virtuosos en una sociedad. Veamos: la ética nos señala la virtud de los jueces cuando deben aplicar la justicia. Muchos hoy en día se han apartado de esa virtud al tener conductas que se llaman impropias; correspondería llamarles inmorales, ya que transgreden los principios sustentados por la sociedad. Los principios de la ética son obligatorios para todos y en todas las circunstancias. Es que las obligaciones son generales. Sin embargo el político, el Magistrado, los legisladores en suma quienes pertenecer a los tres poderes del estado, ante la moral, debe ser juzgado con muchísima mayor severidad que los que se dedican a otras actividades. Pero hay una razón más fuerte que los obliga con mayor rigor que a los demás prójimos: y es que la vida pública se suele tomar como ejemplo, como modelo de las conductas privadas. El que se siente inclinado a largarse por un mal camino puede razonar: ¿por qué no voy a hacer esto yo, si legisladores, gobernadores, presidentes, ministros, jueces hacen cosas peores? Y más aún: si la moral se funda en las conductas que son bien vistas, aceptadas, valoradas por un medio social, ¿ese medio no se expone a que su moral decline, se corrompa, se pervierta, por culpa de los malos ejemplos que desde arriba dan los indecorosos? El individuo de cualquier oficio que falte a la moral, que no siga los dictados de la ética, corre el riesgo de que a su alma se la lleve el diablo si es creyente. El político o magistrado indecoroso que tenga una conducta igualmente mala, además de ser llevado por el diablo bien se merece la condena, la reprobación, el vituperio, la censura de toda la sociedad. Las sociedades tienen esencias que es necesario mantener para su vida, para su permanencia, para que siga siendo satisfactorio pertenecer a ellas. Características relacionadas con sus costumbres, con sus tradiciones y, sobre todo, con la moral. A la pérdida y al falseamiento de estas conductas que se han visto como sanas, deseables, estimables, ejemplos a exponer para ser imitados, es lo que se debe evitar y sancionar. Hoy en nuestra Provincia los medios públicos reflejan de manera lamentable una puja o lucha de poder entre las autoridades máximas de quienes debe impartir justicia, soslayándose o burlándose de los graves problemas relacionados con la crisis en la justicia y con el pan nuestro de cada día que merecen su preocupación. A las autoridades que no vienen de otro planeta se las elegido o designado, para que hagan respetar el orden, o administrar justicia. Si ese monopolio no se ejerce entonces imperará el caos y tendremos que olvidarnos del Derecho alterándose drásticamente la moral y la ética.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 31, 2017
Ética y Moral (Virtudes y ética)
Escribe Jorge B. Lobo Aragón.
OPINIÓN:
En una opinión – Carta al Director – del diario la Gaceta de Tucumán del día 27/03/2017 bajo el título de Virtudes y Ética, el lector manifiesta que, valores y bienes, normas y virtudes configuran la propuesta ética para una vida lograda, es el fundamento de las normas morales, la garantía para alcanzar los bienes y la principal de las virtudes. Elogiando dicho razonamiento, entiendo que generalmente las unimos, las confundimos, hacemos de la ética y de la moral una misma cosa, y eso está bien si con estas palabras queremos señalar una buena conducta, un comportamiento acorde con lo que se espera de una persona honorable. Sin embargo conviene adentrarnos en qué es la ética y qué es la moral para que analicemos mejor sus alcances, sus implicancias. La ética es una parte de la filosofía. Fundamental. Puesto que trata de las obligaciones del hombre, de cómo debe comportarse de acuerdo a la razón y con el objeto de construir y mantener una sociedad armónica, en la que todos puedan cumplir con sus deberes y obligaciones. Hablamos de filosofía y comprendemos que estamos adentrándonos en un terreno difícil, un terreno en el que prima la fuerza de la razón; de hecho, hay filósofos, grandes filósofos, de magnífica sabiduría y profundidad, que discuten entre sí, que no se ponen de acuerdo, un campo en el que unos niegan el andamiaje argumental construido por otros. ¿Puede pensarse, entonces, en que la ética es inútil, ya que los filósofos no llegan a resultados rotundos, apodícticos, innegables, como son los resultados de las ciencias físicas y matemáticas? No es así, porque las discrepancias se refieren, por lo general, a aspectos menores, y todos los filósofos -todos los de la civilización occidental y cristiana- coinciden en lo fundamental, y no hay dudas en cuanto a las aplicaciones prácticas. La moral, en cambio, no es ciencia sino su aplicación, el ejercicio de las buenas costumbres, de las prácticas de quienes son considerados virtuosos en una sociedad. Veamos: la ética nos señala la virtud de la monogamia. El presidente Clinton en su momento se ha apartado de esa virtud al tener relaciones que él llama impropias; correspondería llamarles inmorales, ya que transgreden los principios sustentados por la sociedad a la que pertenece. Lo mismo que hace Clinton, en otra sociedad, por ejemplo entre musulmanes que pueden tener varios matrimonios simultáneos, hubiera sido bien visto, hubiera sido moral, de haberse realizado a la vista, sin ocultaciones. La moral musulmana lo hubiera aceptado (lo hubiera aceptado si no lo hacía a escondidas). La ética lo rechaza. Los principios de la ética son obligatorios para todos y en todas las circunstancias. Sí, es cierto que la ética condena el robo, y que el robo, en determinadas circunstancias, de hambre, de necesidad imperiosa, se justifica; no se debe matar, aunque se justifique hacerlo en defensa propia, de la madre, de la mujer, del hijo. Es muy malo mentir, y sin embargo el médico con toda tranquilidad le miente a un enfermo desahuciado para mantenerle el ánimo. Esas circunstancias que justifican el abandono, la suspensión de la norma, han sido muy bien estudiadas y puntillosamente expuestas. Pero lo general, es que las obligaciones son para todos y en todas las circunstancias. Sin embargo por eso el político, ante la moral, debe ser juzgado con muchísima mayor severidad que los que se dedican a otras actividades. El individuo de cualquier oficio que falte a la moral, que no siga los dictados de la ética, corre el riesgo de que a su alma se la lleve el diablo. El político que tenga una conducta igualmente mala, además de ser llevado por el diablo bien se merece la condena, la reprobación, el vituperio, la censura de toda la sociedad.
JORGE B. LOBO ARAGÓN
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 27, 2017
Lewicki, PROpenso a empinar el codo
Novato en las cuestiones de festividades en Estados Unidos, allá por el año 1997, el Día de Acción de Gracias (Fecha que aún no celebro) me encontró en un viaje de retorno desde Savannah, Georgia. A las siete de la tarde, la policía local comenzó a detectar ciertos conductores erráticos en las rutas, tal vez con el límite de conmemoración bastante excedido. Los desvíos e investigaciones -para no entorpecer el tránsito- se realizaban en el terreno de una estación de servicio donde me detuve a cargar gasolina y degustar un sorbo de café. Allí fui testigo de un incidente. El policía le ordenaba a un automovilista que descendiera de su auto. En evidente estado de ebriedad, el piloto no obedecía y exclamaba con bastante dificultad que él tenía influencias. “soy amigo de Mills” -O Hills… no se desespere, tampoco logré saber que celebridad era Mills (O Hills)-, repetía el infractor, algo que no le importó mucho al oficial a cargo. A la tercera indicación y cuarta desobediencia, el enojado beodo estuvo sobre el asfalto, con las manos esposadas a sus espaldas.
En Estados Unidos, 23 personas mueren por día víctimas de accidentes ocasionados por conductores intoxicados. En Argentina, 12. La discusión que se establece en el país del norte culmina llegando a una terminante definición: No son accidentes. Son potenciales asesinos a la espera de cometer un crímen.
Daniel Lewicki, fue un militante del Frente Renovador hasta el cambio de gobierno, entonces se sumó a las filas de Cambiemos e ingresó en el bloque Pro en el Concejo Deliberante del partido de Avellaneda.
Lewicki se peleó con la policía tras ser detenido por manejar borracho en un barrio de la ciudad de Buenos Aires (Constitución). El borrachín se resistió a ser identificado por las fuerzas de seguridad que, al no poder lograr que descienda del auto, lo sacó por medio de la fuerza. El político gritaba: “Soy concejal de Avellaneda, traeme un juez para sacarme de acá”
Lewicki procuró quedarse en el auto mientras dos policías intentaban que abandonara el vehículo. Luego del pedido de un juez, discutió con los efectivos y los insultó. “Traeme un juez. Hijo de mil …Milico hijo de mil putas… Me están maltratando”, gritó eufórico, exhibiendo un marcado estado de embriaguez.
“Tomatelas, boludo, ¿sabés la trompada que te voy a dar?”, amenazó a uno de los policías. Tras varios intentos, lograron hacerlo descender y se lo arrestó.
¿Con políticos como Lewicki, quien necesita un Cabandié?
Fabian Kussman
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 30, 2016